No ha podido ser más explícito y claro en su exposición el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) de España, Pedro Castro, al solicitar hoy al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, y a la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, que cuando dieran su pésame a la familia del soldado español muerto en Afganistán, Felipe Romero, de origen colombiano, le explicaran cómo es posible que pueda "morir por España y no caber en ella".
En plena campaña electoral, el 4 de mayo de 2008, en un debate televisivo entre Zapatero y Rajoy, éste había dicho solemnemente: "La economía española va muy mal. No caben tantos inmigrantes. Usted ha negociado con ETA...
Le respondió Zapatero:
--Quiero asumir un compromiso. Sea cual sea el resultado del día 9, el PSOE apoyará al Gobierno en la lucha antiterrorista. Me gustaría oírle decir lo mismo, señor Rajoy.
--No se preocupe...
Pero cuando le tocó el turno al candidato del PP, su respuesta fue:
--Sea cual sea el resultado, apoyaré al Gobierno si quiere luchar contra el terrorismo. Pero no apoyaré una negociación con los terroristas..." (Véase El País del 4-3-2008).
El coordinador de Política Autonómica y Local del PP, Juan Manuel Moreno, ha calificado hoy mismo de "falta de respeto" e "insulto" las palabras del presidente de la FEMP y le ha invitado a defender los intereses de los municipios, como si sus competencias no fueren de todos y los pueblos no formaren la España entera.
De todos es sabido que si no hubiere sido por la incorporación de la mujer a la Fuerzas Armadas y de los inmigrantes con doble nacionalidad, refrendada en el juramento a la bandera nacional, los ejércitos no hubieren podido cumplir el cupo con el que soñó Aznar al suprimir, por bandera electoral, el servicio militar obligatorio.
Al recibir el pasado 27 de enero la Gran Cruz del Mérito Militar, el ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dijo en sus palabras de agradecimiento una frase que, en su boca, y en la de todos los que hubimos de cumplir obligatoriamente con la Patria ese servicio, no sonaren a cuento chino, sino a una realidad: "Tras dos años como soldado, salí con la expresión 'el valor se le supone'´, y ahora, al recibir esta cruz, ‘el valor se reconoce'.´"
El ex presidente extremeño añadió, además, otra frase para titular, al afirmar que "él y otros presidentes autonómicos se merecen la Medalla al Mérito Civil, por haber impedido 'brotes nacionalistas´, que hubieren hecho ingobernable España´." Él se consideró a sí mismo "un soldado más de un pueblo, el extremeño, que había logrado una aventura, que era situar a Extremadura en el mapa de España".
El valor "que se le supone" a un soldado es preciso probarlo, aunque "la blanca" que lo afirmare, tan deseada por la leva, fuere tan solo una presunción de inocencia que no va más allá de la realidad del juramento o promesa de "entregar vuestra vida en defensa de España".
La muerte de John Felipe Romero, soldado de España, de 21 años, y de origen colombiano, muerto en Afganistán el estallar una mina anticarro al paso del BMR en el que viajaba, desdice a quienes, intentan aprovecharse de una situación real, tratando de sacar réditos políticos de la propia muerte de un soldado de España.
"Nuestro ejército está en Afganistán -ha dicho la ministra de Defensa, Carme Chacón, en su despedida al soldado en la base española de Herat, "porque su presencia es necesaria, al igual que los más de 80.000 soldados de 43 países de la misión ISAF de Naciones Unidas, liderada por la OTAN, hasta que este país se valga por sí mismo y deje de ser una amenaza para el mundo", y ha reflejado, además en otra frase, la dura misión de nuestros soldados en el exterior: "Para una misión dura se necesita corazón; para una misión compleja, inteligencia; y para una misión arriesgada, valentía."
El valor no solo se le supone, sino que las virtudes de las mujeres y de los hombres que forman en las filas de nuestros ejércitos, hacen honor a su juramento a la bandera, sean nacionales o inmigrantes con nacionalidad española, porque en su juramento o promesa a la bandera expresaron, ante el jefe de su unidad, si preciso fuere, "entregar su vida en defensa de España", como John Felipe Romero, inmigrante sí, pero que dio su vida por España porque tuvo cabida en ella, no como los políticos que se dedican a poner ruedas en el carro que ha conducirnos al futuro a todos, a ellos y a sus descendientes, hijos del futuro de España.
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