Entendemos por islamofobia un sentimiento de hostilidad
hacia el islam y, por extensión, hacia los musulmanes y, como tal, los actos
ofensivos hacia la religión islámica y, en Occidente, la actitud xenófoba hacia
los musulmanes en general y, en particular, hacia los ciudadanos de origen
árabe o magrebí. Los atentados terroristas ocurridos en diversos países
occidentales, especialmente desde el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, --en
que cuatro atentados sucesivos cometidos
por 19 miembros de la red yihadista de Al Qaeda ocasionaron 3.016 muertos y más
de 6.000 heridos, además de en Nueva York, en Arlington (Virginia), y Shanksville
(Pensilvania)-- ha incrementado la islamofobia, como sucedió en España tras los
atentados del 11-M de 2004 en Madrid, en el que fallecieron 192 personas y más
de 2.000 resultaron heridas, y, más recientemente, tras los atentados de la
pasada semana en Barcelona: "la islamofobia llega a las redes y a la calle
tras los atentados" (véase htpps://elpais.com,
de 23/08/2017) Ya en 2004, la oenegé SOS Racismo alertaba en su informe anual
del citado año que "nunca, como en 2003, había observado manifestaciones
tan graves de este fenómeno" y prevenía ante las actitudes racistas y
xenófobas y de la aparición de numerosos casos de islamofobia (véase www. elmundo.es, de 22/04/2004). El
empleo del neologismo ha sido criticado por algunos intelectuales, al
considerar que se confunde la crítica al islam con la discriminación a los
musulmanes. Así, el Manifiesto de los 12,
de marzo de 2006, encabezado por la firma de Salman Rusdhie, rechazaba renunciar al espíritu crítico por miedo a
ser acusados de "islamofobia", un
concepto desafortunado que confunde la crítica al islam como religión
con la estigmatización de sus creyentes, decía. Como se recordará, Salman Rusdhie fue condenado a muerte
por el líder religioso iraní, el ayatolá Jomeini
en 1989, al acusar de "blasfemo contra el islam" su libro "Versos satánicos". Los firmantes
rechazaban el relativismo cultural, que consiste en "aceptar que los
hombres y mujeres de cultura musulmana sean privados del derecho a la igualdad,
a la libertad y a la laicidad en nombre del respeto de las culturas y
tradiciones". (Véase htpps://elpais.com,
de 02/03/2006). Amnistía Internacional se ha pronunciado contra la islamofobia
en relación con la indumentaria islámica, al considerar que "todas las
personas tienen derecho a decidir si usar o no indumentaria o símbolos
religiosos, y que deben tomar esa decisión sin sufrir discriminación, violencia
o discriminación" (véase Amnistía Internacional, de 22/04/2010).
Por contra, la cristianofobia
es un sentimiento de hostilidad hacia el cristianismo y, por extensión, hacia
los cristianos y la práctica del cristianismo, que ha conducido a la comisión
de numerosos crímenes y actitudes discriminatorias contra ellos.. Sin
extendernos a citar los países en que los cristianos sufren persecución por
exhibir signos cristianos, principalmente en los de mayoría islámica, y ataques
a sus símbolos, a raíz de los recientes atentados de Barcelona, la Plataforma MásLibres.org. ha exigido a la alcaldesa
de la ciudad, Ada Colau, que
defienda a todos los ciudadanos, sean de la religión que sean. En un escrito
hecho público hace unos días y que circula por las redes sociales, más de
39.100 ciudadanos han denunciado que la alcaldesa se gasta 100.000 euros de
dinero público en un "Observatorio contra la Islamofobia" con el fin
de prevenir insultos, agresiones y ataques a los musulmanes, pero discrimina a
los musulmanes y al resto de confesiones, olvidándose de la cristianofobia que
asesina en toda Europa, y de los insultos y afrentas proferidos, durante años,
contra los cristianos por el equipo de gobierno municipal. La plataforma pide a
la alcaldesa que defienda también a los cristianos del acoso, pida perdón por
sus insultos y prevenga de igual forma el odio contra el resto de confesiones
religiosas. La cristianofobia, asegura la plataforma en su comunicado, "en
buena parte por culpa de lo que hace la propia Colau, su partido y su gobierno municipal. La máxima preocupación
de la alcaldesa de Barcelona es que el terrorismo islamista no arruine su
modelo de interculturalidad y, para lograrlo, la misma que no ha dejado de
insultar y promover la humillación de los cristianos, cada vez que ha tenido
ocasión, está dispuesta a castigar los insultos a los musulmanes con
multas". Para la portavoz de la plataforma, en los objetivos de la
alcaldesa no están los de defender las manifestaciones de odio contra los
cristianos porque, ofenderlos, seguirá saliendo gratis en Barcelona, mientras
los casos de islamofobia, por pequeños que sean, serán perseguidos por el
ayuntamiento" (véase https://www.actual.com/laicismo,
de 23/08/2017). ¿Y qué haría ella en la misa por la paz celebrada en la Sagrada
Familia en memoria de las víctimas de los atentados --que los terroristas pretendían derribar--,
en lugar de preocuparse de los pisos narcos del barrio del Raval, cuya situación está expulsando de sus
casas a los vecinos de Ciutat Vella (véase htpps://www.lavanguardia.com,
de 16/08/2017). ¡Ah, claro es la alcaldesa que antes se preocupaba de los
desahuciados de las cajas y los bancos y ahora ni se ocupa ni preocupa de los
desahuciados de sus viviendas en su propia ciudad por los narcos....!
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