martes, 28 de junio de 2016

LA GOBERNABILIDAD DE ESPAÑA

 
           Todo hacía pensar que los resultados de las elecciones del 26-J, tan distintos de los del 20-D --y la actual situación del país, después de una legislatura de seis meses perdida, y la coyuntura internacional, tras el brexit del Reino Unido, cada día más desunido-- harían recapacitar a los líderes de los partidos políticos sobre un deseo claramente expresado en los últimos meses: facilitar la gobernabilidad del país y no ir a unas terceras elecciones.
            Ya en el debate celebrado en Antena 3 por cuatro de las mujeres representativas de los principales partidos se dedujo que los grandes partidos no garantizaban que hubiese unas terceras elecciones (véase efe.com., de 10/06/2016); pero entonces, estábamos lejos de adivinar el futuro, pese a los sondeos más pesimistas para algunos, y la incidencia de la política europea, de otro. Sin embargo, el fantasma del bloqueo político volvía a estar presente en los últimos días de campaña, a la vista del enrocamiento con que todos los partidos "ilustraban" su política de pactos. Nadie parecía ceder en sus posiciones, lo que haría a España ingobernable tras el 26-J (véase abc.es/elecciones, de 21/06/2016).
            Los sondeos, empero, se equivocaron, y nos dibujan un escenario distinto al anterior, en el que se refleja un bipartidismo resistente a los envites de los emergentes, aunque se necesiten pactos para la gobernabilidad. Nadie puede negarle al PP sus dos victorias seguidas, aun insuficientes (de 123 a 137 escaños) para gobernar por sí solo, ni tampoco que suma más que el anterior pacto suscrito por PSOE y Ciudadanos (90 más 40=130), suscrito el 24/02/2016, tras dos semanas de negociaciones a contrarreloj y con cesiones de uno y otro (véase elmundo.es/españa, de la misma fecha), que las bases de Podemos enterraron en su referéndum de mediados de abril, al bloquear cualquier iniciativa de Pedro Sánchez para ser presidente, apostando incluso para ir a unas nuevas elecciones (véase elmundo.es/españa, de 18/04/2016). Pablo Iglesias se escudó en sus bases para protegerse, de este modo, de que le culpasen a él de no haber llegado al acuerdo, al proponer como punto de partida solo una coalición de los socialistas con ellos y la exclusión de Ciudadanos. Unos y otros han pagado caro esos vetos, al reducir su representación el PSOE (de 90 a 85, el peor resultado de su historia) y no cumplir los objetivos deseados la coalición de Unidos-Podemos, que pasa de los 69 anteriores del segundo a los 71 de ahora, tan sólo dos escaños más que sin ella y la pérdida de 1,2 millones de votos.
            Las elecciones del 26-J nos han legado un PP reforzado, un PSOE que se mantiene como principal partido de la oposición, aun más debilitado, y el fracaso de la coalición de izquierdas, Unidos-Podemos, que no ha logrado el anunciado sorpasso (adelantamiento) a los socialistas, y la bajada de Ciudadanos (de 40 a 32 escaños), un escenario que mantiene las dudas sobre la formación de gobierno, en un panorama político de incertidumbre para superar el bloqueo (véase politica.elpais.com, de ayer).
            Las apelaciones de un Rajoy fortalecido ante los resultados a los dirigentes del PSOE y Ciudadanos, apelando a su responsabilidad para acordar cuanto antes un gobierno estable (elmundo.es/españa, de ayer), "abierto a todas las fórmulas", incluida la presencia de Sánchez y Rivera en el gobierno, ha sido respondida ya por los partidos: el PSOE ha confirmado que ni apoyará ni se abstendrá en una hipotética investidura del líder popular; el secretario de Organización --el ineficaz César Luena-- llega aún más lejos al decir que "ni por acción ni por omisión" refrendarán un gobierno presidido por el ganador (el mundo.es/españa, de ayer). A qué espera Pedro Sánchez para dimitir, si tiene vergüenza torera, tras los dos resultados más negativos de la historia de su partido, sin haberse aprendido aún la lección de Pérez Rubalcaba quien, en mayo de 2014, tras los malos resultados cosechados en las elecciones europeas, anunció que abandonaría el cargo de secretario general y el 26 de junio, el de diputado en el Congreso, abriéndole a él la puerta de la secretaría general. ¿Esperará quizás a rebajar su cuota de diputados por debajo del medio centenar para largarse?
            Sin embargo, la opinión del secretario general socialista se vio ayer contestada tanto por los presidentes de Extremadura y Andalucía, Fernández Vara y Susana Díaz: el PSOE debe pasar a la oposición y dejar gobernar a Rajoy, el primero se decantaba por la abstención y la segunda por pasar a la oposición y reconstruir su proyecto político. A esta posición se sumaron  los presidentes socialistas de Aragón, Francisco Javier Lambán, y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que urgieron a los suyos que permitan que España cuente con un Gobierno (véase diariodesevilla.es, de hoy). Todo se verá en el próximo Comité Federal del día 9 de julio, que debe cortarle el vuelo a un secretario general que ya ha perdido todos sus créditos, ponerle las pilas, y fijar la fecha del próximo congreso federal.
            Albert Rivera (Ciudadanos), que ha perdido ocho escaños y 400.000 votos y se ha quedado a 380.000 del PSOE, cambia de opinión tanto como de camisa, lo que puede perjudicarle en el futuro al ignorarse el sentido de su brújula. Tras conocer los resultados de la jornada electoral, evita hablar de veto a Rajoy y no se moja con la abstención; pero señala que "no vamos a hacer presidente a Rajoy con  nuestros 3,2 millones de votos" (elmundo.es/españa, de ayer). Qué decir de quien ha cambiado cinco veces en seis meses su discurso sobre la política de pactos: empezó pidiendo a PSOE que dejase gobernar al PP, después instó al PP a hacer esto mismo con el PSOE, y en los últimos días repetía que su partido votaría en contra de que Rajoy repita como presidente; y antes de los comicios aseguraba que votaría no a un gobierno del PP o a uno del PSOE "porque no representaban su proyecto" (infolibre.es, de 19/06/2016). ¿Por qué pactó entonces con el PSOE? ¿Y quién es él para arrogarse vetar a Rajoy para poder pactar con el PP?
            España no puede esperar más, ni permitirse el lujo de ir a unas terceras elecciones. Perderíamos nuestra credibilidad como país y todos los españoles nos veríamos arrastrados a una situación similar a la del Reino Unido, en la que ahora todos lamentan la situación creada, que desearían revertir. Los intereses de España y su gobernabilidad deben estar ahora por encima del interés de los partidos. De lo contrario, los líderes que hoy se lo creen pasarán a ser los últimos de la fila y el pueblo soberano dará a cada uno lo suyo. No hay más excusas. Ahora les toca a ellos mover ficha por la gobernabilidad de España.
 

martes, 21 de junio de 2016

PALABRA Y DESEO



            El deseo se muestra de palabra y por escrito. En ambos prima el objeto del deseo, el movimiento afectivo hacia algo que se apetece. De palabra expresamos un anhelo con vehemencia, ardiendo en deseo de algo; por escrito, la acción que deseamos. La palabra expresa un deseo quizás inalcanzable, rechazable. Escrito, el deseo permanece incólume, intacto. La palabra escrita no lesiona el deseo expresado, aunque lo apetecido no se corresponda en el resultado final con el anhelo.
 
            El voto aúna palabra y deseo escritos; es la expresión pública, o secreta, ante una opción; en elecciones, es la papeleta con que se expresa una preferencia ante una opción. Hay tantas clases de votos como palabras y deseos expresamos. En terminología electoral, hablamos de voto activo, o la facultad de votar asumida por los individuos de una corporación; de voto de reata, el que se da sin conocimiento ni reflexión, por seguir el dictamen de otro; de voto útil, el que se emite a favor de una opción que, aun no siendo la deseada, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea. Votamos todos los días, aun sin saberlo; al realizar un juramento o promesa, o una ofrenda dedicada a Dios o un santo por un beneficio recibido, o por deseo expresado. Otros hubieren que profesaren votos de pobreza, castidad y obediencia, como los religiosos; hacemos votos al expresar un deseo favorable a una opción o persona; regulamos los votos al confrontarlos unos con otros; somos poseedores del voto para votar en alguna junta. Palabra y deseo se fusionan en el voto que la Constitución otorga a los ciudadanos para participar en los asuntos públicos..., mediante representantes libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.
 
            La palabra escrita, expresada en el voto, no es equívoca en su interpretación; ni puede ser considerada como descaminada, imprecisa o errónea. Quienes deforman la voluntad popular, el deseo escrito expresado en las urnas, son sus destinatarios, que no entienden el mensaje de aquellas. El voto fomenta la soberanía popular; no es un exvoto que se ofrenda a una divinidad. Decía Rousseau que "el derecho de voto es un derecho que nada ni nadie puede quitar a los ciudadanos". No hay deseo sin palabra, aunque esta, ni hablada ni escrita, pueda hacer realidad el anhelo y, como dijere un día Adolfo Suárez, "el futuro no está escrito, porque solo el pueblo puede escribirlo". No hay deseos sin palabras, ni habladas ni escritas; pero sí anhelos que pueden expresarse libremente, de palabra y por escrito, y en ellos quizá nos vaya el futuro.


viernes, 10 de junio de 2016

DE LOS LEMAS DEL 20-D AL 26-J

 
            Tenemos por lema aquella frase que expresa un pensamiento que sirve de guía para la conducta de alguien o para un asunto determinado; es lema el tema de un discurso; la letra o mote que se pone en los emblemas; la contraseña de las composiciones literarias presentadas a un concurso para descubrir quién es su autor una vez fallado el concurso; es, en fin, el enunciado, la consigna, la divisa, la marca, la leyenda, el mote, el título, la inscripción...
            Arrancó anoche la campaña electoral y hoy el Europeo de fútbol con lemas que podrían definirlos: "la campaña del desbloqueo" (politica.elpais.com), "la Eurocopa más vigilada" (mundodeportivo). Los obispos latinos tienen entre sus atributos un escudo de armas y un lema que deberán tener siempre en sus actuaciones. Ambos van más allá de la simple frase o heráldica; expresan el latir más íntimo y su aspiración en el desempeño del ministerio. Así, el papa Francisco tiene por lema "Miserando atque eligendo" ("Lo miró con misericordia", o "Amándolo lo eligió"); Benedicto XVI eligió "Cooperatores veritatis" (cooperadores de la verdad); Juan Pablo II adoptó para su ministerio petrino  el "Totus tuus" ("Todo tuyo"), en clara evidencia de acogerse a la protección de la Madre.
            De la misma forma, los partidos políticos --que "expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política..." (Constitución Española de 1978, Título preliminar, artículo 6)-- llegada la hora de las campañas electorales, lanzan sus lemas tratando de condensar en ellos valores o sentimientos con los que sus electores puedan sentirse identificados, extrapolando un programa más amplio que identifique el momento, la época, la aspiración que, según sus ideales, les lleve a la formación de gobierno para desarrollar su proyecto.
            En 1977, Adolfo Suárez ganó las elecciones con su lema "Vote centro, la vía segura a la democracia"; en 1979 dio un paso más y acertó: "Dicho y hecho: UCD cumple". En 1982, con el partido que pilotó la transición en desbandada, Felipe González arrasó con su lema "Por el cambio"; en 1986 dio un paso adelante: "Por el buen camino", tratando de asegurar su continuidad con el espíritu del cambio. En 1989 pide el aval por una "España en progreso" y en 1993 lo reitera: "Por el progreso de la mayoría". Sin embargo, agotado el proyecto socialista, la mayoría se vuelca en 1996 con el PP de José María Aznar, que apela al electorado a estar "Con la nueva mayoría" y en 2000 logra la absoluta con su "Vamos a más". En 2004 se produce un viraje tras los sucesos del 11-M, en el que gana José Luis Rodríguez Zapatero con su lema "Merecemos una España mejor/ZP", que revalida en 2008 "Con Z de Zapatero". En ambos personifica en las siglas de su segundo apellido una voluntad de confianza en su liderazgo y programa. En 2011, con unas elecciones adelantadas, Mariano Rajoy arrasa con su lema "Súmate al cambio", obteniendo 186 diputados frente a los 110 del PSOE, que parecía dejar en las manos perdidas su suerte con un "Pelea por lo que quieres"... Obsérvese cómo la bandera del cambio fue utilizada por Felipe González y Mariano Rajoy con idéntico sentido en 1982 y 2011 para dar el giro necesario en el momento oportuno.
            El 26-J, fecha de las próximas elecciones, los partidos se han posicionado, tras lo ocurrido en la legislatura perdida, con unos lemas definitorios de sus aspiraciones: el PP, con "Ahora más que nunca", apela a la continuidad de su programa frente a la inexperiencia de inexpertos o populistas, como hiciera en 2015 con "España en serio". El PSOE, en cambio, apela a una mayoría que sabe que tiene detrás, pero que no le vota, y llama a dar "Un sí por la mayoría", frente a las políticas del PP "para unos cuantos", como en las anteriores apostaba por "Un futuro por la mayoría". Podemos, en alianza con IU, afianza con "La sonrisa de un país" el anterior de "Un país contigo" y el de IU en 2015: "Por un nuevo país", con el que postulaba un cambio radical en España. Por último, Ciudadanos se presentó por primera vez en las pasadas elecciones generales "Con ilusión", que ahora aparca para definir su papel con el lema "Tiempo de acuerdo, tiempo de cambio", con el que deja claros sus objetivos ya mostrados en la legislatura más breve de la democracia.
            Veremos qué nos depara el 26-J, con todos los partidos convencidos de que no llegaremos a unas terceras elecciones, pero enrocados en los mismos principios que en las anteriores: Rajoy insiste en su gran coalición, que Pedro Sánchez desecha, y llama a rebato a los suyos ante el peligro del adelantamiento (sorpasso) de Unidos-Podemos, y todos contra el previsible ganador, el PP, mientras los anteriores esperan al PSOE, cuyo líder asegura: "Me dijeron dos veces que no. A la tercera va la vencida." (politica.el pais.com, de hoy). Ciudadanos, marginado por el resto, a la espera de otra oportunidad para demostrar su arbitraje para el verdadero cambio.
 

jueves, 9 de junio de 2016

LOS TESOROS PERDIDOS DE MÉRIDA EN LA CRÓNICA DEL MORO RASIS

 
          Hay en la Crónica del Moro Rasis[1] una frase que se repite como constante en diversas obras que hablan sobre la fundación de la ciudad de Octavio Augusto (Roma, 63 a. C; Nola, Italia, 14 d. C), sus "munchas buenas obras e muy fermosas", que le llevan a proclamar "que non ha omne en el mundo que conplidamente pudiese contar las maravillas de Merida" (no hay hombre en el mundo que cumplidamente pudiese contar las maravillas de Mérida).
            "Entré a Mérida después que ella fue destruida. Con estas palabras de apesadumbrado trasfondo, el visitante de la Crónica del Moro Rasis, recopilación del historiador árabe del siglo X Ahmad al-Razi, inicia el relato de sus andaduras por la ciudad que años atrás había sido mármoles, jaspe y perlas pequeñas."[2] Es de suponer--relata el autor, Radhis Curí,  que se trata de una época muy superior al 842, año en el que Abderramán II había ordenado el expolio y la destrucción de buena parte de Mérida como castigo a sus rebeldes habitantes, quienes nunca aceptaron la presencia árabe en su ciudad.
            La Crónica del Moro Rasis nos rescata en el fragmento del capítulo XXIV el esplendor y la pérdida de la Mérida antigua y su desaliento y tristeza por ella, lo que lleva a su autor a titular su trabajo como Mérida y la noción de la melancolía. Mérida es, para Curí, "la pérdida y la representación del dolor". "Cómo no llorar sus tesoros --se pregunta-- si hasta el propio Nabucodonosor está presente, si hasta del botín conseguido en Jerusalem se habla."
            Se refiere Radhis Curí a una piedra que había en su iglesia, "cuya luz iluminaba aquel recinto..., de la que se apoderaron los árabes en los primeros momentos de su entrada a la ciudad". Otro de los tesoros llorados era la jarrita de los aljófares que Salayman B. Abd al-Malik la colocó más tarde en la mezquita de Damasco, y se pregunta por su destino final. Recoge, además, lo que se dice en el capítulo LIX. 5. 13 de la crónica, donde puede leerse:
            "E este rrey fue en la entrada de Casa Santa de Jherusalem.. E este tomó la mesa de Salomón e la piedra que tomaron en Mérida e el cántabro de aljófar que y troxiera también el rey de España Isban, hijo de Titus, de la progenie de Tubal,... estuvo presente en la primera destrucción de Jerusalem llevada a cabo por Nabucodonosor... a él perteneció la mesa que fue hallada en Toledo, la piedra preciosa que encontraron en Mérida y la jarrita de los aljófares..."
            Son tres los tesoros añorados: la piedra luminaria, tan blanca e tan luziente; la jarrita de los aljófares, esas pequeñas perlas encontradas dentro de la iglesia de la ciudad, y la mesa, de la cual se pregunta Curí si estuvo en Toledo, perteneció a Salomón y antes a Jerusalén. "Los tres tesoros malogrados son, en esencia, los pilares sobre los que se construyó la imagen de la ciudad", concluye Radhis Curí, quien, no obstante, prima sobre la melancolía nostálgica de "los tesoros perdidos para siempre", la pervivencia de su crónica en la memoria colectiva, al contrario que en Quentovic, que no sobrevivió a las invasiones normandas, porque "ay fundamientos que durarán por siempre, que por fuerça nin por seso que omne aya non se pueden desfaçer, tanto como si fuese piedra medina" (piedra muy fuerte).
 


[1] Vid.: Crónica del moro Rasis (Ajbar Muluk al-Andalus de Admad ibn Mohammad al Razi, traducción castellana de h. 1430, basada en el texto portugués romanzado para el rey Don Dionís de Portugal h. 1300 por el alarife Mahomad y el clérigo Gil Pérez, cap. XXIV, que fabla de commo parte el termino de (Merida) con el de Alleris y que cosa es (Merida), recogida en Mérida y la noción de la melancolía en la Crónica del Moro Rasis, de Radhis Curí, Biblioteca Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Hispánico. El texto se tradujo en el siglo XIV por encargo del rey D. Dionís, primero en latín y luego en portugués. Se vierte finalmente al castellano en 1342 por Mahomat y el capellán Gil Pérez.
 
La citada frase puede verse también en el artículo Arco de Trajano de Mérida, publicado en La Ilustración de Madrid el 15/01/1872, año III, número 49; en el blog emeritosdelpatrimonio, blogspot.com; en Mérida monumental y artística: bosquejo para su estudio, de Maximiliano Macías Liáñez; www.diccionariomadoz.org/historia; en Piedras, ruinas, antiguallas, digital.csic.es, de CJ Morán Sánchez; www.pretorianosdetomares.es; https://ricardodeperea.files. wordpress.com; y en Mérida, andando por España, www.nuevoportal.com, entre otros.
 
[2] Ob. cit., primer párrafo.
 
 

jueves, 2 de junio de 2016

LAS LÍNEAS ROJAS PARA EL "ASALTO A LOS CIELOS"

 
           Cuando el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo aquella célebre frase de que "el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto", en la asamblea ciudadana celebrada en Vista Alegre (Madrid) para construir su columna vertebral como partido, no pensaba ni en las líneas rojas ni en los vetos cruzados de los partidos que dieron al traste con las elecciones del pasado 20-D (elperiodico.com, de 18/10/2014), sino en su claro objetivo de alcanzar la Presidencia del Gobierno; pero el camino no fue de rosas, ni hay autopistas para el cielo, ni hubo voluntad de consenso, empezando por ellos mismos. Su "gobierno en la sombra" se quedó en la sombra y su arrogancia dialéctica le hizo levantarse de la mesa sin negociar nada con quien deseaba. Todo por las líneas rojas y los vetos recíprocos. No hay, pues, segunda vuelta porque usted no se hubiera podido presentar: son nuevas elecciones, le guste o no; y para lograr un peldaño más, consigue pactar (el pacto del botellín) con quien no pudo o quiso antes para sumar y acercarse más a su objetivo de quien "quiere cargárselo todo" y "volver a la hoz y el martillo"  (Albert Rivera, líder de Ciudadanos, en las jornadas del Círculo de Economía de Sitges, el 27/05/2016). De haber existido la segunda vuelta en España, Rajoy hubiere obtenido el 53,8 por ciento de los votos y Pedro Sánchez, el 51,5 por ciento, y no habría votado el 37,1 por ciento (encuestamos.com, de 09/02/2016).
            Aunque los líderes políticos se muestran partidarios de formar gobierno cuanto antes y de pactar con quien sea, no todo el monte es orégano. Nada es como se imagina, ni las encuestas no dan, a veces, en el clavo apetecido. El presidente en funciones y del PP, Mariano Rajoy, lanzaba un "misterioso y sorprendente mensaje de precampaña": un rectángulo blanco en cuyo centro aparecía una línea horizontal de color rojo (elconfidencial.com, de 30/05/2016). Así veía él la situación política; pero, más tarde, el partido indicaba que no tiene ninguna línea roja tras las elecciones del 26-J, porque son "un muro que lo detiene todo" y "España necesita seguir avanzando para caminar hacia un futuro mejor para todos" (Íbid.). Son los otros quienes están contra él y no desean verlo al frente del Gobierno, aunque gane, lo que equivale a ignorar a los 7. 215.530 españoles que le votaron el 20-D (el 28,72 por ciento frente al 22,01 del PSOE, al 20,66 de Podemos y al 13,93 de Ciudadanos).
            Pedro Sánchez (PSOE), jefe de la oposición hasta el momento, llamaba a Iglesias a dejar sus "vetos" y animaba a Rivera a borrar sus "líneas rojas" y emplazaba a socialistas y Ciudadanos al pacto a tres (europapress.es, de 12/04/2016) para poner fin al gobierno de Rajoy; es decir, que el líder del PSOE no se mueve de su sitio; pero eso lo decía antes de que terminara la XI Legislatura (el 3 de mayo pasado). A finales de mayo, y ante el Círculo de Economía, prometía que no habrá unas terceras elecciones y que negociará sin vetos, aunque precisara que "él aspira a gobernar con las fuerzas del cambio, de las que excluye al PP", aunque contemple acuerdos con ellos "en cuestiones cruciales para las reformas que necesita España" (diariocritico.com, de 27/05/2016). Es decir, por un lado afirma que "no va a vetar a ninguna fuerza", y comienza vetando al previsible ganador de las elecciones, como en diciembre pasado. Craso error del PSOE, que tendrá muy difícil pactar con Podemos, si también hace caso a lo que le dijo el Comité Federal del 28 de diciembre de 2015: votar en contra de Rajoy y a favor del cambio, y consideró innegociable "cualquier planteamiento que conduzca a romper con nuestro ordenamiento constitucional y que amenace la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años". Difícil se lo va a poner quien se levantó de la mesa y aspira a conseguir  lo contrario que pregona su partido. Y nada de que gobierne el partido más votado, como le pidió el presidente del Círculo, porque "no tiene ninguna intención de permitir, con la abstención del PSOE, un gobierno del PP, y ve ciencia-ficción que el PP lo haga con el PSOE" (libertaddigital.com, de 31/05/2016). Sánchez sale a ganar las elecciones y marca de antemano el terreno de los juegos de pactos, y fija seis líneas rojas o "principios irrenunciables" para cualquier entente con las dos fuerzas del cambio, entre las que incluye el no al referéndum en Cataluña. (elconfidencial.com, de 26/05/2016), una cuestión clave para Ferraz, ante la que desea que Iglesias se retrate.
            Albert Rivera (Ciudadanos) se propone pactar para "evitar populismos" y aboga por una unión entre los partidos que quieran reformar España" con el objetivo de hacer frente al auge del populismo. "Ojo con no renovarse, porque entonces viene el populismo", que en España encarna Podemos, según advirtió ante el Círculo de Economía, y que asimila a Donald Trump en Estados Unidos, a Marine Le Pen en Francia y a Alexis Tsipras en Grecia (elconfidencial.com, de 27/05/2016) y  cree que la incompatibilidad con los podemitas no es por su defensa de un referéndum en Cataluña, sino por su modelo económico. Para Rivera, si su partido es decisivo, "habrá gobierno" y aboga por reformar, pero no pisotear el marco constitucional" (elpais.com, de 30/05/2016) y pone como ejemplos las reformas de Tudor en Canadá, Renzi en Italia o Valls en Francia, y subraya su deseo de no pactar con el modelo económico chavista (elespañol.com, de 27/05/2016); pero Rivera también tiene una obsesión con  Rajoy y dice que no aceptará que "nadie ponga su silla" como condición. "Que nadie piense más en su silla que en su país. A ver si el cambio en España va a depender de la silla de un presidente o de un vicepresidente", afirma rotundo (publico.es, de 27/05/2016). "Es imposible enfadarse con Rajoy, pero me saca un poco de mis casillas", decía ayer en un programa televisivo con niños, "porque yo soy de acción y un poco hiperactivo y a él le cuesta un poco más" (el mundo.es/españa, de 02/05/2016).
            Ningún líder es más que otro ante el electorado para decirle al resto quién debe ser el suyo en un momento en que el 26-J "va a determinar de manera clara cuál va a ser el rumbo que tome nuestro país para las próximas generaciones", afirmaba Pedro Sánchez al presentar sus seis líneas rojas (elconfidencial.com, de 26/05/2016).  Rajoy insiste en la gran coalición, incluso si sumara la mayoría absoluta con Rivera y ofrecerá un pacto como lo hizo el 20-D, con el PSOE incluido. En la porra de algunos ministros del Gobierno, le dan al PP 135 escaños, 85 a Podemos, 80 al PSOE y 35 a Ciudadanos (politica.elpais.com, de 02/06/2016). Algunos no aprenden de nuestro entorno político y hasta que no llegue el sorpasso no se acordarán de sus yerros, entre los que no debe haber "líneas rojas" ni "vetos" a nadie, dado el futuro que no puede esperar. (Íbid.) Y antes está la tierra que el cielo, que el electorado no les ha prometido. Y como decía Vargas Llosa, "sería una tragedia que hubiera un retorno a las viejas ideas del caudillismo", en referencia a Podemos (infolibre.es, de 14/12/2014).