domingo, 21 de febrero de 2021

ALONSO GUERRERO, PROFESOR Y ESCRITOR



    Alonso Guerrero Pérez (Mérida, 12/11/1962), profesor de Lengua Castellana y Literatura Española de Enseñanzas Medias, ha cultivado, además de la ficción, el ensayo, la crítica literaria y el periodismo de opinión. Se define a sí mismo como “profesor, novelista y cuentista”.[1] Hijo de Juan Francisco Guerrero (ya fallecido) y María de los Dolores Pérez Díaz, se crio y educó en Almendralejo.

Cursó la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Extremadura (Uex) en Cáceres, donde “le gustaba disfrutar de la marcha nocturna de la ciudad. Se apuntaba a todas las juergas y no tenía hora para volver a casa. Con el tiempo se volvió mucho más serio, reservado y hogareño”. [2] Profesor de Enseñanza Secundaria, ha ejercido su profesión docente en los institutos “Ramiro de Maeztu” de Madrid, Guadalajara, Alcalá de Henares, en su primer IES de nuevo de Madrid, en el “Beatriz Galindo” de la capital y en Badajoz, en el IES “Maestro Domingo Cáceres”.

Su carrera literaria se inició en 1982, a los 20 años, cuando estudiaba Letras en Cáceres, al ganar el Premio Felipe Trigo de narraciones cortas de Villanueva de la Serena con su obra Tricotomía (Universitas Editorial, Badajoz, 1983), que el catedrático de la Uex José Luis Bernal  califica como “el feliz maridaje de la ocurrencia creadora y de la técnica obsesiva”. [3] En 1987 obtiene el Premio Navarra de novela con Los años imaginarios, sobre la que el Dr. Fernández Sosa afirma que “su obra está escrita al margen de las corrientes narrativas de los últimos decenios de la historia de la literatura española: por su novedad, por su riesgo artístico y por una decidida apuesta personal del autor por el individualismo estético”. [4]

Además de Los Ladrones de libros (Departamento de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz, 1991), en 1998 publica dos novelas: El hombre abreviado (Colección La Gaveta, de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura) y El durmiente (Del Oeste Ediciones, Badajoz, 1998). A ellas siguieron: Fin del milenio en Madrid (trece narraciones, Editorial La Luna Libros, 1999), De la indigencia a la literatura (Del Oeste Ediciones, Madrid, 2004). El mismo año aparece El edén de los autómatas (Plaza y Janés, Barcelona, 2004), para el profesor Bernal “su mejor novela”, que “plantea con originalidad narrativa y rigor estilístico de altura un debate, una reflexión actualísima, y dignifica la actitud del intelectual-escritor en ese nuevo fin de siglo desconcertante y terrorífico”. [5] En 2004 publica su libro de ensayo “La muerte y su antídoto” (De la Luna Libros, Mérida) que, para Virginia López-Ballesteros, “es una reflexión sobre el oficio de escribir”. [6]Doce semanas del siglo XX” (De la Luna Libros, 2007) sigue, durante un breve trayecto, los pasos silenciosos de un hombre ávido de respuestas que ha de conformarse con las opiniones de los periódicos. “Un palco sobre la nada” (De la Luna Libros, 2012) es una novela de ciencia ficción “cuyos protagonistas se mueven entre Madrid y el planeta Marte (siete días de viaje) en los albores del siglo XXIII, en los que el mundo se mueve por parámetros bien distintos de los actuales, aunque no por ellos menos deprimentes”, apunta el crítico y profesor Manuel Pecellín, mientras que para el filólogo Simón Viola [7] “es una narración que arranca de la afirmación de Flaubert de que el futuro es un túnel largo y oscuro al final del cual hay una puerta bien cerrada”. [8]Un día sin comienzo” (De la Luna Libros, 2014) aborda los atentados del 11-M en Madrid en busca de las personas, una crónica “minuto a minuto desde las 7 de la mañana hasta las 7:37…, explicando la visión del mundo de cada uno de ellos. El azar es lo que hace de todos esos personajes un personaje colectivo”, según el propio autor. [9]El mundo sumergido” (De la Luna Libros, 2016) contesta a una cuestión que todo el mundo se ha planteado: por qué cuanto más nos elevamos hacia el absoluto, más caemos en el ridículo…


Finalmente, en “El amor de Penny Robinson” (Berenice, 2018), el autor la subtitula “Querían saberlo todo de él porque querían saber todo de ella”. La novela narra la transformación de un hombre con una vida sin sobresaltos en un personaje mediático por el hecho de haber estado casado con la que iba a convertirse en Reina de España. La prensa del corazón le persigue para arrancarle los pedazos no solo de lo que pueda contar, sino de lo que es. La novela es una ficción que pudo convertirse en realidad, pero también una realidad que necesita la ficción para ser creíble. La novela apenas alude a la situación personal del autor; se alude en la última frase de la obra. “La fama estuvo bien durante la primera semana, pero han pasado más de dos. No puedo salir de casa. No me dejan trabajar en paz. Mi padre me llama por teléfono para preguntarme por qué he dejado de hablarle. Todo esto me ha superado…” [10]

Alonso Guerrero se casó con la entonces periodista, hoy Su Majestad la Reina de España,  Letizia Ortiz, en Almendralejo el 7 de agosto de 1998, en una ceremonia civil celebrada en el ayuntamiento por el alcalde del PP y amigo del novio, Manuel Jesús Morán. Se separaron en 1999. Posteriormente, se casó con María del Carmen Astero Martín, profesora de Matemáticas en un instituto de Alcalá de Henares, que acabó en ruptura. En 2019 se casó en Granja de Torrehermosa con su primera novia de juventud, María Dolores Corrales Murillo, jefa de Estudios del IES de Badajoz “Maestro Domingo Cáceres”, anteriormente casada con Javier Luna, actual secretario general de Empleo de la Junta de Extremadura. Sea como fuere, el profesor y escritor ha preferido siempre guardar el secreto de su vida íntima. “No voy a hablar ni ahora ni más adelante de mi vida personal. Solo espero que todo esto no interfiera en el futuro de mi obra ni de mi imagen como escritor”, declaraba refiriéndose a su primer matrimonio. [11] En 1999, El Cultural de El Mundo realizó una encuesta entre críticos literarios. Cuando le preguntaron al profesor Ricardo Senabre qué autor consideraba que no estaba suficientemente valorado, respondió: “Alonso Guerrero.” [12] “Profesor anónimo, persona leal y silente… se ha mantenido durante estos años. Cuánto ha vivido Alonso y cuán valioso es su silencio.” [13]

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[1] Vid.: Ortiz, Ana María: El ex-critor de Letizia, en Crónica, un suplemento de El Mundo, núm. 421, de 09/11/2003.

 [2] Vid.: Armesto, Silvia: Nueve cosas que no sabes de Alonso Guerrero, en El Economista, de 02/03/2018.

 [3] Vid.: Bernal, José Luis: Alonso Guerrero Pérez, una obsesión por la palabra, en revista Alcántara, revista del Seminario de Estudios Cacereños, abril de 1985, págs. 75-78.

 [4] Vid.: Fernández Sosa, Diego: Lenguaje y construcción narrativa en Alonso Guerrero: Los años imaginarios y Los ladrones de libros, en Revista de Estudios Extremeños, 2014, número III, págs. 1411-1432.

 [5] Vid. Bernal, José Luis: El edén de los autómatas, en revista Alcántara, número 64, julio de 2006, pág. 149.

 [6] Vid.: López-Ballesteros, Virginia: Alonso Guerrero, en www.vlopez-ballesteros.com.

 [7] Pecellín, Manuel: Victoria sobre la muerte, en su blog Libre con libros, en el diario Hoy de 07/10/2012.

 [8] Vid.: Viola, Simón: Un palco sobre la nada, en su blog, de 28/09/2012.

 [9] Vid.: De Pablos, Luis Miguel: El azar estuvo en la tragedia del 11-M y está en el día al día de nuestras vidas, en El Norte de Castilla, de 22/11/2014.

 [10] Vid.: Carmona, Jesús: El `Yo soy una víctima del exmarido de Letizia´ en 15 frases de su novela, en El Español, de 15/03/2018.

 [11] Vid. Ob. cit. de Crónica  El Mundo.

 [12] Vid.: Ob. cit.

 [13] Vid.: Ob. cit.


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