El Índice de los Precios al Consumo (IPC) es una medida
estadística de la evolución de los precios de los bienes y servicios en el país.
Es un indicador crítico que se utiliza para actualizar rentas y salarios. Su
evolución permite ver el cambio de los precios a lo largo de los años y el
comportamiento de la inflación. El Instituto Nacional de Estadística (INE)
publicaba mensualmente el IPC general.
Pues bien:
la ministra de Empleo del Gobierno de España, Fátima Báñez, que prometió no
tocar las pensiones, ha hecho público un informe verbal que, al parecer, atenúa
la propuesta realizada por el comité de expertos y que, en la práctica, impone techo y suelo a la evolución
de las pensiones,
que quedan condenadas a perder poder adquisitivo. Ya no habrá IPC para la
subida salarial y los contratos. La nueva ley, que habrá de estar lista antes
de fin de año, solo permitirá la subida de las pensiones un 0,25 por ciento
durante los años de crisis y, en tiempos de bonanza, podrían llegar a subir más
que los precios, pero solo ese mismo 0,25 por ciento, puesto que la subida no
sería más que el IPC y esa cantidad; pero aún desconocemos, porque no lo han
hecho público, qué indicadores servirán para señalar los años de crisis o de
bonanza. Los expertos proponían la entrada en vigor el próximo año, pero el
Gobierno ha ampliado el plazo hasta 2019.
Para los
extremeños, con una pensión media de 600 euros, esta subida que se plantea
supondría 1 euro y medio más al mes, y menos mal que el nuevo sistema no ha
entrado en vigor durante la crisis porque, de lo contrario, las pensiones hubieran perdido un
13,3 por ciento de poder adquisitivo.
En 2009,
el IPC subió un 0,80 por ciento; en 2010,
un 3 por ciento; en 2011, un 2,40 por ciento; y en 2012, el 2,9 por ciento. En 2013 se espera una caída
importante por el agravamiento de la crisis, que podría situar el IPC en una
media del 2 por ciento.
El
Gobierno decidió subir solo 1 punto las pensiones en 2013, pese a que los precios subieron un
3, aunque las inferiores a 1.000 euros subieron un 2 por ciento; pero ninguno cobró la paga compensatoria. Por tanto, la subida produjo una
pérdida de poder adquisitivo de casi dos puntos. Nada comparado con Portugal,
con pensiones de 300 euros mensuales y con hombres que no están dispuestos a
trabajar durante todo el día para que se lo lleve el Estado, o la troika, y
prefieren robar bancos e ir a la cárcel para poder, al menos, comer. Y ahora
vendrá más gorda, al haberse opuesto el Constitucional a los recortes que
Europa pedía al país.
Ya no
habrá IPC ni para las pensiones, ni para los contratos. La devaluación salarial
abrirá aún más la desigualdad social, sostienen algunos expertos. El
envejecimiento de la población, que engloba los gastos públicos en sanidad, paro
y pensiones, y la
caída de la natalidad, conducen a estas medidas de la troika y del Banco
Central Europeo, que ya anunció en mayo que los gastos en estos capítulos se
reducirían a la mitad por la política de recortes.
Mientras
todo esto ocurre, aunque falte un margen escaso de negociación con los sindicatos,
que de poco valdrá, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio
Monago, califica de "necesaria e imprescindible" la reforma de las pensiones, y
cree que es un hito, como lo fue la creación del Fondo de Reserva de 1997 de
Aznar, y alardea de su anunciada paga de 200 euros para las pensiones no
contributivas --para los que más han dado y menos tienen, como recordó en su
discurso del Día de Extremadura--; pero se olvida de que esas pensiones se vio
obligada a crearlas Felipe González por culpa de una derecha que no pagó en su
día la Seguridad Social, o cuyos pagos se los guardaban en sus bolsillos los
señoritos de las cámaras agrarias sin dar recibo alguno a los campesinos que
trabajaban de sol a sol. Y se olvida también de que esto es posible gracias al
copago de los pensionistas, cuyas cuentas no ha revelado al cabo de un año, así
como sus declaraciones de la renta, que sí ha hecho el PSOE. Así que él lo ve
"necesario e imprescindible". Claro, con sus sueldos y las pensiones
que tengan el día de mañana... Y los parados y los pensionistas, como dijo la
señora Fabra, diputada del PP por Castellón, "que se jodan"...
El IPC ha
muerto. RIP (Descanse en paz).
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