jueves, 15 de septiembre de 2016

LA POSADA DEL LEÓN Y OTROS APUNTES DE HENRY O´SHEA SOBRE MÉRIDA


           Más que de las posadas --aunque así titule sus capítulos-- nos habla el viajero irlandés de origen español del XIX Henry George O´Shea [1] de sus impresiones sobre las ciudades extremeñas que visita [2]. Así, en el capítulo sobre las Posadas de Mérida apenas habla de la Fonda del León, de las Diligencias; en el capítulo sobre Badajoz, cita Las Tres Naciones y el Panseco; de Plasencia anota la Posada de las tres puertas y el Parador Nuevo; de Coria, la Posada Nueva en la  calle de las Monjas...; pero qué más le dice Mérida al autor de "A guide to Spain and Portugal" (Una guía de España y Portugal, Edimburgo, 1869).
 
            Henry George O´Shea debió visitar Extremadura en 1860 [3]. Censa Mérida entonces  5.000 habitantes, asegura. La define como "la Roma de España...";  pero "tan próspera, grande y densamente poblada antaño, ha caído en verdad de su pedestal. Acuciada por la pobreza es vilmente menospreciada por aquellas ciudades advenedizas sobre las que se extendió su sombra en el pasado, al igual que el león de la fábula cuando se hallaba debilitado y sus garras estaban desgastadas".
 
            Recuenta después las glorias de su pasado: "Sus murallas tenían seis leguas de circunferencia, estaban reforzadas por torres cilíndricas y atravesadas por ochenta y cuatro puertas; su guarnición la formaban 80.000 soldados a pie y 10.000 a caballo. Es en verdad una ciudad de maravillas y poco o mal conocida." Evoca la crónica del moro Rasis, quien decía que "no hay hombre en el mundo que pueda contar las maravillas de Mérida". Tras recordar su fundación en el año 23 a. C. y que los veteranos (emeriti) que habían servido en Calabria fueron alojados aquí por Augusto, se convirtió en la capital de la Lusitania, y anota que los godos respetaron las obras romanas y construyeron un alcázar, hasta su conquista por Alfonso el Sabio en 1229.
 
            Por último, repasa los principales lugares de interés de la capital lusitana: el Tajamar, un dique romano de mampostería hecho para proteger el puente de las inundaciones; el arco de Santiago, de cuarenta y cuatro pies de alto, construido por Trajano, así como el puente y el mutiladísimo templo de Diana, ahora palacio del conde los Corbos; las ruinas del templo de Marte, el anfiteatro; la naumaquia, llamada vulgarmente baño de los romanos; el famoso acueducto de Los Milagros; el Circo Máximo; el foro, del cual quedan solo algunas partes de las columnas, que se alzaba cerca del convento de las Descalzas. Finalmente, apunta Henry George O´Shea que "se puede hacer una excusión a tres millas al norte al lago de Proserpina y a la charca de la Alufera, "enormes pantanos romanos cuyas torres se llaman todavía Rocines".
 


[1] Henry George O´Shea (1838-1905), escritor español de origen irlandés, adoptó la nacionalidad francesa y se estableció en Biarritz, ciudad en la que presidió la Sociedad de Ciencias, Artes y Letras. Fue también académico correspondiente de la Real de la Historia de España. Autor de investigaciones históricas, guías y descripciones, entre otras "Guide to Spain and Portugal" (Guía de España y Portugal, edit. John Lomas, Edimburgo, 1868).
 
[2]  Vid.: Viajeros ingleses por España (1760-1910), vol. II, edición de Jesús A. Marín Calvarro, Diputación de Badajoz, 2004. pág. 164.
 
[3] Vid. Blog Historias de Badajoz, de Fernando de la Iglesia Frías.



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.