El 12 de diciembre de 1996, la pinza formada por PP e IU votaba conjuntamente la enmienda a la totalidad presentada por ambas formaciones y echó para atrás el proyecto de Presupuestos para 1997, cifrado en 236.868 millones de pesetas. Ibarra se vio obligado por vez primera a prorrogar los Presupuestos.
Aquella pinza había llevado a la presidencia de la Asamblea a Teresa Rejas, de IU, en un intento del PP de aquilatar el poder de Ibarra y dar un mayor relieve al poder de control del legislativo.
Quince años después, con un tablero totalmente distinto, sin mayoría absoluta del partido en el gobierno, PSOE e IU presentan sendas enmiendas a la totalidad de los Presupuestos ofertados por el PP sin que antes hayan sido negociados, dando por sentado lo que no se debiere.
Aquella prórroga presupuestaria del 97 hubo de cubrirse con la Ley 9/1997, de 18 de junio, de concesión de Créditos Extraordinarios y Suplementos de Créditos para financiar gastos no contemplados en el Presupuesto presentado para 1997 (BOE de 7 de agosto de 1997).
Hubo un detalle significativo en aquella ocasión que no hubiere el denominado “Gobierno de Extremadura” en esta: Ibarra vino a Cáceres una mañana para tomar un café con el entonces rector de la Universidad , César Chaparro, y asegurarle que la prórroga presupuestaria no afectaría a la financiación de la Uex. Ahora , el actual rector, Segundo Píriz, se entera por la prensa que el proyecto de Presupuestos presentado por la Junta le quitaba 22 millones, que le hizo poner el grito en el cielo, ante tan inmenso ejercicio de austeridad.
En 1995, Ibarra había perdido por primera vez su mayoría absoluta de siempre: 31 escaños, por 27 para el PP y 6 para IU. El 15 de diciembre de ese año se entrevista en sede parlamentaria, y no en la de la Junta , como se hizo ayer, con el entonces jefe de la oposición, Juan Ignacio Barrero, y pactan los presupuestos para 1996 a cambio de incrementar inversiones en las principales ciudades de la región gobernadas por los populares. El Pacto tuvo un precio a favor del PP.
En el nuevo escenario de Extremadura, España y Europa, de nada vale echarse las culpas unos a otros y solicitar “responsabilidad” y “altura de miras” a los demás, y no asumirlas por sí mismos. La primera ronda de contactos, iniciada ayer, concluyó con las posiciones enfrentadas. La Junta asume que retirar los Presupuestos para incrementar ingresos es encaminarse a un déficit mayor. Vara ya dejó claro que “la austeridad no es el fin” y que “no se puede hacer de ella una política porque ella dura lo que dura. El discurso de la austeridad está muy bien, pero no puede ser solo recortes si hay posibilidad de aumentar los ingresos”. El portavoz socialista, Valentín García, sostiene que, cuando la mayoría de la Cámara está en contra, solo hay una salida: retirar los Presupuestos.
El pasado es una lección que sirve para iluminar el presente. La contención del déficit no pueden pagarla siempre los mismos, que nada hubieren, y los réditos, si los hubiere, fueren, como en el pacto del 95, para ellos. Eso no es austeridad: es peaje y chantaje.
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