domingo, 26 de diciembre de 2021

NAVIDAD, PASCUAS, FIESTAS…




    De niños aprendimos a repetir lo que nos enseñaron: “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.” Aquel mantra va sustituyéndose paulatinamente por “Felices fiestas”, como si quisieren aludir a la concatenación de fiestas para eludir el origen de estas y su significado; pero nunca podrán obviarlo ni renunciar a las vacaciones ni a los encuentros familiares que conllevan las fiestas. No hay Nochebuena sin cena navideña con la familia, ni fiestas sin celebraciones de amigos y compañeros de trabajo. Las madres sufren sin tener a los suyos en la cena del día 24. Cada día nos hallamos más separados por el trabajo, la pandemia o las restricciones impuestas para viajar o deambular.

    Quienes se obstinan en aludir a las fiestas, y no a la Navidad, son quienes creen más en la laicización de la sociedad que en su origen. La Navidad es el día en que se celebra el nacimiento de Jesús y el tiempo comprendido entre ese día y el de Reyes. Con un segundo sentido, se usa frecuentemente en plural: “Por Navidades llegó de vacaciones la plana mayor de El Espectador”. García Márquez: “Vivir” (Véase  Diccionario de la Real Academia Española, RAE). Todo el mundo cristiano vuelve a casa por Navidad. Lo proclaman los anuncios por ciudades y pueblos y hasta de productos que consumimos por estas fechas. En las entradas de las ciudades, la iluminación de las principales calles te recibe por la noche con un “Feliz Navidad”. En los barrios periféricos no iluminados, los vecinos claman contra los ayuntamientos y te acogen con un “Feliz Navidad”, ya fuere en rojo o en blanco plateado, costeado por ellos mismos. No van a ser menos que los de Vigo, la calle Larios de Málaga o los del centro de sus ciudades, que parecieren ignorarlos. También festejan la Navidad porque son cristianos. “Para Navidad, felicidad. Para Año Nuevo, prosperidad. Y para siempre nuestra amistad”, condensa un dicho de felicitación que subsume los deseos de todos. Navidad es un término latino que significa “nacimiento”. En el mundo cristiano es la fecha en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo y que está marcada por los regalos que reciben los niños, en recuerdo a los dones que recibió Jesús por parte de los Reyes Magos.

    La Navidad tiene también un sinónimo de felicitación en “Felices Pascuas”, “cada una de las solemnidades del nacimiento de Cristo, del reconocimiento y adoración de los Reyes Magos y de la venida del Espíritu Santo sobre el colegio apostólico”, o el tiempo desde la Natividad de Cristo hasta el día de Reyes inclusive. (RAE). “Dar las Pascuas es felicitar a alguien en ellas”; no es volver a la casa del padre, más aún de la madre, “de Pascuas a Ramos”; es decir, de tarde en tarde. (RAE). El covid-19 “ha hecho la pascua a alguien”, a quienes no han podido volver desde el extranjero a casa por Navidad o Pascuas ni abandonar su trabajo… La Navidad y las Pascuas son motivo de alegría y de tristeza. A unos porque están reunidos en la conmemoración del nacimiento del Niño; a otros porque echan de menos a alguien que quisiéramos a nuestro lado, ya fuere porque pasó a mejor vida o no pudo volver a casa por Navidad. Pascua es un término hebreo que significa “danzar, saltar” y es el nombre por el que conocemos a una fiesta religiosa judía de origen pecuario que consistía en el sacrificio de un animal y en la que el rito de la sangre era fundamental. Primero, para obtener fecundidad-prosperidad en el ganado; segundo, para untar la morada de los creyentes y alejarlos así del poder e influencia del mal. La tradición judía comenzó a asociarla a la luz de la salida de Egipto. La religión cristiana se valió de esta celebración para llenarla de un sentido nuevo para asociarlo a Cristo. Por eso llamamos también Pascua a los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Para la RAE, Navidad y Pascua son sinónimos. Por eso tenemos una Pascua de Resurrección y una Pascua de Navidad.

    Y estas conmemoraciones encadenan muchas fiestas. Por ello tenemos vacaciones y volvemos a casa por Navidad, aunque no todos. Y deseamos Felices Fiestas como si fueren sinónimos de Navidad y Pascua. “Deseo que en estas fiestas navideñas la alegría llene cada rincón de tu casa, haciendo que puedas ilusionarte por un futuro mucho mejor”, reza una felicitación al uso. Muchas fiestas, sí; pero, ¿conocemos su significado?  Nochebuena, el nacimiento de Jesús; Navidad, la festividad religiosa en la que los cristianos celebran el nacimiento del Niño; el Año Nuevo coincide con la circuncisión de Cristo (al octavo día de su nacimiento) cuando recibe el nombre de Jesús, según el Evangelio de san Lucas. El 6 de enero se celebra el día de los Reyes Magos, festividad en la que se recuerda la adoración de la que fue objeto el Niño Jesús, como signo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el rey y salvador de la humanidad. Es la fecha en la que los niños reciben los regalos que les traen los reyes, como símbolo de los que les dejaron en el portal del Niño al que la estrella les guiare.

    La esencia de estas fiestas trasciende lo histórico y reside en lo espiritual. La verdadera historia del origen de la Navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Por ello, “todos estamos como unas pascuas”; es decir, alegres y regocijados y “no hacemos la pascua a alguien”, le fastidiamos, molestamos o perjudicamos.  Así, tenemos “cara de pascuas”, risueña, pacífica, bondadosa…

    Feliz Navidad, Felices Pascuas. Disfrutad de las fiestas mientras podáis porque puede que, más tarde o temprano, no las hubiérais, aunque las felicitéis. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.