Bajo
este sugestivo título, el cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, en colaboración con otros autores, ha editado esta guía oficial
turística de la ciudad [1]
en español e inglés, en la que destaca los principales monumentos de la ciudad,
sus fiestas, la ciudad como escenario cinematográfico y el patrimonio natural.
El
siglo XVI será definitivo para la historia de Trujillo por su importante
participación en el descubrimiento, conquista y civilización de América. La
población supera sus antiguos límites y se expande fuera de la muralla. El
desarrollo demográfico trujillano, cuya población es de 1.730 vecinos en 1580,
y el enriquecimiento de ciertos sectores como consecuencia de la empresa
americana, son las circunstancias que impulsan ahora el desarrollo
arquitectónico-urbanístico de Trujillo, que poblará la ciudad de nuevas
construcciones nobiliarias.
En
torno a la Plaza Mayor se localizan
los ejemplos más importantes de la arquitectura nobiliaria de la ciudad, cuya
estructuración definitiva tuvo lugar en el siglo XVI. La estatua ecuestre de Francisco Pizarro, obra del escultor
norteamericano Charles Rumsey, nos invita a iniciar el recorrido turístico.
Frente a este símbolo en bronce se alza el palacio
del Marqués de la Conquista, construido por Hernando Pizarro, hermano del
conquistador, de estilo plateresco. Del conjunto sobresale el magnífico balcón
esquinado con blasones. Al otro extremo del palacio está la iglesia de san Martín, que conserva en
su interior un órgano barroco fabricado entre los años 1759 y 1762. Frente a la
iglesia se alza el palacio Ducal de san
Carlos sobre la primitiva casa solariega de la alianza entre los linajes
Vargas y Carvajal, a cuyo entronque familiar se concede en el siglo XV. El rollo extramuros del siglo XV, símbolo
de la jurisdicción propia de la ciudad, donde exponían los reos a la vergüenza
pública o se colgaban las cabezas de los ajusticiados, hasta el castillo que
culmina la colina, pasando por las casas solariegas y bellos palacios como el
del Marquesado de Piedras Albas,
obra renacentista del siglo XVI. En el portal alto de la plaza, y junto a otras
casas nobles, sobresale la mansión de
los Chaves Orellana, obra del siglo XV, de planta cuadrada, también llamada
Casa de la Cadena. El palacio de los
Chaves Cárdenas, conocido como “Casa del Peso Real (siglo XVI), situado en
el frente oeste de la plaza ha sufrido diferentes reformas, de forma que la
portada es uno de los pocos testimonios de su origen. El Cañón de la Cárcel, sobre el cual el Concejo erigió unas
notables Casas Consistoriales durante el siglo XVI. Junto a ellas estaban el
Archivo de Escribanos y la Cárcel, construida en 1549. En la década de los
cuarenta del siglo XVI se edificó el Ayuntamiento viejo (1551).
En
el Palacio de Juan Pizarro Orellana,
obra de los arquitectos Alonso y Francisco Becerra, construido en la segunda
mitad del siglo XVI, a iniciativa del que fuera primer corregidor de la ciudad de
Cuzco, Juan Pizarro Orellana, descansó Miguel de Cervantes en 1582 de regreso
de Portugal.
Continuando
el adarve, la ronda de murallas musulmanas que bordean la “ciudad antigua”,
conforman un recinto rectangular de mampostería y sillería jalonado por
diecisiete torres dispuestas a intervalos irregulares. Siguiendo la línea de la
muralla hacia el oeste y aunque separada de aquella por un pequeño escarpe del
terreno, se encuentra la casa de los
Altamirano, conocida como el “Alcazarejo”. La cerca dispuso de siete
puertas, de las cuales se conservan las de Coria, del Triunfo, de la Vera Cruz,
Santiago, San Andrés y la de las Palomitas, restaurada en 1988. Continuando la
visita a la villa, nos encontramos con la casa
de los Rol, Zárate y Zúñiga. En la misma calle se localiza la casa de los Chaves-Calderón, de la que
es preciso destacar la portada y el balcón de esquina, de la segunda mitad del
XVI, obra de Francisco Becerra, el constructor de las catedrales de Puebla de
los Ángeles, Lima y Cuzco. Al lado está la casa
natal de Francisco de Orellana, descubridor
del río Amazonas.
La iglesia parroquial de Santa María
la Mayor se encuentra en la plazuela de Santa María, donde
puede verse un busto de Francisco de Orellana. Constituye el edificio
parroquial más importante de Trujillo. Su construcción se inició tras la reconquista
y finalizó en el XVIII. En el templo están inhumados los principales
conquistadores, hidalgos y nobles de Trujillo, destacando el sepulcro de Diego García
de Paredes. En la iglesia se celebraron
los funerales por el rey Juan II, que congregó a los más importantes personajes
de la realeza en Trujillo, junto a los Reyes Católicos. Próximo a este templo se encuentra el convento de San Francisco el Real o de la
Coria, nombre recibido por su proximidad a la puerta medieval de la muralla
que conduce a la población cacereña de Coria. En la actualidad es sede de la
Fundación cultural Xavier de Salas, dedicada al estudio y difusión de las
relaciones históricas entre Extremadura y América.
En
la plaza de Santa María se localizan las más importantes casas solariegas. Este
es el caso del palacio renacentista de
los Pizarro Hinojosa después marquesado de Lorenzana. Este majestuoso palacio, destruido en gran parte por la
francesada de 1809, reconstruido en la actualidad como sede de la Academia de
Extremadura de las Letras y las Artes, respetando los restos arquitectónicos de
su fábrica original. Frente a este palacio nos encontramos con el palacio de Francisco Pizarro de Vargas,
donde nació Gonzalo Pizarro, padre de Francisco Pizarro. Desde la calleja que
parte del edificio de Gonzalo Pizarro, llegamos al castillo árabe, por empinadas calles empedradas, desde donde se
divisa una amplia panorámica del pueblo y sus alrededores. Bajando desde el
castillo en dirección a la Plaza Mayor, nos encontramos con la iglesia de Santiago, obra románica en
sus orígenes. Como antesala de la villa a la ciudad moderna, es necesario
referirse a una de las más impresionantes casas fuertes que formaban parte de
la fortificación de la ciudad antigua, el Alcázar
de Luis de Chaves, que defendía el acceso a la villa a través de la puerta
de Santiago. Bajando por la Cesta de la Sangre hacia la plaza, nos encontramos
con el Centro de Recepción de Visitantes “Los Descubridores”, mientras que si
bajamos por la calle Ballesteros, llegamos al palacio de los marqueses de Santa
Marta, construido en el siglo XVI. Para finalizar el recorrido y bajando por el
Cañón de la Cárcel, llegamos al convento que edificaron los mercedarios en el
siglo XVII, el convento de la Merced, en
el que vivió fray Gabriel Téllez, conocido en los ambientes literarios como
“Tirso de Molina”.
Son
muchas las fiestas celebradas en Trujillo a lo largo de la historia. La que ha
alcanzado mayor esplendor es la Semana Santa, declarada fiesta de interés
turístico regional en 2012. La Semana Santa culmina con el Domingo de Pascua de
Resurrección (conocida popularmente como Chíviri), declarada también fiesta de
interés turístico regional. En el mes de mayo se celebra la Feria Internacional
del Queso, considerado el Salón Monográfico más importante de España. La fiesta
de mayor tradición es el 15 de agosto, la Asunción de María. El 25 de enero de
1233, fecha de la reconquista de Trujillo, todo el pueblo aclamó a la Virgen
con el título de “la Victoria” por patrona. Fue la patrona de la ciudad hasta
que el 21 de abril de 1531 el concejo acordó construir en el castillo una
imagen de granito que representa a Nuestra Señora de la Victoria. Ambas fiestas
se unieron y, con el tiempo, fue perdiendo importancia la de la Asunción.
Finalmente, en noviembre se celebra la Feria Agroganadera de gran fama, desde
que, en 1471, Enrique IV concediera a Trujillo el Mercado Franco.
Trujillo ha sido también un plató de cine, gracias a su entorno y su patrimonio natural. Finalmente, la Guía subraya el rico y extenso patrimonio enmarcado en el centro de la región por las Villuercas, Los Llanos de Cáceres o las Vegas Altas del Guadiana.
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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio; García Ortiz, Manuel U (patrimonio natural); Roll Agudo, Rosa María (textos en inglés); Cortés Murillo, Alberto (fotografía y diseño) y Borrega Jiménez, Enrique (coordinación): Trujillo te espera…, guía turística de la ciudad. Edit. Excmo. Ayuntamiento de Trujillo, primera edición, 2020, 34 págs.
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