No es el presidente un
prestidigitador de la palabra. Si lo fuere, no necesitaría acudir al
"bis" ni a los "excursus" en el discurso político
"coram populo" (delante del pueblo) para expresar "Deo coronatus"
(coronado por Dios, para enfatizar el poder), que en modo alguno expresare el
"desideratum" (el deseo máximo de cualquier persona, que no fuere
otro que el de la felicidad). No solo hace coincidir su comparecencia, a
petición del PSOE, con la del presidente del Gobierno para explicar las medidas
anticorrupción en el Congreso, sino que pretende con ello que su quinta versión
de los viajes a Canarias pase inadvertida ante la opinión pública, y cerrar un
debate que, aun televisado, ahora sobraba, porque nada nuevo se ofrece, sino
los "excursus" del discurso principal para cerrar el debate y dar
carpetazo a un asunto del que se considera víctima y no parte.
Monago acude reiteradamente al "excursus"
(dentro de un discurso o texto, lo que se aparta del tema principal), no para
volver al asunto objeto de la convocatoria, sino para distraer la atención con
titulares que no venían al caso y que hoy y mañana compendian más que una
digresión. El rigor de la tesis se aparta, de este modo, en dos
"excursus" o afluentes con los que se viene a demostrar lo que se
viene manteniendo con la autoridad de otros autores para volver al cauce
principal de un Guadiana, que no solo pasa por Mérida, sino que parece más
bonito a su paso por su residencia de Badajoz.
Cada tesis doctoral ofrece, al menos, dos
"excursus"; es decir, dos salidas de recurso para probar que el río
principal de la tesis que se viene manteniendo, la sustentamos en autores que
confirman lo que decimos. Volvemos, de nuevo, al cauce del Guadiana para continuar
ofreciendo argumentos y llegar a la conclusión final, basada en obras,
archivos, documentos probatorios de la causa y en autores clásicos del asunto
que convierten las conclusiones en pruebas bastantes para que los diputados
presentes en el templo de la palabra --el tribunal del examen-- apruebe o
desapruebe lo que se trata de demostrar. Como si quisiere decir: "Indocti
discant, et ament meminissi periti" (Apréndanlo los ignorantes, y
recuérdenlo los entendidos).
Con sus "excursus", Monago no solo no demuestra
nada para someterse a examen, aun con sus cuatrocientos folios que solo uno ha
podido examinar, ni a pesar de sus apariciones en televisión o en radio. Cuando
toda la traducción queda sintetizada en dos titulares, que son un excurso fuera de lugar, el presidente --ahora sí-- da carpetazo definitivo a un
incidente que solo ha provocado él, y no otros, como afirma. Que los titulares
de la comparecencia vayan en sentido inverso al de la circulación, es, más que
un "excursus" que nada prueba, una salida de tono injustificada.
Véase en qué ha quedado el orden del día: "Monago
pone en venta la residencia oficial como medida de ahorro"(El
País); "Se
vende la Moncloa extremeña" (El Mundo); "José
Antonio Monago pone a la venta `La Moncloa´ extremeña"
(El Confidencial); "Monago
anuncia la venta de `La Moncloa´ extremeña" (Cadena
Ser); "El
Gobierno de Extremadura pretende vender la Residencia del Presidente"
(Digital Extremadura); "Monago
no justifica sus viajes y vende la residencia presidencial"
(La Sexta); "La
Junta venderá la residencia oficial del presidente"
(Hoy); "Monago
pondrá a la venta el `palacio presidencial´ de Mérida"
(ABC); "Monago
pondrá en venta la residencia oficial de los presidentes extremeños"
(La Razón); y el más rotundo: "Monago
intenta distraer la atención de los viajes a Canarias vendiendo el palacio
presidencial extremeño" (público.es). "Mutatis
mutandis" (cambiando lo que haya que cambiar") para que todo siga
igual. El Pleno de la Asamblea se le fue de la mano, señor presidente, porque
esto no estaba en el guión, y usted ha convertido el templo de la palabra de
Extremadura en una inmobiliaria cualquiera. Todo lo demás, sobra. "Onmnes
vulnerant, ultima necat" (todas hieren, la última mata). Quien le ataca a
usted no ataca a Extremadura, porque usted no es Extremadura; es la
representación del Estado en ella no "in aeternum", y solo usted se
metió en este lío, no los diputados de la Comunidad, aunque no quiera someterse
a su confianza perdida y no hallada en el templo de la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.