domingo, 27 de febrero de 2022

ANTONIO CONCHA, UN PLACENTINO BENEFACTOR DE NAVALMORAL



    Antonio Concha y Cano (Plasencia, 1803: Navalmoral de la Mata, 1882) era hijo de Leoncio Concha, natural de Guadalupe, y María Antonia Cano, natural de Cañaveral. Sus padres le matricularon en el seminario de su ciudad natal, del que escapó en 1820 para unirse a los componentes de la Milicia Nacional.

    De ideología liberal, primero de la corriente progresista, sobre todo tras el Trienio Liberal, de 1820 a 1823, fecha en la que abandona el seminario de Plasencia, y republicano más tarde, en la línea de Nicolás Salmerón, Antonio Concha se establece en Cáceres dedicándose a la política y diversas actividades empresariales. Funda la Agencia General de Negocios y, poco después, con su socio Bernardino Gallardo, explotó la mina de fosforita “Esmeralda” de Cáceres (Aldea Moret), que arrendarían a Segismundo Moret.

    El 04/10/1854, en pleno Bienio Progresista, se celebran elecciones generales y Concha y Cano sale elegido diputado a Cortes por el distrito de Navalmoral y apoya el proyecto laicista propuesto en la nonata Constitución de 1856.

  Cuatro años después, en el proceso desamortizador del ministro Madoz, adquiere numerosas propiedades de bienes comunales y de propios en la provincia cacereña, algo que su biógrafo Domingo Quijada, cronista de Navalmoral, profesor de Geografía e Historia, fallecido en 2020, no llega a comprender, porque sus grandes benefactores fueron la nobleza y los grandes especuladores, testaferros y empresarios, “a no ser que lo hiciera pensando en su preconcebida Fundación”. [1] Entre ellas, dice el cronista, compró las más conocidas dehesas, Casasola y Torviscoso, en Peraleda de la Mata (que más tarde legaría para que se pudiera financiar su obra magna: las Escuelas y Biblioteca Concha); y Casasolilla, en Navalmoral, que donaría a su ahijada Consuelo Miguel.

    De 1850 a 1852 fue concejal de Cáceres y, con 70 años, fue el primer alcalde republicano de la ciudad, de abril a agosto de 1873. [2]

    Tras su etapa cacereña, y una vez que adquiere las fincas mencionadas, en 1873 se establece en Navalmoral hasta su muerte en una mansión que edificó en la calle Talavera.

    Soltero y sin hijos, dotado de grandes ideales y tal vez para redimir su comportamiento en la Desamortización, dona en su testamento los bienes ya citados (las dehesas de Casasola y Torviscoso) para erigir las Escuelas (1885) y la Biblioteca Concha (1898), de cuyo patronazgo se encargaron los hermanos González Serrano, sus descendientes, Santiago Angulo, María Florenciano y otros.

    El Ayuntamiento de Navalmoral, en sesión celebrada el 25 de enero de 1885, tras la inauguración de la Fundación, le nombró Hijo Adoptivo de la villa; se le dedicó la calle Talavera, que conserva su nombre y, además, acordó dedicarle una estatua.  El primer acuerdo, recuerda su biógrafo, no se llevó a cabo hasta el 31 de mayo de 1906 y el segundo no se ejecutó hasta 1950.

    El 5 de abril de 1900, por Real Decreto del Ministerio de la Gobernación la Fundación Concha es declarada “Fundación de Beneficencia Particular”. En ella se utilizaba el método Froëbel, el que se usaba en la Institución Libre de Enseñanza, “basado en el ejercicio libre y gradual de todas las actividades tomando como base las facultades del niño”, que supuso un gran avance para aquellos años.

    Antonio Concha y Cano falleció el 21 de octubre de 1882. Fue inhumado en el cementerio viejo de Navalmoral y sus restos fueron trasladados después al actual camposanto.

    La Fundación Concha, creada en el año 1883, surge de los deseos de su fundador quien sintió una especial inquietud por todo lo relacionado con la educación y los modelos avanzados de formación de su época. Consciente de ello, instituyó una fundación que se encargara de crear una escuela de párvulos y una biblioteca pública en Navalmoral de la Mata, mediante testamento otorgado en 1882.

    Tras muchos años y vicisitudes de todo tipo, la Fundación se adaptó a los nuevos tiempos, y con los fondos bibliográficos de su fundador y con los pertenecientes a otros patronos que continuaron su labor, se creó una biblioteca en 1885 destinada a satisfacer las necesidades de la población adulta de la localidad, labor que continúa en la actualidad, con un fondo de más de 4.000 volúmenes, prestando sus servicios a un numeroso sector de la población infantil.

    Además de los objetivos educativos y culturales que marcaron su existencia, en la actualidad se añaden otros como la conservación y divulgación del patrimonio histórico-artístico de Navalmoral y todo el Campo Arañuelo. Con este fin, el 5 de julio de 2005 se inauguró el Museo Arqueológico en la tercera planta de su sede principal, con salas dedicadas a la Prehistoria y las civilizaciones romana y árabe. [3]

    Entre los patronos de la Fundación, hay que destacar a Santiago de Angulo (Madrid, 1823), diputado a Cortes, senador y alcalde de Madrid en 1894 y ministro de Hacienda (1871-1872); José Giral Pereira (Santiago de Cuba, 1879) político, catedrático y químico farmacéutico, diputado a Cortes en 1931, ministro de Marina y presidente del Consejo de Ministros durante la II República y presidente de la República en el exilio; Vicente González Serrano (Navalmoral, 1855), abogado y alcalde de Navalmoral; y Lorenzo Gallardo González (Navalmoral, 1880), teniente fiscal de la Audiencia Territorial de Madrid y fiscal general de la República (1932-1934). [4]

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[1] Vid.: Quijada González, Domingo: El gran benefactor de Navalmoral de la Mata, en la web de la Real Asociación de Cronistas Oficiales, núm. 8, de marzo de 2018.

[2] Vid.: Lorenzo, Sergio: La honra de la marquesa cacereña y un bienhechor de Extremadura, en el diario Hoy, de 15/07/2019.

[3i] Vid.: Web de la Fundación Cultural Concha (https://www.fundacionconcha.com/ap/fundacion/fundacion.html).

 [4] Vid.: ob. cit.


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