El Palacio del Marqués de la Conquista de Trujillo,
reflejo del “tornaviaje” de las artes plásticas decorativas del Nuevo Mundo.
“La emigración de
extremeñas y extremeños a las tierras ultramarinas en busca de una vida mejor o
de las oportunidades que les estaban vedadas en su tierra, así como para el
desempeño de importantes misiones exploradoras, militares, religiosas,
administrativas, sociales, políticas y culturales, ha escrito capítulos
fundamentales de la historia de Iberoamérica y, por ende, de Extremadura”,
manifestó ayer noche el académico de la Real Academia de Extremadura de las
Letras y las Artes (RAEX), doctor Pizarro Gómez, durante su conferencia
titulada “Trujillo en la encrucijada americana. Un viaje de ida y vuelta a
través del patrimonio histórico-artístico (viaje y tornaviaje”, que abrió el
ciclo de conferencias promovido por la RAEX en su sede trujillana, en
colaboración con el Ayuntamiento de Trujillo y otras entidades con el nombre de
“Visiones de Extremadura”.
El académico señaló en su intervención que “la
participación de Extremadura en el trascendental proceso histórico que para la
humanidad supuso la ocupación y organización del territorio iberoamericano, la
conversión a la religión cristiana de sus habitantes, la gestión administrativa
y eclesiástica de cabildos, obispados o virreinatos, así como la construcción
de edificios civiles y religiosos que forman parte destacada de la historia del
arte iberoamericano, es un fenómeno suficientemente conocido y analizado. No
obstante, los nombres y hechos de los protagonistas extremeños de la historia
gestada bajo el ruido de la confrontación guerrera y la ocupación armada, ha
silenciado, eclipsado e incluso sepultado, la memoria de otros nombres y
acciones fundamentales para comprender el fenómeno cultural iberoamericano e
incluso la realidad iberoamericana actual.
El doctor Pizarro Gómez recordó en su introducción al deán de la catedral de Puebla (México) entre 1564 y 1587, Tomás de la Plaza Goes, natural de Alburquerque (Badajoz), quien dejó allí uno de los ejemplos más interesantes de la cultural renacentista europea, al decorar las paredes de su vivienda con un conjunto pictórico excepcional inspirado en los Triunfos de Petrarca; o al cacereño Juan de Ovando y Godoy, inhumado en la iglesia de san Mateo de Cáceres, autor del Libro de la Gobernación Espiritual de las Indias, redactado en 1571 para el Consejo de Indias, del que fue presidente entre 1571 y 1575; a Catalina de Bustamante, natural de Llerena, “la primera educadora de América”, que llevó a cabo una labor excepcional con las niñas indígenas en el terreno educativo y social en la primera mitad del siglo XVI, que tiene un monumento en Texcoco (México); Alonso Álvarez de Pineda, de Aldeacentenera, autor del Mapa del Golfo de México; o Alonso de Chaves, cosmógrafo de Carlos V y Felipe II, piloto mayor de la Casa de Contratación.
Apuntó también los casos de los arquitectos Juan Gómez de Trasmontes, natural de Los Santos de Maimona (Badajoz), en la catedral de México, o del trujillano Francisco Becerra, cuya participación en la construcción de las catedrales de Puebla (México), Lima y Cuzco (Perú) le convierte en uno de los principales nombres de la arquitectura iberoamericana de todos los tiempos. O el del almendralejense Martín Casillas en la de Guadalajara (México), ejemplos significativos de una realidad trascendental, como es la participación de los extremeños en la actividad constructiva iberoamericana desde el siglo XVI. Otro aspecto de la proyección de Extremadura en la arquitectura virreinal de Nueva España y de Perú sería el de la migración de modelos tipológicos constructivos que, sin ser genuinamente extremeños, tuvieron en Extremadura un importante desarrollo, como el balcón de esquina, de la que en Extremadura se realizan y conservan ejemplos muy significativos.
El conferenciante abordó a continuación los modelos y tipologías constructivas de Extremadura en América, deteniéndose en los palacios, los balcones de esquina, la bóveda de crucería y en la obra de Francisco Becerra en Hispanoamérica.
Seguidamente se refirió a “el tornaviaje”, o el regreso de aquellos que se embarcaron al Nuevo Mundo y que trajeron la arquitectura y las artes plásticas y decorativas que reflejaron tras su llegada, como seña de identidad de una historia de mestizajes, y cuyo ejemplo más importante es el Palacio del Marqués de la Conquista de Trujillo, uno de los edificios más destacados del Renacimiento extremeño, cuya arquitectura forma parte destacada de la estampa más conocida y monumental de la plaza mayor trujillana, así como los “cristos de caña”, realizados con caña de maíz y la pasta de este mismo material, que facilitó el proceso de evangelización, evitando el traslado de imágenes desde España.
Por último, el académico concluyó su conferencia con los protagonistas de Trujillo en la historia de América y los museos y centros de interpretación, que surgen en Extremadura en la década de los noventa del último siglo.

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