jueves, 26 de noviembre de 2020

JOSÉ ANTONIO GABRIEL Y GALÁN, EL NARRADOR PERDIDO



José Antonio Gabriel y Galán Acevedo, escritor, poeta, novelista, traductor, editor y periodista, nieto del escritor que uniere en su primer apellido los dos de su abuelo, fuere como él no tanto el poeta perdido, sino el narrador que se fuere en plena juventud creadora. Nacido en Plasencia (24/10/1940), falleció en Las Matas (Madrid) el 13/03/1993, y sus restos descansan en el cementerio de Torrelodones.

      Fue el sexto de siete hermanos y su primera infancia transcurrió en su ciudad natal. En 1948 se trasladó con su familia a Madrid y cursó Derecho en la Universidad Central. En 1963 se marchó a París, donde permaneció tres años. En la capital francesa realizó un curso de Altos Estudios Internacionales y se casó en 1965 con Livja Bounatian-Benatov, francesa de origen ruso, con la que tuvo su primer hijo, Alejandro (1966). Anulado su matrimonio, regresó poco después a España y en junio de 1977 se casó con Cecilia Alarcón López, de origen chileno, con la que tuvo una hija, Laura (1979).

    En 1968 finalizó los estudios de Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid y se incorporó a la Agencia Efe en calidad de redactor parlamentario. En 1970 fue subdirector de la revista La Actualidad Española y en 1971, jefe de redacción de la revista económica El Europeo durante cinco años. Entre 1973 y 1975 dirigió la revista cultural Límites. Desde 1976 hasta el cierre de la revista, coordinó las secciones de cultura y sociedad en Cuadernos para el Diálogo y en 1979 regresó a la Agencia Efe como comentarista cultural para Iberoamérica. Entre 1981 y 1985 dirigió la revista médica Consulta Semanal. Su labor periodística más importante fue, según su biógrafo Jesús Gabriel y Galán, la refundación, en 1986, de la revista cultural El Urogallo, que dirigió hasta su muerte.

      Su labor creativa se vuelca en principio en la poesía. Descartes mentía (1977) fue su primera obra, a la que siguió Un país como este no es el mío (1978). Volvería con los versos en 1988, año en que reunió los dos libros anteriores, Poesía 1979-1980 y uno inédito, La razón del sueño, bajo el título Poesía 1970-1985, finalista del Premio Nacional de Poesía en 1989.

       En narrativa, publicó su primera novela en 1972, Punto de referencia, finalista del Premio Biblioteca Breve.  Hasta 1981 no volvió a la novela con dos obras nuevas: La memoria cautiva y A salto de mata. En 1986 publicó El bobo ilustrado, finalista en el Premio Nacional de Literatura de 1987.En 1990 obtuvo el primer premio Eduardo Carranza de literatura, dotado con cien mil dólares, con la novela Muchos años después, que sería finalista en los Premios de la Crítica y Nacional de Literatura en 1992.

     El nieto de Gabriel y Galán fue también crítico teatral en la revista Fotogramas durante diez años (1975-1985). En 1980 escribió la versión teatral La velada de Benicarló, de Manuel Azaña, estrenada en el Bellas Artes de Madrid. En 1986 escribió las tres historias que constituyen el texto de Las Furias, espectáculo de teatro y danza de Francisco Suárez, estrenada en el Teatro Romano de Mérida. Como traductor, adaptó al castellano la obra Anábasais, del poeta francés Saint-John Perse. Asimismo, creó una novela breve para niños, El triunfo de Tito (1988).

     Según Jesús Gabriel y Galán Acevedo, José Antonio ha sido considerado como una de las personalidades esenciales “en el desarrollo de la literatura y el periodismo contemporáneos y para muchos representó el sueño y la frustración de una generación completa”. El académico extremeño Manuel Pecellín dijo de él, al biografiarle en 1983, que “se siente profunda y doloridamente extremeño. Ha defendido con ardor a Extremadura en muchos medios de difusión. Célebre fue su artículo `Extremadura, la bastarda´, que aludía al estado de marginación sufrido secularmente por nuestra tierra”.

       En 1988 presidió el jurado que fallaba el premio “Dionisio Acedo” de periodismo de la Diputación de Cáceres en su ciudad natal. Las bases del premio incluían ese año la posibilidad de que cualquier miembro del jurado podría presentar un artículo publicado, aunque no se hubiese presentado al premio. De acuerdo con lo previsto, él presentó a la consideración del jurado un artículo publicado por el escritor extremeño Víctor Chamorro titulado “Cráteres en la memoria”. El jurado asintió por unanimidad tras su lectura. Formé parte de aquel jurado y fue la primera y última vez que le vi. Después se reuniría en una cena, a la que no pude asistir por compromiso previo.  Le hubiere dicho que era del pueblo de su abuela, Desideria García, que se casó con su abuelo José María en la iglesia de San Esteban de la ciudad, ceremonia que ofició el párroco de Granadilla, Ángel Blanco Arroyo, el 26/01/1898. No fue posible. Uno y otro se fueron muy jóvenes, aunque la abuela Desideria García falleciere en Madrid en 1954, a los 80 años.

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Bibliografía consultada: Jesús Gabriel y Galán Acevedo, en Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia; Manuel Pecellín Lancharro: Literatura en Extremadura, Tomo III. Escritores  contemporáneos (1939-1982), pág. 221.


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