jueves, 29 de abril de 2021

CORIA: VIVIRLA SIN VERLA



    Cómo no sentir Coria aun sin verla… “Coria, siéntela”, “Coria, ven y quédate”, son lemas turísticos de la capital diocesana desde el 589, en que su obispo Jacinto firmó las actas del III Concilio de Toledo hasta 1957, en que pasó a compartir la capitalidad con Cáceres.

    En estos días de niebla atrasada de abril, bastare con traspasar el Alto de los Cuestos y percibir la Coria de siempre, aun sin verla. No fuere la niebla ni la noche las que impidieren ver la majestuosidad de su catedral de Santa María de la Asunción, gótica de transición, que el anterior titular de la cátedra, monseñor Cerro Chaves, hoy arzobispo de Toledo, dejó arreglada y dotada con un Museo Catedralicio, habilitado en el claustro de los siglos XIV y XV, en el que destaca la reliquia del Mantel de la Santa Cena, recientemente objeto de un documental en televisión. Tampoco, no, el palacio de los duques de Alba, de los siglos XV y XVI, a la izquierda de la catedral, antigua propiedad de los hermanos Sánchez Ferlosio, vendido a unos empresarios, todavía abandonado; y a la derecha, el antiguo Seminario Conciliar, fundado en el XVII por el obispo Jerónimo Ruiz Camargo, y remodelado en el XIX por el obispo Beltrán, en abandono. Apenas vemos el puente de hierro, obra civil de arquitectura metálica de los hermanos asturianos Salvador y Próspero Ardura, inaugurado en 1910, hasta la construcción del nuevo en la EX­-109, paralelo al mismo, a la entrada de la ciudad. Tampoco vemos a lo lejos la ermita de la Virgen de Argeme…ni el castillo, en pleno casco histórico, también en venta.

    Entramos en Coria por la rotonda que nos adentra en la ciudad, dejando a un lado la subida al santuario y a la izquierda la carretera a Casillas. Nos saluda la estatua de Jesús Díaz Montero Machaco (Coria, 1957) dedicada al toro y la fiesta de San Juan (24 de junio, fiesta local). Enfilamos la subida hasta el corazón de la ciudad: Avenida de Extremadura, donde Machaco nos sorprende con “La doncella y el minotauro”, de 4,40 metros y 2.000 kilos de peso; seguimos por la Avenida Sierra de Gata y cerramos la salida por la Avenida Virgen de Argeme.

    Coria no se arredra por la pandemia. Su patrona, Nuestra Señora de Argeme, baja hoy en un vehículo particular, sin procesión, hasta la catedral para recibir el novenario. El día 9 es su festividad y el 10, festivo en la ciudad, por segundo año sin romería por la pandemia. Porque la ciudad la siente y la espera. Lo que no hace la cocapital de la diócesis, lo hace Coria, aun sin luz. Los hermanos de la cofradía se encargarán de hacer cumplir los aforos; pero la patrona está desde hoy en la ciudad.

    A Coria se la siente sin verla por la oscuridad de la noche y por la niebla que la envuelve. Solo de día, esplendente de luz, podemos divisar la catedral y las almenas del castillo elevado sobre las casas. La sentimos y nos quedamos, pero no la vemos a esas horas en que el alba no ha despuntado y la niebla todo lo oscurece y la hace invisible. A Coria le falta luz, no la de su historia, que le sobrare, sino la eléctrica que la iluminare. Pareciere que todo el perímetro de Torrejoncillo estuviere más iluminado que la ciudad episcopal. Os dirán: no son edificios públicos; son particulares; que la pongan ellos. No se pueden mantener edificios tan grandes aun siendo particulares. Las instituciones deben velar por la conservación de su patrimonio. La Ley del Patrimonio Histórico Español dice que “se deben conservar, consolidar y rehabilitar los edificios y monumentos históricos, evitando la reconstrucción.” El Obispado ha cumplido una parte importantísima con la consolidación y rehabilitación de la catedral. Los poderes públicos locales deben instar la financiación a través del 1,5% cultural para conservar, restaurar, rehabilitar y consolidar los bienes inmuebles de naturaleza histórico-artística. Lo bello debe verse a la luz, aun de noche o con niebla. Para sentir hay que ver; hay que ir y quedarse para empaparse de la luz que no vemos de noche. Coria lo merece, aunque no se vea al alba desde el Alto de los Cuestos, como antes vemos todo el perímetro urbano de Torrejoncillo.


miércoles, 21 de abril de 2021

VICTORIA NOGALES, LA ESTILISTA DE MODA EMERITENSE




    María Victoria Álvarez Nogales (Mérida, 17/05/1989), más conocida como Victoria Nogales en honor a su abuela materna, María Victoria Basarrate, con quien aprendió los entresijos y la pasión por la aguja en su taller de la Rambla, es una estilista de moda (fashion stylist) que ha saltado a la fama a raíz de la última gala de los Premios Goya, al ser la autora del look de Ángela Molina, premio Goya a toda su trayectoria profesional, y de la cantante Vanesa Martín. Sobre el premio a Ángela Molina, asegura que “fue un honor y un placer para mí. Es un reconocimiento a toda su carrera artística y, de paso, me trascendió a mí”.

    Hija de José María Álvarez Martínez y de Trinidad Nogales, exdirector del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (MNAR) y de su actual directora, Trinidad Nogales, realizó los estudios primarios en las Escolapias de Mérida y los secundarios en las Carmelitas de Villafranca de los Barros. Posteriormente, en la Universidad Pontificia de Salamanca, estudió Publicidad y Relaciones Públicas. Decidió especializarse durante un curso en la Escuela Superior de Moda de Londres Saint Martins, la fábrica de genios de la moda. De vuelta a España, estuvo seis meses de becaria en la revista Vogue, donde realizó tareas de edición y redacción de contenidos online. Después trabajó en el Departamento de Comunicación de Hermes (tienda oficial online, creaciones exclusivas, expertos en la excelencia, firma de moda) de Madrid y a continuación pasó a trabajar otro año a la agencia de comunicación Réplica, plataforma de comunicación para marcas premium, publicidad, diseño gráfico y editorial, prensa, relaciones públicas y estrategia para generar repercusión on y ofline, eventos de marca y en puntos de venta, así como acciones especiales para crear excitación alrededor de tu marca. En esta firma se familiarizó con el préstamo de prendas de firmas de primera línea a los artistas y crear los looks completos a quienes no tenían estilista.

    Crea su propia marca de ropa, Basarrate, en homenaje a su abuela y trabaja por cuenta propia como estilista para firmas que le dejan la ropa. “Nace de un concepto de ropa exclusiva a precio asequible, que usa patrones básicos unisex que se adaptan a todo tipo de fisonomía y estética. Mi trabajo es por ser estilista, por trabajar con personas”, afirma. “Llevar un Basarrate es sinónimo de elegir lo exclusivo, de romper la norma de vestir todos en serie, del gusto por definir la personalidad a través de la imagen que proyectamos. Basarrate es optar por algo diferente en el panorama de la moda, donde todas las opciones tienen cabida como espejo del cliente”, afirma en su web. [1]

    Trinidad Nogales sostiene que ella no vende ropa. “Vendo servicios a las personas que me contratan.” Define el diseño como “la idea de lo que quieres hacer”; el estilismo como el diseño dentro de una marca de ropa y la marca de ropa como un conjunto de muchos diseños. Considera que los complementos en el estilismo son muy importantes. “Si lo llevas muy sobrio, lo complementas con el estilismo; si más llamativos, rebajas el look con los complementos.” Cree que en todo fondo de armario de una mujer debe haber “un buen abrigo, un buen bolso y unos buenos zapatos.” Respecto al colorido del vestido o el negro a lo Chanel, dice que “depende del personaje, porque no es lo mismo vestir a Ángela (Molina) que vestir a una chica de 20 años”. En una entrevista publicada el pasado año especificaba aún más las prendas y accesorios: “Un abrigo de corte masculino, un look de dos piezas de punto de Basarrate, una sandalia de taconazo y tira fina, un bolso tipo bandolera y un zapato tipo Oxford.” [2] En otra entrevista, preguntada por el look para una cita especial se decantaba por “el vestido negro que, según lo combines, puede ir para cualquier ocasión”.  [3]

    A la estilista Nogales le encantaría trabajar en Mérida. “Me gusta mi ciudad, pasear por ella; pero a mi nivel no podría trabajar aquí, por desgracia; es imposible.” En la citada entrevista decía también: “No creo que hubiese sido la misma si viviese fuera de Madrid, ya sea Mérida o incluso Barcelona. En Madrid se concentra todo, todos los contactos y lo que puedo lograr aquí es imposible en cualquier otra ciudad. En el fondo, me da mucha envidia la gente que vive en Mérida porque tienen una mayor calidad de vida. Mi sueño sería vivir en Mérida y venir una semana al mes a trabajar a Madrid; lo veo difícil, pero me encantaría poder lograrlo algún día.”  [4]

    Sobre la aportación de Moda Extremadura, cree que “poco a poco se va mejorando y se necesitan los jóvenes talentos que hay aquí, aunque no se da la oportunidad de ejercer y desarrollar la profesión. No existen firmas de moda, como en Sevilla, por ejemplo, donde hay pasarelas flamencas, nupciales…”

    Victoria Nogales trabaja, entre otros rostros conocidos, para Ángela Molina (Madrid, 1955), actriz perteneciente a una conocida dinastía de artistas, Premio Goya de honor a toda una vida, recibido el pasado día 6 de marzo en Málaga; Vanesa Martín (Málaga, 1980), cantante, poetisa y compositora; Ana Guerra (La Laguna, 1994), cantante y compositora; María Vanesa Romero (Alicante, 1978), modelo, presentadora y actriz; Marian Hernández (Fuerteventura, 1981), actriz; Edurne (Madrid, 1985), cantante, compositora, modelo y actriz; Olivia Molina (Ibiza, 1980), actriz; Blas Cantó (Ricote, Murcia, 1991), cantante que representará a España en el próximo Festival de Eurovisión 2021 con la canción “Voy a quedarme”; Silvia Zamora, creadora del blog de moda Lady Addict, influencer; Nerea Rodríguez (Gavá, Barcelona, 1999), cantante.

    Victoria Nogales es una pasión por la moda, su estilo de vida, que aprendiere con su abuela y su madre. Una pasión por el arte, como su abuelo paterno José y sus padres, José María y Trini, custodios del legado de Roma en Mérida; más aún, la pasión por la aguja, como su abuela materna y su madre, María Victoria y Trinidad, dos estilos en uno solo.

--------------------------------------

[1] Vid.: https://basarrate.com/elements/pages/sobre-nosotros/.

 [2] Vid.: Victoria Nogales. La moda como estilo de vida, en la revista Grada, número 142, de mayo de 2020.

 [3] Vid.: La estilista de las famosas, en la web InStile, de 27/01/2020.

 [4] Vid.: Ibíd. Revista Grada.


sábado, 17 de abril de 2021

“DONANTE HASTA LA MÉDULA”



    Vemos en algún periódico impreso un anuncio que reza: “Donante hasta la médula”. Todas las personas somos potenciales donantes de algo (sangre, órganos vitales…) que, aunque no nos sobren, a otros les falta. De ahí el lema de la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura (ADMO), entidad de utilidad pública y Medalla de Extremadura 2014, que el citado año cumplía dieciocho de actividad, promoviendo la donación de médula ósea y cinco años en relación a la sangre del cordón umbilical, según reconocía el Decreto de concesión de la Medalla.
[1]

    ADMO inició su actividad en 1996, con el objetivo de promover y apoyar la donación de médula ósea, como esencial recurso de sanación para determinados enfermos de leucemia y otras enfermedades de la sangre. Este tipo de asociaciones persiguen aumentar el número de donantes voluntarios insistiendo en la posibilidad de salvar una vida sin poner en peligro la propia. La primera Unidad de Médula Ósea en Extremadura comenzó su actividad en 2002 en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, lo que evitó a enfermos y familiares viajes fuera de la región para someterse a un trasplante, a la vez que propiciaba la realización de trasplantes autólogos (que se obtiene del mismo individuo que lo recibe). Al propio tiempo, la asociación amplió sus objetivos iniciales en consonancia con las nuevas formas de donación de células madre, como las contenidas en la Sangre de Cordón Umbilical (SCU), que ha abierto un esperanzador campo de trabajo en la insustituible labor de solidaridad que supone este tipo de donaciones, que en 2007 se puso en marcha en las principales maternidades extremeñas.
    
    “Dona médula, dona vida”, “Donante hasta la médula”…, son lemas de solidaridad que venimos viendo y escuchando en los medios de comunicación, que nos invitan a la solidaridad humana con pacientes y familiares con enfermedades oncohematológicas. Cada día, ocho personas entran en lista de espera para trasplantes, lo que significa que más de 5.000 personas al año esperan un órgano para seguir viviendo. Algunos no llegarán a tiempo y el trasplante es el único tratamiento médico que depende al cien por cien de los ciudadanos. [2]

    La médula ósea es el tejido suave y graso que se encuentra dentro de sus huesos. La médula ósea contiene células madre, células inmaduras que se convierten en sanguíneas. Las personas que padecen enfermedades potencialmente mortales, como la leucemia, el linfoma y el mieloma pueden ser tratadas con un trasplante de médula ósea, hoy conocido como trasplante de célula ósea, que se obtiene de un donante o de su propia médula ósea. Hay dos tipos de donaciones de médula ósea: un autotrasplante de la propia médula ósea y un trasplante alógeno, cuando el donante es otra persona. Existe un registro de potenciales donantes que los médicos utilizan para hallar el donante compatible. Para estar incluidos en el registro de médula ósea, hay que tener entre 18 y 60 años, estar saludable y no estar embrazada. [3]

 --------------------------------------------------

[1] Vid.: Decreto 177/2014, de 26 de agosto, de concesión de la Medalla de Extremadura a la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura-ADMO, en DOE núm. 166, de 28 de agosto de 2014.

 [2] Vid.: https://saludextremadura.ses.es/web/donacion-y-trasplantes.

 [3] Vid.: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE UU, Medline Plus (https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000839.htm).