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Cardenal Trejo (Biblioteca Nacional) |
Gabriel de Trejo Paniagua y Loaysa (Plasencia, 1562; Málaga, 12/02/1630) [1] fue abad, obispo, capellán real, oidor, fiscal, presidente del Consejo de Castilla, caballero de la Orden de Alcántara, miembro de la Inquisición, cardenal, comisario del Santo Oficio, catedrático, rector de Salamanca, consejero de Estado y juez de la Real Chancillería de Valladolid, entre sus muchos cargos.
En la Universidad de Salamanca se doctoró en Derecho Civil y Canónico. En dicha universidad desempeñó las cátedras de Instituta, Código y Vísperas y, más tarde, el cargo de rector. Emparentado con la mujer de Rodrigo Calderón, favorito del valido duque de Lerma, merced a él fue promovido a diversos puestos de la Administración de Justicia: en 1607 ingresó en una fiscalía de la Chancillería de Valladolid y, al año siguiente, a una plaza de oidor de la misma. En la Corte, fue fiscal del Consejo de Órdenes Militares, inquisidor y capellán mayor del convento de las Descalzas Reales, ya en Madrid. El rey Felipe III le concedió el hábito de la Orden de Alcántara y le nombró fiscal del Consejo de Órdenes.
El 2 de diciembre de 1615 llegó al cardenalato, otorgado por el papa Paulo V, a instancias de Felipe III. Fue miembro de las Congregaciones Reales del Índice, del Concilio y de la Inquisición. Conoció dos cónclaves: el de 1621, en el que fue elegido papa Gregorio XV, en el que no participó, y el de 1623, en el que sí participó y en el que estuvo a punto de ser elegido, aunque vetado por Francia, fue elegido papa Urbano VIII, quien le nombró arzobispo de Salerno, según cuenta el autor del blog “Cosas de las Casas”.
El 10 de enero de 1627, el cardenal llegó a Madrid procedente de Roma para ser obispo de Málaga, donde hizo su entrada el 16 de enero de 1630. Falleció el 11 de febrero de 1630 y fue inhumado en la catedral malagueña. A su muerte, legó más de 50.000 ducados para la redención de cautivos, la lactancia de expósitos y otras obras pías. Un hermano suyo, Antonio de Trejo, general de la Orden de San Francisco, fue nombrado en 1618 obispo de Cartagena, y otro, Pedro de Trejo, capellán mayor del convento real de la Descalzas y abad de san Isidoro de León.
Tiene dedicada una calle en Málaga, en la zona de Las Flores.
El cronista oficial de Burgohondo (Ávila), José Antonio Calvo Gómez, pudo descubrir los “Papeles pertenecientes al cardenal de Trexo” en la Embajada española ante la Santa Sede, donde se depositaron tras regresar de Italia, donde se afirmaba que fue abad de santa María la Real del Burgo, de Burgohondo, entre 1617 y 1630.
En el blog “Cosas de las Casas”, su autor cuenta la intervención del cardenal Trejo desconocida para los “casitos” y madrileños: la supervisión de la canonización de santa María de la Cabeza, patrona de Madrid, junto con su esposo, san Isidro Labrador. Afirma el autor de Casas de Millán que, desde 1212, el pueblo cristiano les había “canonizado” a ambos. Hubo intervenciones de varios papas para aumentar su veneración, especialmente del cardenal Cisneros, natural de Torrelaguna, que promueve el culto a su paisana.
El proceso de beatificación y canonización de santa María de la Cabeza se inicia en 1612. El 12 de abril se firma el edicto de testigos, que concluye el 28 de julio de 1617, proceso que se paralizó hasta 1693, bajo el reinado de Carlos II, en que la Santa Sede aprueba el culto de la sierva de Dios María de la Cabeza.
Para poner en orden todo el proceso, Felipe IV manda al cardenal Trejo que intervenga, nombrándole instructor de la causa, escribiendo también para el mismo efecto a don Francisco de Castro, su embajador cerca de Paulo V, quienes presentaron en Roma los procesos de la vida, virtudes y milagros de la sierva de Dios.
Con todo este cúmulo de experiencia religiosa y política no es extraño, para el autor, que llegara a los cargos más altos: el cardenalato y la presidencia del Consejo de Castilla.
Su blasón se encuentra en la fachada lateral del convento de san Francisco en Plasencia, antiguo convento del mismo nombre: el castillo sobre ondas de los Trejo, y el emblema se rodea de una bordura, que dice: GABRIEL: S: R: E: PRESBITER CARDENALIS: DE TREJO; se timbra de capelo, y se acola con la cruz de la Orden de Alcántara, sobre una bella cartela barroca.
[1] Bibliografía
consultada: Sobre el lugar de
nacimiento del cardenal Gabriel de Trejo,
sus biógrafos sostienen diversas teorías: unos dicen que nació en Casas de
Millán (Cáceres) y otros no dudan de su origen placentino. Así, Ricardo Gómez
Rivero señala la primera localidad como su lugar de nacimiento, aunque asegura
que sus padres Antonio de Trejo Monroy y Francisca de Sande Paniagua y sus
abuelos paternos y maternos eran oriundos de Plasencia (Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia):
la web de la diócesis de Málaga confirma su nacimiento en Plasencia (https://www.diocesismalaga.es/includes/tabla-episcopologio-ficha.php?id=50). El cronista mayor de las Indias y de los reinos de
las dos Castillas, el maestro Gil Gonçalez Dávila, en su obra Teatro Eclesiástico de las iglesias
metropolitanas y catedrales y vidas de sus arzobispos y obispos y cosas
memorables de sus sedes, al referirse a los cardenales y obispos naturales
de Plasencia y su obispado, cita al cardenal Gabriel Trejo, presidente del
Consejo de Castilla y obispo de Málaga, entre otros. Joaquín M. Díaz Serrano,
en un artículo publicado en La Voz,
diario independiente de la noche de Madrid, de 2 de julio de 1925, titulado “El pintor y el obispo”, le cita como nacido
en Plasencia. El autor del blog “Cosas de las Casas” señala que la persona más
relevante de Casas de Millán “no era normal que naciera en Plasencia y fuera
bautizado en Casas de Millán”, como acredita con la partida de bautismo, aunque
por su relevancia se le haya dado como lugar de nacimiento el de Plasencia.
