Apenas se puso fin al silencio de
la palabra y principia otra; comienza un
tiempo de palabra en la calle cuando en la Asamblea se hace un tiempo de
silencio. Seguirán hablando ellos, acusándose los unos a los otros, como si los
cuatro últimos años no hubieren sido suficientes para hablar. Hablar por hablar,
porque fuere su misión; pero, qué dicen los 30.000 parados más; aquellos que
nada tuvieren, ni siquiera la renta básica. IU, sostén del PP, habla de una
legislatura "intensa
y fructífera" , según su
portavoz, Pedro Escobar; el del
PSOE, Valentín García, habla, empero,
de la
legislatura de la mentira, porque se dijo que iba a ser la del empleo y hay
miles de parados más; el del PP, Miguel
Cantero, se atreve a decir que "el
diálogo ha abierto la puerta a la esperanza". ¿A quiénes: a los
jóvenes que se marchan al extranjero para seguir viviendo, no por movilidad
laboral, como dijere la ministra de Trabajo? ¿A los que protestan en la calle
por la reforma universitaria, que impedirá a miles de ellos estudiar? ¿A los
extranjeros que retornan a su país porque aquí no hay ni esperanza?
La
crisis ha ahogado hasta lo último que se pierde. No viven los extremeños de la
palabra que sale de la Asamblea, porque a la mayoría ni les llega; ni de las pronunciadas,
y por decir, durante estos días, en que las espadas se alzan en busca de unos
votos que no irán donde antes fueron, porque los consideraren perdidos. ¡Ay de
aquellos que voten con su mano derecha sin saber lo que hace su izquierda!
Aunque todo lo perdieren, pueden que terminen por perder lo poco que les
quedare... Ni la abstención pasiva (no ir a votar), ni la activa, tan
eficazmente ejercida en la Cámara extremeña por IU, que hasta le dio el
Gobierno a Monago y lo sustentó
durante toda la legislatura; ni los votos nulos que no fueren para nadie, ni
los votos en blanco, que expresaren la general indiferencia ante todas las
opciones presentadas, pero que cuentan, porque se suman al total de votos del
escrutinio, a partir del cual se calcularán los porcentajes de representación...
Todos prometen el paraíso en la Tierra, pero nadie nos regala nada si no fuere
con nuestros impuestos. Y el ajuste
de la crisis recae en los bolsillos de los asalariados, más que en quienes
encarnan la voluntad popular, a quienes, además, Hacienda les devuelve en su
declaración, porque tan solo tributan el 3 por ciento, ya ganen 60.000 u 80.000
euros anuales; es decir, que sus
señorías tributan como un ciudadano de renta media o baja, como si fueren
mileuristas. Así se puede. Por ello nos pide el voto la mayoría, no para
trabajar por una sociedad más justa e igualitaria, sino para su propio
provecho.
Vísperas
de hacerse el silencio, Fernández Vara
recordaba en Badajoz que "Extremadura es una región
más endeudada que hace cuatro años en más de 1.500 millones de euros, más
pobre que hace cuatro años en casi 1.000 millones de euros del PIB y ha
multiplicado por tres el diferencial del paro respecto a España. El viernes
conocíamos que solo cuatro autonomías cumplieron con el objetivo del 1 por
ciento del PIB. Y Monago, que tanto presumía de su cumplimiento en anualidades
anteriores, se encontraba entre las que empeoraron
respecto al ejercicio precedente, con un 2,44 por ciento. Hoy mismo, se ha
sabido que Hacienda
está irritada con Monago por triplicar el déficit extremeño, al haber
multiplicado por tres el 0,86 logrado en 2013, considerado
"alarmante" por el departamento de Montoro, que sitúa a la Comunidad en el grupo de las más incumplidoras
y, pese a encabezar la recuperación
en 2014, junto a La Rioja y Canarias, con relación al PIB por habitante, se
sitúa en el último lugar, con 15.752 euros, mientras que en Andalucía se cifra
en 16.884 y Melilla en 16.941. La Comunidad de Madrid lidera la clasificación,
seguida del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra.
Vísperas
de hacerse el silencio, la consejera de Empleo extremeña, María Ángeles Muñoz,
destapa en una rueda de prensa un presunto
fraude a gran escala en cursos de formación, que solo en la convocatoria de
2011, podría alcanzar la cifra de tres millones de euros, y que afectarían a
los sindicatos CC OO, UGT, la CREex (Confederación Regional Empresarial
Extremeña) y CEPES (Confederación de Entidades para la Economía Social y
Autónomas de Extremadura), que la patronal y los sindicatos niegan y que el
PSOE considera que "es parte de la campaña
electoral del PP". Lo dice el último día del silencio de la palabra,
para que, cuando se sustancie el asunto, como gusta decir a Manzano, presidente de la Cámara, hayan
pasado las elecciones. Como decía Julio
Iglesias, "Si tú te vas/ me quedará el silencio para conversar/ la
sombra de tu cuerpo y la soledad/ serán mis compañeras si te vas."
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