Cuando
en los últimos meses, algunos medios informativos han recogido unas encuestas
sobre las carreras con mayor número de `arrepentidos´ --entre las cuales figura
en primer lugar Periodismo, con el 87 por ciento, seguida de Sociología (72%),
Arte (72%) y Comunicación (64 por ciento)--, me reafirmo más aún en el refrán
que afirma que “la práctica hace maestros” [1]; es decir, que todo
aquello que se hace mucho, llega a dominarse como un maestro. [2] O siguiendo a Junceda, “no hay tal maestro como fray
ejemplo” y “Usar la mano hace escribano”. [3]
A finales de los sesenta del pasado siglo, había en España tres centros en los cuales cursar Periodismo (Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, Escuela Oficial de Periodismo de la Iglesia y el Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra). Escribí entonces, con 16 años, a los tres centros solicitando información sobre planes de estudio y condiciones de acceso. Hoy, hay más de cincuenta facultades en toda España, hasta en Extremadura (dos: Comunicación y Periodismo) [iv] cuando baja el número de lectores, las cabeceras caen y los digitales requieren suscripción para vivir…Algún director me frenó el propósito que otros me alentaron. Un día de cuitas con mi maestro Senabre, don Ricardo, me dijo: “Tiene usted una vocación muy sufrida.”
Fui periodista antes que fraile y director sin desearlo, como el actual, Antonio Cid de Rivera, chico de prácticas en Badajoz cuando fuere director, en el verano de 1988. En mi casa siempre hubo dos periódicos: el Diario Extremadura y Arriba de Madrid. Era la única lectura que hubiere en mi pueblo, a excepción de la enciclopedia Álvarez. Su lectura diaria fue mi mejor escuela de periodismo. A principios de los 70 fui corresponsal del diario Arriba en Cáceres. En él publicaba lo que aquí me censuraban, como ayer y hoy.
El “Extremadura” nace en Cáceres el 1 de abril de 1923, bajo los auspicios del obispo de Coria (1920-1926), Pedro Segura Sáenz, todo un éxito en una época de papel menguante y digitales crecientes; de numerosas publicaciones y escasos lectores, cada vez más abducidos por las pequeñas y grandes pantallas que nos roban el tiempo y el pensamiento libre y crítico, que otros desean domeñar cuando no arrebatarnos.
Llegar hasta aquí ha sido posible no sólo gracias a quienes ayer y hoy lo festejan. Lo ha sido también gracias a unos hombres y mujeres que dejaron su piel en el empeño por alcanzar hoy su centenario, desde sus fundadores, con tan escasos medios como moral tan sufrida, hasta otros, como antiguos compañeros que hoy me acogen en sus propios medios, como Juan Manuel Cañamero en Diario de Mérida y Diario de Plasencia; Isidoro Campos, en Radio Interior; Marciano Martín en La Aldaba de Cáceres; o Juan García en Mérida y Comarca. Uno así mi tierra y Extremadura toda, como el “Extremadura” en el que nací hace cincuenta años, o El Periódico Extremadura, que tantos días y noches conduje hasta su final, como algunos caudillos que pretendieren asaltar los cielos y se dieren contra la pared, pese a todo, aunque nos despidieran sin motivo alguno. A ellos también, como a todos, les llegará su día y hora. Al insistente y persistente “Extremadura”, como dijere nuestro Pedro de Lorenzo, también le ha llegado la hora del centenario, una gloriosa efeméride que celebramos todos, aunque no seamos invitados a la mesa de sus actuales `señores´.
¡Larga vida a El Periódico Extremadura!
[1] Vid.: Panizo
Rodríguez, Juliana: Refranes alusivos a la enseñanza, en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
[2] Vid.: M. C. P.: Un estudio desvela las carreras universitarias con más arrepentidos, en ABC, de 01/03/2023.
[3] Vid.: Junceda, Luis: Diccionario de refranes, BVV, Espasa Calpe, 1995, págs. 595-596.
[4] Vid.: Carreras universitarias. Ciencias Sociales y Jurídicas. Periodismo, en Yak.es.
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