Podrán ser discutibles sus métodos, sobre todo para quienes
no han salido aún de la mojigatería sexual; pero no le faltan razones a las
mujeres que defienden a pecho descubierto su libertad como personas y la
democracia en estado puro, y no fingida, y vetada para ellas.
El caso de
la activista de la organización feminista Femen, Amina Sbui, que ha vuelto a
mostrar sus pechos en protesta contra el "falso modelo islamista de
democracia implementado por las autoridades tunecinas", en una fotografía
publicada por la revista de la organización, con una pintada sobre ellos que
reza: "No necesitamos vuestra
democracia", no
es el único, y ha dado lugar a la convocatoria de una "yihad" europea
en topless en defensa los derechos de las mujeres.
Femen ha
extendido por Europa una sharia en
defensa de los derechos de la mujer, en la que defienden la lucha contra la
dictadura religiosa con el lema "Mi cuerpo es mío y no representa el honor
de nadie", ante la eventualidad de una dictadura religiosa y la necesidad
de una revolución para hacer frente a ella.
No
necesitamos, sin embargo, irnos a países que intentan implantar la ley islámica
para entender que el camino de la igualdad de la mujer no corre paralelo al del
hombre, ni siquiera en Estados democráticos como los de nuestro entorno,
influidos todavía tanto por el machismo de los hombres como por las creencias
religiosas, que tienden a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el
propio, como ya hiciera ver Jesucristo en el caso de la mujer adúltera. (S. Jn.
1, 8-11), cuando los escribas y fariseos trajeron a una mujer en adulterio y
poniéndola en medio, dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer acaba de ser
sorprendida en adulterio... Moisés en la ley nos tiene mandado apedrear a las
adúlteras. Tú, ¿qué dices a esto?: El que de vosotros se halle sin pecado, que
tire la primera piedra... Y se iban escabullendo uno tras otro, dejando solos a
Jesús y a la mujer que estaba en medio... Entonces, Jesús le dijo: Mujer,
¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie,
Señor. Y Jesús, compadecido, le dijo: Pues tampoco yo te condenaré. Anda, y no
peques más..."
El
Generalísimo Franco derogó el matrimonio civil, el divorcio, la coeducación y
otras leyes republicanas. Las mujeres mayores de 25 años no podían abandonar el
hogar sin permiso de sus padres, a no ser para casarse. En 1942 se tipifica el
adulterio en el Código Penal, con una clara diferencia: es delito para la mujer
aunque fuere por primera vez y lleva pena de encarcelamiento; sin embargo, para
el hombre, ha de demostrarse una convivencia continua... En el 58, el adulterio
se hizo "igual" para los dos sexos: se admite la separación, pero la
mujer tendría que irse a un convento o a casa de sus padres... Tras la República,
la posición de la mujer española estaba como la del hombre en la Edad Media,
escribía en 1945 un corresponsal neoyorkino...
El caso de
la concejala de Los Yébenes (Toledo), Olvido Hormigos, que se hizo famosa el
pasado verano, por la difusión de un video erótico en el que aparecía
semidesnuda y masturbándose, y que rápidamente se difundió por las redes
sociales, puso de manifiesto, una vez más, la hipocresía social que, frente a
un acto de plena libertad individual, se amplifica en su difusión contra su
voluntad; sin embargo, su denuncia contra el futbolista de su pueblo a quien se
lo enviare y contra el alcalde de la localidad por difundirlo, no prosperó ante
la Justicia, al considerar la juez que ninguno de los dos acusados había
violado su intimidad, por lo que el caso fue sobreseído y archivado. Olvido no
olvidó la afrenta que le deparó la difusión del video; dejó la concejalía a
pesar de las advertencias en contra de su partido y de las asociaciones de
mujeres que la apoyaron, e intentó demostrar su libertad como persona y mujer
al participar en el concurso televisivo de Telecinco "Mira quién
salta" y salir en topless en la portada de la revista
"Interviu"
para declarar que, "con mi cuerpo hago lo que quiero", y afirmar tras
la sentencia que esos actos eran voluntarios, mientras que la difusión del video
se hizo contra su voluntad, aunque la juez estimara "plena voluntariedad y consentimiento de la denunciante".
Aunque en
algunas sociedades, como la rusa, es frecuente ver a a los varones saludarse
con un beso en la boca (recuérdense los besos de Brevnev y
Hocnecker), las polémicas declaraciones de la
atleta rusa Yelena Isinbáyeva sobre los matrimonios homosexuales, elevaron también al podio su beso
con su compañera Yuliya Guschina, tras ganar la medalla de oro en la carrera
mundialista de 4 x 400 a Estados Unidos. La primera había declarado días antes:
"Aquí vivimos hombres con mujeres y mujeres con hombres", lo que,
unido al arco iris pintado en las uñas por la saltadora sueca Emma Green, como
apoyo a los gays y lesbianas en Rusia, pudo interpretarse como una oposición a
las leyes del gobierno ruso. Más tarde la rusa matizaría que "estamos contra su promoción, no, obviamente,
contra la libre elección de cada persona".
Es noticia
hoy que la cantante cacereña Lola Masey ha cancelado su prevista
gira por Rusia en protesta por la recién promulgada ley anti-gay, que califica como "un acto homofóbico
sin precedentes en Europa".
En fin,
mientras Nueva Zelanda da el "sí
quiero" al matrimonio homosexual, la imagen de Amina sosteniendo un cóctel molotov encendido, es
un signo que nos señala que la lucha por la igualdad de la mujer no ha llegado
aún a la meta deseada.
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