El Estatuto de Autonomía de Extremadura, aprobado por la Ley 1/1983, de 25 de febrero, supuso no solo sentar los pilares del futuro de la región con su autogobierno, sino también un motor de cambio en la mentalidad de los extremeños, de su sentir, de su quehacer y de su hacer.
El Estatuto impulsó el cambio de una mentalidad pueblerina y provinciana a una mentalidad de región; del localismo al regionalismo; de Extremadura, dos: Cáceres y Badajoz, a Extremadura, una; de ser ciudadanos de un pueblo, ciudad o provincia, a ser ciudadanos de una región o comunidad autónoma; de un sentimiento de vergüenza escondido por nuestro origen a otro de dignidad por la patria chica, expandida en sus horizontes.
Los extremeños nos considerábamos antes de nuestro pueblo que de la región; antes españoles que extremeños; antes cacereños o pacenses que miembros de una comunidad física llamada Extremadura que, si bien era una realidad en el mapa de España, no existía como tal en nuestra conciencia de pueblo.
La celebración de las primeras elecciones democráticas a la Asamblea de Extremadura, el 8 de mayo de 1983, y la constitución de la Asamblea el 21 del mismo mes, y la Ley del Escudo, Himno y Día de Extremadura, de 21 de mayo de 1984, supusieron el inicio de un cambio de mentalidad que, poco a poco, fue calando en la sociedad extremeña que comenzó a sentirse como tal y a despojarse de los prejuicios que la ataban al pasado.
Este cambio llegó también sobrevenido a los medios informativos que entonces operaban en la región que, en su mayoría, pasaron del localismo o provincianismo al regionalismo, de la imprenta al ordenador, del audio al video con audio, del télex al fax, del teléfono a la videoconferencia, de las noticias atrasadas a la inmediatez que siempre tuvo la radio y que hoy asumen los periódicos impresos y digitales.
Al aprobarse en 1983 el Estatuto de Autonomía de Extremadura, el diario decano de la región, El Periódico Extremadura, cumplía 60 años, anclado aún en las viejas linotipias, que no abandonaría hasta 1986, en que se convierte en regional y pasa al offset con la utilización del ordenador. El “Extremadura” era, entonces, un periódico local, más que provincial. El “Hoy” cumplía 50 años y asumía, en tamaño tabloide, un regionalismo de información escasa, breve y tardía. Convivían en aquel tiempo varias emisoras que se acercaban más a un proyecto regionalista inexistente: RNE, creada en Cáceres a principios de los 70, que tejió una red de corresponsales que ofrecían ya un informativo regional; Radio Cadena Española (REM-CAR, Red de Emisoras del Movimiento, Cadena Azul de Radiodifusión), absorbida pronto por RNE; la SER y la COPE, y poco más, en una Extremadura rural que ponía más atención a los seriales radiofónicos y a las dedicatorias de discos que a una información que no llegaba a los pueblos.
La Asamblea de Extremadura aprueba el 6 de junio de 1989 la Ley del Consejo Asesor de RTVE en Extremadura. El 28 de julio del mismo año se firma el convenio para la creación del Centro Regional de TVE en Extremadura, que se inaugura el 6 de septiembre. ¿Qué ofrecía antes TVE de Extremadura?: noticias de sus corresponsales que llegaban a Madrid por correo con varios días de retraso, redactadas a vuelapluma por el redactor más cercano al cámara de turno.
Si hasta el advenimiento de la democracia las emisoras privadas no pudieron tener informativos propios –reducidos a los partes oficiales de RNE hasta entonces--, cómo extrañarse de la voz de un locutor oficial del antiguo régimen que el 30 de junio de 1963 instaba desde el “parte” de las 14.30 horas a todas las emisoras “a conectar con nuestra red para efectuar dicha retransmisión”, con ocasión de la ceremonia de coronación del papa Pablo VI.
La Constitución modernizó España y puso a España en el mundo; el Estatuto de Autonomía de Extremadura nos situó en el mapa de España, y a los medios informativos extremeños en el “inexistente” mapa de Extremadura en España.
Al presentar mañana en la Asamblea de Extremadura su Anuario, la Asociación de Periodistas de Cáceres, que acoge a más de un centenar de profesionales en su seno, se adhiere al espíritu del Estatuto que modernizó Extremadura y que sirvió también como motor de cambio para los medios informativos que reflejan su cotidianeidad. Es un reconocimiento a la Cámara de representación del pueblo extremeño, que la Mesa y su presidente, Juan Ramón Ferreira, han tenido la sensibilidad de aceptar con un espíritu que nos identifica en un mismo propósito.
El Estatuto impulsó el cambio de una mentalidad pueblerina y provinciana a una mentalidad de región; del localismo al regionalismo; de Extremadura, dos: Cáceres y Badajoz, a Extremadura, una; de ser ciudadanos de un pueblo, ciudad o provincia, a ser ciudadanos de una región o comunidad autónoma; de un sentimiento de vergüenza escondido por nuestro origen a otro de dignidad por la patria chica, expandida en sus horizontes.
Los extremeños nos considerábamos antes de nuestro pueblo que de la región; antes españoles que extremeños; antes cacereños o pacenses que miembros de una comunidad física llamada Extremadura que, si bien era una realidad en el mapa de España, no existía como tal en nuestra conciencia de pueblo.
La celebración de las primeras elecciones democráticas a la Asamblea de Extremadura, el 8 de mayo de 1983, y la constitución de la Asamblea el 21 del mismo mes, y la Ley del Escudo, Himno y Día de Extremadura, de 21 de mayo de 1984, supusieron el inicio de un cambio de mentalidad que, poco a poco, fue calando en la sociedad extremeña que comenzó a sentirse como tal y a despojarse de los prejuicios que la ataban al pasado.
Este cambio llegó también sobrevenido a los medios informativos que entonces operaban en la región que, en su mayoría, pasaron del localismo o provincianismo al regionalismo, de la imprenta al ordenador, del audio al video con audio, del télex al fax, del teléfono a la videoconferencia, de las noticias atrasadas a la inmediatez que siempre tuvo la radio y que hoy asumen los periódicos impresos y digitales.
Al aprobarse en 1983 el Estatuto de Autonomía de Extremadura, el diario decano de la región, El Periódico Extremadura, cumplía 60 años, anclado aún en las viejas linotipias, que no abandonaría hasta 1986, en que se convierte en regional y pasa al offset con la utilización del ordenador. El “Extremadura” era, entonces, un periódico local, más que provincial. El “Hoy” cumplía 50 años y asumía, en tamaño tabloide, un regionalismo de información escasa, breve y tardía. Convivían en aquel tiempo varias emisoras que se acercaban más a un proyecto regionalista inexistente: RNE, creada en Cáceres a principios de los 70, que tejió una red de corresponsales que ofrecían ya un informativo regional; Radio Cadena Española (REM-CAR, Red de Emisoras del Movimiento, Cadena Azul de Radiodifusión), absorbida pronto por RNE; la SER y la COPE, y poco más, en una Extremadura rural que ponía más atención a los seriales radiofónicos y a las dedicatorias de discos que a una información que no llegaba a los pueblos.
La Asamblea de Extremadura aprueba el 6 de junio de 1989 la Ley del Consejo Asesor de RTVE en Extremadura. El 28 de julio del mismo año se firma el convenio para la creación del Centro Regional de TVE en Extremadura, que se inaugura el 6 de septiembre. ¿Qué ofrecía antes TVE de Extremadura?: noticias de sus corresponsales que llegaban a Madrid por correo con varios días de retraso, redactadas a vuelapluma por el redactor más cercano al cámara de turno.
Si hasta el advenimiento de la democracia las emisoras privadas no pudieron tener informativos propios –reducidos a los partes oficiales de RNE hasta entonces--, cómo extrañarse de la voz de un locutor oficial del antiguo régimen que el 30 de junio de 1963 instaba desde el “parte” de las 14.30 horas a todas las emisoras “a conectar con nuestra red para efectuar dicha retransmisión”, con ocasión de la ceremonia de coronación del papa Pablo VI.
La Constitución modernizó España y puso a España en el mundo; el Estatuto de Autonomía de Extremadura nos situó en el mapa de España, y a los medios informativos extremeños en el “inexistente” mapa de Extremadura en España.
Al presentar mañana en la Asamblea de Extremadura su Anuario, la Asociación de Periodistas de Cáceres, que acoge a más de un centenar de profesionales en su seno, se adhiere al espíritu del Estatuto que modernizó Extremadura y que sirvió también como motor de cambio para los medios informativos que reflejan su cotidianeidad. Es un reconocimiento a la Cámara de representación del pueblo extremeño, que la Mesa y su presidente, Juan Ramón Ferreira, han tenido la sensibilidad de aceptar con un espíritu que nos identifica en un mismo propósito.
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