sábado, 2 de julio de 2022

UNA MAÑANA EN LA COMANDANCIA


Participantes en la I Jornada Prensa-Guardia Civil de Cáceres

    La I Jornada Prensa-Guardia Civil de Cáceres ha reunido a una veintena de informadores extremeños en torno a los responsables de la Comandancia de Cáceres. El objetivo no era otro que afianzar las relaciones entre el tejido mediático y el Instituto Armado para poner de relieve las distintas sensibilidades de las partes en relación al tratamiento de la información de carácter policial.

    La Guardia Civil y los periodistas mantienen una relación diaria de compromiso que nada entre la transparencia y la prudencia del Cuerpo y la inmediatez que urge a los segundos por mantener informados a sus lectores, oyentes o espectadores en torno a sucesos diarios en los que sus agentes son protagonistas cooperadores necesarios en la verdad de una información contrastada, muchas veces reñida con las prisas de los otros.

    Quizá con ningún otro cuerpo policial o militar tenga la profesión periodística más relación que con la Guardia Civil. Es evidente que la cobertura territorial de una Zona (la región) o de una provincia (la Comandancia y los puestos que cubren aquella) genera una relación cotidiana, cuya actividad se hace preciso acotar entre la presunción de inocencia de los actores implicados en algún suceso, la seguridad de las actuaciones y la transparencia contrastada a la que se debe la información, que debe mantenerse entre el marco jurídico de aquella y la seguridad de quienes intervienen en el proceso.

    La Oficina Periférica de Información (OPC) de la Comandancia recibe cada día decenas de llamadas de los medios, avisados por otros informantes de un suceso que ha ocurrido en tal lugar, un accidente con heridos, la intervención de una vivienda… Los videos, imágenes, las redes sociales, multiplican en un momento los bulos, suposiciones o informaciones sobre un suceso, que resulta imposible descifrar en un instante. Las actuaciones están reñidas con los requerimientos, la hora que se viene encima y la seguridad jurídica que debe prevalecer siempre sobre la necesaria transparencia.

    El capitán jefe de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) define los diversos delitos y su tratamiento informativo, los límites legales y morales del derecho a la información, regidas por la seguridad de las actuaciones y la presunción de inocencia. Una revelación no contrastada puede dar al traste con aquella, derivar en una causa penal que no hubiere consistencia y echar por tierra las actuaciones de los primeros actores que pueden ofrecer la transparencia.

    El capitán del Subsector de Tráfico incide en el tratamiento informativo y la precaución que ha de guardarse en relación con los hechos relacionados con la seguridad vial.

    Son quizá los hechos más recurrentes y recurridos, los dos sectores sobre los que se demanda más información del amplio abanico de actuaciones y capacidades con que la Guardia Civil despliega sus medios en una sociedad cada día más avanzada tecnológicamente en la comisión de delitos, como la ciberdelincuencia y el crimen organizados.

    La Guardia Civil se ha puesto al día y avanza a marchas forzadas, en formación y medios, para adelantarse a la comisión de estos delitos o resolverlos con eficacia y seguridad jurídica, aunque sigan siendo insuficientes para su inmensa tarea. Nadie puede ni debe ser condenado sin pruebas. Ninguna información no contrastada sin el peritaje judicial que lo confirme.

    La Policía Judicial con su laboratorio de criminalística; el armamento de defensa y ataque, la desactivación de explosivos, el Servicio Cinológico con perros adiestrados en la búsqueda de drogas o explosivos… La Guardia Civil ya no se esconde en sus vetustos cuarteles, sino que convive con la sociedad a la que sirve, ya en la carretera, ya el campo, o en la ciudad… A sus hombres y mujeres les guía el espíritu de servicio a su Patria. Como dice su himno: “Por ti cultivan la tierra/ la Patria goza de calma/ Por tu conducta en la guerra/ brilla airoso tu pendón…” Quién canta hoy como ellos: “Instituto, gloria a ti/ Por tu honor quiero vivir/ Viva España, viva el Rey/ Viva el orden y la Ley/ Viva honrada la Guardia Civil…”

    El honor que, si se pierde, no se recupera; el uniforme inmaculado en hombres y mujeres, que cada día más acuden a su llamada. Su emblema y logo que permanecen a través de los tiempos. La Corona, que representa al Reino de España, al que sirven; la espada, que encarna el símbolo de la autoridad y la fuerza disuasoria; y las fasces (fascis en su raíz latina, la insignia de los magistrados de la época que simbolizan al Estado al que sirven y del que emana su legitimidad para actuar; cónsules, censores, pretores, los jueces romanos del Imperio; ediles y cuestores…), una escala de mando militar, la más querida y reconocida en España, porque está entre nosotros, son del pueblo y a él sirven, aunque a veces nos tengan que enseñar la ley que ignoramos, que no exime de su cumplimiento.

  

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