Cuando los nombres de
tantos deportistas famosos son utilizados hoy y ayer, en vano, contra la unidad
de España, las palabras de Pau Gasol
el jueves por la noche, tras el triunfo ante Francia en el Eurobasket, han
logrado concitar entre los españoles, por encima de las diferencias ideológicas
que les separen, un sentimiento común de identidad nacional: la pasión por
España, la pasión que nos une por encima de las diferencias que nos separan. La
victoria del equipo liderado por Gasol
fue vista por una media de 4,2 millones, que alcanzó en la prórroga que nos
diere la victoria, los 5.729.000 personas, una audiencia record en un deporte
que, tras el fútbol, más pasiones arrastra por los triunfos de la selección,
que en su "minuto de oro" (las 23:04) alcanzó los 6,8
millones de espectadores. (Véase laguiatv.abc, de 18/09/2015). Ya lo dijo Pau Gasol tras finalizar el encuentro: "Jugar
para tu país es algo único, especial, un orgullo."
(Véase libertaddigital.com, de
18/09/2015). Este triunfo hace aún más meritorio el Premio Princesa de Asturias
de los Deportes, otorgado este año a los hermanos Gasol (Pau y Marc) por haber alcanzado "el
cénit en la liga de baloncesto más competitiva del mundo" y porque, además
de "extraordinarios deportistas, han aunado los mayores éxitos con una
ejemplar labor social". (Véase deportes.
el pais.com, de 03/06/2015). Los dos hermanos cuentan en su palmarés con el
Mundial de 2006 y los Europeos de 2009 y 2011; dos medallas de plata olímpicas
(2008 y 2012); Pau, dos anillos de
la NBA con los Lakers, y su hermano Marc,
ha sido incluido en el quinteto ideal de la competición de la última temporada
y el mejor defensor de la campaña anterior. (Íbd). Marc Gasol no ha querido estar en este Europeo pese al deseo del
entrenador Scariolo y su hermano
tras lograr un contrato estrella en
la NBA, y "descansar
por primera vez desde 2006". (Véase marca.com, de 06/07/2015).
La victoria ante Francia en semifinales del Europeo de
baloncesto no solo nos da el pasaporte para la Juegos Olímpicos de Río 2016 y
el pase a la final mañana ante Lituania, sino que supuso algo más: la
"venganza deportiva" de la selección española ante la francesa tras
el Europeo de 2012, cuando también en la prórroga, el líder galo, Tony Parker, nos dejó fuera en
semifinales; y en 2013, en el Mundial de España, en el que nuestra selección,
muy mermada por las bajas, fue eliminada por la francesa en los cuartos de
final. La vendetta de Francia fue
respondida en Lille por los españoles, que hicieron callar tanto el cántico de La Marsellesa, como los gritos de los
espectadores en apoyo de su selección, con los tres mates finales de Gasol. (Véase 20minutos.es, de 17/09/2015).
Todo parece indicar que los españoles solo son capaces de
unirse ante los invasores de su tierra, como nítidamente lo ha demostrado la
historia, y ante los triunfos deportivos de sus selecciones deportivas,
especialmente en los deportes mayoritarios, como el fútbol y el baloncesto. Ya
ocurrió en el Mundial de Fútbol de 2010 de Sudáfrica, donde a su regreso como
campeona, fue recibida en las calles de Madrid por más de dos millones y medio
de personas. Nunca se vieron en las calles tantas banderas nacionales; nunca un
triunfo deportivo y una canción --cantada en la inauguración del Mundial de
Alemania 74, "Y viva España", de Manolo
Escobar--, y en el acto de recepción en Madrid por el propio cantante que
la hizo popular y la convirtió en un cuasi-himno
en los actos de celebración de la Eurocopa 2008 y tras el Mundial 2010, a falta
de la letra de un himno oficial que nos identifique junto a la bandera, fue
coreada por tantos.
Pau Gasol no
solo se ha convertido en un ídolo para los niños españoles que desean emularle,
como a Messi y Cristiano Ronaldo en el deporte rey, sino que ha llevado la "gasolmanía
a la política" (véase
marca,com, de 18/09/2015). Al término de la reunión del Consejo de
Ministros de ayer, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó sobre la condición de catalán de
Pau Gasol: "Es un catalán, es
un fenómeno, y todos los españoles nos sentimos orgullosísimos de que sea
compatriota nuestro." (Íbd.).
Podría resultar inimaginable; pero la pasión por España
llegó también a determinados dirigentes de la clase política, como Pablo Iglesias, que "se desmelenó
durante el partido", como demostró en su cuenta de twitter, en la que dejó
una fotografía de la celebración. (Véase abc.es,
de 18/09/2015), en la que se deja atrás su reflexión del España-Francia de
baloncesto de 2008: "Ya me gustaría a mí ver a los jugadores de la
selección de basket con un uniforme
tricolor y escuchar un himno como La
Marsellesa y no la cutre pachanga fachosa, antes de los partidos o cuando
se gana algo...", declaraciones de las que se retractó esta semana en una
entrevista. (Íbd.). Eran otros tiempos; pero, aun así, la marca España se
impone, aunque sea en los triunfos de las selecciones deportivas. Ojalá mañana se rubrique con el oro y con los laureles de los vencedores, y no con
quienes desean ver, más allá de los valores deportivos, una humanidad de origen
que no une, sino que desune en lo que a todos nos une: la pasión por España,
"una España fuerte y unida", como dijo el presidente Obama.
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