martes, 26 de noviembre de 2013

TRES ERRORES HISTÓRICOS EN LOS 90 AÑOS DEL `EXTREMADURA´


            Al recibir hoy la Medalla de Oro de Cáceres en su 90 aniversario, "por su servicio a Cáceres y a los cacereños por sus noventa años de vida", según anunciara la alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, el pasado 20-9-2013, tras la reunión de la Comisión de Gobierno Municipal que la aprobare, quisiera recordar, aquí y ahora, tres errores históricos en el devenir del diario decano de la región que, uno por reiterado, y otros dos por no subsanados, pudieran sentar cátedra definitiva en la Historia dada por buena, o no corregida, hasta el momento, por quienes fueren testigos de ella, por documentos escritos y hasta esculpidos en bronce, que en modo alguno se corresponden con la verdad histórica.

              Me refiero a crónicas periodísticas no contrastadas, y reiteradas en el tiempo, como aquella que afirma con solemnidad que "Franco se proclama Caudillo en Cáceres", que se ha venido repitiendo en cuantos números extraordinarios del periódico han salido desde su 50 aniversario, en 1973, hasta este del 90, que no han hecho sino copiar lo ya publicado, sin que nadie se molestara en verificar la verdad histórica --y me inscribo, y acuso, también en ese inventario--, por cuanto ni había medios ni tiempo para reescribir una historia ya escrita --y no contrastada documentalmente hasta hace unos años-- que no se correspondiere con la real. Un segundo error histórico se refiere a la suposición realizada por Germán Sellers de Paz en su libro "La Prensa cacereña y su época (1810-1990)" (Institución Cultural "El Brocense" de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres 1991, pág. 272), quien da por supuesto que la galería fotográfica del fundador y de sus predecesores que él instalase "en lugar del honor del edificio", en las nuevas instalaciones del Polígono de La Madrila, al cumplirse las Bodas de Oro, desaparecieren con el cambio del domicilio social a Camino Llano, en diciembre de 1988, porque "parece ser que no entró en el pensamiento de sus dirigentes"; y en tercer lugar, el error histórico, con premeditación y falta de ética profesional, inscrito en el primer periódico que sostiene la última pregonera callejera del Diario Extremadura, Leoncia Gómez Galán, en la estatua esculpida por José Antonio Calderón --y situada en la cacereña Plaza de San Juan--,  que no hubiere culpa alguna en esculpir en bronce la primera portada en color de El Periódico Extremadura, de 18-8-1998, que firmare en su obra la directora Nieves Moreno, que no lo fuere hasta el 16-9-1998, en lugar de José Higuero, entonces director.

              1.-Franco, Caudillo en Cáceres.-La última vez en afirmar que "Franco se proclama Caudillo en Cáceres" lo firmaba El Periódico Extremadura el pasado día 16 de noviembre, al recordar por capítulos los hitos más significativos de su historia.

              Al evocar la estancia del general Franco en el Palacio de los Golfines de Cáceres, a donde trasladó desde Sevilla su cuartel general el 26 de agosto de 1936, (Paul Preston: "Franco, Caudillo de España", Edic. DeBolsillo, Barcelona, 2004, pág. 202) recordaba El Periódico Extremadura que "el día 27 de septiembre, a las 10 de la noche,  Franco era designado en Cáceres, Caudillo de España, Jefe del Estado y Generalísimo de los Tres Ejércitos".

               Germán Sellers, director del Diario Extremadura (1971-1987) lo recuerda así:   "Una noticia trascendental en aquellos momentos fue transmitida desde la Redacción de EXTREMADURA a todo el mundo. A las 10 de la noche del 27 de septiembre de 1936, el entonces redactor-jefe de EXTREMADURA, Juan Milán Cebrián, "volaba más que corría", según propia confesión, desde el Palacio de los Golfines de Arriba --sede del cuartel general nacional--- hasta el inmediato Palacio de la Generala, donde se encontraba la Redacción de su periódico, para transmitir la gran noticia que le había dado el general Yagüe con brío y énfasis: Franco, designado Caudillo de España, jefe del Estado y Generalísimo de los tres Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. El 1 de octubre siguiente sería designado oficialmente en Salamanca. Los cacereños le mostraron aquel 27 de septiembre su adhesión, le aclamaron como Caudillo y, por primera vez, dieron el triple grito de su apellido, que le acompañaría hasta su tumba en el Valle de los Caídos en noviembre del 75... "(Ob. cit. pág. 264). Hay que precisar que cuando Yagüe se instala en el Palacio de los Golfines es coronel, y no general, como asegura Paul Preston: "Parece improbable que Yagüe cayera en desgracia, pues su retirada del frente se vio acompañada por el ascenso a coronel y su inmediata incorporación al entorno de Franco. El 22 de septiembre, Yagüe estaba ya instalado en el Palacio de los Golfines de Arriba." (Véase: Preston: pág. 205).

              Siguiendo a Preston, al comienzo de la sublevación, de los veintiún generales de División en activo, solo cuatro se rebelaron contra el Gobierno de la República: Franco, Godet, Queipo y Cabanellas (pág. 176). El 21 de julio se produce la muerte de Sanjurjo, el general elegido por unanimidad para capitanear la sublevación. Con su muerte, la sublevación quedó descabezada, y los fracasos de Godet en Barcelona y Fanjul en Madrid, dejaron al general Mola sin competidores en la carrera para dirigir el levantamiento (Preston, edición de 1994, págs. 196-199). El 23 de julio, Mola creó en Burgos una Junta de Defensa Nacional formada por siete personas, presidida por Cabanellas, el general de División de más antigüedad del bando nacionalista tras la muerte de Sanjurjo (la República había suprimido el mando de teniente general), compuesta por los generales Mola, Miguel Ponte, Fidel Dávila, y Andrés Saliquet, y dos coroneles del Estado Mayor, Federico Montaner y Fernando Moreno Calderón (Preston: edición 2004, págs. 185-186). El 24 de julio, la Junta nombra a Franco jefe del Ejército del sur. (Preston, pág. 186). Hasta el 3 de agosto no se incorpora Franco a la Junta. Las privilegiadas relaciones que el general mantiene con Italia y Alemania y la necesidad de no duplicar los esfuerzos para conseguir la ayuda internacional para la causa nacional, obligan a Mola a ceder a Franco la relación con sus aliados y el control de los suministros. La necesidad del mando único se hace cada día más patente. El 15 de agosto, Franco toma una iniciativa que permite suponer que contempla tal posibilidad: sin consultar con Mola, en un acto celebrado en Sevilla, adopta la bandera roja y gualda. La Junta de Defensa Nacional, forzada por esa iniciativa, confirma oficialmente la bandera. El 14 de septiembre se celebra en Burgos una reunión de la Junta en la que no se plantea el asunto del mando único. Sin embargo, el 21 de septiembre se celebra "en un barracón de un recién improvisado aeródromo cerca de Salamanca" (Preston, edición de 2004, pág. 209) una nueva reunión de la Junta, presidida por Cabanellas, sin que Kindelan y Orgaz consiguieran abrir la discusión sobre el tema del comandante en jefe en la sesión matinal. Tras el almuerzo, ambos decidieron vencer las reticencias de sus camaradas e insistieron en que el tema se debatiese al principio de la sesión de la tarde. Sorprendentemente, Mola les apoyó diciendo: "Pues yo creo tan interesante el mando único que si antes de ocho días no se ha nombrado Generalísimo, yo no sigo." Cuando se reanudó la sesión, todos se mostraron a favor, excepto Cabanellas, que defendía la jefatura de una junta o directorio. (Preston: pág. 209, citando a Kindelán: Mis cuadernos, págs. 103-104).

              Cuando llegó el momento de votar quién debía ser el Generalísimo, --sigo con Preston--, los dos coroneles se abstuvieron, debido a su graduación inferior. Kindelán votó el primero por Franco; le siguió Mola y luego Orgaz, excepto Cabanellas, quien dijo que no participaría en una elección para un puesto que consideraba "innecesario". (Preston: pág. 209). El acuerdo  de mantener la decisión en secreto  hasta que la Junta de Burgos la ratificara y la hiciera pública, reflejaba las dudas de los generales. El 27 de septiembre, Yagüe le dijo a Franco que si se negaba a aceptar el mando único, la Legión propondría otro candidato, perspectiva que garantizó definitivamente que Franco aceptase los plenos poderes. (Preston: pág. 211)  Habría sido muy propio de Franco intentar inclinar la balanza a su favor mediante el golpe propagandístico de la liberación del Alcázar. Su resistencia se había convertido en un símbolo de heroísmo de los sublevados, a los que Franco les había prometido enviar refuerzos el 22 de agosto. (Preston: edic. 1994, pág. 223). Las tropas del ya designado oficiosamente Generalísimo los liberaron el 27 de septiembre, convirtiendo esta liberación en una leyenda y afianzando su posición dentro de los líderes rebeldes.

              La tarde del domingo 27 de septiembre, en medio de la euforia de la victoria de Toledo, Franco, Yagüe y Millán Astray se dirigieron a una multitud vitoreante y frenética desde el balcón del Palacio de los Golfines de Arriba de Cáceres. Franco habló en tono vacilante. Yagüe anunció vehemente: "Mañana tendremos en él a nuestro  Generalísimo, al jefe del Estado."  (Quizá fuere esa la versión recogida por el redactor jefe del Diario Extremadura, Juan Milán, al dar la noticia...) Millán Astray dijo: "Nuestro pueblo, nuestro ejército, guiado por Franco, está en el camino hacia la victoria." La Falange y la Legión desfilaron mientras la banda interpretaba el himno de la Legión El novio de la muerte y la canción falangista Cara al Sol. La multitud aclamaba: "¡Franco, Franco, Franco!" La prensa de toda la zona nacional describió profusamente las escenas de aclamación popular de Franco."  (Preston: pág. 213, citando a De la Cierva, Franco, III, págs. 8-9, y Calleja: Yagüe, pág. 116). Mientras la multitud se dispersaba, Nicolás Franco y Kindelán trazaban el borrador de un proyecto de decreto para someterlo a la reunión del día siguiente que decidiría los poderes del nuevo Generalísimo. La mañana del lunes 28 de septiembre, Franco, Orgaz, Kindelán y Yagüe volaron a Salamanca "resueltos -en palabras de Kindelán- a conseguir su objetivo patriótico a cualquier precio". Ante la suposición de que la caída de Madrid y el final de la guerra eran inminentes, los generales se resistían a conceder a Franco una autoridad de amplio alcance, pues sospechaban lo difícil que resultaría convencerlo para que renunciara luego a ella. Sin embargo, Kindelán insistió y leyó el proyecto de decreto. En el artículo 1, éste proponía la subordinación del ejército, la armada la aviación al mando único; en el artículo 2, que al comandante único se le llamara Generalísimo, y en el artículo 3, que el rango de Generalísimo llevara consigo la función de jefe del Estado "mientras dure la guerra", frase que valió a Franco el apoyo de los generales monárquicos. La propuesta, que implicaba la dimisión de la Junta de Defensa Nacional, fue acogida con hostilidad, en particular por Mola. Cabanellas, que se comprometió a hacerlo efectivo al cabo de dos días, pero solo se decidió a firmar el decreto a altas horas de la noche del 28 de septiembre. Cabanellas confió la redacción del decreto al profesor de derecho internacional José Yanguas Messía. (Preston: pág. 215); pero antes, el presidente de la Junta de Defensa Nacional comentó con miembros de la misma: "Ustedes no saben lo que han hecho porque no le conocen como yo, que lo tuve a mis órdenes en África....; y si, como quieren va a dársele en estos momentos España, va a creerse que es suya y no dejará que nadie le sustituya en la guerra, ni después de ella, hasta la muerte." (Guillermo Cabanellas: La lucha por el poder, Edit. Heliasta, Buenos Aires, 1973).El decreto definitivo quedó redactado así: "En cumplimiento del acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional, se nombra Jefe de Gobierno del Estado del Estado español al Excelentísimo general de División don Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo Estado". Se ha afirmado que el decreto fue amañado por Franco o por su hermano antes de imprimirse. Ramón Garriga, que más tarde perteneció al servicio de prensa franquista en Burgos, alegó que Franco leyó en el borrador la referencia a que él sería jefe del gobierno del Estado Español sólo provisionalmente "mientras dure la guerra" y que la suprimió antes de someterla a la firma de Cabanellas. No era necesario tal amaño. Franco se refería a sí mismo como jefe del Estado y, como tal, se atribuía plenos poderes. Monárquicos como Kindelán, Orgaz y Yanguas erraron al depositar en él sus esperanzas. Una vez alcanzada la cima del poder, Franco no tenía intención de cederlo en vida a ningún rey, aunque ladinamente siempre mantenía viva la esperanza de los monárquicos. La mayoría de la prensa nacional anunció que Franco había sido nombrado jefe del Estado español. (Preston: págs. 214-215) Ese mismo día, Franco firmó su primera orden como "jefe de Estado" (Stanley George Payne: El régimen de Franco, 1936-1975", Alianza Editorial, Madrid, 1987, pág. 130). El Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional pasa a denominarse Boletín Oficial del Estado y empieza con el número 1, fechado el 2 de octubre de 1936, una vez que tomó posesión el día anterior en Capitanía General.

              Autonombrado jefe del Estado, comenzó el culto a su personalidad. La zona sublevada se inundó de carteles con su efigie; los periódicos debían encabezarse con el eslogan: "!Una Patria, un Estado, un Caudillo". Franco escogió, al igual que Mussolini eligiera "Duce", la distinción de "Caudillo". Del latín, capitellium, cabeza, es un término empleado para referirse a un cabecilla o líder, ya sea político, militar o ideológico, aunque en sentido amplio, se utiliza para cualquier persona que haga de guía, aunque el uso más generalizado tiene una connotación política. Por lo general se emplea como referencia a los líderes políticos de los siglos XIX y XX. En distintos países sudamericanos aparece en el siglo XIX un fenómeno social denominado caudillismo. "Fue ABC quien utilizara por primera vez la calificación de caudillo aplicada a Franco. A raíz de su boda con Carmen Polo Valdés, le llamaba "el joven caudillo", y con razón, porque era joven, ya había llegado a jefe de la Legión y a emparentar con una rica familia de Oviedo, muy por encima de los niveles de pequeñísima burguesía militar ferrolana de los Franco." (Manuel Vázquez Montalbán: De `Franquito´ a ¡Franco, Franco, Franco!", El País Semanal, 29-11-1992). También "ABC" de Sevilla, de 30 de septiembre de 1936, al dar cuenta del decreto de la Junta Nacional de Burgos de 29 de septiembre, se refiere a él en su biografía como "caudillo". No puede, pues, afirmarse, que Franco fuera proclamado caudillo en Cáceres.

2.-La galería fotográfica del Diario Extremadura.-En su libro "La prensa cacereña y su época (1810-1990)", ya citado, su autor, Germán Sellers de Paz, alude a la galería fotográfica que él realizara del fundador y de sus antecesores en la dirección de EXTREMADURA, y afirma que "con el cambio de domicilio social a Camino Llano, parece ser que no entró en el pensamiento de sus dirigentes este recuerdo y desapareció la galería de referencia". (Véase pág. 272).

              ¿Quiénes eran los dirigentes del periódico en la época citada?, que no cita: Amador Rivera Pavón, director general; y el que suscribe, director del diario.

              En la cena del patrón de los periodistas de finales de enero de 1991, me preguntó si había leído su libro, presentado meses antes. Le contesté afirmativamente y le mostré mi pesar por esa alusión que me dejaba en mal lugar, y que cualquier investigador podría deducir fácilmente. Le conté la verdad: "Le pedí al director general que ordenara poner la galería bien en mi despacho o en la sala de Redacción, a lo que se negó tajantemente." Me contestó: "Yo creía que..." Le repliqué: "No se puede dar por sentada una acusación de este calibre en un libro, don Germán." Y no se habló más. La galería quedó guardada en un almacén del periódico.

              3.-La estatua de Leoncia en San Juan.-En 1998 se celebró el 75 aniversario de El Periódico Extremadura. La mayoría de los actos los organizó, o dejó preparados, su director, José Higuero (1994-1998), quien fue designado director del diario "Córdoba", perteneciente al Grupo Zeta, a mediados de septiembre del 98. Le sustituye en la dirección Nieves Moreno, que firma su primer periódico el día 16 del mismo mes y año. El 22 de abril de 1999, víspera de San Jorge, patrón de la ciudad, se inaugura la escultura de  Leoncia Gómez Galán, la última pregonera del Diario Extremadura (1905-1986), obra de José Antonio Calderón. La directora ordenó a uno de los maquetistas del diario que realizase una maqueta del primer periódico en color que publicó el diario, correspondiente al 18-8-1998, "Extremadura a todo color", que incluía fotos de los principales monumentos de las cuatro ciudades más importantes de la región, y que firmare el anterior director. Pues bien: en esa portada aparece la firma de su sucesora, pero no la de quien firmare el diario. Por otro lado, Leoncia no pudo vocear nunca ese periódico, puesto que había fallecido en 1986, a los 81 años. No fui informado del acto. No pude ver la escultura hasta ocho días después por razones laborales. Le pregunté al maquetista quién hizo la portada. "Me la dio la directora..." "Pero, tú sabes que eso no es cierto..." "¿Y qué querías que hiciera?", me replicó... Seguramente, el alcalde de la ciudad, José María Saponi, y la presidenta de la Diputación, Pilar Merchán, que asistieron al acto, no pudieron percibir aquella falta de rigor histórico. En el número de aquel día escribí una columna en su honor: "Memoria de Leoncia Gómez", puesto que la conocí voceando el periódico, mediados los 60... "Tintaba otoño la lila luz que precedía a la noche. Allí estaba ella con la faja de periódicos, la tinta aún fresca. Periódico de la tarde durante años, bien que eran las últimas noticias impresas...", escribiere aquel día, junto al reportaje sobre su vida de Ángel Báez, mi compañero de Redacción.


lunes, 25 de noviembre de 2013

EL PERIÓDICO EXTREMADURA EN EL CALLEJERO CACEREÑO


           En vísperas de recibir la Medalla de Oro de Cáceres, que le ha sido concedida por el Ayuntamiento, al cumplir sus 90 años de servicio a la ciudad, conviene recordar la plasmación de ese vínculo del periódico decano de la región con la ciudad que le viere nacer en 1923. Desde el fundador, el obispo Segura Sáez, pasando por tres directores -Antonio Reyes Huertas, Dionisio Acedo y Germán Sellers-- y un fotógrafo, Luis Bravo, figuran en el callejero urbano, casi desde su nacimiento hasta hoy, como reconocimiento a una labor que solo tuvo por norte un servicio a Cáceres, a la que se halla vinculado desde su nacimiento, y que mañana martes, 26 de noviembre, se ve coronada con la medalla que hace extensible el mismo a todos cuantos hicieron posible la feliz efeméride, desde el fundador hasta el último trabajador fallecido, Sergio Rodríguez.
 
              Pedro Segura Sáez, el obispo de Coria (1920-1926) que lo fundare el 1 de abril de 1923 (Carazo, Burgos, 4-12-1880; Madrid, 8-4-1957) fue, antes de venir a la capital de la diócesis, obispo auxiliar del cardenal Cos (Valladolid), por quien fue consagrado en 1916. Llegó a Coria en 1920, donde permaneció hasta 1926, y acompañó al rey Alfonso XIII durante la visita que realizare a Las Hurdes en 1922, y al que impresionó por su energía y carácter. El 6 de mayo de 1926 fue nombrado arzobispo de Burgos, al parecer a petición del rey, y el 20 de diciembre del mismo año, el papa Pío XI le nombra cardenal y le designa para ocupar la sede primada de Toledo. Su fuerte carácter y su catolicismo intransigente, le llevó a enfrentarse con la República, con el Generalísimo Franco y hasta con la Santa Sede. En mayo de 1931 fue exiliado a Roma. Volvió el 9 de junio y, cuatro días más tarde, fue expulsado de España. Las presiones de las autoridades republicanas le obligaron a presentar su renuncia al papa, y permaneció en la curia romana hasta 1937. Segura fue nombrado arzobispo de Sevilla ese mismo año, tras el fallecimiento del cardenal Ilundain. Sus enfrentamientos con Franco dieron lugar a que, en 1954, la Santa Sede nombrara arzobispo coadjutor de Sevilla a José María Bueno Monreal, por lo que hasta su muerte hubo en la capital andaluza dos arzobispos de facto. Fue inhumado en la cripta del monumento al Sagrado Corazón de Jesús de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), tras recibir honores militares ordenados por el Generalísimo.
              El Pleno ordinario del Ayuntamiento de Cáceres, celebrado el 10 de diciembre de 1954, acordó "restituir los nombres variados en el recinto amurallado de Cáceres y, en consecuencia, se suprimen", entre otros, la "Plaza Obispo Segura quedará Plaza de los Caldereros", en cuyo Palacio de la Generala, propiedad del Obispado, estuvo el diario desde su fundación hasta septiembre de 1973, en que se trasladó al Bloque 14 del Polígono de La Madrila. Es decir que, según este acuerdo, el obispo Segura ya tenía calle en Cáceres, que pasó a tener la nueva denominación que hoy conserva. De otro lado, según acuerdo del mismo Pleno, "en la parte de la ciudad fuera del recinto amurallado, se ponen los siguientes nombres a calles que no los tenían o lo tenían indebidamente puesto", entre otros, "la primera travesía a Cánovas, quedará Obispo Segura Sáez, entrada Avenida de España, salida Avenida Virgen de Guadalupe". (Véanse "Libros de Plenos del Ayuntamiento de Cáceres" de la citada fecha, en el Archivo Administrativo Municipal de Cáceres).
              El cardenal Segura fue objeto de una tesis doctoral: "El cardenal Pedro Segura Sáez (1880-1957), de Santiago Martínez Sánchez, dirigida por Gonzalo Redondo Gálvez, Publicaciones de la Universidad de Navarra, 2002, 581 páginas. (ISBN: 978-84-8081-361-1).
              Antonio Reyes Huertas (Campanario, Badajoz, 1887-1952), licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras, director, entre otras publicaciones del Diario Extremadura, pilotó el diario durante una década (1927-1937), tras Tomás Murillo Iglesias (1923-1927) y falleció en su pueblo natal a los 65 años.
              En la misma sesión plenaria citada anteriormente, el Pleno Municipal acordó poner su nombre a la "transversal a Colón, quedará Antonio Reyes Huertas, entrada Plaza Colón, salida Antonio Hurtado". (Íb.)
              Su vida y obra están reflejadas en la tesis doctoral de Jesús Méndez Pérez: "Vida y obra de Antonio Reyes Huertas", Universidad de Extremadura, 1995; y en la obra de Aquilino Camacho García: "Biografía de Reyes Huertas", entre otras.
              Jesús Dionisio Acedo Iglesias (1898-1979) formó parte de la redacción del Diario Extremadura desde el día de su fundación hasta su nombramiento como director (1939-1971) y posterior jubilación. Estudió Derecho en Salamanca y dedicó toda su vida al periodismo. Fue director de la revista "Santuario de la Montaña" y redactor jefe del semanario "Cáceres" (1953-1971); desempeñó la Jefatura de los Servicios Culturales de la Diputación Provincial. Tras su jubilación, el Ayuntamiento de la Ciudad le otorgó por aclamación la Medalla de Plata (véase Pleno del 30-10-1975) y a su muerte, le concedió la calle que lleva su nombre, de nueva apertura en 1981, situada entre la Avenida de Alemania hasta la rotonda de Alfonso IX, que enlaza con la Avenida Virgen de Guadalupe.
              El Ayuntamiento manifestó su pesar por su fallecimiento en la Comisión Permanente Municipal, cuya reseña reflejó el Diario Extremadura el 9-2-1979, pág. 4: "El alcalde-presidente, señor López y López, informa a la Comisión del fallecimiento de Jesús Dionisio Acedo Iglesias, Medalla de Plata del Ayuntamiento,  y ex director del Diario Extremadura, persona muy querida en nuestra capital, hombre de bien, de esclarecida inteligencia y de singulares virtudes humanas, el cual honró a la tierra que le vio nacer y a la que consagró su pluma, afanes e ilusiones, tomándose el acuerdo de hacer constar en acta el pesar de la comisión por el fallecimiento, participándose a la familia."
              Su sucesor, Germán Sellers, le dedicó un emotivo artículo, "Murió Jesús Dionisio Acedo Iglesias, un hombre ejemplar". (Véase Diario Extremadura, de 3-2-1979, pág. 4).
              Fernández Hernández Gil le recordaba: "Recuerdo a Dionisio Acedo, accediendo lentamente por el Adarve, camino del Palacio de la Generala, reflexivo, paciente y siempre sonriente, donde habría de madurar día a día el editorial del periódico de su pasión --y después dirección-- "EXTREMADURA"; periódico donde también se ocultaba su fértil pluma bajo los seudónimos de Juan de Acre, Batelero, y tantos otros que yo no llegué a captar. "(Véase Diario Extremadura del 12-2-1979).
              La Diputación Provincial de Cáceres, presidida por Jaime Velázquez, instituyó en su honor, en 1981, el premio de periodismo que lleva su nombre.
              Germán Sellers de Paz (Cáceres, 1923-1995). Nació el mismo año de la fundación del periódico que dirigió entre 1971-1987. Periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid en 1962 y licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información en 1987, fundó los periódicos y revistas Más allá, Ráfagas, Al Volante, Cáceres (semanario de información general de los lunes), que dirigió desde su aparición, en 1956, hasta su cierre, en 1976; Actividad Sindical y Cáceres Sindical. Fue redactor jefe del Diario Extremadura (1963-1971). Premio de Periodismo Dionisio Acedo 1982; primer premio de periodismo del Bimilenario de Cáceres en 1962, es autor de "Cáceres", "Conozca la provincia de Cáceres", "Cáceres, visto por un periodista" y "La Prensa cacereña y su época (1810-1990)".
               Tras su fallecimiento, ocurrido el 6-12-1995, a los 72 años de edad, El Periódico Extremadura le dedicó una esquela con la siguiente leyenda: "Amó a Cáceres, escribió a Cáceres y murió en su tierra". El Ayuntamiento le dedicó una calle, situada en la barriada de Aldea Moret, entre la Avenida río Tíber y la calle Juan García. Su sucesor en la dirección y autor de este artículo, escribió sobre él una columna titulada "Orgullo y pasión". (Véase El Periódico Extremadura del 8-12-1995)
              Luis Bravo Hernández, fotógrafo, falleció el 5-4-1988, a los 58 años. Tras su fallecimiento, "la Comisión de Cultura del Ayuntamiento, por unanimidad, acordó dar su nombre a una de las principales avenidas de la barriada de Aldea Moret, a propuesta del concejal Andrés Nevado... Se elige una avenida entre los bloques de viviendas que llevan nombres de pájaros, y las que los tienen de ríos, para significar que el trabajo de Luis abarcó todos los extremos de la actualidad cacereña, abierto al futuro de la ciudad, una calle importante para un hombre importante", según manifestó el presidente de la Comisión, Ángel Rodríguez". (Véase El Periódico Extremadura del 9-4-1988, pág. 10).
              Al día siguiente de su fallecimiento, El Periódico Extremadura le dedicó un editorial que, bajo el título "Honró a su ciudad", decía, entre otras cosas: "El acuerdo de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento cacereño tenemos que celebrarlo por varios motivos: en primer lugar, el municipio plasma no solo su sensibilidad hacia vecinos que, como en este caso, ayudaron a difundir sus imágenes o en otros engrandecieron su nombre, sino que muestra una cercanía con el pueblo mismo de la ciudad; en segundo lugar, porque la rotulación de calles ha de constituir un motivo para el conocimiento de la propia historia local, adjudicando sus nombres a personajes grandes y sencillos que, con sus trabajos, ayudaron a que Cáceres fuera más Cáceres." (Véase El Periódico Extremadura, del 9-4-1988, pág. 10).
              Hoy, como ayer, nos ratificamos en lo escrito y en la medalla por el simbolismo que encierra para Cáceres y para todos los que nos precedieron y dejaron sus nombres escritos o ocultos para la historia; pero, todos, historia viva de Cáceres.

sábado, 23 de noviembre de 2013

DORADA JUBILACIÓN A LA CATALANA


              La noticia de la jubilación de Ernest Benach (Reus, Tarragona, 1959), presidente del Parlamento de Cataluña en la VII y VIII Legislaturas (2003-2010), político español de ideología independentista catalana, quien dos días después de las elecciones de 28 de noviembre de 2010, anunció su retirada de la primera línea de la política, recién cumplidos los 51 años y sin anunciar a qué se dedicaría profesionalmente, ha producido una honda consternación al publicarse recientemente su dorada pensión de jubilación, conforme a lo previsto en la ley para los ex presidentes del Parlamento catalán. Aunque ya el 30 de noviembre de 2010, "El Periódico de Cataluña" hizo pública la pensión que le correspondería --104.008,95 euros brutos al año, a partir de los próximos cuatro años de su jubilación, así como una pensión vitalicia de 78.006,71 euros al cumplir los 65 años de edad (2024), la noticia ha causado estupor tras ser publicada de nuevo, el pasado sábado, por determinados medios digitales, que recordaron que, desde el próximo 5 de diciembre, Benach cobrará una pensión de 104.008.95 euros brutos anuales, y una vitalicia de 78.006.71, tras la edad de jubilación.

              Cuando cientos de miles de personas ha salido a la calle este sábado, día 23, en respuesta a la convocatoria de la Cumbre social para denunciar las políticas de recortes y en defensa del sistema público de pensiones, en tramitación parlamentaria, --"Contra el paro, seis millones de razones", según la pancarta extremeña en Cáceres y Badajoz-- no parece que ni los recortes, ni las mal llamadas reformas gubernamentales, sugeridas por la troika, tengan nada que ver con la casta política, que ni tienen estudios ni carné de manipulador de alimentos para servir un café, mientras que médicos, bioquímicos y científicos  se ven obligados a salir al extranjero para dejar de ser mileuristas en nuestro país.

              El pasado miércoles, toda la oposición rechazaba la reforma prevista por el Gobierno en el Senado y daba por consumada la muerte del Pacto de Toledo. Mientras el Gobierno del Partido Popular sigue defendiendo su proyecto para garantizar la sostenibilidad del sistema, la portavoz socialista, Magdalena Valero, recordaba el demoledor informe del CES, en el que se aseguraba que el "poder adquisitivo de los pensionistas no llegará a recuperarse". Mientras, el Gobierno había anunciado previamente que elevaría el techo de revalorización de las pensiones al IPC más el 0,5 por ciento, que figuraba hasta ahora en el proyecto de ley aprobado por el Congreso. En definitiva, la mayoría del gobierno popular mantiene que la revalorización de las pensiones se desliga del IPC --lo que traerá una pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas, siempre y cuando sea inferior a la inflación-- y la cuantía mínima de la subida seguirá siendo del 0,25 por ciento, como el próximo año.

              Cuando todo esto ocurre, la UE ha advertido a España que, aunque los cambios previstos en la reforma de las pensiones son significativos, avisa sobre retrasos en la calidad del gasto público y la reforma fiscal, y espera una segunda reforma laboral en España antes de terminar 2014.

              Hay demasiados políticos en España, como Benach, que se jubilan a los 51 años y ganan en tranquilidad lo que pudieren perder en salarios, que les sigue asistiendo hasta el fin de sus días; pero ellos terminan riéndose y acabando con las clases medias que levantaron el país, enriqueciéndose a costa de sus pérdidas y llenándose los bolsillos con ellas.

               Según los cálculos efectuados por UGT, de acuerdo con el proyecto de ley del factor de sostenibilidad y del índice de revalorización del sistema de pensiones, un jubilado a los 67 años que coincidiese con una crisis económica de tres años (de los 67 a los 70), tendría que vivir 33 años "buenos" para recuperar el poder adquisitivo perdido: hasta los 103 años. Teniendo en cuenta que la pensión media en España (agosto de 2013), según cálculos del citado sindicato, es de 858,11 € al mes, la subida de la pensión media en 2014 será de 2,14 euros al mes; y para quienes cobren la pensión mínima de jubilación (actualmente, 631,30 € al mes), en 2014 la subida de la pensión sería de 1,57 € al mes. Y todavía aseguran que ellos nos salvarán de la ruina recibida: ellos no necesitan salvadores; se salvan a sí mismos, como Benach, y Fátima, con su eterna sonrisa preludio siempre de malos augurios, tan tranquilos con la caja "b" continua en el tiempo..., según el juez Ruz. Y los españoles en la calle, clamando ante el desierto...
   

viernes, 22 de noviembre de 2013

EL DÍA EN QUE MATARON A KENNEDY


           Éramos muy jóvenes para comprender... Un año antes de su asesinato en Dallas (Texas) el 22 de noviembre de 1963, en octubre de 1962 se produjo la crisis de los misiles de Cuba. Cuando le mostraron a Kennedy las fotografías tomadas por los aviones espía U-2 de la construcción de silos para almacenar misiles de largo alcance en la isla, Estados Unidos y el mundo entero se vieron inmersos en una amenaza nuclear. Frente a la presión militar a que fue sometido el presidente para bombardear los almacenes nucleares, Kennedy optó por el bloqueo naval a Cuba, que duraría indefinidamente si la URSS no retiraba sus arsenales. El presidente ganaba tiempo para negociar. Una semana después, mientras solo nos invitaban a rezar para que no ocurriese lo peor, Kennedy y el presidente soviético, Nikita Jrushchov, llegaban a un acuerdo: la URSS retiraba los misiles si Estados Unidos se comprometía a no invadir la isla. El mundo suspiraba; los católicos dejaban sus rezos. Ya se sabe que los católicos solo se acuerdan de santa Bárbara cuando truena; de la advocación a su patrona, cuando se hallan en un apuro; y de Dios, más interjectivamente ante algo inesperado, que ante el porvenir que nos acongojare.
              La figura del primer presidente católico de los EE UU nos la extrapolaban no tanto por su política interior o exterior, o por el espíritu de la nueva frontera que inspirare su acceso a la Presidencia, sino por su condición de "católico". Durante aquella semana, en una España educada en el espíritu del nacionalcatolicismo, el presidente norteamericano era solo eso, católico, por encima de cualquier significación política. Los rezos a los que nos invitaban se hacían interminables, tanto como aquellos días en que sobre el mundo se cernía la posibilidad de un conflicto nuclear que acabare con el propio planeta. Y así, el día 23 de noviembre de 1963, cuando a la hora del desayuno nos informaron de su muerte, nos decían lo mismo: "Hemos perdido a un gran hombre." El hombre, para ellos, no era el político; era, simplemente, el primer presidente católico de la nación más poderosa del mundo.
              Kennedy también tuvo que hacer frente a su condición de católico para defenderse de las acusaciones sobre si la fe en la que fuere bautizado influiría en sus decisiones políticas. El 12 de septiembre de 1960, ante la organización de líderes y predicadores protestantes del área metropolitana de Houston, el candidato presidencial tuvo que aclarar las dudas en relación con su fe religiosa y su actuación, llegado el caso, en situaciones contrarias a sus principios religiosos. Tras referirse a los principales problemas del país, Kennedy fijó su posición ante el auditorio para que no hubiere dudas: "No soy el candidato católico a la Presidencia. Soy el candidato del Partido Demócrata, que resulta que también es católico. No hablo por la Iglesia en temas públicos, y la Iglesia no habla por mí." Kennedy, quien se destacó durante su mandato por su lucha en favor de los derechos civiles, se interrogaba también en su discurso sobre el porqué de la discriminación a los católicos, y se preguntaba si estos perdían su derecho a ser presidente, u a otros cargos públicos, desde el día en que fueren bautizados.
              Sea como fuere, los americanos y el mundo perdieron el 22 de noviembre de 1963 no solo al primer presidente católico de los EE UU, sino a un líder de talla mundial. Kennedy no solo dejó huérfanos a sus hijos, Carolina y John, sino a otros muchos, ciudadanos del mundo      -católicos, protestantes, musulmanes o judíos...-- que creyeron en sus ideales y en la "llama eterna" que ilumina su tumba, junto a la de su mujer e hijo, en el Cementerio Nacional de Arlington; muy cerca, la de su otro hermano, candidato frustrado a la Presidencia, también por asesinato, Robert F. Kennedy.
              La "nueva frontera" con que calificare su programa de política interior, llamaba a los americanos a ser militantes activos, y no pasivos, de la política de su país. Su ideal lo plasmó en el discurso de su toma de posesión: "No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país." Y llamó a luchar a las naciones del mundo contra el enemigo común de los hombres: la tiranía, la pobreza, las enfermedades y la guerra misma... La nueva frontera puso fin a la segregación racial, los hombres de color pudieron matricularse en las universidades, y la Ley de Derechos Civiles pudo aprobarse, al fin, en 1964, tras su muerte. Alcanzó su objetivo del Programa Apolo, que perseguía poner a un hombre en la Luna, y que se consiguió el 20 de julio de 1969. Creó el Cuerpo de Paz para ayudar a naciones en desarrollo. Y, sobre todo, asombró al mundo con su discurso ante el Muro de Berlín: "La democracia no es perfecta; pero jamás nos vimos obligados a erigir un muro para confinar a nuestro pueblo. Hace dos mil años era un orgullo decir: civis romanus sum (yo soy un ciudadano romano). Hoy, en el mundo de la libertad, uno puede estar orgulloso de decir Isc bin ein berliner (yo soy un berlinés)", que fue aclamado por los millares de berlineses que llenaban la explanada ante la Puerta de Brandeburgo. Nunca como en la noche y madrugada del 9-10 de noviembre de 1989, fecha en la que cayó el muro, recordé tanto aquella frase. Nunca como hoy, en el 50 aniversario de su asesinato, recordamos tanto a Kennedy, no solo porque profesare nuestra fe católica, sino por su profesión y defensa de la libertad del hombre, la mayor de las libertades humanas.
              La familia Obama --a la que el menor de los hermanos Kennedy, Ted, ya fallecido, y la hija del presidente, hoy embajadora en Japón, pasó el testigo de aquella generación--, junto a la familia Clinton, los dos presidentes más kennedianos, le rindieron el miércoles un sentido homenaje de recuerdo en el Cementerio Nacional de Arlington: al primer presidente católico del primer presidente afroamericano. Y junto a un soldado, depositaron junto a su tumba una corona de flores, frente a la "llama eterna" que iluminare su espíritu... Kennedy murió hace cincuenta años; pero su espíritu permanece vivo.

martes, 19 de noviembre de 2013

"POR SU MUCHO AMOR A CÁCERES..."


           Recordé ayer a Rafael García-Plata Quirós. Tenía apuntado en la agenda su primer aniversario, un año ya de su ida. Me pregunté, entonces, qué sería de su biblioteca en Cañaveral, quizá fuera del alcance de investigadores y estudiosos de nuestra historia por él recopilada. Su familia proveerá, pensé. Por la tarde, leo la noticia no anunciada: su familia lega su biblioteca al Centro de Documentación de la Diputación, 10.000 volúmenes sobre Extremadura, sobre Cáceres, pasión de su alma, devocionario de su tiempo, meta de su destino.
              Le dediqué un poema al recordado amigo que me firmare un libro sobre su abuelo: Rafael García-Plata de Osma, con calle en Cáceres junto a mi residencia, la de mi primer director, Dionisio Acedo, alma también de Cáceres, que iniciare su actividad profesional en el periódico que dirigiere durante treinta y dos años (1939-1971) desde su fundación misma, hace ahora 90 años, El Periódico Extremadura, Medalla de Oro de la ciudad por su cacereñismo militante. Dioni hablaba con Carmen, su mujer, refiriéndose a mi persona, como "su benjamín", el más joven de sus discípulos.
 
              Pedro de Lorenzo, patriarca hasta su muerte de las letras extremeñas, ocurrida el 20 de septiembre de 2000, había donado a la Diputación, mediante escritura pública, toda su obra, "por su mucho amor a Cáceres". Era la primera legislatura democrática. La recibiere entonces su presidente, Jaime Velázquez. Posteriormente, Manuel Veiga se hizo con el fondo bibliográfico de Zamora Vicente. Ayer, le tocó el turno a Laureano León, que recogía de manos de su viuda y del mayor de sus cinco hijos la Biblioteca Extremeña de Rafael García-Plata Quirós, también "por su mucho amor a Cáceres". Antes, habían seguido sus pasos la familia del gran bibliógrafo extremeño Rodríguez Moñino, con 5.000 volúmenes de los 15.000 de sus fondos para la Biblioteca Pública de Cáceres, desde entonces con su nombre y el de su esposa, María Brey, que repartiere junto a la Academia.
              Vidas paralelas, como las de Plutarco, las de Pedro de Lorenzo y Rafael García-Plata Quirós. Desde la capital venían juntos a Cáceres. El segundo traía al primero y a su esposa, Francisca de la Asunción, en su coche: al hotel de siempre; por nombre, el de la región; a su ciudad de siempre, Cáceres; a empaparse y beberse en ella, a disfrutar de la ciudad nunca perdida y siempre hallada, hasta dejar en ella su tesoro, para otros, "por su mucho amor a Cáceres", como escribiere el primero en la escritura de donación. Pedro de Lorenzo hacía de su elocuencia, poesía viva; Rafael reconvertía su pasión por Cáceres en obras para ella. El 28 de octubre de 2000, Francisca de la Asunción me hizo llegar a Cáceres el libro póstumo del maestro de la oratoria: "Libro de gracias", escrito en "La Quintana" el mismo año, antes del punto final de su vida, "sin dedicatoria, pero con tu afecto de siempre" y con el suyo que me trasladare.
 
              Cuanto más lejos, más vivo es el recuerdo; la pasión resplandece en el reencuentro; entre roce y cariño, el primero provoca el segundo; el cariño provoca el roce. No fenece la pasión encendida en el vínculo de las letras hasta la muerte misma, trascendidas en el legado, que les pervivirá tras la humana luz ya apagada. Roce, cariño, pasión, muerte y resurrección en la vida y obra de escritores, bibliógrafos y recopiladores de la obra escrita, luz de Extremadura, luz de ella resguardada en Cáceres, para más brillo de la ciudad que, en su casco histórico, "condensa el otoño de la Edad Media", como recordare en la sede de la UNESCO, en París, la Ciudad de la Luz, el relator que revelare sus méritos para ser declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, en 1986; y, tras la declaración, llama el alcalde, Juan Iglesias Marcelo, quien llorare al oír aquellas palabras, y solo pudo hablar con Carmina, su secretaria, y conmigo, a la espera, para darnos la buena nueva, sus concejales presentes en otro acto...
              Caminaba ayer hasta el cementerio para verificar un trabajo sobre compañeros idos     --un propósito de vísperas y un recuerdo perenne-- y, a las puertas mismas de la necrópolis, me encuentro con Saponi, por todo nombre su curial apellido; memoria viva de Cáceres, alma de Cáceres; acrónimo de Cáceres, transliterado del amor y pasión por Cáceres; y a su primer amor cacereño trascendido en su sonrisa encendida, Julia, que le diere sus otros amores cacereños. Anteayer reescribía mis letras sobre Saponi; quizás hasta en tres de mis obras figure su nombre. Iré a buscarle a la plaza que ayer le recordare para entregárselos cuando vieren la luz... Y al volver, nuestra alcaldesa me remite un `Saluda´ que evoca en mí su recuerdo de `chica del Womad´, tanto tiempo sin verla que ni besar pudiere su mano, para más apoyo en su trabajo por Cáceres, recordándome lo inevitable, no por ello olvidado, cuando a ella me presentare una noche de verano, aún de estreno ella como portavoz de la oposición, en el jardín de Pedrilla y le diere mi único beso, ya arrastrado por el viento hasta sabe Dios dónde, Elena de Cáceres..., reina ahora en su ciudad por voluntad de los cacereños, mientras no esté Ella, la otra reina a quien entregare su bastón de mando..., la Montaña misma, patrona de Cáceres.
 

domingo, 17 de noviembre de 2013

INJURIAS EN LAS REDES


           Pocas veces estuve tan de acuerdo con un artículo de mi colega Tomás Martín Tamayo como el publicado en el diario "Hoy" el 6 de septiembre de 2008, reproducido en su blog, titulado "Foros en Internet". Es más: fue él quien me enseñó el camino a propósito de su solicitud al director de un diario digital en el que compartíamos letras, que había cerrado las entradas a sus artículos a petición propia. Pregunté por la razón, y eso me dijeron: escudándose en el anonimato, no moderado en las redes abiertas por las ediciones digitales de los periódicos impresos y digitales, los lectores, y presuntos opinadores, se iban por los cerros de Úbeda, y se limitaban a descalificar al autor, cuando no a insultarlo o difamarlo, sin entrar en el fondo de la cuestión de la que se tratare. Comoquiera que en mis primeros artículos en el mismo diario digital --"Extremaduraaldia"-- ya hubiere tenido la ocasión de comprobarlo, cursé la misma solicitud, aun a sabiendas de que no faltare quien me echare en cara críticas por intentar coartar las libertades de expresión y opinión consagradas en el artículo 20 de la Constitución Española y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas (artículo 19), que proclama que "todo individuo tiene derecho a la libertad de expresión y opinión", que incluye el "de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión" (Resolución 217 A-III, de 10 de diciembre de 1948, de la Asamblea General, reunida en París).
              No se coarta libertad alguna para quien dé la cara como hubiere de darla. De lo que se trata es de abrir la libre opinión a otra expresada sobre el autor acerca de un determinado asunto; pero, siempre, con los límites reconocidos en el punto 4 del artículo 20, "especialmente en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia" (Título I, capítulo II, sección 1ª, artículo 20, punto 4, de la Constitución Española de 1978). Y en este punto es donde falla la escasa educación de los españoles quienes, valiéndose del anonimato y de la ausencia de moderación de las entradas, aprovechan las propias para conculcar el citado artículo constitucional. Nadie da la cara, como antes de la llegada  de la era digital, cuando los periódicos impresos solicitaban que las cartas al director no debían sobrepasar las veinte líneas e ir acompañadas de la fotocopia del DNI y de un teléfono de contacto. Nadie cumplía con las citadas encomiendas para verificar la autenticidad: o mandaban carnés que no fueren suyos y teléfonos inventados que no se correspondían con el de su titularidad, y firmas que no pertenecían a la autoría de quien las enviare. Cualquier comprobación que se efectuare, daba como resultado la falsedad de todos los requisitos. Podrían contarse con los dedos de una mano quienes cumplían con ellos.
              La facilidad y rapidez de entrada en las redes sociales permiten opinar sobre lo divino y humano, siempre amparados en el anonimato que los más consideraren un escudo de protección de su personalidad; pero no siempre fuere así. Cada día más, quienes se ven asaltados y atacados en las redes sociales, presentan denuncias ante la Justicia para que dé con el autor de las injurias o difamaciones recibidas y reciban, en consecuencia, el castigo que merezcan. Y la fuente de la que procede, no engaña a los investigadores.
              Recientemente, ha sido el propio presidente de la Junta de Extremadura quien acudió a los tribunales por las ofensas recibidas por un ciudadano catalán, que le había llamado "gran hijo de puta" y gilipollas", entre otros insultos, y  a quien el Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz condenó a pagar una multa de 2.555 euros (doce meses a razón de 7 euros al día), y a una indemnización por daños morales de 2.500 euros, al considerarse un delito de injurias con publicidad, ya que "los términos que empleó el internauta extralimitaba su libertad de expresión".
              Es noticia hoy la condena a un usuario de Twitter, Ramón C. R., por injurias reiteradas, a  través de esta red, a la periodista extremeña Sara Salomando, a quien el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cáceres ha condenado a una multa de seis euros diarios durante veinte días y a una indemnización de 450 euros para la más conocida presentadora que hubiere Canal Extremadura TV que, aun no perteneciendo a la plantilla de la cadena regional, sino a una productora, fue despedida improcedentemente por razones que todo el mundo conoce. La propia periodista ha animado, a través de la citada red, "a todos los periodistas  a denunciar a quienes se permiten el lujo de insultar y descalificar en las redes sociales".
              No todo vale en las redes si no se utilizan adecuadamente. Y los periódicos, o las moderan, como hacen algunos, para un mayor rigor informativo, o, como se hacía antes con las cartas no verificadas, se tiran a la papelera. Contaba Martín Tamayo en el citado artículo cómo había dejado un "comentario estrambótico", cuestionando al director del Hoy, que estuvo colgado todo el día, y "otra parida" en El Periódico Extremadura, y calificaba estos foros como "hojas en blanco para que los desalmados puedan estampar sus escupitajos", y se preguntaba "por qué se admiten opiniones difamatorias, injuriosas y denigrantes sin siquiera conocer la autoría del que las emite". También pedí, como él, al director del periódico digital desaparecido el pasado año, avanzado en la región en abrir al lector tantos espacios de libertad, que las cortase porque, al igual que él, yo doy la cara con foto, nombre y primer apellido, y ellos se esconden en las cloacas de la libertad. Y no es eso, no es eso: la libertad es de todos y para todos, pero utilícese como se debe, porque la de otros termina donde empieza la mía.
 

jueves, 14 de noviembre de 2013

EL ARCO MEDITERRÁNEO Y LAS FLECHAS DEL SUR


           El 24 de abril pasado, el presidente extremeño, Monago Terraza, dijo, dirigiéndose a las comunidades mediterráneas: "Si ellos tienen el arco, yo tengo las flechas." La frase la dijo en su intervención durante el Foro de Innovación y Crecimiento España-Israel celebrado en Cáceres a propósito del cumplimiento del déficit y de su oposición al déficit a la carta que planteaban algunas comunidades y defendía Montoro, a las que advirtió que "Extremadura no se quedaría de brazos cruzados" (Íb.). Monago no solo se presentaba a sí mismo como adalid cumplidor del déficit y, aunque admitiera que el esfuerzo realizado por los extremeños no llevara consigo "beneficios" ni "premios", sí serviría para que a Extremadura se la considerare "solvente y fiable".
              El presidente aludía así a las comunidades de Cataluña, Valencia y Murcia, "que si ellos tienen el arco --en referencia al `arco mediterráneo´, con el que se las está denominando--, yo tengo las flechas"; pero, además de ese arco, las citadas comunidades incumplidoras tuvieron otro `premio´ como otro arco mayormente reconocido: el Corredor Mediterráneo como infraestructura prioritaria de la UE, que supondrá una fuerte inversión para apoyar la `red transeuropea´ de transportes, en detrimento del Eje 16, del que usted acusó al ministro de Fomento, José Blanco, de "engañar al pueblo extremeño sobre el compromiso del Gobierno con el Eje 16, el corredor ferroviario central para conectar con Europa a través del Pirineo central, y que fue descartado de las ayudas de la UE. ¿De qué nos sirve tener las flechas, señor presidente, si no tenemos ningún arco?
              Ahora, Monago se va a tierras antes de moros para defender que "el sur también existe" y proponer el modelo extremeño como el "modelo del sur" para "defender los derechos de 10 millones de personas que conformamos Extremadura y Andalucía", porque "desde el sur podemos transformar España" (Íb.).
              Y, cómo no, se acuerda de los insolidarios, como su camarada Fabra, presidente valenciano, por ir contra el principio de solidaridad de las regiones, cuando se fue solidario con esa comunidad en el momento en que fue Objetivo 1 de la UE. (Íb.). Y también se acuerda de Sines, como puerto de salida para los productos extremeños, quizás en respuesta a una pregunta de algún asistente, y dice igualmente que "fue engañado como un chino" por el señor ministro, que no fue santo de su devoción, y al que deseó que pasara a formar parte de la memoria histórica el 20-N de 2011. Lo de Sines, como lo de la Plataforma Logística, viene de más atrás, y ya peleó Ibarra por ella mucho antes de que usted lo hiciera, y poco se ha hecho porque no hubieren en sus manos "las flechas de su haz". E igualmente que usted recrimina a un ministro del Gobierno de España sus supuestos "engaños", también las tuvo Ibarra con el mismo ministro del ramo de su gobierno con Aznar, Rafael Arias-Salgado Montalvo (1996-2000), que le hiciere tantos "feos" a él y a su Extremadura, que me dijo en una entrevista: "No se atrevería a dar conmigo una rueda de prensa, porque lo plancho." Ya ve usted: en todos sitios cuecen habas.
              Predica usted en otras tierras de España lo que aquí parece que se nos niega: la estabilización de las cuentas públicas ha venido a cuenta de muchas cosas; pero, sobre todo, de los sacrificios de los más débiles; volver al crecimiento económico y social y a la recuperación de empleo, es un sueño que ojalá pudiéremos tocar algún día. Sin embargo, lo que vemos es el posible cierre de la única gran industria regional, que no es solo culpa de la crisis, sino de ustedes, que primero se posicionaron en contra y después a favor; de pequeñas y medianas empresas, que son las que dan la casi totalidad del empleo regional; de la segunda huida de Extremadura de su generación más formada, como antes lo hicieron sus padres por falta de trabajo.
              No reproche usted, como dijo en su debate de investidura, a la consejera de Igualdad y Empleo de Vara, a la que llamó de "desigualdad y desempleo", con una falta de respeto que no mereciere, de un lado, y, de otra, se arrogue para sí "triunfos", cuyos resultados están por ver, cuando la cifra de parados no para de crecer.  Y no haga un canto a la unidad haciendo un chiste fácil de las diferencias. Tómese con Susana Díaz en San Telmo el café que desee y en Córdoba, el que guste, porque lo único importante es lo que usted mismo ha reconocido: "No podemos mantener 30 años más en Andalucía y Extremadura el mercado laboral tan precario, tan temporal, tan vulnerable que hemos construido...", también ustedes, los suyos, que echaron de su tierra a un millón de extremeños en los sesenta del pasado siglo, y ahora continúan echando a sus jóvenes. ¿A qué proponer un "modelo para el sur como punto de partida para España"? Pero, ¿quizás ambas comunidades hubiéremos sido algo sin la UE? Y afirma que "desde el sur podemos transformar España"... "Nuestro derecho a ser más que lo que somos...", está muy bien, pero no tenemos arco para lanzar las flechas que hubiéremos en nuestro haz, como señalare un día. Mucho piquito, que no fuere suyo, y pocas nueces para una `sociedad civil´ que, en sus palabras, no pareciere que usted formare parte de ella, como si no fuere un "cives", del latín, "ciudadano"... ¿O no lo fuere acaso, y extremeño, en la capital fundada por Octavio Augusto?
 

martes, 12 de noviembre de 2013

... Y VARA SE APUNTA A LAS PRIMARIAS


           Al hace ayer balance de la Conferencia Política del PSOE, el ex presidente de la Junta de Extremadura y actual presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Guillermo Fernández Vara, ha sido el primero en dar el paso adelante para apuntarse a las elecciones primarias para elegir al candidato socialista en Extremadura, posibilidad abierta también en las comunidades autónomas, si así lo decidían sus órganos de dirección.
              Vara no solo se ha apuntado --y ha dado el primer paso-- a las dos decisiones más relevantes que pueda tomar un partido: la definición de su proyecto político y la elección de su candidato o candidata a la presidencia del Gobierno de España mediante primarias abiertas, "el único partido en España que tiene el coraje de dar un paso de tan gran calado", según el documento de conclusiones de la Conferencia Política.             
              Y aunque algunos en el PP se hayan vanagloriado de que, mientras ellos han estado hablando de "las reformas necesarias para sacar España adelante", reprochan al PSOE que se hayan enfrentado a "problemas territoriales, de proyecto político y de liderazgo", es conveniente recordar que el paso dado por los socialistas es de tal calado que no se atrevería a hacerlo nunca el PP pues, como es bien sabido, el actual presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, fue elegido a dedo por Aznar candidato a la Presidencia en 2003. Es, pues, conveniente y saludable que nadie mencione la horca en casa del ahorcado y de que cada uno conforme su proyecto político como sus delegados deseen, que ya dirán después los electores lo que hubieren de decir.
              Y es el caso que, tanto los de uno como los de otros, se han manifestado totalmente en contra de esa falta de democracia interna en los partidos, que eligen a sus candidatos a dedo, en la que mandan los grupitos de presión, y nunca los militantes, que terminan siendo meros comparsas no invitados más que a los mítines y a las mesas electorales como interventores. No es esa la democracia que la Constitución pide a los partidos políticos según el artículo 6: "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos." Teóricamente lo fueren; pero, en la práctica, dejan mucho que desear, al imperar por encima de la voluntad democrática de sus miembros, la libre voluntad del aparato que elige las listas y las ejecutivas a su modo y manera, así como un jefe que se va, elige a dedo a su sucesor. Y luego recuerdan al Generalísimo, cuando ellos son los mismos con distintos collares...
              La Conferencia Política del PSOE ha dado, en este sentido, un salto cualitativo que obliga a todos sus miembros y simpatizantes, al ampliar y fijar el rol de tres figuras: la del militante, que sale reforzada por el mayor papel que se da a las agrupaciones; la del afiliado directo, que colaborará con el partido de forma directa, aunque no hubiere la obligación de pertenecer a ninguna; y el simpatizante, que colabora y participa en los procesos de primarias. Si este abanico no fuera suficiente para democratizar la participación política de los ciudadanos, la desafección hacia la política y los partidos rodarían por los suelos, como las cabezas cortadas por ellos mismos con tanta frialdad como carencia de ética y de democracia que dicen profesar. "El debate debe ser de los afiliados, no de los dirigentes", como bien confesaba Vara hace dos años, anticipándose a esta nueva realidad escrita y aprobada por la Conferencia.
              Es preciso acabar con clanes y aparatos que desdibujan la ilusión de quienes, honesta y honradamente, desean servir los intereses públicos mediante el ejercicio político. La designación a dedo, los clanes, los grupitos que hacen de la política su profesión y no servicio al pueblo, pueden acabar con el sistema mismo. Aquella pintada de la transición: "Españoles, no se os puede dejar solos" simbolizaba, a la par, un descontento frente a los deseos de unos de "ir más deprisa" y los de otros por haber perdido lo que todos ganamos.
              No solo hay que "meter la cuchara" en las listas, como dijo el portavoz de la ejecutiva regional socialista al presentar las listas del candidato Vara por las dos circunscripciones provinciales extremeñas; ni siquiera aquello de crear los perfiles para después poner el nombre, que estuvieren escritos de antemano en el cuaderno rojo porque, como él bien dijo, "Zapatero no fue elegido por su perfil, sino por su discurso"; ni aquello de nombrar a dedo a los presidentes de las cajas; o de colocar en las listas, junto a algún que otro licenciado en leyes, a mequetrefes de sindicatos, auxiliares administrativos, agricultores y desahuciados de otros menesteres, que nunca realizaren... Así no se llegará nunca al "ámbito ciudadano de decisión", que es el único que encarna la soberanía nacional (artículo 1.2 de la Constitución).
              Vara es --y sigue siendo-- el mirlo blanco de Extremadura, no el verso perdido que busca titulares por doquier. Su santidad, que se le reconoce, sobrevuela la tierra; pero es preciso elevarla a la gloria de los altares en mayo de 2015, entonces, cuando las directrices de la Conferencia Política sean un programa de facto que le otorgue la confianza de las ilusiones y los votos perdidos para nada.
              Mientras tanto, que el PP se meta en sus cuarteles, que nadie le canta a ellos lo que a bien les dé la gana hacer, como que Rajoy encargue a Arriola la elección del líder del PP en Andalucía (bien cerca la tiene en Fuengirola); o que el presidente de la Diputación de Cáceres, con veinte años en política por la gracia de su colega de Facultad, tenga que ser concejal electo a los 44 años para ser presidente de la misma, y nadie se da por enterado...; o que sus alcaldes, y a la vez senadores, se apoltronen en Madrid, descuidando sus deberes en casa, como los de Cáceres, Trujillo o Coria, y antes Badajoz..., y nadie dice ni pío,  una incompatibilidad ética que afecta a todos, y que los dos principales partidos deberían echar por tierra en el Congreso, en lugar de tirarse los trastos a la cabeza... y perder el tiempo en cantares que a nadie llegaren.