miércoles, 30 de abril de 2025

LOS DESTERRADOS DE GRANADILLA, HIJOS ADOPTIVOS DE PLASENCIA EN 2005


    El Pleno del Ayuntamiento de Plasencia celebrado el 2 de septiembre de 2005, bajo la presidencia de su titular, Elia María Blanco, acordó declarar hijos adoptivos de la ciudad de Plasencia a todos los hijos de Granadilla y publicar la concesión de dicha distinción en el Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres (BOP) e inscribir la misma en el Libro de Oro de la Ciudad de Plasencia.

    Según el expediente que obra en el Archivo Histórico Municipal de Plasencia, el 11 de enero de 2005 la alcaldesa firmó un documento, en el que recuerda la expropiación de la villa y sus tierras por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el abandono de los vecinos de su pueblo antes de noviembre de 1964 y la desaparición del municipio en 1965. “Llega el momento de reconocer a todas las personas que tuvieron que abandonar el pueblo; el sacrificio personal, económico y social que tuvieron que realizar, por lo que esta Alcaldía quiere proponer la declaración de hijos adoptivos a todos aquellos que abandonaron la villa de Granadilla a consecuencia de la expropiación realizada, de los cuales no pocos recalaron en Plasencia.”

    El 22 de abril, la Comisión de Cultura, Patrimonio y Turismo aprueba por unanimidad el dictamen del inicio del expediente, en el que se nombra como instructora del mismo a la concejala de Turismo, Raquel Puertas. El 22 de agosto, la instructora del expediente firma un “Informe justificativo de la Declaración de Hijos Adoptivos de Plasencia a los hijos de Granadilla”, en el que recuerda los precedentes de la construcción del embalse de “Gabriel y Galán”, la expropiación y el obligado abandono de sus antiguas propiedades expropiadas. “La declaración de hijos adoptivos busca reparar una situación profundamente injusta, padecida por quienes se vieron privados de sus propiedades, casas y tierras con la construcción del pantano y al ser nuestra ciudad uno de los destinos de acogida.” El 23 de agosto, la instructora eleva a la Junta de Gobierno la propuesta, que el día 29 del mismo mes es aprobada por la Comisión de Cultura, Patrimonio y Turismo, el 31 por la Junta de Gobierno y el 2 de septiembre por el Pleno. Finalmente, el día 13 aparece en el BOP el anuncio de la declaración.

    El 17 de septiembre de 2005 tuvo lugar en el Teatro Alkázar el acto de entrega de los diplomas acreditativos de su condición de hijos adoptivos de Plasencia a 148 representantes de la última generación nacida en Granadilla, así como del escudo de la ciudad. El acto estuvo presidido por la alcaldesa, a quien acompañaron en la presidencia el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro; la consejera de Presidencia de la Junta de Extremadura, Casilda Gutiérrez Pérez, que ostentaba la representación del presidente de la Junta, Rodríguez Ibarra, y la instructora del expediente.

    Los 148 hijos adoptivos

    La relación de los 148 hijos adoptivos de Plasencia es la siguiente:

Los hijos de Granadilla en la foto de familia al finalizar el acto

    Alcalá Rubio, Emérito; Argimiro Jiménez, Francisco; Arias Esteban, Adoración; Benjamín Mordillo, Felipe; Bermejo Pavón, Concepción; Bermejo Sánchez, Consolación; Bermejo Sánchez, Petra; Calvo Azabal, Pura; Carrero Carrero, Florencia; Carrero Jiménez, Basilia; Carrero Jiménez, Domiciana; Carrero Jiménez, Florenciana; Carrero Muñoz, Aurora; Carrero Muñoz, Cándida; Carrero Rodríguez, Gregoria; Carrero Sánchez, Daniel; Carretero Muñoz, Elisa; Carretero Muñoz, Everilda; Carril Jiménez, Facunda; Carrril Jiménez, Justa; Carril Jiménez, Nieves; Clemente Floriano, Raimunda; Clemente Floriano, María Cruz; De la Flor Garzón, Julia; De la Flor Garzón, Victoria; De Luis Rodríguez, Vicente; Domínguez González Paulino; Domínguez González, Ricardo; Domínguez Jiménez, María Antonia; Domínguez Puertas, José María; Domínguez, Julia; Esteban Pérez, Adriana; Esteban Pérez, María Pilar; García García, María del Carmen; García González, María Nieves; García González, Rosa; Garzón Cáceres, Benjamín; Garzón Clemente, Juan Miguel;  Garzón Clemente, Pablo; Gil Montecino, Francisca; Gómez Carrero, Felipe; Gómez García, Eloy; Gómez Morido, Pedro; González García, Godofredo; González Martín, Agapito; González Montecino, Ascensión; González Montecino, Justa.

    González Montecino, Matea; González Montecino, Teresa; González Montesinos, Everilda; González Pacho, Moisés; González Peralejo, Teodoro; González Rodríguez, Ignacio; González Rodríguez, Teodoro; González, Constantina; Hernández López, Rosario; Hernández López, Gumersinda; Hernández López, Sofía; Hernández Muñoz, Arcadia; Hernández Muñoz, José Luis; Hernández Muñoz, María; Hernández Muñoz, María Milagros; Iglesias Hernández, Inocencia; Iglesias Santibáñez, José; Iglesias Santibáñez, Sebastián; Jiménez Mordillo, María Jesús; Jiménez Carrero, Enrique; Jiménez Carrero, Florencio; Jiménez Carrero, Julio; Jiménez Carrero, María Herminia; Jiménez García, Benito; Jiménez González, Fulgencio; Jiménez Guerrero, Rufino; Jiménez Hernández, Victoria; Jiménez Iglesias, Fidel; Jiménez Iglesias, Germán; Jiménez Iglesias, Milagros; Jiménez López, Germán; Jiménez Mordillo, Aurora; Jiménez Mordillo, Jesús; Jiménez Mordillo, Maximino; Jiménez Paule, Macario; Jiménez Rodríguez, Demetrio; Jiménez Rodríguez, Eugenio; Jiménez, Joseph Antoine; Jiménez , María Purificación; Jiménez, Purificación; Jiménez, Sidonie; López  Castaño, Benedicta; López Castaño, Constantino; López Castaño, Hermanos; López Castaño, Lino; López Gómez, Florentino; López González, Florentino.

    López González, Eulogio; López González, Felícitas; López González, Melchora; López Jimeno, Avelino; López Jimeno, Ubaldo; López Mateos, Benita; López Mateos, Valentina; López Palomero, María del Sol; Manzano Caletrio, María José; Manzano Garzón, Ana María; María Carrero, María Rosario; María Gómez, Ciriaco; Martín Carril, Ángela; Martín Carril, Gaudencia; Martín Carril, Hortensia; Martín Esteban, María Jesús; Martín González, Hortensia; Matas González, María Teresa; Montecino Jiménez, Adela; Montecino Jiménez, Julia; Montecino Jiménez, María Asunción; Montecino Jiménez, Victoria; Montes Sampedro, Marcelina; Montes Sampedro, Marisa; Montes Sampedro, Pelayo; Montes Sampedro, Teresa; Mordillo Mordillo, Benjamín; Mordilllo Mordillo, Isabel; Moreno Bermejo, Herminia; Muñoz Fernández, Ramona; Palomero Rodríguez, Prudencio; Paniagua Jiménez, Constantino; Pinero Palomero, Julián; Pinero Sánchez, Dionisia; Pinero Sánchez, Ángel; Pinero Sánchez, Félix; Pinero Sánchez, Francisco; Rodríguez Garzón, Adoración; Rodríguez Garzón, Pelayo; Rodríguez Mordillo, Diosdado; Rubio Pérez, Araceli; Sánchez Alonso, Claudio; Sánchez Candeleda, María Isabel; Sánchez Carrero, Juan Manuel; Sánchez Carrero, María Asunción; Sánchez Luengo, Enrique; Sánchez María, Encarnación; Sánchez Montes, Florentino; Sánchez Nonides, Eladio; Sánchez Nonides, Heraclio; Sánchez Rodríguez, Jerónima; Sánchez, Emiliano; y Valiente Pulido, Maximiliana.

----------------------------------

Vid.: Archivo Histórico Municipal de Plasencia (AHMP).


martes, 29 de abril de 2025

PUBLIO CARISIO, FUNDADOR DE MÉRIDA


Publio Carisio. Busto de cronología augustea
hallado en el peristilo del teatro. MNAR

    Escribió Sáenz de Buruaga en 1961 que, en la fundación de Mérida, hay tres figuras: el emperador Octavio Augusto, que ordenó su creación; Publio Carisio, encargado de realizarla; y Agripa, protector de la misma, costeando grandes edificios como el  teatro. [1]

    Legado en Lusitania del primer emperador romano, Cayo Julio César Octavio Augusto (63 a. C.; 14 d. C), Carisio intervino en las guerras cántabras durante los años 26 al 22 a. C. de manera decisiva para la derrota de cántabros y astures, merced a la táctica y decisiva intervención de Marco Vipsanio Agripa, yerno del emperador.

    Concluidas las guerras cántabras, funda en el año 25 a. C. [2] la ciudad de Emerita Augusta con soldados licenciados de las legiones X Gemina y V Alaudae y, probablemente también, la legión XX Victoria Victrix.

    Publio Carisio (Roma, siglo I a. C.) fue militar de la antigua Roma y legado del emperador César Augusto en Lusitania. Hijo de Tito Carisio, se ganó la confianza del emperador en las guerras civiles.

    Su intervención en las guerras cántabras fue decisiva para la derrota de los astures en Lancia y para la posterior conquista de la Asturias tramontana. Al mando de un ejército formado por tres legiones –la Legio V Alaudae, la Legio VI Victrix y la Legio X Gemina—y un número indeterminado de unidades auxiliares, gracias a la traición de los brigaecinos, pudo repeler el ataque por sorpresa que los astures planeaban contra las legiones acampadas junto al Esla y después lazar un contraataque contra la ciudad astur de Lancia (Villasabariego, León).

    En la conquista de la Asturias trasmontana (actual Asturias), sus legiones abrieron una vía de entrada a través de las montañas de la cordillera Cantábrica: la vía de la Carisa, junto a la cual se han hallado los restos del campamento romano en el monte Curriechos, que albergó a sus tropas.

    En el 27 a. C. se convierte en el primer gobernador imperial de la Hispania Ulterior hasta el año 22. A las órdenes de Augusto, administró un gran territorio que aún incluía la Hispania meridional, que a partir del año 13 a. C. sería una provincia independiente con el nombre de Baetica.

    En el 25 a. C, Augusto ordena licenciar a los soldados más veteranos de las legiones V y X que habían combatido en las guerras cántabras y con ellos funda la colonia Augusta Emerita, proceso dirigido por su legado Publio Carisio.

Monedas de Publio Carisio

    Durante su mandato acuñó denarios de plata con la efigie de Augusto en el anverso y su nombre y cargo –P. CARISIUS LEG AUGUSTI-- en el reverso. Asimismo, acuñó dos series de ases de bronce en un taller itinerante y en Lucus Augusti (Lugo) con el busto de Augusto en el anverso y la caetra o escudo redondo indígena en el reverso.

    En el año 22 a. C., Publio Carisio y Cayo Furnio, legado de la Tarraconense, dirigen nuevas acciones militares contra cántabros y astures. El fundador de Augusta Emerita abandona Hispania y es apartado de la vida pública. [3]

    Dión Casio atribuye este levantamiento a un comportamiento severo y cruel por parte de Carisio con los astures. No obstante, Carisio supo ganarse las simpatías de los pueblos indígenas en su gestión, como lo prueba la confianza mostrada por los brigaecinos y el hecho de que algunos de ellos tomaran su nombre.

    El historiador Enrique Antón Gil apunta en su trabajo sobre Carisio [4] que nació en el seno de una gens (raza, clan) influyente, que algunos sitúan en Italia y otros en la Galia Transalpina en una fecha próxima al 57 a. C. No fue el primogénito de Tito, que tuvo al mayor, de su mismo nombre, como praetor de los Volques Arerocómicos en Nimes. Es posible que falleciera en el 22 a. C. tras finalizar sus labores como gobernador de la Ulterior, lo que indicaría una muerte prematura en la cuarta década de su vida, dato que se argumenta al no haber conseguido el consulado tras unas campañas victoriosas ni tener constancia de que fuera elegido patrono por ninguna comunidad de la provincia de la que era gobernador ni por la propia Augusta Emerita de la que fue deductor (magistrado que se encarga de llevar a cabo la fundación de una colonia).

    En su papel de deductor de la colonia Augusta Emerita, Carisio jugó un papel muy destacado por ser el gobernador de la provincia en la que se estableció la colonia. Fue uno de los artífices de la localización en una zona tan al sur del escenario bélico porque ya conocía la misma, porque era una zona de fácil acceso a las corrientes de agua y al agua subterránea y donde además se facilitaba el paso del río gracias al vado existente que ayudó a construir el puente; por la escasez de indígenas y por la existencia de canteras cercanas. Y porque desde Emerita se controlaba una zona minera fundamental en el territorio oeste de la Península y servía como intermediario de las minas de Riotinto y los legionarios que estaban luchando en el norte.

    Antón Gil cita a la profesora Nogales Bassarate que plantea que, como mínimo, existieron en Augusta Emerita dos estatuas de Publio Carisio, una de ellas en el Foro Colonial, donde se representaban una serie de esculturas que mostrarían la historia de la colonia, en la que Carisio jugó un papel determinante. Así, en el Foro Colonial se representó los Summa Viri de Roma y también a los de Emerita, entre los que se encontraba Carisio. La segunda estatua la localiza en el frente escénico del teatro, junto a Augusto y Agripa, cerrando así el trío de personajes fundamentales en la fundación de la Colonia.

-------------------------------------------

[1] Vid.: Álvarez y Sáenz de Buruaga, José: Publio Carisio, delegado fundador de Mérida, en Mérida, Revista Oficial de Ferias, año IV, septiembre de 1961.

[2] Sobre la fecha de la fundación de Mérida, siempre se ha sostenido que fue en el 25 a. C. Así lo afirma Dión Casio en su Historia de Roma (53, 25, 2), como puede verse en la lápida situada en la fachada del ayuntamiento en 1975, año del bimilenario; el Archivo Histórico, en “Mérida: Aspectos históricos y administrativos”; el historiador Juan Manuel Abascal en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia; los arqueólogos e historiadores locales Trinidad Nogales y José María Álvarez Martínez en su obra Colonia Augusta Emérita: creación de una ciudad en tiempos de Augusto (2014), siguiendo la tesis de Dión Casio, aunque señalan que algunos autores han planteado una fundación precedente en época cesariana; o Alicia M. Canto, que apunta a una creación anterior a César, en su trabajo Colonia Iulia Augusta Emerita: Consideraciones en torno a su fundación y territorio (UCM, 1989). El catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Ángel Ventura Villanueva, expuso en el Liceo de Mérida, el 8 de mayo de 2024, su tesis según la cual fue fundada el 21 de abril del 24 a. C., el mismo día que Roma (753 a. C.), conclusión a la que llegó tras estudiar la epigrafía del Foro y del Teatro, en la que sostuvo que Mérida no se fundó en el 25 a. C., sino que dicho año se tomó la decisión de fundarla y la fundación efectiva fue en el 24. (Véase diario Hoy del 08/05/2004: Mérida sí tiene fecha de fundación: 21 de abril del 24 a. C., de A. Gilgado).

[3] Vid.: Historia Hispánica, de la Real Academia de la Historia: hechos.

[4] Vid.: Antón Gil, Enrique: Publio Carisio, deductor de la Colonia Augusta Emerita, en Revista de Estudios Extremeños. 2019, Tomo LXXXV, número II, págs. 39-75.


CANDELARIO Y SU TERRITORIO


Calle típica de Candelario

El nombre de Candelario pudiera hacer referencia a las candelas que los pastores encendían en los bosques de castaños para defenderse de los lobos, aunque también hay que tener en cuenta el carácter latino del término: las candelas o luminarias que se encendían durante las noches de verano y que alumbraban las sierras de Béjar, Francia y Gata. De ahí, la fiesta de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero en diversas partes del mundo católico.

    Sobre la historia y el patrimonio cultural y natural de Candelario y su territorio [1] versa el último libro de José Antonio Ramos Rubio, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y cronista oficial de Trujillo, y Óscar De San Macario.

    Situado en la provincia de Salamanca, a unos 75 kilómetros de la capital y muy cercano a Béjar, se sitúa en el corazón del Espacio Natural Protegido Sierra de Candelario-Candelario, del que forma parte, y de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia. La Sierra de Candelario constituye, con sus más de 2.400 metros, una extraordinaria atalaya en el extremo occidental del Sistema Central.

    La comarca acoge importantes paisajes naturales, como la Sierra de Candelario, el Valle del Ambroz, la Sierra de Francia, la Sierra de Gata, los Arribes del Duero y el Valle del Jerte.

    Luis Harguindey, párroco de la localidad en 1940, escribió sobre los orígenes de la industria chacinera en Candelario, y señalaba al respecto que, al comienzo del siglo XVIII, el adobo de los chorizos y de la carne de cerdo era sobresaliente y poco común. En 1899, un artículo de Wanderer afirmaba que, de noviembre a enero, “se sacrifican de 7.000 a 8.000 cerdos bien cebados”. El florecimiento de la industria chacinera, desde mediados del siglo XVIII hasta el siglo XX, dará vida y riqueza a la villa, que llegó a tener más de cien fábricas de embutidos de tipo familiar. La fama de sus choriceros se extendió hasta Madrid. La desaparición de la industria chacinera a mediados del siglo XX fue provocada por las condiciones de vida, la falta de accesibilidad de la población y la Guerra Civil.

    En el transcurso de los años se ha conseguido que el paisaje rural experimente pocos cambios, conservándose un número considerable de viviendas que forman parte de la historia de la arquitectura tradicional, popular o vernácula de Candelario, lo que le ha hecho ser uno de los núcleos mejor conservados de la provincia de Salamanca, mereciendo la declaración en 1975 de Conjunto Histórico-Artístico y uno de los Pueblos Más Bonitos de España.

    El núcleo urbano de la villa se organiza en un crecimiento compacto, con forma alargada en dirección norte-sur en torno a sus calles principales. El caserío destaca por su variedad, predominando dos tipos de viviendas: las construidas antes del siglo XVIII, y el tipo de vivienda anterior, el serrano. Entre otras construcciones hay que destacar la Casa Chacinera de Candelario, convertida en museo etnográfico municipal, inaugurado en 2008. De otro lado, hay que señalar la importancia del agua, las fuentes y las regaderas en la villa, que rodean tres ríos: el Cuerpo de Hombre, afluente del Alagón; el Chico y El Barquillo. Asimismo, son varias las fuentes y manantiales que rodean su callejero, mientras que el agua de las regaderas, tras recorrer las calles, se utiliza para regar los huertos y cuya distribución se hace por medio de compuertas.

    La proximidad de la villa a la Vía de la Plata confiere la teoría de la existencia de asentamientos temporales en época romana, como atestiguan los restos romanos de una posible villa en la dehesa. Hasta la invasión musulmana, los visigodos dejaron huellas de su presencia en el territorio cercano a Candelario. Los musulmanes fueron invadiendo las tierras serranas desde el año 713. En 1167, el rey Fernando tiene en su poder toda la Transierra; pero habrá que esperar a la reconquista definitiva de Plasencia por Alfonso VIII para llevar a cabo la definitiva ocupación y repoblación. El nombre de Candelario aparece por primera vez en 1212. En 1340, Alfonso XI dio mercedes a los habitantes de Candelario por haber asistido a la batalla del Salado. En torno a 1209, Candelario pasó a formar parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Béjar y a la diócesis de Plasencia. Durante la Edad Media, la ganadería fue la base de la economía de la villa. Algunos historiadores ven el origen de Candelario en los repobladores castellanos, entre los que destacó Pelay Fernández, que conquistó Béjar en tiempos de Alfonso VIII. Tras la muerte de Alfonso VII de León en 1157, Candelario quedó incluida en el concejo de Ávila.  Hay que esperar a la Baja Edad Media para que la localidad pase a depender de Salamanca y del Reino de León. En la sierra de Candelario pastaban las ovejas de la Casa Ducal. Por ello hereda la tradición pastoril y de aquella actividad y Béjar ha heredado su industria textil lanera. En la villa aún se conserva una sencilla casa que fue lugar de veraneo de Unamuno. En verano fueron muchos los turistas que veraneaban en el pueblo con la familia. Candelario figura en algunos de los rodajes del cine español ya desde 1925, como El Lazarillo de Tormes, con Florián Rey.

    La obra concluye con un capítulo dedicado a las cruces de término existentes a la entrada o salida de caminos, y cruceros, como el de la ermita del Cristo del Refugio, la Cruz del Herrerito, la cruz en la plazuela de la iglesia o el crucero de la casa del Refugio. En el patrimonio histórico destacan la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la ermita del Humilladero.

    Finalmente, la obra aborda las tradiciones populares y las celebraciones festivas, entre las que destacan la matanza casera e industrial, del 2 de diciembre al 2 de febrero; la fiesta de san Antón, el 17 de enero; o la Candelaria, el 2 de febrero…

-------------------------------------------

[1] Vi.: Ramos Rubio, José Antonio y De San Macario Sánchez, Óscar: La historia y el patrimonio cultural y natural de Candelario y su territorio, TAU Editores, Cáceres, 2025, 333 págs.


jueves, 24 de abril de 2025

VIUDAS CAMARASA HABLA EN BADAJOZ SOBRE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA FILOLOGÍA


El profesor Viudas Camarasa (izquierda) junto al coordinador del ciclo de conferencias. 


El académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (RAEX), Antonio Viudas Camarasa, ha expuesto en el Aula de Literatura de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz, dentro del ciclo “Literatura y formación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)” una ponencia sobre “La Inteligencia Artificial y la filología”.

El problema de la creatividad literaria y artística con máquinas fue planteado previamente a su intervención por el científico Blas Vinagre Jara, coordinador del ciclo. Viudas Camarasa expuso a continuación el origen de su ensayo “La Inteligencia Artificial en la filología” (Anuario de Estudios Filológicos, vol. XIII, 1990, págs. 403-410), fruto de su experiencia personal en el estudio de su habla materna a través de los espectogramas, en junio de 1975, en el Laboratorio de Fonética de la Universidad de Oviedo con el introductor de la fonología en España, el académico de la RAE, Emilio Alarcos Llorach.

La IA narra la experiencia personal de Viudas Camarasa con la propia IA en relación a la filología y su metodología de la MIC (Memoria Inteligente Cajaliana).

El académico de la RAEX, pionero en el citado ensayo del 90 en considerar la IA en la fonología, expuso su teoría de que “la lengua es algo que no se puede perder”, aunque TV3 le prohibiera hablar en ribagorzano, el dialecto de su tierra. Contó su experiencia con Alarcos Llorach en Oviedo, quien le invitó a escribir treinta frases en su dialecto y los grabara, a partir de lo cual descubrió siete fonemas en la variedad ribagorzana, objeto de su tesis doctoral.

En el posterior coloquio se comentó que la exposición “El legado de Goya en Badajoz”, que se expone en el MUBA y en el MEIAC esta primavera, se puede completar y perfeccionar con el uso de la Inteligencia Artificial dirigida por la inteligencia humana.


lunes, 21 de abril de 2025

EXTREMADURA ARCHIVA EN CÁCERES LA TESIS DOCTORAL DE VARGAS LLOSA


La Biblioteca Central del Campus Universitario de Cáceres, de la Universidad de Extremadura, atesora un ejemplar de la tesis doctoral del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936; Lima, 2025), donde falleció en su residencia el pasado 13 de abril, a los 89 años de edad.

La tesis, titulada “García Márquez: lengua y estructura de su obra narrativa”, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude el 25 de junio de 1971 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, fue dirigida por el catedrático y académico de la Real Academia de la Lengua, Alonso Zamora Vicente, y forma parte del legado de la biblioteca que lleva su nombre, adquirida por 40 millones de pesetas por la Diputación Provincial de Cáceres a finales de la década de los 80 e instalada en la Casa del Mono hasta su traslado el 17 de junio de 2022 a la biblioteca universitaria, junto al legado realizado por el periodista, escritor y académico extremeño Pedro de Lorenzo, donado a la institución a principios de los 80, que permaneció hasta la citada fecha en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres.

La tesis de Vargas Llosa, que se conserva en la Biblioteca Zamora Vicente de Cáceres, está registrada con la signatura 188 de las tesis dirigidas o juzgadas por él, y fue publicada como libro en noviembre de 1971 por la editorial barcelonesa Seix Barral, con el título “García Márquez. Historia de un deicidio”, y la segunda edición salió en diciembre.

Ficha y volumen de la tesis doctoral de Vargas Llosa en la Biblioteca Universitaria del Campus de Cáceres

La biblioteca “Alonso Zamora Vicente” asciende a unos 40.000 volúmenes, entre ellos más de 1.100 títulos de revistas especializadas, que fueron catalogados por la bibliotecaria de la institución, María Antonia Fajardo, junto a varios funcionarios de la misma. Entre sus fondos se encuentran los manuales y colecciones de textos de los años 30 hasta los de la actualidad internacional. Obras de crítica literaria, colecciones de textos, homenajes, diccionarios, poesía, prosa, la colección del Teatro Antiguo Español, del viejo Centro de Estudios Históricos y un extenso repertorio de obras de crítica de diversos orígenes y escuelas. Colección de textos de Chapel Hill (Carolina del Norte), Anejos de la Revista de Filología Española, del Boletín de la Real Academia Española y de Verba; publicaciones del Instituto Caro y Cuervo (Bogotá), del Instituto de Filología de Buenos Aires, Biblioteca de Dialectología Hispanoamericana de Buenos Aires y publicaciones del Instituto de Romanisches Seminar de Hamburgo, además de colecciones de textos literarios.

Zamora Vicente (Madrid, 1916; San Sebastián de los Reyes, 2006), filólogo, dialectólogo, lexicógrafo y escritor, cursó el Bachillerato en el instituto san Isidro de Madrid, donde coincidió con Camilo José Cela. La Guerra Civil interrumpió sus estudios universitarios desarrollados entre 1932 y 1936. Su amigo Dámaso Alonso le animó a terminar la carrera en 1940 y ese mismo año la concluye y obtiene plaza en Mérida. Allí analizó con un quimógrafo, que él mismo construyó, el rehilamiento de las consonantes extremeñas con la colaboración de la fonetista María Josefa Canellada Llavona, ambos discípulos del introductor de la fonética Experimental en España, el filólogo Tomás Navarro Tomás. Zamora Vicente y María Josefa Canellada contrajeron matrimonio años después.

Su estancia en la capital extremeña le sirvió, además, para estudiar el dialecto regional y la literatura de Gabriel y Galán y Luis Chamizo, sin abandonar su interés por el subdialecto madrileño ni el español americano. En el curso 1942-1943 estuvo en el instituto de Santiago de Compostela; en 1943 logra por oposición la cátedra de Lengua y Literatura Españolas de la Universidad de Santiago, que desempeña hasta 1946, en que se traslada a Salamanca, en cuya universidad ocupa la cátedra de Filología Románica hasta 1959, en que toma posesión de la misma cátedra de Madrid hasta su jubilación en 1985.  Se doctoró en 1942 con la tesis El habla de Mérida y sus cercanías y sucedió a Dámaso Alonso en la cátedra de Filología Románica de la Complutense. Fue doctor honoris causa por la Universidad de Extremadura en 1990 y académico de honor de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes en 2006.

En diciembre de 2016 y enero de 2017, Cáceres y Malpartida de Cáceres celebran el centenario de su nacimiento con el “Itinerario artístico-literario Alonso Zamora Vicente, 100 años de su nacimiento”, con el que se pretendió homenajear al filólogo a través de diversas ponencias, debates y espectáculos en Cáceres, Malpartida de Cáceres, Mérida y Madrid, que contó con la adhesión de Vargas Llosa, quien no pudo asistir por coincidir con la recepción del doctorado honoris causa en la Universidad Lasalle, de Manila (Filipinas) el 8 de noviembre del primer año.

Previamente, el también discípulo de Zamora Vicente e igualmente director de su tesis, el profesor y académico extremeño Viudas Camarasa, había consultado en la cacereña Casa del Mono el ejemplar de la tesis doctoral de Vargas Llosa, a quien escribió recordándole su relación con el maestro común, e invitándole a los actos del centenario. 

El profesor Viudas se ha mostrado “muy orgulloso” de haber negociado con el presidente Ibarra; el entonces presidente de la Diputación, Manuel Veiga y el alcalde de Malpartida y diputado provincial de Cultura, Antonio Jiménez, y las autoridades académicas de la Universidad de Extremadura, la adquisición de la biblioteca Alonso Zamora Vicente, porque los 40 millones de 1990 se han revalorizado muchísimo, ya que los primeros libros del boom que se encuentran en ella (como García Márquez. Historia de un deicidio) se pagan hoy a 545 y 1.000 euros sus dos primeras ediciones. “El ejemplar de su tesis es un tesoro que Extremadura custodia y ahora lo valorará en su justa medida”, afirma.

Vargas Llosa será homenajeado en Cáceres durante la Bienal de Novela que lleva su nombre del 22 al 25 de octubre próximos. El VI Premio de la Bienal de Novela “Mario Vargas Llosa” se celebrará por primera vez en España en la ciudad de Cáceres. Creado por la Cátedra Vargas Llosa en 2014 y dotado con 100.000 dólares, tiene como objetivo dar un impulso global a la literatura en lengua española. En su quinta edición, celebrada en Guadalajara (México) en 2023, obtuvo el premio el escritor mexicano David Toscana, con su obra “El peso de vivir en la tierra”, editado por Alfaguara en 2022.


miércoles, 16 de abril de 2025

“EL ARQUITECTO DE LA ETERNIDAD”


Iglesia de San Martín de Trujillo, obra de Sancho de Cabrera y Alonso

    Bajo este sugestivo título, el cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, José Antonio Ramos Rubio, nos ofrece la historia novelada de la aventura del maestro cantero trujillano
Sancho de Cabrera (Trujillo, 1513-1574), quien, bajo la confianza del obispo placentino Gutierre de Vargas y Carvajal,  llevó a cabo la construcción de varias iglesias (Jaraicejo, Garciaz, Santiago en Cáceres, San Juan Bautista en Saucedilla…)

    “El arquitecto de la eternidad” [1] vio la luz en la calle Afuera de Trujillo. Hasta mediados del siglo XIV, el desarrollo arquitectónico de la ciudad se produjo dentro de la ciudadela. En esos momentos surgen los primeros núcleos extramuros con los arrabales de San Martín y San Clemente, pero no será hasta el siglo XV cuando estos arrabales, sobre todo el primero, adquieran protagonismo y expansión. En este arrabal se forjó la vida de Sancho de Cabrera.

    Una tarde se encontró ante un umbral que cambiaría su destino: la casa de Hernán González, oficial de cantería y arquitectura de renombre en la villa, cuya fama se extendía más allá de los muros de la comunidad. El taller de Hernán, con sus herramientas, planos y maquetas, se convirtió en el lugar en el que nació su fascinación por la arquitectura. No solo le atraía el arte de edificar, sino la sabiduría que se encontraba en cada estructura y espacio. Conoció a Alonso, el hijo de Hernán, un mozalbete de su misma edad, quienes acompañaban al maestro al berrocal. Hernán vio en ellos el futuro del arte en la región. Con paciencia, enseñaba a los jóvenes a escuchar la piedra, a sentir la forma que latía dentro de ella. Sancho observaba, tocaba, moldeaba y hasta intentaba crear.

    En 1537, el Cabildo de Trujillo encargó a Hernán González la ampliación de la iglesia de San Martín. Bajo su dirección, las obras avanzaban con el esfuerzo de muchos hombres, entre ellos Sancho y Alonso. Mientras transcurrían las obras, Alonso había contraído matrimonio con Constanza, con la que tuvo un hijo, a quien pusieron por nombre Francisco, Francisco Becerra, llamado a convertirse en un arquitecto de renombre en América. Cuando este nació, Sancho de Cabrera tenía 25 años. Con tan corta edad, Sancho de Cabrera se había convertido en un maestro reconocido en el arte de la arquitectura.

    Entre 1538 y 1540, Alonso y Sancho levantan el cuerpo principal de la iglesia de san Martín de Trujillo. En cuatro años logran levantar un magnífico templo de arquitectura en la que destaca el estilo gótico en sus bóvedas de crucería.

    Una mañana del mes de febrero de 1539 se produce el encuentro de Sancho de Cabrera con el obispo de Plasencia, Gutierre de Vargas y Carvajal, que queda cautivado por su talento para transformar las ideas en piedra. El arquitecto y el obispo entablan una relación de apoyo mutuo. Una alianza que les lleva a la edificación de templos y la renovación de espacios sagrados en la diócesis de Plasencia.

    En 1543, los regidores de Trujillo le ordenan tasar las casas que Luis de Góngora tenía en la plaza, que se mandaron tomar para la cárcel. El 30 de enero de 1545, el obispo Gutierre de Vargas otorga una escritura en favor del maestro Cabrera para la construcción del templo de Garciaz, una iglesia de planta rectangular, cubierta en tres capillas con terceletes, arrancando los arcos de unas ménsulas apoyadas sobre la imposta, un templo muy parecido al que construyeron en Jaraicejo.

    El obispo tenía su residencia en Jaraicejo, donde pasaba largas temporadas, retirado de las aglomeraciones de la ciudad placentina. Un día decidió que la iglesia del pueblo debía ser ampliada y convocó a Sancho de Cabrera y a Alonso Becerra; pero el camino entre su residencia y el templo estaba salpicado de barro en invierno, y en verano, las piedras ardían bajo el sol. “Es necesario, le dijo a Cabrera, que el acceso a la iglesia sea más directo, más digno de la gravedad de nuestra fe. Construid un puentecillo que comunique mi palacio con la iglesia.” El día de su inauguración, el obispo lo cruzó con paso firme y solemne, como si ese puente no solo fuera un pasaje hacia la iglesia, sino una reafirmación de su cercanía con los fieles.

    El 7 de octubre de 1549, Sancho de Cabrera se encargó de erigir la cárcel trujillana donde se hallaban las casas que pertenecieran a Luis de Góngora. En enero de 1553, la iglesia de san Martín de Trujillo fue la primera en acoger su genio como maestro en la construcción del pretil del cementerio, del coro y de la torre. El arcediano de Plasencia Juan de Carvajal convocó a Sancho de Cabrera en 1553 para la construcción de la nueva capilla de la iglesia de Santiago de los Caballeros de Cáceres. La iglesia de santa María, que también se alza en Trujillo, tuvo en él a su maestro de obras.

    En 1557, el obispo Gutierre de Vargas encargó a Sancho de Cabrera la construcción de la iglesia de Guareña cuando surgieron los problemas entre el pueblo y los responsables eclesiásticos y el obispo tuvieron que llamar a Rodrigo Gil de Hontañón.

    A finales de 1558 le encargó a Sancho la construcción de la sacristía de la iglesia de Santiago de Don Benito, cuyo templo ya existía. El 27 de abril de 1559 muere en Jaraicejo el obispo Gutierre de Vargas. Su sucesor, Pedro Ponce de León, llevó a cabo una gran remodelación del palacio episcopal, amplió el hospital de santa María y terminó las obras de varias iglesias en Navaconcejo, Valdastillas, san Juan de Saucedilla, san Martín de Trujillo, Zorita, Berzocana y santa Cecilia en Medellín.

    En 1564, Sancho y Francisco Sánchez, cantero de renombre, fueron comisionados por el Concejo para levantar un puente sobre las aguas del río Tozo. Después vendría otro puente sobre el río Ruecas. En mayo de 1569, otro sobre el río Gargáligas. Sancho fue llamado en 1571 a Arenas de san Pedro para construir uno más sobre el río Ramacastañas. En esta villa firma contrato para la construcción de la iglesia parroquial de Saucedilla en 1574. Entre Arenas, Saucedilla y Trujillo transcurren los últimos años activos de Cabrera.

----------------------------------------

[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: El arquitecto de la eternidad, TAU Editores, Cáceres, 2025, 122 págs.       

martes, 15 de abril de 2025

PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y EMPLEO




El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho público recientemente los datos relativos al empleo de las personas con discapacidad.  El resumen es el siguiente: el 26,7 por ciento con personas con discapacidad tiene empleo; el 22,2 por ciento de la población activa con discapacidad está en paro; es decir, una diferencia de 6,8 puntos con la población sin discapacidad.

La tasa de desempleo es el resultado de dividir la población desempleada entre el total de la población activa y se expresa en porcentajes. Para ello se tienen en cuenta a las personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento, a los pensionistas de la Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente en el grado total, absoluta o gran invalidez y los pensionistas de clases pasivas con una pensión de jubilación por incapacidad permanente para el servicio.

    Si nos fijamos en el nivel educativo, observamos que el 21,2 por ciento de las personas con discapacidad ha cursado estudios primarios; y solo un 17,5 por ciento cuenta con estudios superiores; es decir, 2,1 veces menos que las personas sin discapacidad. Estos datos muestran cómo se distribuye la población con discapacidad (16-64 años), según su nivel de estudios.

    Si atendemos a los riesgos de pobreza o exclusión social (Índice AROPE), un indicador creado en el marco de la Estrategia Europea 2020, que además de cuestiones económicas, tiene en cuenta factores como la exclusión social o laboral para determinar el índice de pobreza en los hogares, según los datos del INE, el 33 por ciento de los hogares está en riesgo de pobreza, 5,2 puntos más de brecha de pobreza en las personas con discapacidad.

    Por lo que respecta a los hogares, vemos cómo el 29,4 por ciento de los hogares con discapacidad tiene inactivos a todos sus miembros, 22,1 puntos de brecha respecto a las personas sin discapacidad, mientras que el 98,9 por ciento de los hogares con algún miembro con discapacidad tiene ingresos.

    Por lo que respecta a la población activa, el 65,7 por ciento están inactivos, mientras que el 45,3 por ciento tienen discapacidad física.

-------------------------------

Bibliografía consultada: INE, Servimedia y ONCE. 


jueves, 10 de abril de 2025

I ENCUENTRO DE NOVELA HISTÓRICA E HISTORIADORES EN BARCARROTA



La localidad pacense de Barcarrota acoge este fin de semana el I Encuentro de Novela Histórica e Historiadores como promoción de las letras españolas y extremeñas en nuestro entorno. El Encuentro está organizado por el Ayuntamiento de Barcarrota, a través de su Biblioteca Municipal y el Ministerio de Cultura, a los que prestan su colaboración la Diputación Provincial y la Asociación “Amigos de Brandeton” de la localidad.


Mañana viernes, día 11, a las 10:30 de la mañana, tendrá lugar la inauguración oficial en la Biblioteca Municipal “Francisco de Peñaranda”, con la participación del Club de lectura del IES Virgen del Sotoserraño.

A las 12:00, la Casa de Cultura acogerá un programa de radio especial “Érase una vez en la biblioteca”, que emitirá Radio Barcarrota en el 107.1, con la participación de la escritora, historiadora y poetisa, además de guionista de teatro, cine y televisión, Rosa Lencero; Concepción Valverde, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid y autora de la novela “Las soledades del inca” que, de la mano del inca Garcilaso, nos acerca a la expedición de Hernando de Soto por tierras de la Florida; y Elena Álvarez, graduada en Turismo por la Universidad de Extremadura, premio Odilo 2025 de novela histórica otorgado en la Semana de Novela Histórica de Cartagena por “La hija de la novicia”.

A las 13:00 horas, estudiantes del CEIP Hernando Soto de la localidad mantendrán un encuentro con las citadas escritoras en la Biblioteca Municipal “Francisco de Peñaranda”.

A las 17:00 horas, en el salón de plenos municipal, dará comienzo la presentación de las ponencias, con las obras de Luz Milagros Moreno, directora de escena y guionista y Elena Álvarez, graduada en Turismo por la Uex y autora de cuatro novelas históricas. Seguirá un breve coloquio sobre “Mujer y literatura actual extremeña”, con Rosa Lencero, Luz Milagros y Elena Álvarez como ponentes, moderado por Concepción Valverde.

A las 18:00 horas tendrá lugar la exposición de los facsímiles de Barcarrota; a las 18:30, la presentación de la obra del poeta barcarroteño Benito Pla y Rafael Sánchez, poeta de Torre de Miguel Sesmero.

Finalmente, a las 19:00 horas, el académico extremeño Antonio Viudas, autor del “Diccionario extremeño” y editor científico de las obras de Pedro Caba, Luis Chamizo y Manuel Pacheco, expondrá la ponencia “Letras y artes vividas en Extremadura (1974-2025”.

Finalmente, el sábado, día 12, a las 10:00 de la mañana, tendrá lugar en el parador de Santiago un desayuno literario para todos los asistentes, que incluirá la exposición de obras de los ponentes y la actualidad literaria extremeña.

A las 11:00 habrá una visita guiada a la localidad organizada por la Oficina de Turismo. Y, a las 12:30, el Encuentro concluirá con ponencias en torno a la literatura y los estudios de la conquista americana, centrados en el fin de la leyenda negra, en el que participan Concepción Valverde, que presentará su obra “Las soledades del inca”; el catedrático y académico electo de la RAEX Esteban Mira, que expondrá su ponencia sobre la leyenda negra; Hernando de Orellana Pizarro, ingeniero de Caminos quien hablará sobre la Obra Pía de los Pizarro, de la que es presidente. Agustín Lozano moderará, finalmente, una mesa con los ponentes, que ofrecerán sus conclusiones.


miércoles, 9 de abril de 2025

ANTONIO OLIVEROS, UN CURA DE VILLANUEVA DE LA SIERRA, PADRE DE “LA PEPA”


Juramento de los diputados en la sesión inaugural de las Cortes de Cádiz de 1810
(Grabado de Tomas Carlos Capuz, 1864)

    Antonio Oliveros Sánchez (Villanueva de la Sierra, Cáceres, 17/01/1764; Talavera de la Reina, Toledo, 1820) fue un sacerdote católico y diputado liberal por Extremadura en las Cortes de Cádiz, destacado por su compromiso con las ideas progresistas durante la Guerra de la Independencia.

     Nacido en el seno de una familia acomodada de la localidad cacereña, famosa por haber celebrado la primera Fiesta del Árbol en 1805, fue hijo de Francisco Oliveros Durán, natural de la misma localidad, y de Antonia Sánchez, natural de Villa del Campo. Tuvo dos hermanos: Miguel (1758) y Josefa María (1760). Su nacimiento se produce durante el reinado de Carlos III, un monarca ilustrado que implementó diversas reformas con el objetivo de modernizar el país. Su vida y trayectoria reflejan la evolución de una España convulsa, atrapada entre las sombras del absolutismo y la luz del constitucionalismo y que, como figura destacada en las Cortes de Cádiz, encarnó los valores de una generación dispuesta a luchar por la libertad, la justicia y la dignidad humana.

    El académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, José Antonio Ramos Rubio, y el jurista José Luis Pérez Mena, abordan su periplo vital y la interpretación de sus discursos y textos en una obra de reciente publicación. [1]

    Hasta su marcha a Salamanca, a los 13 años (1777), Oliveros recibió una esmerada educación en Villanueva de la Sierra, con el apoyo de su tío Andrés Oliveros, canónigo de la catedral de Coria. El 13 de noviembre de 1777 comenzó sus estudios en Salamanca, matriculado en Bachillerato de Artes, que obtuvo el 4 de noviembre de 1779. Después encaminó su formación hacia los estudios teológicos en la Facultad Mayor de Teología, matriculándose en Derecho Canónico, cuyo título de Bachiller recibe a los 21 años, el 19 de junio de 1784. Más tarde cursó Teología Moral y entre los años 1784 y 1787 se matriculó en los últimos cursos de Teología, opositando a la cátedra de Regencia de Artes el 3 de julio de 1786 y el 11 de julio de 1787, alcanzando los títulos de licenciado y doctor. Oliveros logró la plaza y ejerció la actividad docente entre los años 1787 y 1792, fecha en la que fue ordenado presbítero.

    Abandonada la actividad docente, se dedica al ejercicio del sacerdocio en Salamanca durante unos meses y, en febrero de 1793, se traslada a Madrid tras conseguir unas de las canonjías vacantes de la Real Capilla de san Isidro, estrechamente vinculada al culto del patrón de Madrid y a la Corte y a la familia real.

     En Madrid, Oliveros se reencuentra con su amigo Manuel Mateo Luján, conocido de los años estudiantiles en Salamanca, donde estudió Leyes y Cánones, seleccionado para una canonjía en Plasencia, a la que renunció al no sentirse inclinado a la carrera eclesiástica, aunque después se juntarían en Cádiz para elaborar nuestra primera Constitución. Por su parte, Oliveros se dedicó exclusivamente al desempeño de su ministerio sacerdotal, aunque este se vio truncado por el inicio de la Guerra de la Independencia, que marcará un antes y un después en la vida de Oliveros.

      Antonio Oliveros continuó la buena relación que, desde su niñez, había adquirido con el cabildo de Coria, desde que su tío Andrés Oliveros había ejercido como canónigo de la catedral.

     El obispo de Tuy, Juan García Benito, fue un religioso extremeño natural de Torre de Santa María (Cáceres) que desempeñó un papel durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814) contra las tropas napoleónicas. Durante el conflicto, muchas figuras de la Iglesia y autoridades locales se vieron obligadas a huir de sus ciudades debido a la ocupación francesa. Antonio Oliveros llegó a alojar en su casa de Villanueva de la Sierra a obispos y familiares de canónigos de Coria y a alguna religiosa que huía del enemigo. No olvidemos que el obispo José Álvarez de Castro fue un destacado miembro del clero que se mostró decidido en su resistencia a la invasión napoleónica. Durante la ocupación francesa de Hoyos, Álvarez de Castro fue un ardiente defensor de la causa española. En 1809 fue capturado por las tropas francesas, quienes lo ejecutaron, aparentemente por su implicación en los esfuerzos de resistencia y en defensa de la independencia de España.

       En 1810, Antonio Oliveros fue nombrado representante de Extremadura en las Cortes de Cádiz en un acto celebrado en el palacio de la Junta Superior de Gobierno de Badajoz. Las Cortes de Cádiz fueron un órgano legislativo y de gobierno que se constituyó en 1810 con el objetivo de representar a la nación española frente a la ocupación napoleónica, hecho crucial porque comenzaron a trabajar en la redacción de la primera constitución española, conocida como la Constitución de 1812 o La Pepa.

     La provincia de Extremadura estuvo representada, además de por Antonio Oliveros, por Francisco María Riesco, Gregorio Laguna, Antonio María de la Vera, Juan María Herrera, Manuel María Martínez, Diego Muñoz Torrero, Manuel Luján y Francisco Fernández Golfín. El 24 de septiembre de 1810, Antonio Oliveros prestó juramento de fidelidad y formó parte de las Cortes hasta el 20 de septiembre de 1813, en que causó baja, llegando a ser secretario de las Cortes entre agosto y octubre de 1811.

    Cerrada la legislatura de 1813, Oliveros volvió a Madrid para ocuparse solamente de sus tareas eclesiásticas en la iglesia y Capilla Real de san Isidro.

    Fernando VII regresó a España en 1814, declaró nula la Constitución de Cádiz y todas las reformas llevadas a cabo por las Cortes entre 1810 y 1814. Su retorno marcó el inicio de un período conocido como La Década Ominosa, en el que inició una política de represión dirigida contra quienes habían participado en el movimiento liberal y apoyado la Constitución, que fueron arrestados junto a Oliveros, Muñoz Torrero y José María Calatrava, entre otros. El primero fue encarcelado en el presidio de La Corona, de Madrid, y en 1814 fue desterrado durante cuatro años a un convento de san Antonio de la Cabrera, desde donde se trasladó al convento jerónimo de Talavera de la Reina, donde falleció en 1820 y fue inhumado.

-------------------------

   [1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio y Pérez Mena, José Luis: Antonio Oliveros y Sánchez, cura patriota liberal y diputado constitucionalista (1764-1820), TAU Editores, Cáceres, 2025.


sábado, 5 de abril de 2025

“EL SER HUMANO ES EMIGRANTE POR NATURALEZA”, AFIRMA EL PROFESOR Y ACADÉMICO CALVO BUEZAS EN BADAJOZ


Profesor Calvo Buezas. Foto Diputación de Badajoz

    El profesor Tomás Calvo Buezas, catedrático emérito de Antropología de Iberoamérica y académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, ha manifestado en Badajoz que “la historia de la humanidad es la de la emigración porque el ser humano es emigrante por naturaleza” y recordó, al respecto, los distintos períodos de emigración en España, entre ellos durante la Guerra Civil.

    Calvo Buezas realizó esta afirmación durante la presentación de su libro “Inmigración, racismo, sexismo y cambios de valores en España (1986-2024)”, que tuvo lugar el pasado jueves en el Salón Noble de la Diputación de Badajoz, según informa la institución en su página web.

    El libro de Calvo Buezas presenta los resultados de los estudios desde 1986 a 2024 sobre la evolución del racismo e inmigración en España, particularmente centrada en su encuesta escolar de valores de 2019, comparando sus resultados con las encuestas a jóvenes españoles en 1986, 1993, 1997, 2002, 2004 y 2008, y las realizadas en América y en Cuba en 2019.

    El autor comparó su obra como una enciclopedia o diccionario y subrayó que “tenemos que hacer mucha autocrítica de los valores que estamos perdiendo y educar mejor”.

    El acto fue abierto por la vicepresidenta primera de la Diputación, Raquel del Puerto, quien definió al profesor como “una persona de gran calidez, lúcida, brillante y tenaz, que ha obtenido numerosos galardones, entre ellos la Medalla de Extremadura”, otorgada por su constante lucha por la justicia y la convivencia pacífica entre las culturas, y le felicitó “por todo lo que nos ha enseñado en su vida y lo que le queda por ofrecernos”.

    En el acto intervinieron también los catedráticos de la Universidad de Extremadura, Fernando López y José Antonio Pérez, además de Antonio Ventura Díaz, exvicepresidente de la Junta de Extremadura, quienes elogiaron la talla humana e intelectual del profesor Calvo Buezas.


EL LEGADO ARTÍSTICO DE JUAN DE RIBERA EN CÁCERES


Fachada de la ermita de san Benito restaurada

    La pintura mural o al fresco en el siglo XVI en Cáceres es un aspecto artístico menos conocido en comparación con la arquitectura y la escultura de la época, pero que tuvo presencia en espacios religiosos y civiles, principalmente en iglesias, conventos y algunas edificaciones nobiliarias. La ciudad, de linajes altivos y casas solariegas de piedra firme, veía con cierto recelo la modernidad que venía desde Italia y Flandes; pero el arte silencioso y persistente, hallaba siempre su camino. Y, así, Juan de Ribera nos legó un panorama pictórico, en iglesias como las de Portaje, Mata de Alcántara, Torrejoncillo o Garrovillas de Alconétar, encontrando su mejor versión en la ermita de san Jorge.

    Son escasas las noticias sobre la vida del pintor Juan de Ribera. Tomás Pulido apunta que “hacia 1560 teníamos en Cáceres un pintor llamado Juan de Ribera”. Casado con María Escobar, eran vecinos de Cáceres y feligrés de san Juan. Su mujer era hija de Diego Carrillo y de Francisca de Godoy, emparentado con Francisco de Godoy, indiano cacereño. Juan de Ribera poseía una vasta erudición bíblica que se reflejaba en su profundo conocimiento de las Escrituras y su capacidad para interpretarlas con agudeza teológica y reflejar los pasajes en sus escenas pictóricas, Además, estaba versado en los grabados que circulaban en su época.

    El mayor repertorio de pintura mural de Juan de Ribera le encontramos en la dehesa “Los Mogollones”, a 12 kilómetros de la capital cacereña, en la conocida como ermita de san Jorge, patrón de Cáceres. La ermita de culto privado es de reducidas dimensiones. De las cuatro partes en que queda dividida por sus tres arcos, tres de ellas están cubiertas por agua mientras que la cuarta, formada por el coro, tiene su superficie frontal ocupada por frescos que representan escenas bíblicas. Los modelos de representación han sido tomados de los Evangelios Apócrifos (como es el caso de Santiago Peregrino), de modelos flamencos del siglo XV. Una de las escenas más impresionantes es la del Descendimiento, que tiene a la Virgen como tema central y el cuerpo ensangrentado de Cristo. Escasos restos quedan de otras escenas en la capilla, en cuyo centro está Dios Padre como señor del mundo.

    En el siglo XV, Lorenzo de Ulloa ordena la construcción de un palacio en la zona más alta de Cáceres, que hoy podemos ver en las inmediaciones de la iglesia de san Mateo y que fue la vivienda de la familia de Sancho Sánchez de Ulloa. Cuenta con un patio interior que distribuye las distintas dependencias palaciegas, en una de las cuales se encuentran pinturas murales de Juan de Ribera. En una de las salas a la que se accede desde el patio central nos encontramos con varios frescos que decoran una estancia en planta rectangular. El programa iconográfico que se plantea en él ha sido estudiado y publicado por el profesor Pizarro Gómez, que ha considerado que se trata de un programa dedicado a los “Siete Planetas”, de acuerdo con grabados que circulaban en el último tercio del siglo XVI. En estos frescos, el profesor Pizarro ha identificado a Saturno devorando a uno de sus hijos y sentado en un carro triunfal tirado por dragones.

    La iglesia de san Miguel Arcángel de Portaje nos ofrece dos conjuntos pictóricos interesantes que decoran las dos bóvedas de arista de la capilla mayor. Las cubiertas de los dos tramos están decoradas con obras pictóricas de Juan de Ribera, que exhiben en sus claves los anagramas de la Virgen María y Jesucristo, respectivamente. Estas pinturas fueron realizadas en el año 1557, se distribuyen en dos grupos de seis imágenes en torno a un círculo que ocupa la clave de la bóveda.

    En la población de Mata de Alcántara, próxima a la villa de Alcántara, se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, obra de inicios del XVI. En el lado de la Epístola existe un marco-hornacina con detalles decorativos rococós y relieves pasionistas del siglo XVIII. Sus puertas tienen practicada una silueta que permite ver en el centro a un Crucificado del siglo XVIII, representación de un Calvario y, junto a él, en madera policromada y estofada, se halla escrito: “Este altar se hizo de limosna… el año de M Y DL XXX V (1585). JN.  RIBERA PINTOR.”

    En la iglesia parroquial de Santiago de Villa del Rey, próxima a Alcántara, se conservan pinturas murales detrás del retablo mayor, de estilo clasicista, quizá debidas a Juan de Ribera que, en 1585, trabaja en Mata de Alcántara. La pintura que representa a Santiago Matamoros guarda similitudes formales con las obras fechadas.

    La iglesia parroquial de san Andrés de Torrejoncillo, que data del siglo XVI, tiene un retablo barro del XVIII, bajo el que se oculta una hornacina y unos frescos del siglo XVI, de Juan de Ribera. En la sacristía se encuentran dos escenas pictóricas del mismo, resguardadas bajo os arcos de medio punto. Los Libros de Cuentas de la parroquia recogen varios pagos al pintor durante los años 1579, 1580 y 1585.

    La iglesia de Santiago Apóstol de Garrovillas de Alconétar, construida en el siglo XV, conserva pintura murales de Juan de Ribera del último tercio del XVI. La pintura mural muestra un momento de la Crucifixión, probablemente centrado en el Calvario.

    La ermita de san Benito de Cáceres se construyó junto a los restos de un antiguo convento benedictino, a 5 kilómetros de la ciudad, que correspondió a la jurisdicción de la parroquia de san Mateo hasta que el 3 de junio de 1886 se construyó el templo de san Eugenio, en Aldea Moret. De los bienes muebles existentes en la ermita, obra del siglo XVI, el investigador Alonso Corrales considera que la imagen de san Benito es la que se conserva en san Eugenio. En su interior se conservan algunas pinturas murales al fresco atribuibles a Juan de Ribera, con las representaciones de la estigmatización de san Francisco; Llanto ante Cristo muerto y san Cristóbal con el Niño Jesús. El edificio, situado junto a la urbanización Ceres Golf, fue restaurado por la Escuela-Taller de Cáceres entre 2007 y 2010 y pertenece a la parroquia de san Eugenio de Aldea Moret.

    Finalmente, hemos de destacar las pinturas murales en el número 30 de la calle Barrionuevo de Cáceres, un edificio de dos plantas sin ningún elemento reseñable en la fachada. En el vestíbulo o zaguán, aparece una decoración pictórica interesante. Se aprecia supuestamente a san Alejo, un santo que vivió en el siglo V.