martes, 28 de junio de 2022

HOYOS, LA RESIDENCIA VERANIEGA DE LOS OBISPOS DE CORIA


    La localidad de Hoyos, situada en el corazón de la comarca de la Sierra de Gata, a 510 metros de altitud, es una de las villas más sugestivas de Extremadura. Pertenece a la comarca de Coria y Sierra de Gata y presenta una climatología bastante apacible en gran parte del año, con una pluviosidad generosa, lo que influye en su espléndida vegetación. Era la residencia veraniega de los obispos de Coria, donde en 1809 los franceses asesinaron al obispo Juan Álvarez de Castro durante la Guerra de la Independencia.

Juan Álvarez de Castro

    Este pueblo, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de “Conjunto Histórico-Artístico”, ha sido objeto de estudio del académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, y del abogado José Luis Pérez Mena, que ya han compartido la edición de libros sobre personajes extremeños como Muñoz Torrero, José María Calatrava y Muñoz Chaves. En esta obra, prologada por el alcalde, Óscar Antúnez García, abordan el medio natural, la historia, las manifestaciones artísticas y las tradiciones populares de la localidad. [1]

    Los ríos Eljas y Árrago son los principales protagonistas de este territorio, que dan lugar en la mayoría de las poblaciones serranas a piscinas naturales, que resultan un atractivo turístico más de esta población señorial. El 50 por ciento de la población se acoge al sector primario, seguida por el sector servicios. En la actividad ganadera sobresale el ganado caprino, bovino y ovino. El aceite tiene Denominación de Origen, así como los vinos de pitarra que le dan fama. En la localidad tiene su sede el Consejo Regulador de la Denominación de Origen “Gata Hurdes”; es también sede de la Mancomunidad y forma parte de la zona de producción de tres productos que sobresalen por su calidad: el jamón, la aceituna de mesa (manzanilla cacereña) y el aceite de oliva virgen. En la comarca pervive el dialecto “A Fala”, una mezcla de portugués, gallego y leonés, cuyos orígenes se remontan a la reconquista cristiana, y que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2001. El trabajo de la madera emplea a muchos artesanos, destacando las tallas y fabricación de sillas en Gata y los encajes de bolillos y ganchillos en Acebo y Hoyos, famoso igualmente por sus bordados.

    Los primeros restos arqueológicos más antiguos hallados en Sierra de Gata corresponden al año 3000 a. de C. El proceso de romanización ha proporcionado un importante número de hallazgos, que da idea del interés de la migración romana por esta rica comarca, rica en oro y estaño y como punto estratégico de comunicación que unía Emérita Augusta con el norte peninsular. En el año 409 entran en España los vándalos, alanos y suevos y la antigua Caurium (Coria) se convierte a partir del siglo VI en uno de los centros urbanos visigodos más importantes de la Lusitania, dotado de sede episcopal. Los musulmanes invaden las tierras serranas desde el año 713, hasta que Alfonso VI de Castilla atraviesa el puerto de Perales en 1074 y, tras conquistar Coria, sometió a toda la sierra. En la Edad Media, Hoyos se incorpora al reino de León. Durante la Guerra de la Independencia, Hoyos y el resto de los pueblos serranos sufrieron las consecuencias de la invasión francesa. En 1888, Hoyos recibe el título de villa.

    Hoyos es uno de los pueblos más pintorescos de la Sierra de Gata. En la localidad convive una arquitectura popular serrana con otras realizaciones señoriales, que logran mantener un rico patrimonio histórico y arquitectónico distribuido por callejuelas empedradas que le conceden un gran encanto.

Iglesia de Nuestra Señora del Buen Varón

La iglesia parroquial del Buen Varón es una construcción que tienen sus inicios en el siglo XIII, época en la que se construyó una pequeña iglesia. A finales del siglo XV se amplió la capilla mayor y, según fue aumentando la población, se fue ampliando la iglesia. El pueblo tuvo varias ermitas: San Lorenzo, santa Catalina, Los Mártires, san Blas y el Humilladero. La ermita del Cristo Bendito del Valle se sitúa en las afueras de la población, en la carretera que conduce a Cilleros, obra de mediados del XVI. El convento del Espíritu Santo se encuentra al suroeste, en las afueras de la villa, en deplorable estado de conservación. Pertenece a la provincia franciscana de san Miguel y fue el primer convento fundado en la provincia.

En las cercanas vías romanas de Hoyos se han localizado numerosas cruces de término. En la salida a Cilleros se conservan catorce cruces que forman un viacrucis pétreo y el Calvario. Posiblemente daten de finales del siglo XVII. Delante de la ermita del Cristo hay un crucero de piedra sobre un basamento de cuatro escalinatas cuadrangulares de cantería. Junto al derruido convento del Espíritu Santo y en la calle de Pablos Pérez, se levanta un crucero de piedra del siglo XVI sobre dos gradas. Finalmente, en la plaza de las fuentes existe un magnífico crucero elevado sobre dos gradas cuadrangulares.

Por último, entre las tradiciones populares de la localidad hay que destacar la romería de la Virgen del Buen Varón, conocida popularmente como “Romería del carrascal”, que se celebra en una finca en el término de Calzadilla, que una señora donó a Hoyos en el siglo XVIII. Las fiestas de san Lorenzo tienen lugar entre los días 7 y 10 de agosto. A finales de julio y primeros de agosto se celebran las “Noches de Hoyos”, en su decimotercera edición, así como el Festival de Tradición Oral en el Circuito Europeo de Tradición Oral y el Festival de Teatro Clásico Contemporáneo.

La obra concluye con el relato “El secreto de la tumba del fraile”, de Florentino Escribano Ruiz, en el antiguo convento franciscano

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio y Pérez Mena, José Luis: Hoyos, una villa en el corazón de la Sierra de Gata, Diputación Provincial de Cáceres, 2022, 189 págs. 

domingo, 26 de junio de 2022

LA JAULA SILENCIOSA


El autismo es un trastorno en el desarrollo del cerebro que comienza en los niños antes de los 3 años de edad y ocasiona alteración cualitativa de la acción social, de la comunicación y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y esteorotipados, según el Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico. La historia del estudio científico del autismo comienza con la publicación en 1943 del artículo “Trastornos autistas del contacto afectivo”, de Leo Kanner; pero sufrirá diversos avatares que retrasará el avance de la investigación hasta bien entrado el decenio de 1960. El aislamiento social, los problemas educativos y laborales, la ansiedad, el estrés, el acoso y las autolesiones, son complicaciones de esta enfermedad durante toda la vida, que sufría el 3 por ciento de la población mundial en 2020. En Extremadura padecen autismo entre 500 y 600 personas, según un informe de ese mismo año. Tres asociaciones atienden sus necesidades: la Asociación de Padres de Niños Autistas de Badajoz (APNABA), la Asociación de Personas con Trastorno del Espectro del Autismo de Cáceres y la Asociación de Síndrome de Asperger de Extremadura, en Badajoz. La Junta de Extremadura atiende esta diversidad en aulas especializadas para alumnado con trastorno del espectro del autismo en numerosos colegios de la Comunidad.

Nos ha impresionado el discurso de Elizabeth Bonker, la mejor estudiante de Rollins College (Estados Unidos), quien padece autismo sin habla y se comunica escribiendo en una máquina. Sus compañeros la eligieron para que diera el discurso de graduación y ella dio una lección a todos, pidiéndoles que usaran sus voces para ayudar a los demás.

A sus 22 años, lleva toda su vida sufriendo esta enfermedad. Sabe mucho de “logros compartidos”, aseguró. “He escrito este discurso usando un dedo y con un compañero que sostiene un teclado. Mis problemas neuromotores también me impiden atarme los zapatos o abotonar una camisa sin ayuda. Rollins nos ha demostrado a todos que compartir da sentido a la vida.”

No se paró ahí Elizabeth. Dijo más: “He luchado toda mi vida sin ser escuchada ni aceptada. Una historia en la portada de nuestro periódico informó cómo el director de mi escuela secundaria le dijo a un miembro del personal: El retardado no puede ser el mejor estudiante. Sin embargo, hoy estoy aquí”, señaló.

Emuló después a Martin Luher King: “Tengo un sueño: comunicación para todos. Hay 31 millones de personas con autismo que no hablan en el mundo, que están encerradas en una jaula silenciosa. Mi vida estará dedicada a aliviarlos del sufrimiento en silencio y a darles voz para elegir su propio camino.”

Bonker utilizó también el humor para instar a sus compañeros a ayudar a su comunidad. “Dios te dio una voz. Úsala. Y no. La ironía de un autista que no habla alentándote a usar tu voz no se me escapa. Porque si puedes ver el valor en mí, entonces puedes ver el valor en todos los que conoces”, concluyó su discurso, desatando así el aplauso de todos sus compañeros.

La jaula silenciosa de las personas autistas. Solo ellos y sus familias conocen esa jaula y sus barrotes a la libertad.

 

sábado, 25 de junio de 2022

JOSÉ LUIS LUQUE ÁLVAREZ, HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA EN 1973

José Luís Luque Álvarez
(ABC  SEVILLA 04-03-1977, página 5)

José Luis Luque Álvarez (Ceuta, 12/05/1919; Madrid, 07/10/1986), doctor ingeniero agrónomo por la Universidad Complutense de Madrid, fue declarado Hijo Adoptivo de Mérida en el Pleno celebrado el 30 de mayo de 1973 por la corporación municipal presidida por el alcalde, Francisco López de Ayala y García de Blanes.

    El 19/06/1972, el alcalde presentó una moción al Pleno en la que se refería a “reconocer los servicios prestados por egregias personalidades, saber agradecer una obra ingente, que ha repercutido de forma importante, trascendente, en el desarrollo agropecuario de Mérida y su comarca…” Se refería a José Luis Luque Álvarez, director general del Servicio Nacional de Producción, personalidad de estrecha vinculación con Extremadura, y especialmente con Mérida, que ha potenciado los cultivos, la cabaña y la industria agropecuaria, con realizaciones tan sustantivas como son CEPANSA, Centro Nacional del Cultivo y Fermentación del Tabaco, Central Hortofrutícola, Cervezas “La Cruz del Campo”, ganadería “El Escobar”… Además, fue uno de los pioneros en ese aspecto, cuando Extremadura surgía por sí misma por mor del Plan de la Provincia de Badajoz, en el que tuvo decisiva intervención, así como su decisiva influencia, para que se celebre en Mérida, en el próximo octubre, el Congreso Nacional Hortofrutícola.

    El alcalde continuaba diciendo que “sus dotes empresariales, su iniciativa, su intensísima dedicación a la faceta agropecuaria, con su derivación industrial, le hacen acreedor, de que Mérida, por el conducto de su corporación municipal, le recompense honoríficamente su trabajo y los beneficios que con el mismo consiguió para nuestra ciudad y comarca, con el nombramiento del título de Hijo Adoptivo de Mérida… Se estima por esta Alcaldía que, con ello, no se haría más que equilibrar la balanza de la justicia hacia quien ha prestado sus conocimientos técnicos de doctor ingeniero agrónomo, su iniciativa; en una palabra, lo que es más importante, su hombría de bien, en beneficio de Extremadura y, principalmente, en beneficio de nuestra ciudad de Mérida.”

    El 28/07/1972, el secretario general del Ayuntamiento, Alejandro Iriarte Pérez, certifica la moción aprobada por el Pleno del 28 de junio, en el que se acuerda aprobar por unanimidad la moción de la Alcaldía y por la que se nombra juez instructor del mismo al propio alcalde e iniciar el oportuno expediente, de conformidad con el Reglamento de Honores y Distinciones, al que se acompaña el Decreto para designar secretario del expediente a Antonio Salmerón Ruiz, oficial mayor letrado del Ayuntamiento, con fecha de 07/07/1972.

    En el expediente, comparece ante el juez instructor (el 07/08/1972) Florencio Encinas Gil, en su calidad de administrador de la finca “El Escobar”, de explotación agrícola y ganadera, nacida “de la idea del señor Luque Álvarez, que ha proporcionado a Mérida beneficios ingentes, puesto que desde que el señor Luque Álvarez proyectó y organizó su explotación, ha pasado de cinco a trescientos obreros. También la Cooperativa de Regantes, con su Central Hortofrutícola, ha sido idea del homenajeado, debiendo ser considerado el número de puestos de trabajo que dicha industria absorbe y los beneficios que proporcionó al campo de esta comarca. CEPANSA e Hilaturas han sido empresas de la mayor importancia nacional, no solo por la mano de obra, sino por la industrialización del algodón, que tuvo en Mérida un centro preeminente. Organizó y dirigió INAGRISA, empresa dedicada a la selección de semillas, de trascendencia para Mérida y su comarca. Ha organizado en la misma finca de El Escobar una demostración internacional de maquinaria agraria, que supuso un hito en la industrialización y economías de los productos agrarios de la comarca. Junto con estos más importantes, han sido infinitas las actividades del señor Luque Álvarez, en los campos agrícola, ganadero e industrial, con ubicación en Mérida y su comarca, estimándole acreedor al título de Hijo Adoptivo de Mérida.”

    Asimismo, el 28/05/1973 comparece ante el juez instructor y el secretario, Ramón Castellanos Colomo, quien, “como perito agrícola y perfecto conocedor de la realidad agropecuaria e industrial-agraria de la zona de Mérida, ha de manifestar la gran labor que desarrolló don José Luis Luque Álvarez, puesto que fue un hombre de empresa, de brillante iniciativas, que acometió realizaciones nuevas para la región, y que todo ello ha repercutido en beneficio de Mérida y su comarca. En pocas ocasiones como la presente será de mayor justicia la concesión del título de Hijo Predilecto (sic) de Mérida.”

    El 29/05/1973, estimándose suficiente la información solicitada, se da por terminado el periodo informativo del expediente y con fecha 29/05/1973, el juez instructor propone al Pleno el nombramiento de Hijo Adoptivo de Mérida, y que el Decreto se incluya en el orden del día de la primera sesión del Pleno Municipal. [1]

    José Luis Luque Álvarez fue director general del Servicio Nacional de Cereales [2], director del Servicio Nacional de Productos Agrarios [3], presidente de la Cooperativa de Regantes de Extremadura, de la Cooperativa Provincial Agrícola de Cáceres y de la Unión de Empresarios del Sindicato de Frutos de Badajoz. Está en posesión de la Gran Cruz del Mérito Agrícola. [4] Elegido procurador a Cortes por el Tercio Familiar en 1971-1972 por la provincia de Cáceres junto a Martín Palomino Mejías. Con un censo de 251.322 electores, votó el 48 por ciento, obteniendo Luque el 75 por ciento de los votos y Palomino, el 69 por ciento.  [5]

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[1] Vid.: Expediente de concesión del título de Hijo Adoptivo de Mérida al Ilmo. Sr. D. José Luis Luque Álvarez, julio de 1972, Ayuntamiento de Mérida, Archivo Municipal, número 316, año 1972, legajo número 8045, carpeta número 5.

 [2] Vid.: Decreto 3054/1969, de 5 de diciembre, por el que se nombra director general del Servicio Nacional de Cereales a don José Luis Luque Álvarez, en BOE núm. 293, de 08/12/1969.

 [3] Vid.: Decreto 2705/1971, de 5 de noviembre, por el que se nombra director general de Productos Agrarios a don José Luis Luque Álvarez, en BOE núm. 266, de 6 de noviembre de 1971.

 [4] Vid.: Decreto 2805/1970, de 1 de octubre, por el que se concede la Gran Cruz de la Orden Civil del Mérito Agrícola a don José Luis Luque Álvarez, en BOE núm. 235, de 1 de octubre de 1970.

 [5] Vid.: Sánchez Marroyo, Fernando: Cambios y permanencias de una sociedad en constante evolución. Sociedad y política en Extremadura en el siglo XX, en Revista de Estudios Extremeños, año 2017, Tomo LXXIII, Centro de Estudios Extremeños, Diputación de Badajoz, pág. 848.


viernes, 24 de junio de 2022

CASAS DE MIRAVETE, UNA VILLA HISTÓRICA EN EL CAMINO REAL DE EXTREMADURA


Ganado trashumante a su paso
por Casas de Miravete
Casas de Miravete es un municipio de la provincia de Cáceres, situado en la comarca de Navalmoral de la Mata, dentro del Parque Nacional de Monfragüe, que tiene una superficie de 17.852 hectáreas. Se encuentra entre los ríos Tiétar y Tajo, y ocupa parte de los términos de Serrejón, Toril, Malpartida de Plasencia, Serradilla, Torrejón el Rubio, Jaraicejo y Casas de Miravete, que hasta el Real Decreto de 1916 recibía el nombre de “Casas del Puerto”.

    El medio urbano, natural y su entorno arqueológico, la historia y el patrimonio artístico, es el objetivo de esta obra que acaba de ver la luz, firmada por el cronista oficial de Trujillo, José Antonio Rubio Ramos; el profesor de Historia Antigua, Julio Esteban Ortega, y el cronista de Casas de Don Antonio, Óscar de San Macario Sánchez, prologada por el alcalde de la localidad, Juan Luis Curiel. [1]

    La Campana de Albalat es el nombre que recibe una original organización municipal de los pueblos, que surgen en el territorio de la antigua ciudad de Albalat cuando, abandonada por los árabes y perdido su carácter estratégico, militar y administrativo, quedó reducida primero a una villa y más tarde a un despoblado. Ya en tiempos de Fernando III aparecen referencias a ella, cuando el rey se preocupó de la repoblación de los territorios de la margen izquierda del Tajo, con el dominio de los cristianos sobre estas zonas ya consolidado. El nacimiento de la Campana de Albalat es anterior a la total desaparición de la villa, pues en el siglo XIV está documentado que el rey Alfonso XI pernoctó en Albalat durante un viaje que hizo desde Talavera al castillo de Valencia de Alcántara.  La Campana de Albalat comprendía inicialmente, además de los pueblos de Romangordo, Casas del Puerto e Higuera de Albalat, otros municipios que han desaparecido por los avatares de la historia, como el de La Piñuela. La organización administrativa de la Campana consistía en que todos estos pueblos formaban un solo concejo o ayuntamiento y una sola rectoría o parroquia. La Campana de Albalat dejó de existir como entidad con valor jurídico en 1900 cuando se separan los términos municipales de los tres pueblos y sus elementos comunes. El nombre de la ciudad de Albalat o Medina Albalat aparece en los escritos antiguos con preceptos variados. Albalat significa camino empedrado; es decir, calzada, Las calzadas romanas estaban cubiertas de losas de piedra. Los dos nombres están inspirados en la ubicación de la ciudad situada en la calzada romana que iba de Mérida a Toledo. En el año 2009 se iniciaron campañas arqueológicas en Madina de Albalat, de origen musulmán que subsistió hasta el siglo XII. La doctora en Historia del Arte Islámico y académica correspondiente de Extremadura, Sophie Gilotte, ha liderado todas las excavaciones arqueológicas realizadas en el lugar.

    La historia de Casas de Miravete no se puede escribir sin estudiar el proceso histórico de Albalat (los tres pueblos que formaban la Campana de Albalat en un solo concejo). Los orígenes de Casas de Miravete se remontan a la Edad Media, en los siglos de la conquista cristiana que ganaban terreno a los musulmanes de los reinos taifas del sur. La Campana de Albalat estaba formada por las villas de Casas de Miravete, Romangordo e Higuera. La villa recibió con anterioridad el nombre de Casas del Puerto de Miravete y Las Ventas de san Andrés, cuyo nombre tomó de una ermita, hoy destruida. Albalat pasó a poder cristiano en 1085, cayendo en poder de los almorávides en 1110. Fue tomada nuevamente por los cristianos en 1142 e integrada en las posesiones reales y entregada a la Orden de Trujillo a finales del siglo XII. Tras la reconquista de Trujillo en 1123, se la cita como Campana de Albalat. Los orígenes de lo que es hoy Casas de Miravete podemos relacionarlos con los movimientos trashumantes que se realizaban a través de la Cañada Real Leonesa. Los pastores y vaqueros que buscaban los pastos invernales de Extremadura, hacían un alto en la zona antes de encarar la subida al escarpado puerto de Miravete, que daba acceso a la penillanura trujillana. La localidad perteneció desde el siglo XIV hasta finales del XIX a la Campana de Albalat. En la Guerra de la Independencia, Casas de Miravete fue testigo de tres acontecimientos destacados; el paso de Pedro SerranoEl Postillón” el 3 de mayo de 1808; la visita de sir Arthur Wellesley, duque de Wellington, el 10 de julio de 1809, y la batalla de los ingleses en la cercana población de Romangordo, el 19 de mayo de 1812. Junto a Casas de Miravete pasaba el Camino Real de Extremadura y al paso del puerto había una casa de postas y dos ventas, una en la actual población, a pie de puerto, y otra arriba, en el mismo paso montañoso.

    Del patrimonio artístico de la villa hay que destacar el castillo de Miravete, en la sierra de la Moheda, situado a 848 metros de altitud, sumido en un abandono total. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es una construcción popular del siglo XVII. Hay que mencionar también el pósito en el que se guardaba la reserva de trigo de la población y que, además, era una institución tradicional de crédito rural. La iglesia de Santiago, de La Piñuela, erigida durante la segunda mitad del siglo XV por los Chaves de Trujillo, de la que solo subsisten las ruinas. El puente sobre el río Giraldo, situado en el Camino Real de Madrid a Lisboa, que salva el cauce del arroyo de su nombre, que Campomanes menciona como importante obra de ingeniería en el año 1778. Ya no existen restos de las ermitas en la localidad y poblaciones cercanas. Bajo la advocación de Nuestra Señora del Agua hubo una ermita mencionada en el Interrogatorio de la Real Audiencia de 1791. El pueblo recibió durante una época el nombre de “Las Ventas de san Andrés”, nombre que recibió de la ermita bajo la advocación del santo.

    Entre las tradiciones populares hay que mencionar las Candelas (2 de febrero). La Semana Santa, la Ruta de los Ingleses, desde Casas de Miravete a Romangordo, un recorrido por los caminos de las tropas inglesas del general Hill; las fiestas en honor de la Virgen de la Asunción, patrona de la localidad: la romería de la Milagrosa, en el puente del 1 de mayo, junto al embalse de Zamarro. Y las fiestas del Santísimo Cristo el 14 de septiembre.

    El libro concluye con el cuento “Los secretos del viajero inglés”, de Florentino Escribano Ruiz.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio; Esteban Ortega, Julio y De San Macario Sánchez, Óscar: Casas de Miravete, una villa histórica en el Camino Real a Extremadura, Diputación Provincial de Cáceres, 2022, 159 págs.


domingo, 19 de junio de 2022

MADROÑERA EN EL TIEMPO

 

Iglesia parroquial sobre el caserío.
(Foto: Álvaro Sánchez González)

Madroñera es un municipio cacereño, situado entre las tierras de la meseta trujillano-cacereña y la Sierra de las Villuercas, atravesado por las aguas del Almonte y el Magasca, que nace en las sierras del pueblo. En su término, con una extensión de 139,9 kilómetros cuadrados, predomina el paisaje adehesado, combinando con olivares y tierras de labor. La interrelación de tierra y clima determina la vegetación natural, representada por un bosque esclerófilo mediterráneo, representado por dehesas de encinas, alcornoques, robles, melojos o rebollos, castaños y madroños, que dan nombre a la tierra, junto al matorral como la jara, retamas y el cantueso.

Sobre este municipio, el medio urbano y natural, su historia, arte y tradiciones y leyendas, versa el último libro de los cronistas oficiales de Trujillo, José Antonio Rubio Ramos, y de Casas de don Antonio, Óscar de San Macario.[1]

La población se dedica especialmente a la ganadería y el pastizal ocupa el 70 por ciento del término municipal. Destacan también los cultivos herbáceos y el olivar. En la ganadería sobresalen el ovino, porcino, bovino y caprino. El municipio está situado en una zona en la que se generan importantes caldos vinícolas, entre ellos los famosos vinos de pitarra de la Sierra de Arriba.

La configuración urbanística gira en torno a varias plazas que actúan como ensanchamientos y confluencias de calles, destacando la plaza del Rollo, señoreada por una picota magníficamente conservada. Algunas del siglo XIX mantienen aún en el dintel una inscripción con la fecha de construcción.

Los puentes que se conservan en el término son verdaderas obras de ingeniería y elementos de arquitectura vernácula que han servido de unión entre distintas culturas y facilitaron el paso de tropas y ganados trashumantes a lo largo de la Historia.  Entre ellos, destacan el puente de las Infantas, del XVI, a medio camino entre Trujillo y Madroñera, sobre el arroyo de las Águilas.

En Madroñera subsiste una cruz de término como monumento religioso, constituido por una cruz de piedra, situado en el cementerio.

Madroñera tiene su origen en el topónimo Madroñera con nombre derivado de un arbusto, el madroño. La abundancia de esta planta de hoja perenne favoreció que se conociese al lugar como la Villa de las Madroñeras.  En el entorno se han localizado importantes restos arqueológicos en distintos poblamientos pertenecientes a la Protohistoria. A tan solo 19 kilómetros destaca el castro-ciudadela de la Edad del Hierro de La Coraja, considerado uno de los grandes núcleos habitados desde la Prehistoria reciente cacereña, donde se han localizado numerosos restos del siglo IV a. de C. Hace veinticinco siglos, esta tierra fue ocupada por los vettones. En la carretera que conduce a Aldeacentenera, en la dehesa “El Romano”, se hallan los restos de una gran presa medieval que movía molinos valle abajo. La presencia romana se relaciona con la cercana Turgalium. Su historia medieval está ligada a la historia de Trujillo. En 1558 contaba con veinticuatro vecinos y pagó a la Corona 16.000 maravedíes por cada uno (392.000 maravedíes), pasando a ser villa de señorío en lugar de realengo. La presencia misionera de Madroñera en Iberoamérica queda representada por el sacerdote predicador Pedro Broncano, que llegó a la Florida en 1769. En 1834, la localidad se constituyó como municipio constitucional en la región de Extremadura e integrado en el partido judicial de Trujillo. Entre 1932 y 1933, el paro obrero provocó la ocupación de tierras por las sociedades locales, la Lealtad, la Unión y la de los Trabajadores de la Tierra. En 1936 ganó las elecciones el Frente Popular. Fernando Valera Aparicio, natural de la localidad, fue elegido diputado a Cortes por la circunscripción de Badajoz. El período de la guerra y la posguerra es duro y confuso y se vive con resignación.

Del patrimonio artístico, cabe destacar la iglesia parroquial de la Purísima Concepción, del siglo XVI, reformada en el XVIII. Presenta planta de cruz latina con nave única, brazos del crucero poco desarrollado y capilla mayor rectangular.

Entre las tradiciones populares y leyendas, sobresalen la fiesta de los Quintos, muy arraigada en la población; las Niñeras, fiesta popular que se celebra en Nochebuena, en la que participan las mujeres solteras a partir de los 15 años, que llevan al Niño Jesús de casa en casa; los Carnavales, que empiezan el jueves anterior con la tradición de “Las Comadres”; La Gira, que se celebra el Lunes de Pascua; y las fiestas patronales, que tienen lugar el primer domingo de agosto en honor a la patrona de la villa, la Virgen de Soterraña.

Florentino Escribano Ruiz escribe, finalmente, la leyenda “Las curanderas del hisopo.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio y De San Macario Sánchez, Óscar: Madroñera en el tiempo, Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, 2022, 251 págs.


viernes, 17 de junio de 2022

MONSEÑOR MONTERO MORENO, LA ACADEMIA Y SEVILLA

 

Bodas de oro episcopales de Mons. Montero
(Web de la Junta)

    Conocí a don Antonio Montero cuando era obispo de Badajoz en el palacio episcopal de la plaza de Santa María de Cáceres. Los tres obispos extremeños (Coria-Cáceres, Plasencia y Badajoz) celebraban por primera vez una reunión conjunta para poner en común sus proyectos para una archidiócesis aún inexistente. Acudí al palacio invitado por el entonces obispo de Coria-Cáceres, monseñor Jesús Domínguez Gómez (Pilas, Sevilla, 25/09/1931; Cáceres, 26/10/1990), que fuere administrador apostólico de las otras dos diócesis extremeñas en períodos de sede vacante.

    Monseñor Antonio Montero Moreno (Churriana de la Vega, Granada, 28/08/1928; Cádiz, 16/06/2022), falleció ayer a los 93 años de edad en la ciudad andaluza donde pasaba largas temporadas, aunque residía en Sevilla.

    Hay una relación que no pasa de puntillas en las relaciones episcopales sevillanas y extremeñas. El primer arzobispo de la nueva Archidiócesis de Mérida-Badajoz, Antonio Montero Moreno, fue obispo auxiliar de Sevilla el 04/04/1969 hasta su nombramiento como obispo de Badajoz (3 de mayo de 1980-9 de julio de 2004) y primer arzobispo de Mérida-Badajoz desde el 28 de julio de 1994 hasta el 9 de julio de 2004, fecha en la que pasa a ser arzobispo emérito tras cumplir los 75 años y presentar su renuncia al Papa.

    En Extremadura, su obra no pasa inadvertida. El 24 de mayo de 1997 fue elegido académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, plaza de la que tomó posesión el 29 de abril de 2006 con un discurso de ingreso que versó sobre un obispo de Badajoz que llegó a la santidad: “Juan de Ribera, obispo de Badajoz, 1562-1568”, contestado por un sacerdote y sabio extremeño, que compartió con él labores en la Academia extremeña y que él se llevó a Sevilla para que organizara el archivo catedralicio, que yacía abandonado y polvoriento en el doblado del templo: Pedro Rubio Merino, archivero de la Iglesia y funcionario del Estado, canónigo archivero de Coria-Cáceres y de Sevilla, e hijo predilecto de Valdefuentes, quien comenzara su andadura en Cáceres a finales de los sesenta del pasado siglo, organizando el Archivo Histórico Provincial, entonces en el palacio de La Isla. Veinte años tardó don Pedro en organizar el archivo de la catedral sevillana, alternando sus trabajos de tarde y noche con los propios matinales, como funcionario estatal, en el Archivo de Indias, en la Audiencia Territorial y la Delegación de Hacienda. No podía ser otro que don Pedro quien contestara su discurso de ingreso. En el acto de su jubilación como archivero de la catedral, que tuvo lugar en la sala capitular de la catedral de Sevilla, estuvo presente monseñor Antonio Montero.

    Fue otro archivero de Cáceres, su sustituto, Antonio Rubio Rojas, junto a Antonio Viudas Camarasa, quien le propuso, y José Miguel de Mayoralgo y Lodo, quienes avalaron su candidatura para académico. Pasadas las 18:00 horas de ayer tarde, Jacinto Núñez Regodón, deán de la catedral de Plasencia, vicario de la diócesis placentina y catedrático de Teología Bíblica de la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que el arzobispo era doctor honoris causa, comunicaba al académico extremeño Viudas Camarasa la noticia de su fallecimiento, que este hacía llegar a todos los académicos y correspondientes. Núñez Regodón le calificaba como “servidor bueno y fiel de la Iglesia”. El presidente Rodríguez Ibarra, al conocer su nombramiento como arzobispo, manifestó: “Conocí a un obispo y ya es arzobispo: vamos para arriba.” El presidente Fernández Vara destacó la labor de diálogo y consenso, que monseñor Antonio Montero realizó al frente del Arzobispado de Mérida-Badajoz en el acto que tuvo lugar para conmemorar sus bodas de oro episcopales el 19 de abril de 2019 (véase web de la Junta de Extremadura de 19/04/2019). Fue también el presidente Ibarra quien, por Decreto 116/2001, de 25 de julio, le otorgó la Medalla de Extremadura “por su dilatada carrera pastoral y sacerdotal y el amor y dedicación a Badajoz y Extremadura”. (DOE, núm. 38, de 31 de julio de 2001).

    Badajoz y Mérida le dedicaron calles en su honor.

    El obispo de Coria-Cáceres, Jesús Domínguez Gómez (1977-1990), además de ser sevillano de nacimiento, vino a Cáceres cuando era vicario episcopal en Sevilla.

    En la memoria está otro obispo que fuere de Coria, con parroquia a su nombre en Cáceres, beatificado por Juan Pablo II: Marcelo Spínola y Maestre (obispo de Coria, 1884-1886), de Málaga (1886-1895) y arzobispo de Sevilla y cardenal (1895-1906). Beatificado en San Pedro el 29 de marzo de 1987. Su festividad se celebra el 19 de enero.

    Cómo no recordar al obispo Pedro Segura y Sáenz (Carazo, Burgos, 1880; Madrid, 1957), obispo de Coria (1920-1926), fundador del Diario Extremadura el 1 de abril de 1923, que acompañó al rey Alfonso XIII durante la visita que realizare a Las Hurdes en junio de 1922; arzobispo de Burgos (1926-1927), arzobispo de Toledo y primado de España (1927-1931) y cardenal arzobispo de Sevilla (1937-1957).

    Otros obispos extremeños pasaron a ocupar la sede arzobispal de Sevilla: Pedro González de Mendoza (1474-1472), antes obispo de Calahorra, Sigüenza y Plasencia, nombrado cardenal por Sixto IV, pasó después a Toledo y recibió el título de “Gran cardenal de España”; Alonso Manrique (1523-1538), hermano de Jorge Manrique, antes obispo de Badajoz, de Córdoba e inquisidor general, nombrado cardenal por el papa Clemente VII en 1531; Cristóbal de Rojas y Sandoval (1571-1580), obispo de Oviedo, Badajoz y Córdoba; Pedro de Urbina y Montoya (1658-1663), antes obispo de Coria, capitán general, virrey y arzobispo de Valencia; Luis de Salcedo y Azcona (1722-1741), obispo de Coria y arzobispo de Santiago. El beato Marcelo Spínola fue antes obispo auxiliar de Sevilla como el fallecido arzobispo emérito de Mérida-Badajoz.

    En 2000, entrevisté al arzobispo de Mérida-Badajoz en vísperas de Semana Santa. Monseñor Antonio Montero me decía, entre otras cosas: “El Papa y nosotros pedimos perdón por muchas cosas: la intolerancia con los disidentes… Pedir perdón no es masoquismo; es resarcir a los ofendidos y atraer el perdón generoso… Ni nos creemos impecables ni negamos los pecados históricos de los hijos de la Iglesia.” (véase El Periódico Extremadura de 16/04/2000).

 

sábado, 11 de junio de 2022

EL CUARENTA DE MAYO YA PASÓ…


    El cuarenta de mayo constituye una forma de aludir al 9 de junio. “Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, dice nuestro refranero, que recomienda permanecer abrigado hasta estar seguro de que ha desaparecido el tiempo frío. Se emplea cuando hace frío hasta en junio; es decir, de año en año. El cuarenta de mayo cae el 9 de junio (teniendo en cuenta que el mes de mayo tiene 31 días): pero, evidentemente, esta advertencia meteorológica no es exacta y no quiere decir que a partir del 10 de junio entre el calor y ya se pueda ir desabrigado.

    Estamos a 11 de junio y el cambio climático y las persistentes agresiones del hombre a la naturaleza han provocado las subidas de las temperaturas, los incendios forestales por la sequedad del terreno y los pastos secos, tea de las llamas, que queman nuestros montes y se cobran daños humanos y materiales. El cuarenta de mayo ya pasó y estamos inmersos en una ola de calor impropia de este tiempo, cuando ni el verano hubiere llegado.

          “Hasta el cuarenta de mayo

            No te quites el sayo;

            Y si vuelve a llover,

            Vuélvetelo a poner.” [1]

    El autor lo registra junto a otras dos variantes: “Hasta el cuarenta de mayo/ no te quites el sayo;/ y si el tiempo es importuno,/ hasta el cuarenta de junio;/ y si junio es ruin,/ hasta su fin.”

    A este refrán, compendio de la filosofía castellana del pueblo, parece oponerse este otro recogido por Luis Junceda: “Nueve meses de invierno y tres de infierno”; es decir, referido al clima de Castilla: extremadamente frío en invierno y excesivamente cálido en verano. [2]

   Es rico nuestro refranero en la meteorología. El pueblo sabio no necesitare partes meteorológicos, ni tan largos como los diere Carlos Benito en Canal Extremadura TV ni tan breves como los de Roberto Brasero en Antena 3 TV. Los agricultores abrían al amanecer, o aun antes, las jambas de sus ventanas y, ya por las nubes, ya por el viento, supieren a qué atenerse y el tiempo que les brindare el día.

      Así, “El mal año entra nadando”, o mal augurio meteorológico; en el mes de enero, entra el sol, en cada reguero; (es decir, en cada arroyo); febrero corto, el peor de todos (mal tiempo); cuando marzo vuelve el rabo, no queda oveja con pelleja, ni pastor deszarramado (porque los últimos días de este mes, el rabo, suelen ser muy crudos); a quince de marzo da el sol a la sombra y canta la alondra (da el sol en lo que hasta poco era umbría); en abril, aguas mil (lluvia); abril concluido, invierno ido (cambio de tiempo); agua por San Juan, quita vino y no da pan (24 de junio, alude al mal augurio de las cosechas). Véase Rodríguez Marín.

    El refranero popular extremeño es muy rico en la meteorología. Así lo recoge Emilio Díaz en su Refranero [3]: Enero, frío o templado, pásalo arropado (consejos de abrigo); agua en febrero, mata al usurero (buen augurio); el agua de marzo riega y la de mayo, quema (referido a la lluvia); bienvenido sea abril, que trae las llaves del toril (buen tiempo); en mayo pasa la mosca de la vaca al caballo (buen tiempo para los animales de pastoreo); tarde o temprano, por san Juan ya es verano (buen tiempo por san Juan, en junio); julio normal seca el manantial (tiempo seco); en verano, todos al pantano (calor) el día del Cristo, fuera siesta y abanico (14 de septiembre, tiempo fresco).

     Luis Junceda nos ofrece también un amplio repertorio de meteorología [4]: Heladas de enero, nieves de febrero, mollina de marzo, lluvias de abril, aires de mayo, sacan hermoso el año (tal sería el tiempo deseable en estos meses del año para que la cosecha diera buenos y abundantes frutos); si en enero canta el grillo, en agosto poco triguillo (porque ello es signo de temperaturas anómalas, que afectarán negativamente a la cosecha. Y es que ya se sabe que enero caliente, el diablo trae en el vientre); sol de marzo, que parece que sale y da mazada (al igual que los que le preceden, este refrán consiste en condenar ahora, por dañino, el tibio sol de marzo); en abril, cada gota vale por mil (Se dice porque en este mes la lluvia favorece decisivamente el crecimiento de los sembrados); abril y mayo, las llaves de todo el año (porque durante estos meses fructifica el campo, de tal manera que las cosechas, buenas o malas, vienen determinadas por el tiempo atmosférico); en junio, hoz de puño (en un antiguo refrán propio de las culturas mediterráneas, donde los cereales, sobre todo el trigo, eran la base de la alimentación, se dice que en este mes es cuando se siega el cereal);  la lluvia de julio hace madera (existe la creencia de que las lluvias caídas este mes favorecen el desarrollo de los árboles); cuando llueve en agosto, llueve miel y mosto (cuando la lluvia en ese mes cae con moderación es muy beneficiosa para las vides y, por lo tanto, para la cosecha de mosto); en otoño, la mano al moño (dícese en alusión a los fuertes vientos que suelen soplar en esta estación); en invierno no hay mejor amigo que la capa (se atribuye a Sócrates el origen de  este refrán. Sin que nadie lo advirtiese, el filósofo había pasado aquel invierno desprovisto de capa, y como quiera que, entrado ya el verano, uno de los discípulos diese en ponderar el número de amistades que tenía el maestro, este ironizó: “Así parece; pero desengáñate: en invierno no hay mejor amigo que una capa”); noviembre tronado, malo para el pastor y peor para el ganado (porque cuando empiezan las tormentas de invierno, el pastor ha de limpiar los corrales para resguardar su rebaño y protegerlo del frío).

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[1] Vid.: Rodríguez Marín, Francisco: Los refranes del almanaque, Imprenta de Francisco D. Díaz, Sevilla, 1896, pág. 108.

 [2] Vid.: Junceda, Luis: Diccionario de refranes, prólogo de Gonzalo Torrente Ballester, Banco Bilbao Vizcaya, Espasa Calpe, Madrid, 1995, pág. 377.

[3] Vid.: Díaz Díaz, Emilio: Refranero popular extremeño, Universitas, Badajoz, 1991.

 [4] Vid.: Ob. cit. de Luis Junceda.





viernes, 10 de junio de 2022

GRANADILLA, ABANDONADA A SU PESAR



    De cuando en cuando, recibimos un video por wasap que reza: “El pueblo abandonado más bonito de España.” Lo firma Luis Manuel y una dedicatoria: “Mi humilde homenaje a todos aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares, amigos, vecinos y su pueblo, aun a su pesar, para que se construyese este pantano que ahora da vida a este maravilloso entorno.” Los 166 comentarios que suscita giran en torno a su belleza, y se preguntan por qué si es tan bonito fue abandonado. Es Granadilla, mi pueblo, provincia de Cáceres, donde vi la luz de este mundo. ¿Abandonado, despoblado, vaciado?

    Faustino Calderón, madrileño, 58 años, trabajador de la limpieza, tiene un blog sobre “Los pueblos deshabitados” (https://www.lospueblosdeshabitados.net/?m=0 ). Lleva treinta años recorriendo toda España, visitándolos. Ha recorrido más de 1.100 (y son alrededor de 2.500). Subtitula ese blog: “A todos los que tuvieron que marchar. Los pueblos deshabitados no son olvido, son cultura.” Dice en su presentación “No es lo mismo deshabitado que abandonado. Todos los pueblos abandonados están deshabitados, pero no todos los pueblos deshabitados están abandonados.” Granadilla fue desde 1965, año de su desaparición como municipio, un pueblo deshabitado. No es hoy un pueblo abandonado, aunque sí por sus habitantes y descendientes, a la fuerza. Fue desterrado, despoblado, vaciado… desde 1965 hasta 1994. En ese blog figura uno solo en la provincia de Cáceres: Granadilla.

    No da vida el pantano a ese pueblo. A ese pueblo le condenó a muerte el embalse. Da vida a pueblos que Colonización hizo desde la presa que lleva el nombre del poeta José María Gabriel y Galán (que le pidieron los familiares de su esposa, Desideria, natural de la villa), hasta Coria. A saber: Sartalejo, Valrío, Rincón del Obispo, Puebla de Argeme, Valderrosas, Pradochano, San Gil, El Batán, Valdencín, Alagón del Río, Pajares de la Ribera… El plan de regadío benefició a veinticuatro poblaciones, once de nueva creación.

    Hay pueblos abandonados y pueblos deshabitados. Granadilla fue un pueblo abandonado a la fuerza, desterrado, condenado a un exilio forzoso. Todas las fuerzas públicas del régimen obligaron a sus habitantes a marcharse…, “y llévense hasta las sillas”, les instaban. Ya el proceso expropiatorio en marcha, sus habitantes tuvieron que alquilar sus propias tierras a la Confederación Hidrográfica del Tajo para poder subsistir. ¿Dónde ir? Nada hubieren más que sus enseres. Le ofrecieron un pueblo en esa cuenca del río, ya embalsado que le dio nombre: Alagón del Caudillo, Alagón después, Alagón del Río por deseo expreso de sus habitantes que decidieron, en referéndum consultivo, ligar su nombre al río que les dio vida antes y después, la muerte.  Allí terminaron sus vidas muchos de sus antiguos habitantes, como antes en su pueblo.

    Es cruel la historia como para decir que fue abandonado. Las tres culturas que habitaron la antigua villa de Granada fueron desterradas: los árabes, sus fundadores, por la Reconquista (Fernando II de León en 1179); los judíos por su fe (Edicto de Granada de 1492 de los Reyes Católicos de expulsión y conversión); los cristianos por el desarrollismo franquista… (Real Decreto 1347/1965, de 6 de mayo, por el que se acuerda la disolución del municipio de Granadilla, Cáceres, e incorporación de su término municipal a los limítrofes (BOE, número 128, de 29/05/1965). Nunca abandonado por sus habitantes: deshabitado a la fuerza, desterrado, exiliado. Hasta afirman que su nombre fue cambiado tras la conquista de Granada para evitar equívocos. De ninguna manera. En los libros parroquiales de nacimientos, matrimonios y difuntos, aparecen indistintamente, hasta mediados del XIX, Granada y Granadilla. Subsiste ese nombre, aunque no el municipio, disuelto por el Ministerio de la Gobernación del Gobierno del Generalísimo Franco.

    En 1980, la villa de Granadilla es declarada conjunto histórico-artístico (Real Decreto del Ministerio de Cultura 2426/1980, de 26 de septiembre, BOE de 10/11/1980). Habían pasado quince años desde su abandono…, una forma de proteger lo que iba camino de la ruina. En 1994, por una Orden del Ministerio de Educación y Ciencia, de 25 de noviembre, se regula la actividad de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados (BOE núm. 291, de 06/12/1994). Han pasado veintinueve años. La citada actividad se reduce a tres pueblos: Búbal (Huesca),  Umbralejo (Guadalajara) y Granadilla (Cáceres). En el primero, el embalse de su nombre, inundó la parte más baja de la población, cuyas casas fueron finalmente demolidas. La parte, inicialmente abandonada y expropiada, a pesar de no verse afectada por el embalse, pasó a formar parte del programa. En el segundo, en 1971, solo quedaban cuatro familias; la gente huyó a las ciudades. El ICONA quiso comprar todas las tierras y sus pocos habitantes fueron obligados a marcharse.

    Las actividades de recuperación de estos tres pueblos se configuran como un proyecto educativo complementario a la enseñanza escolar que pretende un acercamiento a la vida rural de una juventud que en su mayoría vive en un mundo urbano.

    El reciente “Encuentro de oportunidades en el medio rural de la provincia de Cáceres”, organizado por la Diputación Provincial a primeros de junio, ha reivindicado los pueblos para vivir y emprender. ¿Qué sería de los pueblos sin la Diputación…? Se han repartido hermosos folletos turísticos. Recojo los de mi pueblo y otra vez veo consternado uno en el que se afirma: “La Villa medieval de Granadilla, un poblado abandonado en las orillas de la historia”, y hasta repiten lo de Granada tras la conquista de la ciudad andaluza “para evitar confusiones”. No escriban nunca más abandonado; digan, más bien, “los desterrados hijos de Eva”... Como si lo hubiéremos abandonado por gusto… Ni relacionen más su nombre con Granada andaluza.

    La Junta podría adquirir el pueblo para revitalizarlo tanto en su recuperación como el programa educativo; pero Granadilla nunca volverá a ser nuestro, como predican algunos iluminados. Es un museo; solo nos queda la iglesia y el cementerio nuevo, ya de Zarza de Granadilla. Siempre en la memoria, que ni la expropiación ni el destierro pudo arrebatarnos. No lloréis por la villa perdida; llorad, más bien, por vuestros descendientes, que no hubieren en la ciudad los juegos de niños en la plaza añorada…


jueves, 9 de junio de 2022

LA VENTANA ENCENDIDA


    No ha llegado aún la mañana y ya en invierno, ya en verano, observamos la ventana encendida: las chimeneas nos dicen por sus columnas de humo que sus dueños, ya despiertos, han encendido leños de encina para calentar la casa del pueblo; ahora son las columnas de humo de las calefacciones las que se elevan al cielo en las ciudades. Durante todo el año, oteamos una ventana encendida. No fuere por el humo, sino por la televisión puesta, por lo que deducimos que al amo se ha levantado muy temprano.

    En los pueblos, a esas horas finales de la madrugada, antes de que los gallos rompan el alba, los dueños se aprestan a tomar un café migado con leche de cabra antes de salir al campo con sus ganados, o a darse un paseo con su perrita. En la ciudad, el hombre enfermo no puede más en la cama, se levanta y enciende la televisión, tras cerrar la puerta para no molestar a la familia que aún duerme. En los años sesenta del pasado siglo era la radio la que nos despertaba. El amo la encendía no tanto para enterarse de las noticias, sino para alegrar la madrugada, antes de marcharse al campo o a sus negocios.

    La ventana encendida del pueblo, la ventana encendida en la ciudad…, tan distintas y distantes en sus afanes y fines. Los habitantes del pueblo veían la del bar encendida y entraban a tomarse sus copitas de coñac para calentarse del frío de la madrugada, cuando solo los terratenientes hubieren pellizas para combatirlo. Son diferentes las ventanas encendidas de la ciudad. Solo indican que sus habitantes se preparan para iniciar su turno a muy temprana hora. Tendrán que viajar quizá para llegar a sus destinos y no fuere ya, como antes, con algún animal de la cuadra o en bici para un largo viaje, sino en autobús o en coche, o patinete en la ciudad.

    Siempre vemos una ventana encendida ahora en la ciudad. ¿Qué hará su morador levantado a hora tan temprana? Se habrá acostado pronto la noche anterior; se le habrá terminado el sueño; quizás, enfermo, no aguantare ya en la cama. Dolientes en su propia casa, no hubieren otro entretenimiento que ver las noticias que repiten en la tele. Los intermitentes cambios de luz en la ventana encendida denotan que ven la televisión, tan temprano, porque sus hombros caídos no tuvieren ya otro oficio. No se leen ya libros a esa hora para despertar las neuronas, ni los jóvenes repasan sus apuntes y esquemas antes de encaminarse a un examen que les ocupa y preocupa.

    Las ventanas encendidas se ven hoy más tras la caída del sol que por la madrugada. Cada día con menos habitaciones con vistas, la ventana encendida nos revela la vida despierta, afanes ocultos y un diario por cumplir; el paso inexorable del tiempo, que da lugar a un nuevo día cuando la noche expira. Hay que asearse por necesidad y urgencias. El tiempo vuela tras la ventana encendida y las calles por poner. No circula ahora vehículo alguno; ningún ruido se oye en la calle; pero siempre, a cualquier hora de la madrugada, hubiere una ventana encendida en la ciudad.

    En el pueblo, un jubilado se pasaba leyendo toda la madrugada y dormía por la mañana. Era militar retirado, ocupado en esos menesteres cuando nadie pudiere molestarle. Hoy, en la ciudad, siempre vemos desde el balcón alguna ventana encendida, la persiana casi cubriéndola toda, para preservar la intimidad.

    Ventanas encendidas en el pueblo y en la ciudad, como si la vida no se apagara nunca en ellos, porque sus moradores ahora faenan, ya se levantan, se aprestan a dejar la casa para iniciar un nuevo día. Solo entonces, tras el canto del gallo, la ventana encendida se apagará al despuntar el alba, se abrirán sus hojas para ventilar la casa y comenzará un nuevo día…

miércoles, 8 de junio de 2022

MIGUEL SANSÓN, DE LA FORJA DEL HIERRO A LA CREACIÓN ARTÍSTICA


El artista pintando
Miguel Sansón (Almoharín, Cáceres, 1961), Medalla de Extremadura 2006, es un artista cacereño de ámbito internacional formado en la herrería tradicional familiar, disciplina en la que trabajó en su adolescencia hasta los 26 años. Artista polifacético y autodidacta, su obra halla su vínculo con el entorno natural y popular que le rodea, al igual que su interés por el mundo espiritual, que marcará profundamente sus creaciones.

    Bajo el título “Miguel Sansón. Reflexiones de un artista”, dos expertos en arte (José Antonio Ramos y Rosa Perales Piqueres) [i], han sacado a la luz esta obra, en la que indagan en sus primeros trabajos como creador de forja artística, las series pictóricas y su estética en la pintura y escultura.

    Sus inicios se iniciaron con el modelaje del hierro y después desarrollaría una doble vertiente: de un lado, el diseño de muebles y, por otro, la creación artística, a través de la escultura, la cerámica y la pintura. Como artista autodidacta, ha indagado en las formas históricas del arte y sus referentes son los grandes autores que marcaron las vanguardias europeas: Picasso, Kandinsky y Miró y los referentes del arte moderno del Renacimiento y del Humanismo: la arquitectura, escultura y la pintura, uno de cuyos temas preferidos será el mundo angélico.

    Miguel Sansón pasó los primeros años de su vida vinculado a la tradición familiar en el taller de forja del hierro de su padre, trabajando el aluminio y la forja y aprendiendo desde muy joven a manejar el yunque y el martillo en el taller de forja.

    En la década de los 80, tras probar varios oficios y residir en diversas ciudades, su espíritu viajero le llevó a instalarse en Alicante. Logra por oposición la plaza de monitor terapéutico y durante cinco años se dedica a labores humanitarias que le abrirán caminos y posibilidades nuevas. En esta ciudad trabaja como cuidador de discapacitados cerebrales en el Colegio de Parálisis Cerebral “Infanta Elena” en El Campello. Inicia su futura trayectoria artística, realizando sus primeros bocetos y creaciones artísticas, inspirándose en muebles de diseño que podía contemplar en los escaparates de la ciudad. Sansón desarrolla un fino sentido artístico, que decide trasladar al campo que mejor conocía: la forja del hierro. Dibuja un proyecto de muebles, mesas y cabeceros en hierros que serán sus primeros trabajos a partir de unas vacaciones familiares en Almoharín, donde diseña dos mesas de forja que tendrán una gran aceptación en el ámbito de la decoración de interiores. Esta iniciativa supondrá la transformación estética y profesional del autor hacia el campo de las bellas artes en consonancia con el diseño industrial.

    Tras el primer éxito en el diseño de forja, Sansón abandona su profesión como cuidador sanitario y regresa a su pueblo en 1991, donde dos años más tarde funda la empresa “Miguel Sansón, S. L.”, dedicada al diseño y la fabricación del diseño en forja, planteándose continuar la tradición familiar, pero desarrollando a niveles artísticos el tradicional artesonado que ya se había realizado años atrás en la herrería paterna. Tres años después se inicia con el diseño de una escultura candelabro, titulada “Transmutación”.

    Algunas de sus creaciones se han convertido en elementos definitorios de su obra, como los diseños en metal en pequeño y gran formato, escultura de exquisita estética. Entre sus primeras obras destacada “El grito”, trofeo para el festival en video de Cáceres, organizado por el Gran Teatro de Cáceres. O “Telón de acero”, trofeo anual del Gran Teatro cacereño, o el Trofeo anual para el Festival de Cine Gay y Lésbico de Extremadura, bajo el título “Iguales”.

    En el año 2000, Sansón realiza una serie escultórica marcada por sus inquietudes personales y espirituales, pero que expresaría más tarde los componentes estéticos de un pensamiento reflexivo sobre las formas escultóricas y pictóricas. La serie titulada “Ángeles” comprende composiciones de diversos tamaños en torno a la simbología angélica, recreando su mundo místico y espiritual a través de elementos sencillos y múltiples. Tras su ingreso en la escultura artística, continuó desarrollando de manera dual su trabajo profesional con el artístico. Muestra de ello es la colaboración de Sansón ofreciendo sus instalaciones para la producción del catálogo “Moda Extremadura” en su primera edición, presentándose en el año 2002 en Madrid en la pasarela Cibeles. Una de las exposiciones más exitosas del artista fue la realizada en Valencia bajo el título La artesanía: pasado-presente y presente-futuro, con itinerancia nacional. En junio presenta una nueva colección de mobiliario Blanck & White en el New York Desing Center y en diversas galerías de Nueva York en las que tuvo una gran acogida. Miguel Sansón utiliza en sus obras la espiral, porque para él tienen un significado de movimiento, y también formas clásicas, onduladas o pequeñas, que, combinadas con sencillez, crean piezas que desprenden armonía. Muebles que vienen a ser casi esculturas. Es un original artesano de la forja, es un artista creador, un visionario de modos estéticos, que combina la fabricación de muebles con el arte escultórico. Sus piezas son diseños únicos y exclusivos que van desde un simple taburete a todo el mobiliario de una habitación. En sus creaciones experimenta la combinación del hierro forjado, para las estructuras, con pieles de animales en los asientos, muebles con un diseño basado en la simplicidad de líneas, en obras que se convierten en un elemento al tiempo funcional y elegante.

En Arco 2019 con Lucía Bosé,
Carmen Lomana y su hermana

    Miguel Sansón crea la colección de pintura y escultura Mater Matris como expresión infinita del todo universal. El artista se inicia en la pintura plasmando sobre el papel y lienzo a los ángeles, su fuente de inspiración y repertorio habitual.  En la escultura, que nacen como dibujos antes de saltar a las tres dimensiones, se transmite la honradez del hierro, la sensación de eternidad y permanencia, la seguridad de que resulta indestructible. Su primera gran obra, “El abrazo de Margarita”, es su antítesis. La infanta es una explosión de color, abierta, sin perder la belleza característica de su tocado. Una de las obras de gran formato es la realizada en siete metros de altura titulada “Arcángel Isael”, que presidió el patio del Museo de Los Ángeles de Turégano (Segovia), propiedad de Lucía Bosé.

    Sus prologuistas dicen de él que su “talento artístico es un hermoso regalo de vida a la humanidad, que enriquece el mundo del arte”. Juan Lanzas, en la Presentación, afirma que “toda su producción artística destila una profunda trascendencia y espiritualidad”. Y en el epílogo, la directora del Museo de Bellas Artes de Badajoz, María Teresa Rodríguez Prieto, sostiene que “su trabajo puede definirse como la magia poética que consigue transformar y dominar la rotundidad pesada del metal, llegando a la levedad de las formas y consiguiendo casi la suspensión etérea, con un lenguaje que se eleva hacia la armonía de lo espiritual, proporcionando al espectador sensaciones de paz, reflexión, juego y serenidad”.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio y Perales Piqueres, Rosa: Miguel Sansón. Reflexiones de un artista, Tau Editores,  Cáceres 2022, prólogo de Dorian J. Dorado, catedrático de la Universidad de Wisconsin y Freeman J. Harper, M. A., catedrático de la Universidad de Iowa, 120 págs.