Se habla, se viene
hablando, desde 1994, desde 2014 y el año en curso, de la segunda transición
española. ¿Cuál fue la primera en España? Todos de acuerdo en los empieces de
aquella: desde el 20 de noviembre de 1975, fecha de la muerte del Generalísimo
Franco y Jefe del Estado, hasta dar dos pasos fundamentales: la Ley para la
Reforma Política, aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976, que tumba
el sistema político franquista, y la aprobación de la Constitución Española de
1978, refrendada en referéndum el 6 de diciembre del mismo año. Finiquita la
primera ley las leyes fundamentales del antiguo régimen; la Constitución abre
la puerta a un nuevo período democrático. De la dictadura a la democracia,
pasando por las urnas. El fin de la primera transición la sitúan los
historiadores en octubre de 1982, cuando el PSOE sucede a UCD en el gobierno de
la nación; un partido progresista se sitúa en el poder, con una mayoría absoluta
jamás lograda en democracia. Otros la prolongan hasta el 1 de enero de 1986,
con el ingreso de España en la entonces denominada Comunidad Europea.
¿Cuándo, pues, principia la segunda transición? El
exministro de Educación de UCD, Juan
Antonio Ortega y Díaz-Ambrona (Madrid, 1939) sitúa el inicio de la
segunda transición en las elecciones europeas del 12 de junio
de 1994, con la espectacular pérdida de apoyo popular sufrida por el PSOE.
(Véase elpais.com, de 05/08/1994),
apuntando a la normalidad democrática en la alternancia en el poder como
evidencia, y la irrupción de la llamada generación del 78, hija del baby bom y del desarrollismo, para
quienes la democracia y el europeísmo constituyen un punto de partida. El nuevo
líder del PSOE, Pedro Sánchez,
promete pilotar una segunda transición en una carta dirigida a sus militantes
para configurar un proyecto reformista que "permita llevar a cabo una segunda
transición económica y social". (Véase elpais.com, de 16/07/2014). Miguel
Mora sitúa el inicio de la segunda transición tras los resultados de las
elecciones autonómicas y locales del 24/05/2015, que ponen fin
al bipartidismo y las mayorías absolutas, en que la hegemonía
del PSOE y del PP sucumben a la mala política y los deseos de cambio de una
población hastiada y castigada, que reclama no solo el final de la corrupción,
sino una nueva forma de hacer política. (Véase ctxt.es, de 25/05/2015). Francisco Sosa Wagner (Alhucemas,
Marruecos, 1946), catedrático y escritor, portavoz de UPyD en el Parlamento
Europeo entre 2009 y 2014, y miembro de la comisión de expertos de Ciudadanos
desde 2015, señalaba en una entrevista que "Podemos y Ciudadanos son símbolos
de la segunda transición que necesitamos". (Véase elconfidencial.com, de 27/05/2015). José Alejandro
Vara y Alejandro Planas
sostienen en la biografía del político de moda (Entre bambalinas, Edit. Stella Maris) que "Albert Rivera quiere ser el árbitro
de la segunda transición que abordará España el 20 de
diciembre. (Véase sabemosdigital.com,
de 07/09/2015).
Pues, ¿y en Extremadura: ha habido, hay, una segunda
transición? El primero en utilizar el
sintagma fue Guillermo Fernández Vara
en vísperas de las elecciones de mayo de 2011. No consiguió revalidar la mayoría
absoluta lograda en 2007, sino que dio paso al PP, tras su entente con IU.
Desde 1983 gobernó en Extremadura el PSOE y aparece el PP de Monago por vez primera, que no sólo no
hace la segunda transición que prometía el primero, sino que da marcha atrás en
servicios públicos y libertades, y se vanagloria arropado por un aparato
propagandístico que nubla sus errores. No es de extrañar, pues, que ahora diga
el PSOE de Extremadura que el actual gobierno de Vara está
restituyendo los recortes de Monago: el transporte escolar, los comedores, los libros, las
becas, las Urgencias Rurales y las políticas sociales... (Véase meridaycomarca.com, de 28/09/2015). Monago ni pudo ni quiso hacer la
segunda transición de Extremadura. Vara
no pudo, y ahora que puede, no se atreve, tal y como está el panorama. No basta
con hacer una lista nueva a la Asamblea por Cáceres, en la que solo mantuvo a
dos diputados de la anterior legislatura. No es ese el cambio, cuando en la
listas, ya hechas públicas a las elecciones generales del 20-D, mantiene a los
mismos de ayer: a unos por afinidad personal; a otros, por imperativos de los lobbies de poder. Nadie ve cambio alguno
en estas listas, si acaso la primera de la lista al Congreso por Badajoz, para
que no digan. En fin, para lo que hacen en Madrid... Cuando pudo, no se atrevió
y pagó el peaje a algunas familias políticas del partido. También se ve en su
gobierno, cuando varios altos cargos repiten hasta en tres legislaturas en
cargos distintos y distantes... Han surgido nuevas familias apegadas al poder;
pero no llega a Extremadura la segunda transición de la que hablare en mayo de
2011, y que a España vendrá el 20-D, muy a pesar de Pedro Sánchez y de Rajoy.
Al tiempo...
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