jueves, 30 de abril de 2020

“DOS AÑOS DE LUTO Y SEIS MESES DE ALIVIO”


            Los períodos de duelo estaban perfectamente establecidos en nuestro país: por viudedad, dos años y seis meses de alivio de luto; por la pérdida de un hijo, otros dos años más seis meses de alivio; por padre o madre, un año y seis meses de alivio; por los abuelos y los hermanos, seis meses; por tíos y primos hermanos, tres. Incluso si tenía lugar un matrimonio durante ese periodo, la novia vestía de negro.  Las ropas se teñían una vez y otra más tarde, por el llamado alivio de luto, porque pasar del negro azabache al rojo chillón, resultaba demasiado brusco. Todo estaba previsto: antes de volver a la vida en colores, tocaba pasar por un combinado de negros y blancos, morados, grises y lilas. Hasta los años sesenta del pasado siglo, fue muy común el uso de la pena negra: un largo velo que se colocaba en el sombrero de forma que se ocultara el rostro de la penante y cubriera el vestido hasta la espalda…[1]  Las mujeres jóvenes podían encadenar durante años una serie de lutos por fallecimiento de parientes próximos, lo que les impedía asistir a bailes, cines, meriendas o cotilleos de lavaderos. Y se quedaban sin novio; o, como se acostumbraba a decir vulgarmente, acababan para vestir santos.
 
      El coronavirus ha vuelto a resucitar la cultura del luto, de la que las nuevas generaciones ya no saben nada, ni quieren saberlo, porque si acaso lo que les resulta chocante es ver vestida de luto a una persona años después de la muerte de un familiar cercano. Vamos a un funeral y ya no encontramos ni a la familia vestida de luto: vemos a gente vestida de colores vivos, chillones y estampados, como si fueran a una fiesta.
 
     Antes, después de la muerte de un familiar cercano, las mujeres se afanaban por tener sus vestidos, medias y zapatos tintados de negro, símbolo del luto en la civilización occidental. Ni tanto ni tan calvo. Ante los miles de muertos por la pandemia que sufrimos, la derecha se viste de luto (las mujeres en sus vestidos; algunos caballeros, al menos en su corbata)  y reprochan a los otros, la izquierda, su falta de sensibilidad al no llevar ni corbata, ni brazalete ni botón negros en el ojal de la chaqueta. Los tiempos cambian y las muertes parecen ser solo una estadística para quienes las hacen y las difunden. En 1987, hasta la Iglesia recomendó el morado, en lugar del negro, para los ritos mortuorios. En todo caso, lo que el cuerpo esconde, no podrá ocultarlo el alma.
 
   En 1964, Manuel Summers dirigió la película “La niña de luto” que retrataba las consecuencias de llevar luto en la España de entonces con las consecuencias que eso llevare consigo. Rocío Vázquez (María José Alfonso) es una “joven casadera”, como se decía entonces, que tiene novio: Rafael Castroviejo (Alfredo Landa), de profesión practicante. Rocío acaba de terminar un luto de seis meses por la muerte de su abuela. Ya tiene permiso para seguir las relaciones con su novio, para pasear con él, ir al cine, a la iglesia… y hablar para hacer planes para la boda interrumpida por el luto; pero, en estas, fallece su abuelo y las costumbres sociales dictan que la nieta debe llevar otros seis meses de luto. Rafael se rebela y logra convencer a Rocío para marcharse con él a Huelva (la acción se desarrolla en La Palma del Condado, un pueblo de la provincia) para casarse. Cuando todo está preparado, muere el padre de Rocío y la vida se detiene nuevamente, los planes se deshacen y las esperanzas se desvanecen. Rafael se marcha solo a Huelva. “No puedo con todo esto, Rocío”, le confiesa. Y ella le responde: “Lo comprendo, Rafael.”
 

Audrey Herburn,
vestida por Chanel (el tormes.com)
La España de la posguerra personificó, como ninguna otra, la cultura del luto, el culto a la muerte encarnado en el color símbolo de aquella. El luto es la expresión formalizada de responder a la muerte, la muestra externa de los sentimientos de pena y duelo por el fallecimiento de un ser querido, que incluye ropa de luto, esquelas y entierros. La gran modista francesa Coco Chanel (Saumur, Francia, 1883; París, 1971), abatida por la muerte prematura de su amado inglés Capel, dio un cambio radical al estilo y color del luto con su “pequeño vestido negro”, presentado en 1926, que fue calificado por la revista Vogue como “el atuendo que todo el mundo usará”. No existe mejor frase que la que dijo el diseñador Christian Dior (Granville, Francia, 1905; Montecatini Terme, Italia, 1957) al referirse al vestido negro “Puedes llevar negro a cualquier hora del día y de la noche, a cualquier edad y en cualquier ocasión. Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer”.[2] Desde entonces, el vestido negro, las medias y pantys negros, se han convertido en un epítome de la elegancia femenina, lejos del alcance del luto oficial de tiempos pretéritos.
 
           La costumbre de llevar ropa negra sin adornos en señal de luto se remonta al Imperio Romano, cuando la toga pulla, hecha de lana de color oscuro, se vestía en época de luto. En el antiguo Egipto, el luto se expresaba en color rojo, que era la ropa que llevaban los difuntos y el interior del féretro. Durante la Edad Media y el Renacimiento, las ropas propias del luto se llevaban por pérdidas personales y generales. En algunas zonas rurales de España, Portugal y Grecia y otros países mediterráneos, las viudas visten de negro el resto de sus vidas. Los miembros inmediatos de la familia del difunto visten de negro durante un periodo más amplio que el resto. Sin embargo, el color de luto más riguroso entre las reinas europeas medievales era el blanco en lugar del negro, costumbre que sobrevivió en España hasta finales del siglo XVI y fue de nuevo puesta en práctica por la reina Fabiola de Bélgica (Madrid, 1928; Bruselas, 2014) en el funeral de su marido, el rey Balduino I de Bélgica ( Laeken, Bruselas, 1930; Motril, Granada, 1993). En el cristianismo, el luto ha estado más asociado a la mujer que al hombre. Sin embargo, la educación y la liberación femenina se han quitado de encima el luto para toda la vida, como podemos ver en La casa de Bernarda Alba, de Lorca.
 
La casa de Bernarda Alba,
un alegato contra el luto (Infolibre.es)

   El luto oficial trasciende al personal. En caso de catástrofe o muerte de alguna persona relevante, se declara luto oficial, que regula el comportamiento de las personalidades públicas. El grado y duración del luto suelen decretarse siguiendo un protocolo establecido y puede tener varios ámbitos: nacional, regional o local. Si es a nivel nacional, el Consejo de Ministros es el encargado de determinar el tiempo de luto, que varían de un país a otro cuando fallece un Jefe del Estado y va acompañado del izado de la bandera nacional a media asta en todos los edificios públicos y buques de la Armada.
 
   El luto casi ha desaparecido desde mediados del siglo XX, aunque en los funerales se vista sobriamente: traje y corbata oscuros en los hombres y vestidos y trajes del mismo tono en las mujeres del fallecido. El luto se guarda como señal de respeto, solidaridad y homenaje por grupos concretos o circunstancias especiales. Los equipos deportivos suelen llevar brazaletes negros tras la muerte de algún miembro del equipo o persona relacionada con él, además de guardar un minuto de silencio en su memoria.

        En los momentos en que vivimos, cuatro comunidades (Madrid, Castilla y León, Murcia y Cantabria) han decretado luto oficial por los fallecidos en la pandemia. El Gobierno espera y el presidente, Pedro Sánchez,  dijo el 18 de abril: “A todas esas personas que hemos perdido, tan pronto como sea posible, les rendiremos el homenaje que todos merecen.” [3]  Madrid ya se ha adelantado. Muchas familias esperan. El país entero lo solicita. El luto se lleva por dentro, pero también hay que manifestarlo.

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[1] Vid.: Gómez Melenchón, Isabel: Lo que queda del luto, en La Vanguardia, de 31/10/2014.
 
[2] Vid.: Blog de Arturo Plaza: Little Black Dress, el básico que nunca pasa de moda, de 24 de enero.
 
[3] Vid.: El Gobierno elude cumplir el luto oficial por los muertos del coronavirus, en El Mundo, de 27/04/2020.
 

DIEGO LOZANO, EL PRIMER INTERNACIONAL DEL FÚTBOL EXTREMEÑO, HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA



Diego Lozano, conocido futbolísticamente como Lozano (Montijo, Badajoz, 08/02/1924; Mérida, 04/02/2011) ha pasado a la historia como el primer jugador internacional del fútbol extremeño (1949), aunque antes que él lo fuere Joaquín Vázquez (Badajoz, 1897; Irún, 1965), jugador del Rácing de Ferrol, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, quien disputó el partido España, 3; Bélgica, 1.  Tras él seguirían sus pasos nombres tan conocidos para los aficionados como Adelardo Rodríguez (Badajoz, 1939), primer mundialista extremeño en el Mundial de Chile 62, además de Francisco Melo (Plasencia, 1943), Miguel Ángel Ochoa (Badajoz, 1944) Rafael Gordillo (Almendralejo, 1957), Roberto Marina (Villanueva de la Serena, 1961), Ángel Manuel Cuéllar (Villafranca de los Barros, 1972), Ernesto Valverde (Viandar de la Vera, 1964), Manolo (Cáceres, 1965) Francisco Higuera (Pizarro, Cáceres, 1965), César Sánchez (Coria, 1971) Ángel Cuéllar (Villafranca de los Barros, 1972), Fernando Morientes (Cilleros, 1976), Víctor Manuel Fernández (Mérida, 1974) o Antonio Álvarez Ito (Almendralejo, 1975). [1]

            Aunque inició su carrera como extremo izquierdo, se afianzó y jugó casi toda su trayectoria como defensa, "un auténtico atleta que se convirtió en uno de los mejores defensas que ha tenido el club rojiblanco".[2] Lozano comenzó a destacar como deportista en el atletismo, modalidad en la que sobresalió como velocista en competiciones universitarias. "Destacaba en las carreras de velocidad y en los 400 metros en su tierra extremeña, pero pronto comenzó a tener un  nombre como velocista puro y, junto con el gallego Moncho Rodríguez, logró los primeros triunfos del atletismo español en las competiciones encuadradas en el Sindicato Español Universitario. Esa velocidad y ese amor por el deporte le hace probar en el emergente mundo del balompié. Así se enrola en el Emeritense de Tercera División (1942)." [3]

            Su trayectoria como jugador comienza en este equipo y la prosigue en 1943 en el Atlético de Madrid, entonces conocido como Atlético Aviación (1942-1943, 1943-1944 y 1944-1945), club al que fue traspasado por 30.000 pesetas y un sueldo de 10.000 pesetas anuales. [4] Durante las dos temporadas siguientes pasó como cedido al Hércules (1945-1947) y desde la temporada 1948-1949 jugó en el Atleti siete temporadas, hasta la de 1954-1955. En la siguiente militó en el Badajoz, de 2ª, donde fue jugador-entrenador y posteriormente, en su última temporada, en el Club Deportivo Tenerife (1956-1957) también como jugador-entrenador. En total disputó 179 partidos de fútbol. Con el Atlético de Madrid logró dos Copas de Liga (1949-1950 y 1950-1951) y una Copa Eva Duarte (1951-1952). [5]

            Su trayectoria como jugador-entrenador se inició en el Badajoz en la temporada 1955-1956. Posteriormente, continuaría en el Tenerife, Córdoba, Extremadura (tres temporadas: 1958-1961), Hércules (1961-1962) y Melilla (1962-1963), todos de 2ª División, para concluir su carrera en el Mérida Industrial, de 2ª B, en la temporada 1980-1981, con un balance de 83 partidos ganados, 47 empatados y 103 perdidos. [6] Lozano ha sido uno de los históricos del Mérida que, durante más de sesenta años, estuvo a caballo entre la Regional, la Preferente y la Tercera. De ahí que la ciudad de Mérida no comenzara a sonar en el panorama futbolístico nacional hasta 1980, año en que el equipo entrenado por Diego Lozano ascendiera a 2ª B. [7]

            En 1949, el seleccionador nacional, Guillermo Eizaguirre, convocó a Lozano con la Selección Nacional, en la que debutó el 2 de enero del mismo año en un partido amistoso ante Bélgica, disputado en el estadio de Montjuïc, en Barcelona, que finalizó con empate a uno. Tenía 26 años. Después,  disputaría cuatro partidos amistosos más vistiendo la elástica nacional el mismo año: Portugal, 1; España, 1 (20 de marzo); España, 1; Italia, 3 (27 de marzo); Irlanda, 1; España, 4 (12 de junio) y Francia, 1; España, 5, el 19 de junio.

            En Montijo, su localidad natal, el Atlético de Madrid, dirigido por Helenio Herrera,  disputó en el campo "Santa María" un encuentro de fútbol  con la U. D. Montijo, en homenaje a su paisano, que vistió la camiseta roja con la que dio sus primeros pasos en el fútbol.  Millares de aficionados de toda la región presenciaron el partido disputado el 08/09/1949. Los comentarios del encuentro que ganó el equipo del mago por 5-1, fueron publicados en la revista de Feria y Fiestas Patronales de 1950 por Bartolomé Gómez Lavado.[8]

            Lozano fue director de la Escuela Territorial Extremeña de Entrenadores de Fútbol y, ya retirado del fútbol, fue un gran profesor de Educación Física del Instituto Santa Eulalia de Mérida. [9]

            Falleció en Mérida el 04/02/2011. Toda la prensa nacional y regional se hicieron eco de su fallecimiento. Así, El País titulaba su necrológica "Diego Lozano, el lateral de HH", en la que recordaba que vistió la camiseta colchonera en 118 partidos entre 1943  --debutó con Ricardo Zamora en el banquillo-- a 1995 y añadía que "los momentos de mayor trascendencia de su carrera se produjeron en la etapa de Helenio Herrera (HH), con el que el Atlético ganó las Ligas de 1950 y de 1951, que le valieron para dar el salto definitivo al Barcelona y al Inter". [10] 
            En 2001 fue nombrado hijo adoptivo de Mérida y en febrero de 2009, el Ayuntamiento le dedicó una calle a su nombre.
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[1] Vid.: Blog furiaroja.com/internacionales/Comunidades/extremadura/html.
 
[2] Vid.: Guijarro, Miguel Ángel: Un atleta de puro cemento, en Mundo Deportivo, de 17/11/2004.
 
[3] Vid. O. cit.
 
[4] Vid. web members.fortunecity.com/tomasmuñoz/Merida.htlm
 
[5] Vid.: Blog Bdfútbol.com. Lozano.
          Nota: Algunas webs afirman que Lozano, tras dos temporadas en el Atleti, pasó cedido al Hércules y luego al Rácing de Santander.  Sin embargo, en la obra Leyendas del Atlético de Madrid: 110 jugadores que han escrito la historia del club rojiblanco, de Nacho Montero y Miguel Ángel Guijarro, se dice explícitamente que "Lozano llega en 1943 a un equipo que acababa de ganar dos Ligas tras la Guerra Civil y que contaba para el puesto de extremo a jugadores de la talla de Juan Vázquez y el riojano Herminio. No tiene oportunidades en el equipo y se le cede al Hércules de Alicante. Allí es donde adquiere la experiencia necesaria para regresar al Metropolitano, curtido y retrasando su posición a la defensa, donde se afianzó desde el primer día." En su ficha personal en el blog citado aparece como jugador del Atlético de Madrid durante dos temporadas (1942-1945) y después en el Hércules como cedido durante dos temporadas (1945-1947) para volver después al Atleti en el que permanecería durante siete temporadas; pero nada se dice del Rácing de Santander.
 
[6] Vid.: Ob. cit.
 
[7] Vid.: Ob. cit. de Tomás Muñoz.
 
[8] Vid.:  Cuerpo Rocha, Manuel: Blog Retazos bibliográficos de personajes de Montijo, de 11/05/2016.
 
[9] Vid.:  Montero, Nacho y Guijarro, Miguel Ángel: Leyendas del Atlético de Madrid: 110 jugadores que han escrito la historia del club rojiblanco, LID Editorial, 2013, 296 págs.
 
[10]  Vid.: Marcos, José: Diego Lozano, el lateral de HH, en El País, de 06/02/2011. Véanse también ABC, de 05/02/2011;  ACAN: El tinerfeñismo llora la muerte de Diego Lozano, el único jugador-entrenador que ha tenido el CD Tenerife, en la web del Club Deportivo Tenerife SAD, de 07/02/2011; El Periódico Extremadura de  05/02/2011; Diario Hoy, de 05/02/2011; Agencia Europa Press, de 05/02/2011; web de Radio Interior de Moraleja, de 06/02/2011; Madriddiario, de 06/02/2011.


miércoles, 15 de abril de 2020

"MIRADAS EN PLENITUD"

            

Trinidad Nogales, directora del MNAR,
durante la presentación (Web del Museo)
El Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida puso en marcha a comienzos del pasado mes el programa "Miradas en plenitud". Su objetivo es integrar laboralmente a cuatro jóvenes con diversidad funcional pertenecientes a Plena Inclusión. ¿Qué entendemos por diversidad funcional y Plena Inclusión? Si decimos al hablar o escribir discapacidad, le damos al vocablo una connotación peyorativa, como si el tenedor de la misma no fuere capaz y, por extensión, discriminamos a un amplio colectivo de ciudadanos. Lo mismo ocurriere si dijéremos minusválido, como si la persona a la que se lo aplicáremos fuere menos válida, una forma no inclusiva de referirnos a la misma. Por ello, aludimos en la actualidad a la diversidad funcional, sintagma que pretende sustituir a ambos vocablos con una terminología no negativa que reconozca al colectivo como a personas con capacidades diferentes entre sí. Por Plena Inclusión distinguimos a la organización que representa en nuestro país a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo de estas personas y de sus familias en la sociedad y que lucha por una sociedad más justa y solidaria.
 
            El programa "Miradas en plenitud" se desarrollará en dos fases: la primera de formación, de un periodo de seis meses, en la que los jóvenes aprenderán qué es un museo, dónde están situadas sus obras y actividades que realizan y otra segunda, en la que los participantes pasarán a ser trabajadores de la institución. La directora del MNAR, Trinidad Nogales, afirmó en el acto de presentación del programa que, con la iniciativa, "se abre un importante capítulo para la institución, que da un salto más en la inclusión de las personas con diversidad funcional" y añadió que el objetivo es lograr la "integración de todos" a través de proyectos sociales. La directora de difusión del Museo, Pilar Caldera, señaló que los jóvenes realizarán "todo tipo de actividades", en colaboración con la Asociación de Voluntarios del Museo y la Asociación de Amigos del MNAR. María Bazaga, representante de Plena Inclusión de Mérida, manifestó que una de las metas de la entidad es conseguir la inserción laboral de los jóvenes, por lo que calificó de "hito" la actividad. El director del área de negocio de La Caixa, Jordi Portillo, que colabora con el programa, subrayó su propósito de continuar apoyando más allá de este año futuros programas para la incorporación de los jóvenes en el ámbito cultural. Para la Asociación de Amigos del Museo, "la plena integración en la sociedad de todas las personas con capacidades diferentes es una búsqueda que se viene realizando desde hace tiempo por parte de amplios sectores de la población".
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Vid.: regiondigital.com, europapress.es, web de la Asociación de Amigos del Museo Romano, www.elperiodicoextremadura.com y www.hoy.es.

sábado, 11 de abril de 2020

VOCABULARIO EN LA ERA DEL CORONAVIRUS (y II)


Iniciamos ayer, por orden alfabético, el vocabulario de las voces más reiteradas durante estos días de confinamiento en la era del coronavirus, muchos de los cuales son desconocidos para el gran público, que acude, una y otra vez, a Internet para conocer su verdadero significado. Continuamos y ponemos fin a la serie de vocablos que dominan el panorama informativo actual.
 
          Estado de alarma. El artículo 116 de la Constitución prevé en su punto 1 que "una ley orgánica regulará los estados de alarma, excepción y sitio, y las competencias y limitaciones correspondientes". Por otro lado, la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio, dedica el Capítulo II, en nueve artículos, a desarrollar las especificidades de la declaración de tal estado. [1] En su artículo 4-b se dispone que el Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo 116-2 de la Constitución, podrá declarar el estado de alarma, en todo o en parte del territorio nacional, cuando se produzcan, entre otros supuestos, crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.
 
         Esencial. Según la RAE, sustancia, principal, notable. En relación con la pandemia, el Gobierno ha considerado servicios esenciales los necesarios para el mantenimiento de las funciones sociales básicas, la salud, la seguridad, el bienestar social y económicos de los ciudadanos o el eficaz funcionamiento de las instituciones. [2] 
 
         Exitus. Término latino que significa "salida", empleado en Medicina como exitus letalis (salida mortal o proceso hacia la muerte). También se utiliza para cerrar las historias clínicas de los fallecidos.
 
          Gel. Jabón o producto cosmético medicinal semilíquido (geles, en plural). [3] 
 
         Guantes. En la época del coronavirus, cubierta para proteger la mano, hecha de caucho, goma, cuero, etc., como las que usan los cirujanos y los boxeadores. [4] 
 
           Hoteles medicalizados. Dícese de los hoteles puestos a disposición de la Administración por los hoteleros, atendidos por licenciados en Medicina, pendiente del MIR, y personal disponible de enfermería, supervisados por profesionales sanitarios, al objeto de liberar habitaciones en los hospitales que necesitan tratamiento para el coronavirus u otras patologías.
 
          Infectar. Dicho de un ser vivo: resultar invadido por microorganismos patógenos. No es lo mismo que infestar. El primero se usa con microorganismos, como virus o bacterias, mientras que infestar se emplea con microparásitos (más grandes) como piojos o garrapatas). Según la Real Academia de Medicina, infectan los microbios, mientras que infestan los macroparásitos. [5] 
 
           Infodemia. En el contexto informativo sobre el coronavirus, se emplea con relación a la gran cantidad de información que hay sobre el tema, mucha de la cual son bulos o rumores, por lo que podría equivaler a "una epidemia nociva de rumores que se generan durante los brotes". [6] 
 
           Intubar. Introducir un tubo en un conducto del organismo, especialmente en la tráquea, para permitir la entrada de aire en los pulmones, según la RAE. Sus antónimos son: extubado y desintubado.
 
           Lociones. Fricción o masaje sobre una parte del cuerpo para limpiarla o como terapia. En la era del coronavirus, las lociones desinfectantes para las manos escasean, como las máscaras y los jabones. [7] 
 
           Nasobuco. Máscara que cubre la boca y la nariz para proteger al que respira, o a quien está en su proximidad, de posibles agentes patógenos o tóxicos. (RAE) Sinónimo de mascarilla en otros países como Cuba (nariz + boca), voz documentada en textos cubanos actuales. [8] 
 
           Mascarillas. El Diccionario repite la definición anterior. En relación al coronavirus, ha habido, en primer lugar, un uso innecesario de mascarillas en el entorno más cercano, que provocó el desabastecimiento [9], aunque hoy es obligatoria. Existen diferentes tipos de mascarillas. [10] 
 
           Mayores. Dicho de una persona: entrada en años, de edad avanzada (RAE). En relación con la pandemia, las muertes de mayores en sus residencias y la discriminación por razón de edad en hospitales, es definida por la RAE y Fundéu como edadismo, y no edaismo. [11] 
 
           Medicalizar. Es un verbo válido para indicar que algo se equipa con lo necesario para ofrecer asistencia médica (Fundéu). En el Diccionario académico figura recogido con el significado de `dotar a algo, como un medio de transporte, de lo necesario para ofrecer asistencia médica´. [12] 
 
           Morgue. Depósito de cadáveres (RAE). En relación con la pandemia, dícese de las morgues improvisadas ante el aumento del número de fallecimientos. [13] 
 
          Mortalidad. De acuerdo con el Diccionario, "mortalidad es la tasa de muertes producidas sobre una población en un tiempo dado en general o por una causa determinada, mientras que la mortandad no es tasa, sino "gran cantidad de muertes causadas por epidemia, cataclismo, peste o guerra". Fundéu insiste en que la tasa de mortalilidad, y no de mortandad, es la adecuada cuando se hace referencia a la tasa de muertes en un tiempo dado.
 
           Paciente cero. La expresión se está empleando para aludir a la persona que transmitió por primera vez la enfermedad en un determinado ámbito y se escribe con iniciales minúsculas y no es preciso destacarlo en cursiva ni entrecomillarlo.
 
           Pandemia. Tanto el Diccionario de la lengua española como el Diccionario de términos médicos de la Real Academia de Medicina establecen la distinción tradicional entre los términos epidemia y pandemia: el primero se refiere a una enfermedad que se propaga por un país durante algún tiempo, mientras que el segundo es indicado cuando la enfermedad se extiende a otros países.
 
           Pico de la curva. No se trata de una formulación incorrecta, aunque pudiera dar esa impresión, según Fundéu. Curva, en el Diccionario académico, no solo significa línea curvada, acepción en la que, en efecto, no parecería lógico hablar de picos. Curva es también la `línea que representa gráficamente la magnitud de un fenómeno según los valores que va tomando una de su variables´ y, con este sentido, sí es posible hablar de picos para referirse al punto más alto de una gráfica.
 
           Reinfectado. No es un uso correcto y es preferible hablar de curados que vuelven a dar positivo hasta que no se confirme que se trata de una auténtica reinfección. Una persona con infección por coronavirus no está curada si logra un resultado negativo en dos pruebas del PCR realizadas con veinticuatro horas de separación.
 
          Test. El Diccionario académico define test únicamente como `prueba destinada a evaluar conocimientos o aptitudes, en la cual hay que elegir la respuesta correcta entre varias opciones previamente fijadas´. No obstante, de acuerdo con la recogido por diccionarios como el Diccionario del español actual o el Diccionario del estudiante, test ha dejado de designar únicamente una evaluación psicológica para pasar a referirse a cualquier tipo de prueba, como los test de embarazos o los test de alcoholemia, según Fundéu.
 
          Virus. Para el Diccionario académico, virus es un organismo de estructura muy sencilla, compuesto de proteínas y ácidos nucleicos, y capaz de reproducirse solo en el seno de células vivas específicas, utilizando su metabolismo. Respecto al coronavirus, Fundéu sostiene que es el término mejor para referirse a cualquier virus de la familia Coronavidae o del género Coronavirus.
 
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[1] Vid.: Constitución Española de 1978   (BOE núm. 311, de 29/12/1978).   Véase también  la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio (BOE núm. 134, de =05/06/1981).
 
[2]  Vid.: Real-decreto ley 9/2020 de medidas para la protección de personas trabajadoras que pueden acogerse a los ERTE para suspender la actividad mientras dure el período, inaplicable para la actividad de los centros sanitarios y de atención a dependientes, al considerar estas actividades como esenciales. El Real-decreto ley 10/2020 regula el permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales., con el fin de reducir la movilidad de la población. Nótese que la actividad de jugar al golf es esencial en EE UU, ya que 37 estados permiten jugar con algunas limitaciones, al considerarlo "actividad esencial" para la salud. (Véase : Quixano, Jordi: Jugar al golf es una actividad esencial, en El País, de 07/04/2020, tanto como para el jugador de fútbol madridista Bale).
 
[3]  Vid.: Comprar gel desinfectante, misión imposible..., en El Español, de 28/02/2020.
 
[4] Vid.: Termómetros, paracetamol y guantes, los nuevos productos que escasean en las farmacias..., en Ideal de Granada, de 17/03/2020.
 
[5] Vid.:  Infectar no es lo mismo que infestar, en Fundéu de 16/02/2020.
 
[6]  Vid.: Infodemia, en Fundéu de 05/02/2020.
 
[7]  Vid.: Afp: la destilería irlandesa que convierte su ginebra en desinfectante para manos, en ABC de 22/03/2020.
 
[8]  Vid.: Morales, Manuel: Pandemia, la palabra más buscada en el último mes en el `Diccionario´ de la RAE, en El País de 07/04/2020.
 
[9]  Vid.:  En los medios de comunicación es habitual encontrar frases: En España la demanda de mascarillas también se ha desbordado... (Fundéu)  Véase también: Torrente Villacampa, Carmen:  El coronavirus agota las existencias de mascarillas en las farmacias de España, en El Mundo, de 29/01/2020.
 
[10]  Vid.: Blog Asepeyo: Mascarilla frente al coronavirus.
 
[11] Vid.: La discriminación por razón de edad es `edadismo´ y no `edaismo´, en www.65ymas.com, de 20/02/2020. Véase también: El polémico documento de Madrid: los ancianos con discapacidad y síntomas no se derivarán al hospital, en El Español de 25/03/2020. Y: Presidente del Comité de Bioética: a una persona no se le puede privar la vida por la edad que tenga, en Europa Press, de 03/04/2020.
 
[12] Vid.: Lafraya, Conchi: Renfe dispone de 3 trenes medicalizados para trasladar a pacientes entre autonomías, en La Vanguardia, de 08/04/2020.
 
[13] Vid.: Nueva York instala morgues improvisadas por virus en el mismo sitio que el 11-S, en Efe News de 25/03/2020.