Por primera vez en la historia, la capital de Extremadura va a acoger la Conferencia de Presidentes de Parlamentos Autonómicos (COPRECA), gracias a la presidencia que ostenta desde hace un año el presidente de la Asamblea extremeña, Juan Ramón Ferreira Díaz.
La COPRECA es un foro institucional, con sede rotatoria anual, en el que los diecisiete presidentes de los parlamentos autonómicos se reúnen para intercambiar experiencias e información, analizar problemas, retos y oportunidades e impulsar iniciativas conjuntas para mejorar el funcionamiento parlamentario y la intercomunicación sobre las asambleas legislativas.
No es la primera vez, ni esperemos que sea la última, que la capital extremeña acoge una cumbre de estas características que, además de debatir su orden del día, permite a los presidentes de los parlamentos nacionales conocer la Comunidad que los acoge, sus instituciones, principales ciudades y organismos científicos.
La exposición que el pasado año realizara en la reunión de Murcia el titular de la Cámara regional, Juan Ramón Ferreira Díaz, y las novedades que para una mayoría supusieron sus relaciones con las instituciones europeas y su propio funcionamiento, le auparon a la presidencia institucional del organismo que, en la cumbre de Mérida, dejará por turno rotatorio.
Una cumbre de estas características en nuestra región no es una cuestión baladí por cuanto representare para la sede de acogida y para la propia Comunidad. La interconexión de la Cámara de representación territorial, más cercana a los ciudadanos, pasa en muchas ocasiones inadvertida, no por el trabajo que desarrollaren ni por las leyes que aprobaren, que inciden directamente sobre los ciudadanos, sino por una carencia de cultura democrática secular, que nos hace ver más cercanos a los ayuntamientos y al poder ejecutivo que al legislativo. Sin embargo, el cambio de Reglamento, para adecuar su funcionamiento a la actualidad que preocupa; su apertura a la sociedad, tanto en las recepciones múltiples que acoge, como en sus exposiciones, libros de divulgación sobre temas extremeños y, sobre todo, la presencia de su titular y los miembros de la Mesa fuera de su sede habitual, están haciendo más conocida y valorada una institución, que es y debe ser la voz del pueblo, un vínculo de conexión con el Senado de la nación y con las instituciones europeas, donde también se toman decisiones que nos competen.
No es la primera vez que Mérida, como capital de Extremadura, acoge una reunión institucional de ámbito nacional, ni esperemos que sea la última. La próxima Conferencia de Ministros de Agricultura de la Unión, a finales de mes, con motivo de la presidencia española de la UE, o las conferencias sectoriales ya celebradas años atrás, suponen un reconocimiento a nuestro estatus político-institucional en el concierto nacional, gracias a un trabajo bien hecho por su presidente y la Mesa de la Cámara.
La COPRECA es un foro institucional, con sede rotatoria anual, en el que los diecisiete presidentes de los parlamentos autonómicos se reúnen para intercambiar experiencias e información, analizar problemas, retos y oportunidades e impulsar iniciativas conjuntas para mejorar el funcionamiento parlamentario y la intercomunicación sobre las asambleas legislativas.
No es la primera vez, ni esperemos que sea la última, que la capital extremeña acoge una cumbre de estas características que, además de debatir su orden del día, permite a los presidentes de los parlamentos nacionales conocer la Comunidad que los acoge, sus instituciones, principales ciudades y organismos científicos.
La exposición que el pasado año realizara en la reunión de Murcia el titular de la Cámara regional, Juan Ramón Ferreira Díaz, y las novedades que para una mayoría supusieron sus relaciones con las instituciones europeas y su propio funcionamiento, le auparon a la presidencia institucional del organismo que, en la cumbre de Mérida, dejará por turno rotatorio.
Una cumbre de estas características en nuestra región no es una cuestión baladí por cuanto representare para la sede de acogida y para la propia Comunidad. La interconexión de la Cámara de representación territorial, más cercana a los ciudadanos, pasa en muchas ocasiones inadvertida, no por el trabajo que desarrollaren ni por las leyes que aprobaren, que inciden directamente sobre los ciudadanos, sino por una carencia de cultura democrática secular, que nos hace ver más cercanos a los ayuntamientos y al poder ejecutivo que al legislativo. Sin embargo, el cambio de Reglamento, para adecuar su funcionamiento a la actualidad que preocupa; su apertura a la sociedad, tanto en las recepciones múltiples que acoge, como en sus exposiciones, libros de divulgación sobre temas extremeños y, sobre todo, la presencia de su titular y los miembros de la Mesa fuera de su sede habitual, están haciendo más conocida y valorada una institución, que es y debe ser la voz del pueblo, un vínculo de conexión con el Senado de la nación y con las instituciones europeas, donde también se toman decisiones que nos competen.
No es la primera vez que Mérida, como capital de Extremadura, acoge una reunión institucional de ámbito nacional, ni esperemos que sea la última. La próxima Conferencia de Ministros de Agricultura de la Unión, a finales de mes, con motivo de la presidencia española de la UE, o las conferencias sectoriales ya celebradas años atrás, suponen un reconocimiento a nuestro estatus político-institucional en el concierto nacional, gracias a un trabajo bien hecho por su presidente y la Mesa de la Cámara.
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