sábado, 30 de septiembre de 2023

ENRIQUE BARBOSA AYÚCAR, UN PLACENTINO DECANO DE MEDICINA DE VALLADOLID



Enrique Barbosa Ayúcar (Plasencia, 22/08/1939; Valladolid, 01/01/2019), catedrático de Anatomía Humana y Embriología, procedía de una familia de médicos (padre y abuelo) de Cabezuela del Valle (Cáceres). Su padre, Armando Barbosa Barbero, trabajó contra el paludismo, endémico entonces en la región. Tres de sus cuatro hermanos estudiaron también Medicina. Cuando aprobó la oposición de profesor agregado en 1975, el corresponsal del diario Hoy en aquella localidad titulaba la información: “Triunfo de un extremeño”.

    Realizó el Preuniversitario en Madrid, porque inicialmente quería estudiar Ingeniería; pero, tras conocer al profesor Gómez Bosque (anatómico y humanista), cambió de parecer y se trasladó a Valladolid, donde cursó la carrera de Medicina y Cirugía (1958-1964). En 1967 defendió la tesis doctoral en la misma Universidad, titulada “Acción de la puromicina sobre el desarrollo del embrión de pollo”, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude. La embriología fue su principal campo de estudio desde el principio, según su hija, la doctora María Mercedes Barbosa Cachorro.

    Para su formación, obtuvo becas de la Comisaría de Protección Escolar de España (1960-1963); beca de formación sobre técnicas de macroanatomía de la Universidad de Pavía (Italia) durante tres meses (1961); beca del gobierno francés sobre embriología humana en la Universidad de París (1962-1963); beca de intercambio cultural del gobierno francés (1965-1966); beca del Ministerio de Educación y Ciencia para licenciados (1965 y 1969); beca de la Fundación Juan March para la Universidad de Marsella (Francia) sobre anatomía humana (1967-1968); y beca del Gobierno francés sobre embriología experimental en el Servicio de Embriología Experimental del Colegio de Francia (1972-1973).

    Durante sus años en la Facultad de Medicina de Valladolid impartió las disciplinas de Anatomía Humana General y del Aparato locomotor, Esplacnología, Neuronatomía y Embriología básica y experimental, así como varios cursos en el Programa de Doctorado de Biología del Desarrollo.


El Dr. Barbosa Ayúcar, en clase con sus alumnos

    Su perfil de especialización abarcó la embriología de mamíferos y aves; la otocistogémesis inicial; componentes de la matriz extracelular (heparán, laminina, condroitín, colágeno IV) y fenómenos invaginativos y migratorios asociados y proliferación y apoptosis. Tuvo reconocidos seis sexenios de investigación.

    De 1964 a 1966 fue profesor ayudante de Anatomía Humana; profesor adjunto interino entre 1966 y 1967; profesor adjunto numerario desde 1967 a 1975; profesor agregado numerario de Anatomía descriptiva y topográfica (Orden de 19 de febrero de 1975, BOE de 27 de marzo) entre 1975 y 1983; catedrático de Anatomía Humana (21/09/1983-2009); y profesor colaborador honorífico del Departamento de Anatomía Humana en la Universidad de Valladolid desde 2009 a 2014.

    El doctor Barbosa Ayúcar fue presidente del Comité de Ciencias de la Salud de propuesta de títulos oficiales de posgrado (ANECA, 2007); miembro del Comité de Ciencias de la Salud para la obtención de la Mención de Calidad de los programas de doctorado (ANECA, 2004, 2005 y 2006); presidente de la Sociedad Anatómica Española (01/01/1997-01/01/1999); vocal de la misma Sociedad desde el 1 de enero de 1993; jefe de Estudios de la Facultad de Medicina desde el 21 de marzo de 1982 al 21 de marzo de 1984; decano de la Facultad de Medicina de Valladolid desde el 21 de marzo de 1984 al 21 de marzo de 1992; y director del Departamento de Anatomía y Radiología de la Facultad (21/03/1982-31/12/2007).

    En un obituario publicado en ABC, Juan José Mateos Otero, quien le sustituyó en el Decanato, dijo de él que, como decano, modernizó el centro con tres importantes reformas: el Anfiteatro de Anatomía, una de las aulas más llamativas, pues recuperó el estilo anatomista de los años 50; las reformas del Aula Magna y el Aula de Grado, además de mejorar las clases docentes del centro. Para Diario de Valladolid, “probablemente, fue el mejor gestor de la Facultad de Medicina desde hace varias décadas”. José Antonio Pajuelo, en La Voz de Plasencia, afirma que “el convenio de la Universidad de Valladolid y el Insalud, fue uno de los mejores de la época, gracias a su tenacidad y esfuerzo”. “El Norte” de Valladolid (02/01/2019) señalaba que “junto a la labor docente como profesor y maestro de varias generaciones de médicos, ha sido el decano de Medicina que más tiempo ha ejercido el cargo”.

    Entre las tesis doctorales dirigidas por el profesor Barbosa Ayúcar hay que destacar la que dirigió a su hija María Mercedes Barbosa en 1999 (tiene otra hija médica, Teresa, y una nieta), titulada: “Expresión de algunos componentes de la membrana basal durante la otocistogénesis en mamíferos”. Además, dirigió ocho más, según Dialnet y fue secretario y vocal de otras tantas.

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Bibliografía consultada: Datos biográficos aportados por su hija, la doctora en Medicina y Cirugía, María Mercedes Barbosa;  Diario Abc (Juan José Mateos Otero, de 03/01/2019); Hoy, de 01/03/1975): El Mundo de Valladolid: “Adiós a una leyenda de la Medicina”, de 05/01/2019; “La Voz de Plasencia, de José Antonio Pajuelo (08/02/2019); “El Norte” de Valladolid, de 02/01/2019;  Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia: autor de la biografía de Ramón López Prieto (Valladolid, 12/06/1883;06/02/1981), catedrático de Anatomía en Valladolid; Dialnet: búsqueda “Enrique Barbosa Ayúcar” (https://dialnet.unirioja.es/buscar/documentos?querysDismax.DOCUMENTAL_TODO=%22Enrique+Barbosa+Ay%C3%BAcar%22).

jueves, 28 de septiembre de 2023

SEBASTIÁN GARCÍA GUERRERO, PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE BADAJOZ E HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA


Sebastián García Guerrero, retratado por Eugenio Hermoso en 1927. Galería de Presidentes de la Diputación de Badajoz

    Fue maurista, de Unión Patriótica y de Falange Española, abogado y empresario ganadero, diputado por el distrito de Badajoz, representante de la Diputación Provincial de Badajoz en la Asamblea Nacional Consultiva durante la dictadura de Primo de Rivera, miembro del Sindicato Nacional de Ganadería, presidente de la Diputación Provincial de Badajoz (1925-1930), hijo adoptivo de Mérida el 29/08/1927 y procurador en Cortes durante el régimen franquista.

    Eso y otras muchas cosas fue Sebastián García Guerrero (Garrucha, Almería, 24/09/1872; Badajoz, 16/04/1961), quien residió durante algún tiempo en Villalba de los Barros (Badajoz) como administrador de los bienes del Duque de Feria, y de cuya localidad fue alcalde en 1907.

    Antes de ser abogado, trabajó en los ministerios de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas; Instrucción Pública y Bellas Artes; y Ministerio de Fomento (delegación provincial de Almería) como oficial segunda de Administración, oficial de Administración de tercera clase; y oficial tercero de Administración Civil. Fue nombrado gobernador civil de Murcia en abril de 1919 y dimitió en julio del mismo año; y gobernador civil de Alicante en septiembre de 1921, cargo del que dimitió en marzo de 1922.

    En las elecciones generales de España de 1919 fue proclamado diputado a Cortes por el distrito de Badajoz por la Junta Provincial, formando parte de la facción maurista. Durante la Dictadura de Primo de Rivera, fue miembro de la Asamblea Nacional Consultiva como representante de la Diputación de Badajoz, desde octubre de 1927 al 15 de febrero de 1930. Fue presidente de la Diputación del 01/04/1925 al 25/02/1930. En la II República participó activamente en la lucha social y durante la Guerra Civil combatió en el bando nacional. Durante el franquismo fue procurador en Cortes a los 42 años en representación de la Organización Sindical como empresario del Sindicato Nacional de Ganadería en la I Legislatura (1943-1946), cargo que repitió en la segunda (1946-1949) y tercera (1949-1952).

    El 29 de agosto de 1927, el Pleno del Ayuntamiento de Mérida presidido por el alcalde, Francisco López de Ayala, “ratifica los acuerdos tomados por la Comisión Permanente, en sesión del diecisiete del actual, relativo al nombramiento de hijo adoptivo de Mérida del Excmo. Sr. D. Sebastián García Guerrero, presidente de la Diputación Provincial, a quien tanta gratitud debe nuestro pueblo, entre otras cosas por su iniciativa, ya en vías de ejecución, para construir en Mérida un Matadero Industrial, ampliando el acuerdo a dar el nombre de este ilustre hombre público a una de las calles de esta ciudad, débil testimonio de agradecimiento por la labor tenaz que en bien de Mérida y de la provincia viene desarrollando desde el cargo que merecidamente obstenta” (sic).

    Según una información publicada el 15 de agosto de 1980, el Matadero de Mérida se creó en 1927 con 4.000 acciones (1.000 eran del rey Alfonso XIII). El entonces presidente de la Diputación, Sebastián García Guerrero, invitó a la Feria de Zafra al general Primo de Rivera, quien quedó impresionado. Sólo de cerda había 120.000 cabezas. José Fernández López, a petición de Queipo de Llano, enlata garbanzos y carnes para el ejército. “Ante el notario don Dimas Adámez se constituyó en Madrid el 10 de enero de 1927, con el título de “Productos de la Ganadería Extremeña, S. A., con cuatro mil acciones, a mil pesetas cada una, de ellas poseía mil S. M. el rey don Alfonso XIII, dos mil la Diputación de Badajoz, quinientas el Ayuntamiento de Mérida, y el resto, varios ganaderos. La gestión la inició don Sebastián García Guerrero, que no era extremeño, siendo presidente de la Diputación de Badajoz, quien logró mediante mucho trabajo y varias visitas a Madrid interesar al entonces jefe del Gobierno, general Primo de Rivera, para que visitase la Feria de Zafra.”.

    En 1935 fue elegido presidente de la Asociación de Ganaderos, quien calificó el año anterior “francamente adverso para la ganadería extremeña”. En 1947 fue presidente del Consejo de Administración de La Lanera Española, S. A.

    Sebastián García Guerrero creó la Revista de Estudios Extremeños el 31 de mayo de 1927, y, a sus expensas, el Centro de Estudios Extremeños. También el Museo Provincial de Bellas Artes y el Conservatorio de Música (1927). Marcelino Díaz González, en su artículo “La importancia de ser de Villaba”, le llamó “mecenas de las letras y las artes”. El dramaturgo Manuel Martínez-Mediero en un artículo publicado en 1995, decía que “un político de altas miras, presidente de la Diputación, hombre de la más pura derecha civilizada, acompañado del joven ingeniero industrial Aureliano Martínez-Mediero (tío carnal suyo), crearon el llamado Matadero de Mérida con el fin de transformar los productos extremeños”. Alberto González Rodríguez, en otro artículo titulado “Una deuda de Badajoz”, lamentaba la deuda de la ciudad con gran número de personajes en su callejero y citaba, entre otros, a Sebastián García Guerrero. Arsenio Muñoz de la Peña, en un artículo titulado “Urabayen, el profeta de Cijara”, recordaba que “amigos que le conocieron me dicen que los personajes que describe (se refiere a su novela La última cigüeña) fueron seres reales que en Badajoz vivían por entonces y que el personaje central, el gran hombre de amplias ideas que tomó por modelo, fue don Sebastián García Guerrero.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Mérida, Gaceta de Madrid, Diario Hoy, Diputación de Badajoz, Wikipedia, Wikidata.

lunes, 18 de septiembre de 2023

“EL VARÓN DE CASTILLA”


Palacio de los Chaves y el castillo, al fondo

Luis de Chaves, el que fuera prohombre de Isabel la Católica (Trujillo, 1403-1492) fue el prototipo de hombre justo, el mejor representante del ideal caballeresco, protegiendo a los débiles. La nobleza estaba llamada a proteger el mundo mediante el cumplimiento del ideal caballeresco. Chaves, al igual que los nobles de su ciudad, proporcionaba alrededor de 1.040 jinetes y 1.900 infantes. La más alta nobleza fue solicitada por los monarcas católicos a partir de 1485 “so pena de la pérdida de sus privilegios” para acudir a la guerra, cuyo coste fue considerable, ya que el ejército no sólo tenía que ser pagado por la Corona, sino que el coste de las vituallas era muy alto, puesto que no había disponibilidad de alimentos en las ciudades conquistadas, y la clase trabajadora urbana musulmana, y también la población rural, era expulsada en muchos lugares.

Chaves vivió en el palacio que construyera su abuelo, Nuño García de Chaves, en el siglo XIV, situado en uno de los lienzos de la muralla, una de las casas más importantes de la ciudad, que protegía el acceso a la alcazaba por la puerta de Santiago.

Cuando muere el rey Enrique IV en 1474, los regidores de Segovia proclaman a Isabel y a Fernando como reyes de Castilla. Surge, así, un reino por la fuerza de las armas y por la diplomacia política, con la ayuda de algunos nobles como Luis de Chaves “El Viejo”, que apoyó con los caballeros de Trujillo a la reina Isabel en contra de la desventurada hija de del matrimonio de Enrique IV con Juan de Portugal, llamada “la Beltraneja”. A partir de entonces, nadie disputaría ya a Isabel y Fernando el trono de Castilla y, a la muerte de Juan II de Aragón, (cuyas honras fúnebres se celebraron en Trujillo) las dos grandes confederaciones de Estados peninsulares vienen a quedar bajo cetro de los mismos soberanos, preparando así la integración de la gran España.

No es la primera vez que el cronista oficial de Trujillo aborda la vida de Luis de Chaves. Ya en anterior ocasión escribió “El palacio de los Chaves, símbolo de la unidad nacional” (TAU Editores, Cáceres, 2020) y ahora saca a la luz esta obra titulada “El varón de Castilla” sobre la vida novelada de Luis de Chaves (TAU Editores, Cáceres, 2023, 139 págs.).

Quien fuere cabeza del patriarcado urbano de Trujillo en el siglo XV, no conoció la toma de Granada con su prolongación mediterránea desde Orán hasta Argel y la empresa conquistadora del Nuevo Mundo, al fallecer el 6 de enero de 1492, mientras en Granada se oía la voz del Heraldo y los disparos de bardas y cañones y con un atronado Te Deum cantado por el ejército, los reyes Fernando e Isabel entraban oficialmente en Granada.

 Trujillo no solo fue testigo de la unidad nacional durante el reinado de los monarcas católicos. Si en el siglo XV los europeos apenas conocían sino los mismos países descritos por griegos y romanos, a finales de siglo se empezarán a contar por centenares los extremeños que marchan con sus navíos al nuevo continente descubierto por Cristóbal Colón en 1492, entre ellos los trujillanos.

Luis de Chaves desempeño un cargo relevante en el gobierno de Trujillo. Los cargos municipales se repartieron entre los tres linajes: Altamirano, Bejarano y Añascos, que en el siglo XV se extienden en un sentido amplio y cada uno de ellos engloba a distintas familias. El hecho de pertenecer al linaje Altamirano, hizo que Luis de Chaves fuese cabeza del patriarcado urbano de Trujillo en el siglo XV. Y, por encima de todo, un súbdito leal a su reina y después a los Reyes Católicos.

viernes, 15 de septiembre de 2023

LA VULNERABILIDAD DE LOS VULNERABLES


Foto. Unsplash. Fabrizio Azzarri

    Los ancianos son vulnerables, más aún si viven solos. Están indefensos y son un blanco fácil para los amigos de lo ajeno. Los robos violentos contra ellos es un plus de su vulnerabilidad, la que les hace más vulnerables. Iban a por su paga al banco y se la quitaban allí mismo. A veces, les seguían hasta su casa y en el portal le arrebataban su tesoro para vivir. Es la vulnerabilidad de los vulnerables.

  Los robos a personas vulnerables han aumentado considerablemente en España, ahora más en casa que en la calle. De paseo, por lo general están acompañados. En casa, su soledad les hace presas fáciles para los ladrones. Una de cada diez sufre algún robo o hurto en su domicilio. Algunos de los mayores que viven solos padecen algún tipo de demencia o discapacidad. Cuanto más vulnerables, mejores blancos. Más de 8 millones de personas mayores de 65 años viven solas en España. Cada día vemos a ancianos acompañados por jóvenes para salir a pasear. Evitan, de este modo, las posibles caídas; los robos y, lo que es más importante, charlan sobre la vida y unos aprenden de otros. Tornan a su casa y se sienten más felices en su vulnerabilidad; más acompañados en su indefensión, menos solos en su soledad.

    De nada valen los consejos de la Policía o de los allegados. Los ancianos vulnerables confían en quienes no debieren: meten en sus casas como cuidadores a personas que no conocen. Son víctimas de robos de dinero y de sus joyas. Hasta en las residencias les roban.

  Recientemente, la directora de una residencia cacereña fue detenida por el hurto de joyas a una residente fallecida. En Fuente de Cantos, robaron a una pareja de ancianos haciéndose pasar por técnicos de la Ley de la Dependencia: se llevaron más de 4.000 euros. En Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) la Guardia Civil detuvo a dos personas por supuestos delitos de sustracción y estafa a un vecino de 77 años. En Trujillo, fue detenido un trabajador de mantenimiento de una residencia de ancianos como supuesto autor de un hurto de joyas y otro de estafa bancaria a un nonagenario. En otra ocasión, tres mujeres estafaron casi 150.000 euros que un anciano se disponía a depositar en su cuenta… Los casos se multiplican aquí y allá.

    No pueden ni deben estar solos los ancianos. Los hijos no pueden atenderles por su trabajo, quizá porque no vivan en sus mismos lugares. Vuelan del nido cuando más les necesitan. Por eso, cada día vemos más chicas jóvenes que les acompañan en las calles.

  Hay, empero, una necesidad presencial acuciante para aquellos que viven solos y son más dependientes que por su propia vulnerabilidad. Nada pueden hacer solos sin un asistente. Los hijos, las instituciones públicas o algunas empresas les proporcionan esta necesaria servidumbre que necesitaren hasta que les llegue su hora.

jueves, 14 de septiembre de 2023

ADIÓS, DON CEFERINO



Decimos hoy adiós a don Ceferino Martín Calvarro. Aún se nos hace difícil no llamar “don”, como nos enseñaron en nuestros pueblos, a nuestros maestros, médicos, sacerdotes... Fueron, y lo son, el “don” y el “doña” un tratamiento de respeto que se antepone al nombre de pila, que antiguamente estaba reservado a determinadas personas con determinado rango social. Y don Ceferino lo fuere como cura, vicario, profesor, superior, enseñante y administrador apostólico. Al contrario que “donnadie”, un hombre que aparenta muchos caudales y ostenta grandezas; o “doñanadie”, mujer sin valía, poco conocida, de escaso poder e influencia, que morirá siendo una doñanadie, según la Real Academia.

Don Ceferino Martín Calvarro (Robledilllo de Gata, Cáceres, 1935; Cáceres, 13/09/2023) fue siempre lo primero. Criado en Descargamaría, vino al mundo desde abajo, desde el pueblo, hacía arriba, en la ciudad. La igualdad que nos da a todos la vida y la muerte; pero también la dignidad de respeto y trato que nos ganáremos en ella.

Un amigo suyo me preguntó en una ocasión, cuando le llamare y me dijere que comía con él, si le conocía. “Desde los 10 años”, le contesté…, hasta los 88 en que falleciere ayer. Esta mañana le despedimos en su Concatedral.

Don Ceferino fue a Cáceres, sin llegar a serlo, como un obispo de Coria y de Cáceres. Realizó sus estudios eclesiásticos en Ciudad Rodrigo, a cuya diócesis pertenecía entonces su pueblo. Terminada su carrera sacerdotal, estuvo en el Seminario Menor de Coria como superior y profesor. El obispo Llopis Iborra le envió a la Pontificia de Salamanca para que se formase en Filosofía y Filología Clásica.

De regreso a Cáceres, fue subdirector del Colegio Diocesano (que levantare el P. Cotallo), director después y profesor en el Seminario Mayor. Coadjutor de la parroquia de san Mateo, párroco de san Juan, parroquias del centro de Cáceres; canónigo en la Concatedral, vicario general con el obispo don Jesús Domínguez Gómez, administrador apostólico de la diócesis tras el traslado a Albacete del obispo don Ciriaco Benavente Mateos hasta el nombramiento de don Francisco Cerro como nuevo obispo.

Para los sacerdotes, por los que tanto se preocupare, y sus seminaristas de Coria (alguno le llamare “don Ceferinu”, en su habla popular) fue un maestro y un padre. En la hora de su jubilación, manifestó en una entrevista que se dedicaría a cuidar del suyo, muy anciano, fallecido casi a los cien años. Apenas hubiere tiempo de cuidarle. Como él, que cuidó de todos y por todos se preocupare. La dignidad y entrega en sus cargos, absoluta; el rango social de don Ceferino, muy suyo.

Adiós, don Ceferino: ve con Él como con Él viniste a este mundo.