En
el prólogo al libro “Juan Muñoz Chaves,
la defensa del liberalismo o el `chavismo´” [1],
Esteban Cortijo Parralejo, catedrático de Filosofía, presidente del Centro
Mario Roso de Luna y del Ateneo de Cáceres (2000-2015), considera esta obra
como la primera biografía de este abogado y político extremeño, al que califica
de “alma liberal y religiosa”, y de quien asegura que, junto a Ibarrola y Roso de Luna, “tuvieron iniciativa suficiente para criticar,
publicar y fomentar distintas actividades y proyectos de corte liberal, como el
que trajo el ferrocarril a Cáceres y Lisboa desde Madrid y que tenían en Chaves y en el Partido Liberal un
puente reformador y progresista sólido con Madrid”. “El liberalismo se llamó
aquí chavismo y generó un gran
respaldo popular a este intelectual que siempre tendía la mano. Bajo su busto
de bronce en el Paseo de Cánovas de Cáceres, “el conjunto de la escultura
malherida”, se incorpora una figura femenina que representa la jurisprudencia y
que lleva en su mano una tabla con la inscripción latina “In legibus salus” (en
las leyes está la salud).
Los autores [2] afirman que el amplio conocimiento de la cultura fue el resultado de un largo contacto con los libros y las gentes de su tierra. Fue un elocuente orador. Su familia defendió el liberalismo en el ámbito local y regional. El chavismo es una forma de ser, sentir y pensar, que se desarrolló en un momento propicio en el que determinadas circunstancias de tiempo y de espacio hicieron posible el pleno desarrollo de ese movimiento liberal. En los intentos reformistas y de las libertades fue esencial la creación de la Real Audiencia de Extremadura, por la Real Pragmática de 30 de mayo de 1790 del rey Carlos IV, que supuso un gran impacto en la vida social y en el ámbito jurídico extremeño.
Juan
Muñoz Chaves
estudió Derecho en las universidades de Valladolid y Madrid, Se estableció como
abogado en Cáceres en 1877. Su tío Juan
Muñoz le colocó en el bufete, en una época en la que había sido alcalde de
la ciudad (1856 y 1874) y diputado a Cortes por Cáceres. Juan adquirió una casa cerca de la parroquia de Santiago en el
número 2 de la calle Moreras, en un edificio construido en 1731. Nada más
establecerse en Cáceres, Juan Muñoz
Chaves ingresó en el Ilustre Colegio de Abogados el 14 de noviembre de
1877. Juan intervino en sonados
pleitos y se enfrentó a los más notables juristas del momento gracia a su
temple y a su voz, que sonaba con metálica agudeza.
Realizaba continuos viajes a Madrid. En
1891 entabló amistad con Ramón María del
Valle-Inclán, un dramaturgo y poeta quien, tras una breve estancia en
Italia, se estableció en Madrid. Ambos frecuentaban los cafés de la Puerta del
Sol, lugares de tertulia habitual. En su tiempo libre, asistía a
representaciones del género chico. El 31 de julio de 1894 se incorporó al
Ilustre Colegio de Abogados de Badajoz y el 30 de noviembre de 1899, al de
Madrid. Fue decano del Colegio de Abogados; jefe de los liberales de la
provincia, siendo el principal exponente de un momento de la historia de
Extremadura en el que varios intelectuales y profesionales liberales se
volcaron en mejorar y el bienestar y hacer avanzar Extremadura.
Una de sus principales pretensiones fue la
llegada del ferrocarril a Cáceres para mejorar las comunicaciones y el
desarrollo del comercio. Y fue uno de sus logros junto a varios juristas de
Cáceres. El día 8 de octubre de 1881 llegaba a Cáceres, el rey Alfonso XII y el monarca portugués Luis I y su esposa María Pía. Juan Muñoz
asistió al banquete que había ofrecido la Diputación en el edificio del consistorio.
Cáceres conservará desde entonces como página gloriosa la visita de los Reyes
de España y Portugal. Fruto de esta visita del rey de España fue el título de
ciudad que se le concedió a Cáceres el 9 de febrero de 1882.
En 1899, un caluroso día del mes de julio,
varios amigos de Juan Muñoz, entre
los que se encontraban José Gómez
Martínez, Publio Hurtado, Juan Sanguino Michel y Joaquín Castel fundaron la Revista de Extremadura, que surgió en
una reunión mantenida por varios escritores en la rebotica de la farmacia de Castel, en la Plaza Mayor. Cáceres se
sumaba a un movimiento cultural importante que tenía sus raíces en Badajoz,
comenzando una actividad urbanística importante, con obras de ensanche, el
paseo de las afueras de san Antón, el parque de Cánovas y la llegada de la luz
eléctrica en 1896. Ese año, Muñoz Chaves
tenía 41 de edad. Las elecciones generales del 5 de abril de 1896 fueron
convocadas en la minoría de edad de Alfonso
XIII, según la Constitución de 1876, vigente hasta 1931. Juan Muñoz Chaves fue nombrado diputado
a Cortes en 1905 por el distrito de Cáceres. En 1907 fue diputado a Cortes por
el distrito de Hoyos; en 1907 lo fue por Badajoz.
Muñoz
Chaves
destacó mucho en Madrid, en sus debates políticos y defendiendo sus ideas y
proyectos en las comisiones frente a figuras de la talla del político y
académico Francisco Silvela, el
presidente del Consejo de Ministros Antonio
Maura o el político y abogado Nicolás
Salmerón. También fue presidente de la Diputación de Cáceres y la Cámara
Agrícola e intervino en la Asamblea Nacional de Agricultura, donde se opuso al
conflicto planteado por agricultores catalanes y defendió los intereses de
productores y obreros corcho-taponeros. Fueron memorables sus discursos. Así lo
recogían los periódicos de la época cuando en 1906 fue nombrado presidente de
la Cámara Agrícola.
Durante un tiempo vivió en Madrid, donde
se estableció en 1909. En noviembre de ese año, fue nombrado director general
de Administración Local por Segismundo
Moret, presidente del Consejo de Ministros, amigo personal suyo, a quien
posiblemente habría conocido en sus continuas visitas a Cáceres con motivo de
la explotación de las minas de fosforita, o la llegada de la línea férrea
Madrid-Lisboa. Posteriormente, Muñoz
Chaves fue senador por las provincias de Granada (1910-1911) y Cáceres
(1914-1917) y presidente del Partido Liberal en Cáceres. Fue varias veces
decano del Ilustre Colegio de Abogados de Cáceres. Aunque no se encontraba en
Cáceres en 1911, utilizó sus influencias para apoyar la instalación de una
guarnición militar permanente en Cáceres. En 1912, procedente de Badajoz, llegó
el batallón de Gravelinas, que se instaló en la capital hasta 1913.
Muñoz
Chaves
falleció en Cáceres el 23 de marzo de 1917, a los 61 años, tras un pleito
contra Melquíades Álvarez en la
Audiencia Territorial de Extremadura. Tras su fallecimiento, el 8 de mayo de
1919 se inauguró el monumento (un busto de bronce sobre pedestal de piedra),
obra de Mateo Inurria, colocándose
en una isleta ajardinada en el lugar donde se encuentra la Fuente Luminosa, que
se cambió al actual emplazamiento al inaugurarse aquella en 1965.
---------------------------------------------------------
[1] Vid.: Ramos
Rubio, José Antonio y Pérez Mena, José Luis: Juan Muñoz Chaves. La defensa del
liberalismo o el `chavismo´. Reflexiones liberales III”, TAU Editores,
segunda edición ampliada, Cáceres, 2022, 213 págs.
[2] José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de Extremadura y de la Historia, y José Luis Pérez Mena, abogado y jurista, son dos investigadores extremeños que forman un equipo de trabajo desde hace cuatro años en los que han publicado libros sobre Muñoz Torrero, José María Calatrava y Hoyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.