VICENTE NAVAS Y MÁRQUEZ, UN EMERITENSE OBISPO EN HONDURAS

Catedral de Comayagua en 2018

  Vicente Navas y Márquez (Mérida, 12/07/1741: Comayagua, Honduras, 1809) fue un sacerdote católico de la Orden de Predicadores (dominicos), hijo de Diego Manuel de las Navas e Inés Nicolasa Márquez.

    Navas y Márquez ingresó en la Orden de santo Domingo (dominicos) en el convento de Nuestra Señora de Atocha en Madrid. En 1760, la Orden lo envía a Guatemala. En 1769 es miembro del Convento Grande de Santiago de Guatemala y rector del Colegio Doméstico, así como procurador de la orden dominica de la Capitanía General. En un informe al rey de España, le solicitó 25 religiosos, porque la provincia había caído en una decadencia de creencias.  En agosto de 1772, el rey accedió a enviarle a los religiosos, reclutados por el mismo Navas en territorio español. De los 25 requeridos, solo 17 aceptaron en Cádiz y llegaron 13 a América.

    En 1773 Navas se hallaba en Honduras cuando hubo de volver a Guatemala, al enterarse de que su convento había sido presa de un terremoto. Después fue nombrado secretario real antes las Cortes de España y Portugal. Durante una visita a Roma enfermó y tuvo que volver a España y posteriormente a Guatemala, donde regresa en 1792.

    En 1794, hallándose en La Habana, es nombrado obispo de la provincia de Honduras, trasladándose a su nueva residencia en la Villa de Santa María de la Nueva Valladolid de Comayagua.

    Durante su pontificado se enfrentó con el proceder del arcediano José Joaquín Beltrán, al que denunció junto a los miembros de su cabildo. Llevó a cabo un proyecto agrario en su diócesis, en el que regalaba semillas para el cultivo de los campos. Navas prometió una tercera parte de los diezmos para la promoción de la agricultura. Daba 35 pesos a todos los ciudadanos que produjeran 500 plantas de cacao o café. En 1805 se encontraba de nuevo en Guatemala, donde hubo de enfrentarse al contador de diezmos.

  El obispo Vicente Navas regresó a Comayagua, donde falleció en 1809 y fue sepultado en la catedral.

    La catedral “Inmaculada Concepción” de Comayagua, construida entre 1634 y 1715, ha sido siempre un monumento arquitectónico representativo de la arquitectura colonial.