Más
que de las posadas --aunque así titule sus capítulos-- nos habla el viajero
irlandés de origen español del XIX Henry
George O´Shea [1]
de sus impresiones sobre las ciudades extremeñas que visita [2]. Así,
en el capítulo sobre las Posadas de Mérida apenas habla de la Fonda del León,
de las Diligencias; en el capítulo sobre Badajoz, cita Las Tres Naciones y el
Panseco; de Plasencia anota la Posada de las tres puertas y el Parador Nuevo;
de Coria, la Posada Nueva en la calle de
las Monjas...; pero qué más le dice Mérida al autor de "A guide to Spain and Portugal" (Una guía de España y Portugal,
Edimburgo, 1869).
Henry George O´Shea debió visitar
Extremadura en 1860 [3].
Censa Mérida entonces 5.000 habitantes,
asegura. La define como "la Roma de España..."; pero "tan próspera, grande y densamente
poblada antaño, ha caído en verdad de su pedestal. Acuciada por la pobreza es
vilmente menospreciada por aquellas ciudades advenedizas sobre las que se
extendió su sombra en el pasado, al igual que el león de la fábula cuando se
hallaba debilitado y sus garras estaban desgastadas".
Recuenta después las glorias de su
pasado: "Sus murallas tenían seis leguas de circunferencia, estaban
reforzadas por torres cilíndricas y atravesadas por ochenta y cuatro puertas;
su guarnición la formaban 80.000 soldados a pie y 10.000 a caballo. Es en
verdad una ciudad de maravillas y poco o mal conocida." Evoca la crónica
del moro Rasis, quien decía que
"no hay hombre en el mundo que pueda contar las maravillas de
Mérida". Tras recordar su fundación en el año 23 a. C. y que los veteranos
(emeriti) que habían servido en
Calabria fueron alojados aquí por Augusto,
se convirtió en la capital de la Lusitania, y anota que los godos respetaron
las obras romanas y construyeron un alcázar, hasta su conquista por Alfonso el Sabio en 1229.
Por último, repasa los principales
lugares de interés de la capital lusitana: el Tajamar, un dique romano de mampostería
hecho para proteger el puente de las inundaciones; el arco de Santiago, de
cuarenta y cuatro pies de alto, construido por Trajano, así como el puente y el mutiladísimo templo de Diana,
ahora palacio del conde los Corbos; las ruinas del templo de Marte, el
anfiteatro; la naumaquia, llamada vulgarmente baño de los romanos; el famoso
acueducto de Los Milagros; el Circo Máximo; el foro, del cual quedan solo
algunas partes de las columnas, que se alzaba cerca del convento de las
Descalzas. Finalmente, apunta Henry
George O´Shea que "se puede hacer una excusión a tres millas al norte
al lago de Proserpina y a la charca de la Alufera, "enormes pantanos
romanos cuyas torres se llaman todavía Rocines".
[1]
Henry George O´Shea (1838-1905),
escritor español de origen irlandés, adoptó la nacionalidad francesa y se
estableció en Biarritz, ciudad en la que presidió la Sociedad de Ciencias,
Artes y Letras. Fue también académico correspondiente de la Real de la Historia
de España. Autor de investigaciones históricas, guías y descripciones, entre
otras "Guide to Spain and Portugal"
(Guía de España y Portugal, edit. John Lomas, Edimburgo, 1868).
[2] Vid.: Viajeros
ingleses por España (1760-1910), vol. II, edición de Jesús A. Marín Calvarro,
Diputación de Badajoz, 2004. pág. 164.
[3] Vid.
Blog Historias de Badajoz, de
Fernando de la Iglesia Frías.
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