El presidente Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo
(1926-2008) se vio obligado a disolver las Cortes y convocar elecciones
anticipadas a finales de agosto de 1982. La acelerada descomposición de UCD, le
apremió a convocar elecciones anticipadas para el 28 de octubre, en las que un
joven Felipe González (Sevilla,
1942) lograba la primera mayoría absoluta de la democracia en España, con 202
diputados, a los 40 años.
Cuatro días antes de su victoria electoral, Felipe González llenaba la plaza de
toros de Cáceres --a la que vuelve hoy, 33 años después, con 73 años--, para
ofrecer el gran mitin de cierre de campaña de los socialistas extremeños,
arropados por su secretario general, Pedro
Sánchez, y del secretario regional, Guillermo
Fernández Vara, candidato a la Presidencia de la Junta --a quienes ambos
refuerzan con su presencia en su sus aspiraciones a la Presidencia de la Junta
de Extremadura, cuya victoria le otorgaba el CIS en su barómetro de principios
de mes--, en el que será su estreno en campaña, en la penúltima jornada, antes
del día de reflexión. No lo tenía previsto; pero ante el rechazo del presidente
venezolano, Nicolás Maduro, a que
viaje a Caracas para asesorar legalmente a los dirigentes opositores
encarcelados, ayer mañana decidió volver al coso cacereño que le acogiera por
vez primera aquel 24 de octubre del 82, cuatro días antes de las elecciones,
como hoy, hace treinta y tres años.
Ante 8.000 espectadores ilusionados con el lema socialista
"Por el cambio", Felipe
recordó en su intervención que, veinte años atrás, cuando era alférez de
milicias en el CIR "Santa Ana" de Cáceres, había soñado con aquel
momento: "Mi ilusión era poder llegar aquí, hablar libremente, exponer
nuestras ideas con libertad y que el pueblo pudiera decidir." (Véase
"Extremadura", de 25/10/1982, pág. 5). Hablaba el presidente
provincial del partido, Pablo Castellano,
cuando a las 19.40 interrumpió su intervención ante el anuncio de su llegada,
decía en la crónica que escribiere del acto. El bus del Mundial en el que
viajare durante la campaña, llegó a Cáceres a las 19.35 procedente de Barco de
Ávila, de donde salió a las 17.00 horas. Felipe
viste traje gris y corbata oscura; se quita la chaqueta y se queda con el
jersey azul marino. Saluda al público con las manos en alto; recibe un ramo de
flores; pide luz que ilumine al público para verle la cara. Habla
coloquialmente, responde a insinuaciones de sus oyentes; fragmenta su
intervención en retazos de palabras: paz, cambio, democracia, libertad,
trabajo... Cuando eleva su voz en el pentagrama y la ronquera hace su
aparición, dice que "aún le queda cuerda". El ambiente ha podido con
las palabras de Cano (Eusebio), secretario provincial del
PSOE; Victorino Mayoral, candidato
al Congreso; Pablo (Castellano), presidente
provincial del partido, y Felipe.
El cronista titulaba su crónica: "Si no creemos en
nada, España no tiene salvación"; pero Felipe dijo aún más: recordó que, en mayo del 81, en una casa de
campo de Badajoz, una señora le había dicho: "Hagan lo posible para que
haya paz y, si tenemos que partir el pedazo de pan, lo repartiremos." Aquella
tarde se había producido el asalto al Banco Central de Barcelona, abortado por
fuerzas especiales de la Policía, transmitido en directo por TVE durante
horas... Abogó por la convivencia de la mayoría frente a la ruptura de unos
pocos. Respondió al porqué del cambio:
porque deseaba cambiar una sociedad que no le gustaba. "El cambio está
aquí, en los socialistas de cabeza y corazón que quieren más justicia y
solidaridad. La derecha va a perder porque es incapaz de hacer un partido para
más de seis años", y el PSOE ya censaba 103. Recordó que Suárez había dicho que "había
creado un partido para gobernar 107 años", que solo duró cinco. Apeló
"a restablecer la moral política para que ningún ciudadano se levante y
diga: no creo en ningún político."
Felipe era un río continuo de palabras a pesar de su evidente ronquera. Y
terminó diciendo: "Me preocupa más el 29 de octubre y el año que
viene", y concluyó invitando a todos a un esfuerzo común: a cambiar la
sociedad para mejorarla, a volver al trabajo para conseguir una Extremadura y
una España mejor". A las 20.40 finalizó el mitin y emprendió viaje a
Badajoz para ofrecer otro.
El Presidente Vara
tenía entonces 24 años recién cumplidos y estudiaba Medicina en la Universidad
de Córdoba, por la que se licenció en 1983. La exdiputada al Congreso por
Cáceres (2008-2011) y exministra de la Vivienda con Zapatero (2004-2007), María
Antonia Trujillo (Peraleda de Zaucejo, Badajoz, 18/12/1960), tenía 20 años,
estudiaba Derecho en Cáceres y escuchó aquel mitin. Lo recordó en el de inicio
de la campaña de 2008 cuando intervino junto a Felipe, Vara e Ibarra, como candidata al Congreso por
Cáceres... (Véase mariaantoniatrujillo.blogspot.com,
de 26/02/2008). Ahora, Felipe viene junto
a Pedro Sánchez para pedir, como
entonces, el cambio de tercio para el maestro Vara, como aquel 24 de octubre del 82 en que pidiere el cambio.
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