Bajo este nombre son
conocidos los santos Pablo, Fidel y Masona, prelados de Augusta Emerita,
actual Mérida, durante los siglos VI y VII, época de esplendor de la sede
arzobispal emeritense. Su culto, olvidado durante siglos, fue recuperado por el
segundo arzobispo de Mérida-Badajoz de la era contemporánea, Santiago García Aracil (2004-2015) para
el santoral propio de la archidiócesis, cuya festividad la fijó el 14 de
noviembre.
La historia la cuenta en latín un diácono llamado Paulo, que escribe Vitas Sanctorum Patrum Emeritensium en el siglo VII. Publicada por Bernabé Moreno de Vargas (Mérida,
1576-1648) en la lengua oficial de
la Iglesia en 1633, fue traducida al castellano por Domingo Sánchez Loro (Zorita, Cáceres, abril 1856; Salamanca, 1985) en 1951 (editada por el Departamento
Provincial de FET y de las JONSS de Cáceres). Posteriormente la transcribe al
latín también el padre E. Flórez:
"De vita PP emeritensium"
(España Sagrada, Tomo XIII, Oviedo, 1989) [1]
San Pablo
(530-560). Con él comienza la época de oro del episcopado emeritense según la
obra Vitae Sanctorum Patrum Emeritensium.
De origen griego y médico de profesión, se distinguió por su humildad y
mansedumbre. Consagrado obispo, la sede emeritense le proporcionó un periodo de
tranquilidad. Ante la enfermedad de una noble matrona, su marido recurrió a él
para que impetrara a Dios con sus oraciones por la salud de su esposa. Según cuenta
Leonardi en "Diccionario de los santos" [2],
puesto que el obispo era cirujano y los médicos la habían desahuciado, solicitó
su intervención quirúrgica, ajena a su estado episcopal. No obstante, indicó
los cuidados para que los médicos practicaran la cura. Consultó la voluntad del
Señor para no caer en pecado. Tras un día completo de oración en la basílica de
santa Eulalia, fue a la casa de la
enferma, embarazada de un niño muerto y,
con gran maestría, extrajo el feto salvando la vida de la madre, y ordenó que,
en adelante, se respetase la abstención carnal. En agradecimiento, los esposos
dieron la mitad de sus bienes y dispusieron que, a su muerte, se entregase la
otra mitad, Antes de retirarse al cenobio de santa Eulalia, situó como sucesor suyo en la sede a su sobrino Fidel, al que había reconocido como hijo de su hermana tras llegar desde
Grecia. Cabacas, en su blog sobre la
historia de la Medicina, al referirse a lo que algunos sostienen que la
intervención del obispo fue la primera cesárea practicada en España, afirma
que, más bien, fue una embriotomía, porque la incisión de la que habla el texto
fue una práctica que se realizaba en fetos muertos, ya descrita por Hipócrates en el siglo V a. d. C. y el
obispo tenía conocimientos de la medicina oriental por sus orígenes; y porque
la mujer vivió y no es lógico que fuera cesárea.[3]
San Fidel
(560-571) Fue un joven mercader oriental que, en su visita a Mérida, conoció
circunstancialmente a su tío carnal Paulo.
Recibió la tonsura, el diaconado hasta llegar al sacerdocio. Sirvió a su
anciano antecesor hasta su muerte. Fue tenido por hombre de gran santidad, caridad, paciencia y
humildad con todos. Dominó las disciplinas eclesiásticas y sagradas letras y
fue perseguido insistentemente por sus enemigos. [4]
San Masona
(571-605). De raza goda y noble por su linaje, ingresó en el monasterio anexo a
la basílica de santa Eulalia Se
distinguió desde joven por sus virtudes cristianas. Fue famoso tanto en la
iglesia emeritense como en toda la historia visigoda. Su fama le acarreó
envidias humanas, entre ellas la del rey Leovigildo
y los obispos arrianos, que le llevaron al destierro. Fundó el "xenodochium" (hospital de periodo visigodo para enfermos y
peregrinos cristianos y judíos, único ejemplo de arquitectura monumental no
litúrgica de época visigoda en la Península Ibérica), convirtió a Recaredo, presidió el III Concilio de
Toledo que proclamó la conversión de los visigodos al catolicismo e intervino
en la conversión de san Hermenegildo.
[5]
Todos sus cuerpos fueron enterrados en una sola tumba en la basílica de santa Eulalia, junto al de la santa. [6]
Todos sus cuerpos fueron enterrados en una sola tumba en la basílica de santa Eulalia, junto al de la santa. [6]
[1] Vid: Padre Enrique Florez (Burgos, 1702;
Madrid, 1773) https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Fl%C3%B3rez.
[2] Vid.: Leonardi, Claudio y otros: Diccionario de los santos, edición internacional de san Paolo, Milán, y
san Pablo, Madrid, dos volúmenes, 2000; ISBN: 8428522588-9788428522588, 2.266
págs.
[3] Vid.: Cabacas, Tomás: Web sobre la historia
de la Medicina, en http://tomascabacas.com/primera-cesarea-en-espana-merida/.
[4] Vid.: http://oracionyliturgia.archimadrid.org/2016/12/11/san-fidel-obispo-del-560-al-571-de-merida-espana-3-3-2-2-2/.
[5] Vid.: http://oracionyliturgia.archimadrid.org/2016/12/11/san-masona-obispo-del-571-al-605-de-merida-espana-3-3-2-2-2/.
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