El presidente honorífico de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, doctor José María Álvarez Martínez, reivindicó hoy, durante su pregón de la fiesta de la patrona de Mérida, Santa Eulalia, la configuración de una ruta religiosa “que muestre los valores de nuestra espiritualidad a través de los siglos, feliz iniciativa de nuestro ayuntamiento” para impulsar la presencia de peregrinos en la Basílica eulaliense, abierta a las visitas. A tal efecto, consideró del mayor interés que pueda señalarse la situación del martyrium, donde se conserva la memoria histórica de Santa Eulalia, “de una manera sencilla, pero bien significativa, por medio de una llama que arda perennemente, lugar oportuno del íntimo encuentro entre el peregrino y la santa”.
El cronista oficial de Mérida abogó también por aprovechar la importancia que ha tomado el Camino Mozárabe a través de la Vía de la Plata, “uno de cuyos jalones más importantes es precisamente el hito que marca nuestra ciudad”. Sustentó esta afirmación por los cientos de peregrinos que acuden a Mérida y admiran el conjunto monumental, aunque muchos de ellos no conocen el culto a “nuestra patrona”.
Al referirse al Año Jubilar “por concesión impagable del Vaticano, un auténtico privilegio concedido por la Santa Sede, que reforzará la importancia de su culto”, hizo hincapié en la programación del Consejo Eulaliense, a propuesta de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, como el análisis de los caminos de la peregrinación; la difusión de los valores de Santa Eulalia; Coloquios que aborden el origen del Cristianismo y del culto a la patrona; exposiciones, ediciones de la temática eulaliense; encuentros con ciudades a las que une este vínculo espiritual; proyectos de dignificación de los lugares eulalienses, aludiendo al Humilladero, “cuya presentación no tiene la dignidad que merece”; el rescate de nuestras más preciadas tradiciones, conciertos, representaciones de la vida y martirio de la santa, porque la difusión de estos actos “pondrá a Mérida, y sobre todo a su egregia patrona, en un lugar de franco privilegio”.
El pregonero, que animó a todos los presentes que llenaban la basílica, a trabajar para que el Jubileo tenga la importancia que se merece, inició su intervención diciendo que Mérida no puede entenderse sin su patrona y su culto. Aludió al doctor Aquilino Camacho, reconocido eulaliense, quien dijo que “el maridaje indisoluble entre la Mártir y su ciudad cubren una misma carrera a lo largo de la Historia, y donde está una aparece la otra, en estrecha correlación de devociones y patronazgos desde los viejos tiempos”.
El académico extremeño recordó la historia de Santa Eulalia, la doncella emeritense que sufrió el martirio por testimoniar con toda vehemencia su fe en Cristo en el año 304 d. C, en la persecución decretada por Maximiano en la parte occidental del Imperio, que dio “un contundente testimonio de fe”, y subrayó cómo su memoria se conservó desde el primer momento en los lugares del martirio, junto al que existían tres árboles que milagrosamente florecían cuando se conmemoraba su dies natalis, el día del martirio, “prodigio siempre esperado con ansiedad por el pueblo, pues era síntoma de beneficios”. Más adelante se refirió al culto “nunca interrumpido”; a la vida religiosa emeritense en época visigoda; a la devoción a la Mártir que cobró importancia a lo largo del siglo XVII, en el que reconstruyó el Hornito, donde la tradición situó el lugar del martirio de la santa; la construcción del obelisco en 1652; en el siglo XX, la celebración del bimilenario y la designación de la capitalidad, que supuso recobrar una parte del pasado esplendor de la ciudad; la celebración del XVII Centenario del dies natalis en 2004, en que se reafirmó la devoción a la patrona, año en el que un congreso internacional se ofrecieron en diversas ponencias la extensión de su culto, que se propagó desde tempranas fechas por amplios espacios de la parte occidental del Imperio: África, Italia, Francia y lugares del continente americano.
“Ahora, concluyó su pregón el doctor Álvarez Martínez, que podremos vivir un Año Jubilar, debemos acudir a Mérida para postrarnos a los pies de Santa Eulalia recordando las peregrinaciones que se vivieron a lo largo de la historia y reforzando las que actualmente se suceden”.
Al acto del pregón, que concluyó con concierto de la Banda Municipal de Música, dirigida por Pilar Vizcaíno, asistieron el presidente de la Asociación de Amigos de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, Luis Miguel González Pérez, que presentó al pregonero, de quien dijo que “es una pasión por Mérida y todo lo que forma parte de su esencia”; el párroco y rector de la Basílica de Santa Eulalia, Juan Cascos González; las concejalas Carmen Yáñez, primera teniente de alcalde; la de Turismo, María de las Mercedes Carmona; el expresidente del Senado, Juan Ignacio Barrero; y la directora del Museo Nacional de Teatro Romano, Trinidad Nogales, entre otras personalidades.
El acto concluyó con la interpretación del himno a Santa Eulalia.
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