En su discurso de
investidura, de 30/06/2015, el entonces candidato a la Presidencia, y hoy
presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo
Fernández Vara, anunciaba una serie de medidas para estabilizar la
economía, "aumentando el peso de la demanda interna, y generar un empleo
con un mínimo de calidad y de derechos".
Entre esas medidas, proponía una Plan de Empleo Social para las personas
que han perdido las prestaciones y están en riego de exclusión social. Vara había calificado el citado Plan,
en unas declaraciones realizadas a primeros de septiembre, como "una
respuesta a la gente que ha perdido la esperanza".
El pasado viernes, el Consejo de Gobierno ha aprobado el
decreto que lo regula, en el que la Junta de Extremadura y las diputaciones
provinciales invertirán 24 millones de euros (12 la Junta y 6 cada una de las
diputaciones), y que permitirá a ayuntamientos, ONG´s y pymes de la región
contratar a 4.000 parados de larga duración que hayan agotado las prestaciones.
(Véase gobex.es/comunicación, de la
citada fecha).
Los contratos que se facilitarán a través del plan
tendrán una duración de seis meses, desde diciembre de este año a junio del
próximo y desde junio a diciembre. De ellos, el 80 por ciento los realizarán
los ayuntamientos y el resto, las ONG´s, pymes y empresas de economía social. Vara expresó su confianza en que el
plan "tenga continuidad en el tiempo" porque "las situaciones de
los parados de larga duración no se van a resolver en un corto plazo" y
anunció su deseo de "continuar haciéndolo en los próximos años para llegar
a más gente".
No puede despreciarse este esfuerzo de las
administraciones que menos tienen en favor de quienes han perdido la esperanza;
pero muchos se preguntan si este enorme esfuerzo no es "pan para hoy y
hambre para mañana". Es preciso tener en cuenta que estos contratos se
dirigen a desempleados que han perdido todas las prestaciones, pero quizá no a
aquellos que no cobran nada desde hace varios años, aunque sigan inscritos en
el Servicio Público Extremeño de Empleo (SEXPE). Y puede ocurrir que quienes
han perdido las ayudas, tengan trabajo por esta vía seis meses más, y después,
de nuevo las prestaciones; pero no aquellos que llevan varios años sin ninguna
y sin trabajo...
La APA del tercer trimestre de 2015 ilustra claramente
sobre los ocupados y parados por sexo y las tasas de actividad y paro durante
el citado periodo en miles de personas en Extremadura:
Por sexo
Hombres
Mujeres
Ocupados Parados Tasa actividad Tasa paro Ocupadas
Paradas T. Actividad T. Paro
212,2
76,3 63,96 26,44 149,8 68,1 47,34 31,25
(Véase Encuesta de
Población Activa (EPA), tercer trimestre de 2015 del Instituto Nacional de
Estadística (INE), resultados por provincias: http://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epapro0315.pdf).
El paro juvenil en Extremadura ronda la escandalosa cifra
del 60 por ciento, según alertaba en febrero CC OO, haciéndose eco de los datos
ofrecidos por la agencia de estadística europea Eurostat (véase eldiario.ex,
de 23/02/2015), en la que afirmaba que el paro juvenil entre los menores de 35
años en la legislatura anterior subió un 4,8 por ciento. El sindicato abogaba
por planes de acción que sobrepasen las medidas puntuales que presenta el
Gobierno para reducir las listas de desempleo, y apuntaba que la emigración de
muchos jóvenes ha evitado que las cifras de paro juvenil sean aún más elevadas.
La juventud sigue siendo la víctima más castigada por la
crisis. La precariedad y el desempleo y la mala gestión de los fondos de
garantía juvenil en la pasada legislatura no sirven para frenar
el desempleo, como reconocía la hoy portavoz de la
Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña,
el pasado mes de abril (Íbid., de 23/04/2015). De otro lado, el tejido
productivo español y más aún extremeño es incapaz de acoger a los jóvenes más
preparados. Lo vio con sus propios ojos el presidente de la Junta de
Extremadura cuando hace unos meses comía en Trujillo y fue atendido por un
camarero que era ingeniero agrónomo de profesión, según le confesó... y
reconocía en su blog. Veinte años de estudio para esto, "para dar una
respuesta a la gente que ha perdido la esperanza", ya en la desesperanza,
perdida toda esperanza.
"Dale el pescado a un hombre y comerá un día;
enséñale a pescar y comerá todos los días", dice un proverbio chino de Lao
Tsé, padre del taoísmo. Ya Jesucristo alimentó a cinco mil hombres, sin contar
mujeres y niños, con cinco panes y dos peces (Mt, 14, 14-21), pero también
advirtió a sus discípulos que "es mejor enseñar a pescar que dar el
pescado". Un político de nuestros días, Pedro Sánchez, se reafirma en su radicalidad (del latín radix, raíz) para sostener que su
política irá encaminada a ir a la
raíz de los problemas... (Véase elconfidencial.com, de 20/10/2015). ¿Acaso los planes de empleo de
ayer y hoy de la Junta de Extremadura atajan la raíz del problema, o
simplemente son pan para hoy y hambre para mañana..., o quizá dar un pez para
comer solamente un día o seis meses...?
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