jueves, 25 de abril de 2024

NOELIA ALEGRE DÍAZ, “COMO UN PÁJARO QUE VUELA…”


Le encanta escribir, disfruta escribiendo y, si es poesía, mejor.  Nos reta a vivir la vida como ella, en estos cuatro versos que plasma en el libro “Danza de letras”: “La libertad es bella,/ como un pájaro que vuela./ Pero no tiene ida ni venida/ a la soledad.”

Noelia Alegre Díaz (Plasencia, 26/08/1978), profesora y poetisa, lleva desde su infancia, que transcurre en la localidad cacereña de Aldeanueva de la Vera, vinculada a la literatura. En 1990 se traslada a Madrid, donde desde los 14 años participa en diversos recitales poéticos. Apasionada de los poetas de la generación del 27 y 98, tiene como referencia a García Lorca.

Entre su obra publicada censa los siguientes libros: Cuentos periféricos y otras especies en peligro, relatos (Patrañas Ediciones, 1999); Pluma, Tinta y Papel IV, microrrelatos (Diversidad Literaria, 2015); Antología poesía, poesía (Libripedia, 2015); y en la Editorial Mablaz, El sueño de la vida, antología poética (2016); Poesía Libre, antología poética (2017); Danza de letras, poesía, en Forjadores de sueños (2017); Microrrelatos I (2017) y Microrrelatos II (2018); Versos indefinidos, antología poética (2018); Amor, relatos (2018); Poemas en tiempos de pandemia, antología poética  (2021); Danza de letras, poesía, en Forjadores de sueños (2017); Anhelos, poesía (2018); Diez años de poesía, antología poética (2022); Uniendo culturas (2023); Semper Verbum III, antología poética (Editorial Notting Hill Cultural, 2023); La sombra de mi sonrisa, poesía (2023); Antología benéfica: 100 miradas de Navidad, relatos y poesía (Asociación 100 miradas, 2023); y Poetas, tan solo poetas, antología poética (2023).


Noelia Alegre fue finalista en el VI Certamen Poético en honor a la Virgen de Santa Ana (Tudela) con el poema “La reina de los cielos”: sexta con el microrrelato titulado “El periódico” dentro del libro “Microrrelatos Mablaz; escribe en el blog Opulix; participa en talleres poéticos en Valverde del Fresno (Cáceres) y Barcarrota (Badajoz), escribe en el periódico “Alcorcón Hoy”. Verso Abierto y la Asociación 100 miradas la invitan a dar talleres y participa en los dos recitales poéticos al año con el nombre de “Poetas en el retiro”.

Sus poemas invitan a bailar con cada palabra, con cada imagen. Invitan a ser libre, como ella, que desea que sus lectores alcancen la libertad, en su “Danza de letras”.

 

lunes, 22 de abril de 2024

UN PRODIGIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA DE LA MONTAÑA EN MARZO DE 1835


    Qué fuere un prodigio, como señalare el autor, sino una “maravilla, milagro, portento, asombro, fenómeno”, sinónimos todos del vocablo, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE). Del latín, prodigium, en una primera acepción, señala como `prodigio´, un “suceso extraño que excede los límites regulares de la naturaleza”; en una segunda, “cosa especial, rara o primorosa en su línea”; y la tercera, `milagro´, “hecho de origen divino”.

    Sea como cada quien quisiere señalarlo, el `prodigio´ lo relata el presbítero que firma D. M. S., en el “Boletín Oficial de Cáceres” del día 3 de abril de 1835, bajo el título de “Comunicado” (Cáceres, Imprenta de don Lucas de Burgos, 1835).

    Señala el autor que, “aunque son bien notorias en la provincia, y aun en gran parte de la Nación, las maravillas, milagros y favores que nuestro Dios y Redentor Jesús ha dispensado en todo tiempo á los vecinos de esta Villa y Capital de Cáceres por la mediación de su Patrona, la Sacratísima Virgen María, cuya Efigie veneran con el título de Montaña, no debe estar en silencio, antes por el contrario hacerse tan notorio que nadie lo ignore, el prodigio obrado ahora recientemente por la intercesión de esta Sacratísima Señora”.

    Relata el presbítero que el Ayuntamiento de la villa y capital, viendo con dolor la ruina que amenazaba a los campos, estableció acogerse (“como en toda aflicción lo ha hecho”) al refugio de la Montaña y determinó la bajada en procesión pública para rogativas la tarde del 24 (de marzo del mismo año). El día amaneció “despejadísimo”; pero tan pronto como la mueven de su trono, a las 11:00 del mismo día, para adornarla y ponerla en las andas, se levantaron algunas nubes… A las cuatro de la tarde salen procesionalmente desde Santa María (hoy concatedral) el clero, las venerables religiones de Santo Domingo y San Francisco, el pleno del Ayuntamiento, presidido por el gobernador civil; un piquete de la Milicia Urbana y una numerosísima parte del pueblo.

    Por instantes, se vieron aumentar las nubes según se aproximaba el movimiento de la patrona. “Lo cierto es que se retrasó algún tanto la salida de la procesión del santuario por la lluvia que cayó, y continuó variando de direcciones toda la tarde”…  Añade el cronista admirado: “¡Cuál sería el gozo de los devotos cacereños a la vista de tan patente milagro!” Resulta imposible describirlo y añade que, a la llegada de la Virgen a Santa María, cerca de la noche, el obispo de Coria ocupó la cátedra de Espíritu Santo, “infundiendo sapientísimamente a sus amados hijos en Cristo la devoción y confianza en María Santísima”.

    El día 25, para que los fieles redoblasen su devoción y súplicas, el obispo determinó sacar en procesión pública la sagrada imagen por las calles. La procesión la presidía Su Excelencia Ilustrísima, a quien acompañaban, como en la tarde anterior, el Ilustre Ayuntamiento, el gobernador civil y el comandante general del distrito militar, con el correspondiente piquete de Milicianos Urbanos, “estando toda la carrera de la procesión ricamente colgada”.

    La atmósfera continuó cargada “y ya hemos visto romperse las cataratas del cielo y llenar la tierra de agua. Y á la vista de tan repetidos beneficios como diariamente experimentan los cacereños de su soberana y patrona, ¿no podrán con razón vanagloriarse de ser los predilectos de María Santísima?”

    Concluye el cronista con el deseo de que “Dios quiere abrir con los ojos de la fe a los que lean este comunicado, para que viendo a las claras los beneficios que María Santísima de la Montaña prodiga sobre su pueblo devoto de Cáceres, se aumente la devoción a la Reina de los Ángeles y hombres, única e irresistible medianera entre estos y Dios, cuyo fin se ha propuesto el dar al público esta cristiana noticia”.


viernes, 19 de abril de 2024

MYRIAM RIVERO, ESCRITORA, MODERADORA DEL FESTIVAL DE NOVELA NEGRA DE MORALEJA



Myriam Rivero Rodríguez (Plasencia, 01/04/1993) es administrativa de profesión (técnico superior en Administración y Finanzas), escritora de vocación y moderadora del Festival de Novela Negra “Gata Negra” de Moraleja (Cáceres) desde que presentara en él su novela “El enviado”, seleccionada en la primera edición.

Firma sus obras como “Myriam”, aunque la Academia dice que la forma tradicional española que corresponde a este nombre es “Míriam”, con tilde, al ser palabra llana terminada en consonante que no es ni “n” ni “s”, aunque también se admita la variante “Mirian”.

Nacida y criada en la Ciudad del Jerte, donde vino al mundo y donde sigue viviendo, comenzó su aventura literaria con dos obras: “Recuerdos hacia un destino” (2007) y “Obsesión” (2008), que fueron autopublicadas. Su tercera obra, “El enviado” (2021), fue presentada al I Festival Octubre Negro de Madrid y seleccionada por la editora promotora del concurso (Atlantis). Su lanzamiento se realizó en 2021 y fue incluida en la colección de novela negra “Sed de mal”.  Entre su segunda y tercera novelas, fue madre de tres hijos.

Ha sido seleccionada por varias antologías internacionales de poesía erótica y microrrelato y participado en varias revistas, tanto online como física, como AZVuelapluma o El Espejo.

Fue finalista en un concurso de microrrelatos en febrero de 2022 de Real Noir, editorial de novela negra que integra a escritores españoles y extranjeros, que tienen en ella su mejor expresión.

Forma parte de la directiva de la Asociación de Encuentros Literarios (AEL), con sede en Alicante, que se dio a conocer oficialmente en Plasencia en febrero de 2023 durante el II Encuentro de Autores. Fue la organizadora del citado Encuentro, con más de ochenta participantes de toda España. El Encuentro sirvió como excusa para relacionarse con otros escritores, disfrutar de la gastronomía típica y conocer la ciudad con visita guiada incluida. AEL organizó en 2023 un concurso de relato erótico internacional del que fue miembro del jurado.

Ha colaborado en la última novela de Manuel Avilés, “357 Magnum”, respecto a las escenas eróticas, que se presenta el próximo viernes, día 24, en Alicante.

En la actualidad se encuentra terminando su cuarta novela y embarcándose en una quinta, en la que cambia del género de novela negra a novela erótica.

La autora, que pertenece a la Asociación de Escritores Extremeños (AEEX), participa en actividades culturales, como encuentro de autores, “literatura en mi pueblo” o charlas en centros educativos.


martes, 16 de abril de 2024

SANDRA BENITO, LA POETA PLACENTINA REVELADA EN 2022


Sandra Benito Fernández (Plasencia, 1992) fue incluida por el profesor y poeta placentino Álvaro Valverde en la lista de los autores más relevantes de 2022 en la revista El Cultural.

Graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Extremadura, está en posesión del Máster de Formación del Profesorado por dicha universidad y el Máster de Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Asimismo, está ultimando sus estudios del grado de Historia del Arte por la misma universidad.

En 2020 publicó su primer poemario, Ciudad abierta, en la Editora Regional de Extremadura y, en 2022, Víspera de la luz, en RIL Editores. Ha sido incluida en antologías tales como La materia cambiante (2019), Letras para Crecer (2019) y Soplo de Vida (2021). Asimismo, sus poemas han sido recogidos en revistas como Turia, Suroeste, Versión Original y Heterónima. Actualmente ejerce de profesora de lengua castellana y literatura en Alburquerque (Badajoz). Reside en Cáceres.

De su poemario Ciudad abierta, el crítico, poeta y traductor Eduardo Moga ha destacado “su precisión, su fuerza delicada, su inteligente análisis de los sentimientos y su espíritu cosmopolita. No está mal para un primer libro. Sobre todo, me gustó (y me sigue gustando) su limpieza y su veracidad: algo indefinible, en el aire de los versos, que indica que eso es poderoso, que tiene alma y —en el caso de una autora joven como Sandra— que tiene futuro. En el libro destaca también el elegante formato clásico de la Editora, con el que tantos la habíamos identificado a lo largo de los años (diseñado por el malogrado Julián Rodríguez Marcos), recientemente recuperado”.

De Víspera de la luz, su segundo poemario, Juan Ramón Santos afirma lo siguiente: “En el libro de Sandra hay dolor, hay tristeza (los dos términos, por cierto, que más veces aparecen nombrados en sus poemas), pero también hay amor, hay ternura, hay esperanza. Hay una luz que asoma al fondo, y hacia la que la voz poética se encamina, y hay un propósito de llegar a ella a través de la palabra, pero poco más se puede decir de cierto sobre él, poco más se puede saber, aunque todo, o casi todo, se puede sentir, o intuir, esa forma de conocimiento tantas veces segura y que tan poco apela, en realidad, a la razón.”

El también crítico Enrique García Fuentes subraya que “este nuevo libro de Sandra Benito Fernández, el segundo tras el atractivo Ciudad abierta, cumple a rajatabla semejante aforismo porque, pese a contar con un pórtico tan perfectamente labrado y tan redondo como es el emblemático poema “Identidad”, que lo inicia, a lo largo de su bien pautado recorrido posterior vamos a comprobar que lo que en él se anunció no va a llegar del todo. Asistimos a un proceso de desposesión, que va dejando atrás las últimas sombras de la infancia y camina valiente y decidido hacia la nueva luz. En definitiva, el segundo peldaño de una trayectoria más que prometedora se clausura con una nota muy alta”.


lunes, 15 de abril de 2024

HIMNO CONTRA EL RACISMO



    Las llamadas al respeto y a la igualdad son continuas en todos los estadios. “Respect” (en castellano, respeto), la canción escrita e interpretada por el artista estadounidense Otis Rendding en 1965, se convirtió en un himno para los movimientos cada vez más grandes de los derechos civiles y los derechos de las mujeres. Hoy, el título de la canción es una llamada a la tolerancia y contra el racismo.

    El racismo sigue estando presente en nuestra sociedad y en todo el mundo. Combatirlo es una cuestión fundamental del respeto a los derechos humanos. La UE, las federaciones deportivas, nacionales e internacionales, intensifican las medidas para erradicarlo. Todos los esfuerzos, los anuncios y las llamadas parecen insuficientes. Cada fin de semana, los jugadores de color, los miembros femeninos de los equipos arbitrales y los componentes de equipos femeninos, sobre todo de fútbol, son objeto de agresiones verbales por parte de los aficionados, como si el color de la piel y el sexo fueren determinantes para la práctica deportiva.

    Los árbitros, con autoridad bastante para ello, pueden parar un partido y obligar al delegado de campo a que se haga una llamada de atención para que cesen los gritos homófobos o racistas. Los clubes expulsan del estadio a quienes, como energúmenos, no aprecian los valores del deporte y exaltan lo contrario con sus gritos y cánticos.

    Afortunadamente, son cada día menos. Los esfuerzos de profesores y alumnos, la participación de los niños con los jugadores y equipo arbitral, dándose la mano para saltar al campo, al inicio del partido, no solo crean afición a un deporte y su práctica, sino que contribuyen a acercar aún más a aquellos al espíritu deportivo y sus valores.

  Acaba de salir un himno que debiera cantarse en todos los estadios, por adultos y jóvenes, el Himno contra el racismo, estrenado en el partido Getafe-Girona, disputado hace un mes (el 16 de marzo). La Liga y sus clubes han puesto en marcha la campaña “1voiceVSRACISM” (una voz contra el racismo), una iniciativa con la que alzar la voz contra la xenofobia a través del fútbol. Los 42 equipos de Primera y Segunda División entonan un nuevo himno que unirá todas las voces al unísono contra el racismo para influir de manera positiva y construir un fútbol sin barreras.

    Dice así la letra:

  “Hay un color, que recorre el planeta,

  Bajo tu camiseta y es el mismo de mi corazón.

  Yo te amaré por encima de todo,

  Más allá del escudo,

  Solo unidos podremos vencer.”


miércoles, 10 de abril de 2024

SALVADOR VAQUERO, ABOGADO, CONSERVACIONISTA, EMPRESARIO Y ESCRITOR PLACENTINO


    En la década de los noventa y a principios de este siglo, Salvador Vaquero Montesino (Plasencia, 1966) se dio a conocer como conservacionista y periodista en El Periódico Extremadura y, más tarde, como escritor. Licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura en 1989 y diplomado en Gestión Inmobiliaria por el Instituto Europeo de Formación Profesional Superior en 1992, trabajó como redactor de El Periódico Extremadura en calidad de cronista de tribunales (1992-1995) y corresponsal del diario ABC en Cáceres (1991-1994) y más tarde como abogado (noviembre de 1992-diciembre del 2000) y profesor de formación privada de 2000 a 2009. Entre los años 2013 y 2014, publicó semanalmente en El Periódico Extremadura la sección “Letras Desnudas”, en la que entrevistaba a un escritor de raíces o arraigo extremeño, con el fin de difundir sus obras y darlas a conocer a los lectores.

    Durante años, participó activamente en distintas asociaciones conservacionistas, de ocio y tiempo libre, realizando repoblaciones forestales, campañas en defensa de animales en peligro de extinción y campamentos de educación ambiental en las comarcas del Valle del Jerte, Sierra de Gata y Las Hurdes.

    Como escritor se dio a conocer al lograr en 2012 el primer premio “Cáceres” de novela corta en su XXXVII edición con su obra “El hombre olvidado”, situada en la época de la Restauración, “la única etapa en la que Extremadura ha sido protagonista”, según confesó en una entrevista.

    Además de este, tiene más de cuarenta premios literarios, entre los que destacan el premio de periodismo “Dionisio Acedo” 1994, el I Premio del V Certamen Literario Hispano-Luso de Novela Corta “José Antonio de Saraiva” 2004, de Villanueva del Fresno; el primer premio del XII Certamen Literario “La Cárcel”, del Ayuntamiento de Totana (Murcia) en 2004 ; el segundo premio de novela corta “Ciudad de Mérida” (2004), el primer premio del XIII Concurso de Cuentos “Valbón” de Valencia de Alcántara, el primer premio en el Certamen Nacional de Cuentos “Gerardo Rovira” del Instituto de Bachillerato  “Gabriel y Galán” de Plasencia (1983); el primer premio del Certamen Nacional de Prosa “V Letras de Baños”, de Baños de Montemayor (2003); primer premio del XXIX Certamen Literario “Helénides de Salamina” 2021; primer premio del VI Concurso de Relatos “Villacañas 3 minutos” en 2023, y el primer premio del II Certamen Literario “Rosalía Sala Vallejo” de la Federación de la Organización de Mujeres de Lorca (Murcia).

    Entre sus novelas publicadas, censa los siguientes títulos:   “Aprendiz de hombre” (Dirección General de Promoción Cultural de la Junta de Extremadura, 2003), “La fuerza de las espigas” (Gráficas Hache, 2005), “El hombre olvidado” (Diputación de Cáceres, 2013), “Hombres sin fronteras”, (Editora Regional de Extremadura, 2014), “El Corregidor” (Editorial Norbanova, 2018), “La tierra donde acaban las mentiras” (Gráficas Hache, 2019), “La puerta de la traición” (Colección Lunas de Oriente, Editorial De la Luna Libros, 2021) y un libro de relatos cortos: “La Leyenda de la guadaña oxidada” (Quazris, 2006).

viernes, 5 de abril de 2024

LA VIRGEN DEL PUERTO, ALCALDESA HONORARIA DE PLASENCIA Y MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD


Todavía conmocionados por el robo de las coronas de la Virgen del Puerto y la del Niño en el Museo de la catedral el pasado Domingo de Ramos, Plasencia se dispone a celebrar el próximo domingo, día 7, la tradicional romería del Puerto en su santuario.  

La patrona de Plasencia fue declarada alcaldesa honoraria de la ciudad por el pleno extraordinario del ayuntamiento, celebrado la víspera de su coronación, el 26 de abril de 1952, bajo la presidencia del alcalde, Fernando Varona Verea. En aquella sesión, el primer teniente de alcalde, Joaquín Silos Hernández, presentó un escrito en el que se hacía constar el fervor mariano de la corporación; que se hiciera constar en acta al principio de todas las sesiones que celebre el Pleno la inscripción “Plasencia por Santa María del Puerto” como “homenaje y veneración a nuestra Madre y excelsa patrona, la Santísima Virgen del Puerto en el día de su coronación”; la creación de cuatro becas “Virgen del Puerto” para la carrera eclesiástica, otra para Bellas Artes, una tercera para carreras especiales universitarias o militar y la última para estudios laborales; declarar festivo el día 27 de abril, celebrando ese día el Ayuntamiento una función religiosa en el santuario o en San Martín; felicitar al obispo por haber llevado a feliz término todos los trámites para la coronación canónica, propuestas que la corporación aprobó por unanimidad, así como nombrarla alcaldesa honoraria de la ciudad.

En la sesión extraordinaria celebrada el 17 de abril de 2002, con motivo del cincuenta aniversario de la coronación canónica, siendo alcalde de la ciudad José Luis Díaz, el Pleno acordó conceder la Medalla de la ciudad en su máxima categoría a Nuestra Señora la Virgen del Puerto y hacerle entrega de la misma el día 20 con motivo de su bajada a la ciudad durante los actos del recibimiento en el Parque de la Coronación. En la moción presentada por la Alcaldía se hacía constar que la Virgen del Puerto era Reina, título concedido por la Santa Sede en 1952, siendo obispo de Plasencia don Juan Pedro Zarranz y Pueyo; Madre, en virtud de su maternidad espiritual y universal, proclamada solemnemente por el Concilio Vaticano II como tal; Patrona, concedido por el papa San Pío X; y Alcaldesa Honoraria, título concedido por el Ayuntamiento de Plasencia el 26 de abril de 1952,

La imagen de la patrona se recordaba en la moción, ha encontrado su réplica en los siguientes lugares: Madrid, junto a la Ribera del Manzanares, en santuario expresamente construido en el año 1725 por el primer marqués de Vadillo, don Francisco Antonio de Salcedo y Aguirre, que fue corregidor de esta ciudad; Canarias en San Miguel de Abona, a iniciativa de su párroco, don Miguel Castro Sánchez en 1978; Argentina, en Formosa, por iniciativa de su obispo, don José Vicente Conejero Gallego; Barriada de la Virgen del Puerto, en Cádiz, por sugerencia del placentino don Luis López Fernández, dando nombre a una barriada mediante mural de cerámica de la Virgen del Puerto.

Tomás Martín Gil, en su obra “Coronación canónica de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de Plasencia”, narra los precedentes de la coronación canónica de la patrona de la ciudad. Sostiene que, desde que tomó posesión de su sede placentina, el obispo Juan Pedro Zarranz y Pueyo no dejó de apuntar su ilusión por verla coronada canónicamente. El 27 de marzo de 1951 convocó a los capitulares a un Cabildo extraordinario y les comunicó el proyecto. Dos días más tarde se celebró una reunión en el Seminario con el Cabildo de la catedral, párrocos de la ciudad y autoridades, en la que el prelado expuso lo que podía ser la coronación y los frutos que anhelaba conseguir con ella. El proyecto se puso en marcha inmediatamente con la constitución de una Junta de Honor presidida por el obispo, quien nombró otra ejecutiva para encauzar los trabajos y actividades. Comenzó a publicarse una hoja semanal, “Plasencia”, en la que se daban noticias de los preparativos. El día de la Inmaculada se enviaron a Roma las preces solicitando la gracia de la coronación. Un mes más tarde se recibía la contestación de dicha gracia, firmada por el cardenal Tedeschini, arcipreste de la Santa Basílica Patriarcal del Príncipe de los Apóstoles de Roma, quien afirmaba que, “reunidos en sala capitular el 16 de diciembre del año en curso, acordamos y decretamos que la imagen de Santa María del Puerto sea solemnemente coronada en nuestro nombre con corona de oro. Dado en el Vaticano el día 27 de diciembre del año del Señor de 1951, XIII del Pontificado de Nuestro Santísimo Señor el Papa Pío XII”.

La noticia de la concesión la hizo pública el prelado el 16 de enero, fiesta de San Fulgencio, patrono de la diócesis. Las campanas de la ciudad repicaron, mientras en la catedral se cantaba un Te Deum. La Hoja “Plasencia” anunciaba como fecha para la coronación el domingo 27 de abril.

Plasencia pudo contemplar durante varios días la corona que había de ceñir la Virgen del Puerto, construida en los talleres del orfebre Félix Granda. “Las dos coronas, la de la Virgen y la del Niño, son totalmente de oro de ley. En ellas se han empleado 2.261 gramos de oro y 85 de platino. La pedrería se clasifica así: 124 brillantes, 1.377 rosas, 15 perlas; una perla japonesa; 39 medias perlas; 506 aljófar; 44 turquesas; 53 esmeraldas; 175 rubíes; 4 granates; 7 aguas marinas; 68 zafiros; dos rosas de Francia; 8 amatistas; 23 topacios; 100 olivinas y 12 turmalinas. En el reverso lleva cuatro esmaltes con los escudos del Papa Pío XII, el obispo don Juan Pedro Zarranz, el de la catedral y el de la ciudad.

A la 13:05 minutos de la tarde del 27 de abril de 1952, el nuncio de Su Santidad, Cayetano Cicognani, coloca primero la corona al Niño y después a la Madre. Suenan las músicas y estallan los cohetes. Más de 50.000 personas “dejan explotar el volcán reprimido de sus pechos. Cientos de palomas saltan en raudo vuelo en torno al altar, marcan una hora y una fecha que quedan vinculadas a la vieja ciudad de Alfonso VIII, que será ya por siempre el Parque de la Coronación”.

Ni la patrona de Plasencia ni su Hijo podrán lucir este próximo domingo las coronas de aquel día, que sufragaron los placentinos. No es la primera vez que le roban a la patrona. En octubre de 2009 le sustrajeron la medalla de plata que se da a besar a los devotos durante su estancia en la catedral.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Plasencia, actas capitulares del 26/04/1952 y 17/04/2002; Martín Gil, Tomás: Coronación canónica de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de Plasencia, Editorial Era Nova, Barcelona y Diario Hoy, de 29/10/2009.

sábado, 30 de marzo de 2024

CÉSAR LOZANO CAMBERO, PÁRROCO DE SANTA EULALIA, HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA EN 1958


César Lozano Cambero (Carmonita, Badajoz, 18/04/1884; Mérida, 28/02/1959), párroco de la basílica de Santa Eulalia, patrona de Mérida, llegó a la ciudad el 11 de julio de 1914 como coadjutor de Ildefonso Rodríguez Ramírez, fallecido el 7 de enero de 1919, y, tras conseguir la segunda plaza en el concurso de curatos vacantes del Obispado de Badajoz, fue nombrado cura párroco de Santa Eulalia. Nacido en Carmonita, donde su padre ejercía como secretario del ayuntamiento, cursó sus estudios de preparación al sacerdocio en el seminario pacense de San Atón, en el que recibió la ordenación sacerdotal el 3 de mayo de 1908.

    La primera referencia que se tiene de él en la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia fue la de predicador del sermón del Trecenario en 1917. Las actas le califican como “digno, culto y virtuoso sacerdote” y hablan de “las buenas condiciones de su carácter”, que redundarían en beneficio de la asociación de la patrona. Don César estuvo al frente de la parroquia durante cuarenta años.

    Con motivo del cincuenta aniversario de su defunción, Antonio Mateos Martín de Rodrigo fue el encargado de hacer el perfil biográfico por el párroco, Antonio Bellido Almeida, y el presidente de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, José María Álvarez Martínez.

    En él cuenta que la parroquia de Santa Eulalia, primer templo de todos los territorios de la Orden de Santiago, privada injustamente de su preeminencia secular sobre la iglesia de Santa María, se había convertido sin los auxilios santiaguistas en la parroquia más pobre y en un templo en estado de ruina casi total. Solo podría utilizarse la nave contigua al presbiterio, ya que el tejado restante se encontraba deshecho.

    El nuevo párroco hubo de sortear todos los inconvenientes económicos y de la Subdelegación de Monumentos emeritense y el 10 de noviembre de 1923 remataba la restauración de la iglesia. La restauración fue lenta y costosa. “Hubo que remozar las techumbres y los artesonados, cuenta Juan Fernández; limpiar la cal que cubría muros y paredes, descubrir la belleza de bóvedas, arcos y capiteles; replantear de nuevo todos los pisos, que eran de ladrillo; construir una nueva sacristía (ahora museo de la basílica), casa parroquial, ya destruida, y arreglo del camarín de la santa, malparado por la acción de un rayo.

    Don César era un hombre emprendedor, decidido y enérgico. Sustituyó la imagen de Santa Eulalia sin dar conocimiento a nadie y el óvalo de la cara. Fueron muchas sus actuaciones, incluso de beneficencia. Para ello contó con un grupo de personajes emeritenses, casi todos miembros de la Asociación, entre ellos Juan Ramírez de Freitas, Miguel Sáez Rodríguez y, especialmente, Felipe Corchero.

    El párroco de Santa Eulalia gestionó, igualmente, el adecentamiento del atrio de la basílica, que era descansadero de los animales que se embarcaban en los vagones del ferrocarril de la antigua compañía de Madrid a Zaragoza y Alicante (M. Z. A.)

    Fue nombrado canónigo honorario de la catedral mejicana de Mérida, en Yucatán, por el arzobispo Fernando Ruiz de Solórzano. Como agradecimiento, el párroco le encargó al escultor emeritense Juan de Ávalos una imagen de Santa Eulalia con destino a la catedral de San Ildefonso de aquella ciudad homónima.

    Durante la Guerra Civil, según el citado informe, don César fue el valedor de unos y otros, de ambos bandos, para ser salvados; revitalizó y creó numerosos grupos parroquiales que dieron vida a la basílica: la asociación, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, los Jueves Eucarísticos y las Cofradía de los Excombatientes y de los Ferroviarios. Asimismo, destacó por su acendrada devoción a la patrona, “su santita”. En una peregrinación a Zaragoza con las imágenes de Nuestra Señora, en representación de las diócesis españolas, don César logró que la única imagen no mariana fuera la de santa Eulalia.

    En el Pleno ordinario del Ayuntamiento de Mérida, celebrado el 22 de abril de 1958, el alcalde, Francisco López de Ayala y García de Blanes, presentó una moción, leída por el secretario, en el que se enumeraban los méritos contraídos por don César Lozano Cambero, párroco de la iglesia de Santa Eulalia, canónigo honorario de Mérida de Yucatán (México), capitán castrense y profesor del Instituto de Enseñanza Media, entre ellos los siguientes:

    Haber desempeñado sin interrupción desde el 3 de mayo de 1908 el cargo de párroco, que sigue ostentando con el mayor celo apostólico y máximo beneplácito de todos sus feligreses y de todo el vecindario; haber creado y organizado infinidad de asociaciones, centros y entidades diversas con el mayor éxito, dirigidas a mantener y elevar el espíritu cristiano de los habitantes de esta ciudad; haber conseguido con escasísimos medios diversas reconstrucciones de la iglesia, monumento nacional, que rige, y dotarla de unos medios y de una presentación admirada por propios y extraños.

    Asimismo, haber organizado diversas instituciones benéficas de toda la ciudad en favor de los necesitados que paliaren innúmeras desgracias; haber sido el inspirador, promotor y realizador de unas cofradías de Semana Santa que, tanto por el número de sus cofrades, como el número y valor de sus pasos, demuestra la influencia de su intervención; haber puesto a prueba la capacidad de sacrificio y de amor al prójimo con motivo de las difíciles situaciones producidas durante nuestra Guerra de liberación.

Busto de César Lozano en el atrio de
la basílica de Santa Eulalia

    Finalmente, por haber guardado durante su larga vida sacerdotal el más profundo respeto a todas las autoridades que rigieron la población, con las que mantuvo siempre las mejores relaciones, y otros muchos conocidos en la localidad…, más que suficientes para que sea acreedor de este pueblo y a que se le reconozca de forma expresa, que perpetué el agradecimiento del vecindario y de sus autoridades.

    El Pleno acordó por unanimidad que se cumplan los requisitos legales para que sea ejecutivo el nombramiento de Hijo Adoptivo, que se hará constar en artístico pergamino. El Pleno celebrado el 9 de abril de 1959 acordó manifestar el pésame por su fallecimiento.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Mérida. Perfil biográfico del párroco de Santa Eulalia, don César Lozano Cambero, en el cincuentenario de su muerte, por Antonio Mateos Martín de Rodrigo, secretario de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia y Diario Hoy.

domingo, 24 de marzo de 2024

ENRIQUE TORNERO, TRES MEDALLAS EN DOS PARALIMPIADAS Y MEDALLA DE EXTREMADURA


Enrique Tornero Hernández (Plasencia, 30/05/1980) es un deportista paralímpico español, ganador de tres medallas en dos Paralimpiadas: en 1996 (Atlanta, EE UU) logró la medalla de oro en 400 metros libres S9 (nadadores que tienen la coordinación ligeramente limitada de los brazos y de las piernas, una limitación considerable en una pierna o la ausencia de extremidades) y medalla de bronce en la prueba de relevos 4 X 100 metros libres; medalla de plata en la misma categoría en la Paralimpiada de Sidney de 2000; y medalla de bronce en Atalanta 1996 en la categoría de S7 10 (nadadores que tienen un movimiento ligeramente limitado de las piernas o la ausencia de una parte de la extremidad). Es, asimismo, Medalla de Extremadura 1996 por “el valor ejemplificador de su ejemplo particular con el resto de la sociedad”.

La carrera deportiva de Enrique Tornero comienza en 1993 en el XIII Campeonato de España de Natación (Ciudad Real), en el que obtiene la Medalla de Oro de 100 metros espalda y la Medalla de Oro en 100 metros libres. En el Campeonato del Mundo de Natación (Malta, 1994) logra la Medalla de Bronce en la prueba de relevos 4 X 100 metros libres.

En el XXIV Campeonato de España de Natación de Verano (Guadalajara, 1994) alcanza la Medalla de Oro en la prueba de 400 metros libres; la Medalla de Oro en la de 100 metros espalda; la de plata en los 100 metros mariposa; y la de bronce en los 100 metros libres. En el II Campeonato de Europa de Natación (Perpigñán, 1995) cosecha la Medalla de Oro de 4 X 100 metros libres y la Medalla de Oro en los 400 metros libres.

En el XI Campeonato de España de Natación de Invierno (Avilés, 1995) recibe las Medallas de Oro en los 400 metros libres, en la prueba de 100 metros libres, en la de 200 metros estilo, en la de 100 metros espalda y la de Bronce en los 100 metros mariposa. En el XXVI Campeonato de España de Natación (Arona, Tenerife, 1996) consigue las Medallas de Oro en los 400 metros libres, en los 100 metros libres, en los 100 metros espalda, en los 100 mariposa y en 200 metros estilos.  

En el XXVII Campeonato de España de Natación (Badajoz, 1997) gana tres Medallas de Oro: 200 metros estilos, 400 metros libres y 100 metros libres; y dos Medallas de Plata en los 100 metros espalda y en los 100 metros.

En el Campeonato de España de Invierno (Madrid, 1998) adquiere la Medalla de Oro en 400 metros libres y Medallas de Plata en 100 metros mariposa, 100 metros libres y en relevos 4 X 100 metros libres. En el Campeonato de España de Natación de Verano (Valencia, 1998) obtiene tres Medallas de Oro en 100 metros mariposa, en 200 metros estilos y en 100 metros espalda.

En el Campeonato del Mundo celebrado en 1998 en Chistchurch (Nueva Zelanda) consigue dos Medallas de Oro (100 metros libres y 400 metros libres) y dos de Plata (1.500 metros libres y relevos de 4 X 100 metros libres). En el Campeonato de Europa de Braunscheweeig (Alemania, agosto de 1999) obtiene otras dos Medallas de Oro (en 100 y 400 metros libres) y otras dos de Plata (200 metros estilos y 4 X 100 metros libres).

Por último, participó en la travesía a nado por el pantano de Alcántara (Ceclavín a Alcántara), de 18.000 metros en el verano de 2003 y desde 2004 hasta 2008 fue seleccionador nacional de natación de personas con discapacidad.

Por Decreto 117/1996, de 30 de julio, firmado por el presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra le fue concedida la Medalla de Extremadura, a quien “con dieciséis años, a base de sacrificio, ha convertido su minusvalía (sic) en un apoyo para el triunfo personal y la autorrealización”. Recordaba el Decreto que a los 6 años, tras un largo peregrinaje por diversos centros hospitalarios, perdió definitivamente su pierna derecha; pero, apoyado por una familia que quería que su vida fuese como la de cualquier niño de su edad, comenzó a apoyar su discapacidad “a base de una decisión y una constancia a veces peligrosa, como cuando logró montar en bicicleta tras múltiples caídas o jugar en el colegio a fútbol y a baloncesto”.

“Una simple visita a la piscina municipal y el buen criterio de un entrenador hicieron el resto. Acogido en el Club Natación Plasencia, pronto comenzó una carrera deportiva plagada de éxitos en competiciones nacionales e internacionales, que ha culminado con el récord del mundo en 400 metros libres”, concluía el Decreto.

La llegada al gobierno de Extremadura del presidente del PP, José Antonio Monago (2011-2015), dio lugar a que, en julio de 2014 (dieciocho años después), se anunciara en todos los medios informativos la retirada de la Medalla de Extremadura a raíz de la sentencia número 288/2014, del Juzgado de lo Penal de Plasencia, por la que el concejal placentino de Deportes y Juventud  durante las dos legislaturas entre 2003 y 2011, Enrique Tornero,  fue condenado a penas de prisión e inhabilitación por delitos continuados de prevaricación y fraude en la contratación pública, “al objeto de salvaguardar el prestigio del que goza la Medalla de Extremadura”. Sin embargo, ningún medio informativo se preocupó de contrastar si dicho anuncio fue llevado a cabo por el Consejo de Gobierno, cuestión que no se produjo en modo alguno, ya que la Medalla no le fue retirada y continúa en posesión de su acreedor.

En un artículo publicado el 19 de diciembre de 2014, el profesor y político Tomás Martín Tamayo, aludía al asunto de la retirada de la Medalla de Extremadura a Tornero diciendo que “otros tres galardonados con la Medalla de Extremadura han sido condenados por causas diversas, pero como la Caballé pueden seguir luciendo palmito con medalla, porque ellos no tienen relación con el PSOE. La Medalla se la retiran a Tornero porque fue concejal socialista en Plasencia…, pero no hay quien le quite sus tres medallas olímpicas, que fueron la causa del reconocimiento.” Pues no, no se la han revocado…, porque, entre otras cosas, no había sentencia firme condenatoria…

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Bibliografía consultada: Página web del Comité Paralímpico Español; DOE 117/1996, de 30 de julio (DOE de 6 de agosto de 1996); https://iusport.com/archive/2548/la-junta-retirara-la-medalla-de-extremadura-al-nadador-enrique-tornero-hernandez; El Periódico Extremadura, Hoy, Expansión, Extremadura 7 días, Extremadura.com, 20 minutos.es, Canal Extremadura.es, de 15, 16 y 20 de julio de 2014; Martín Tamayo, Tomás: Medallas de quita y pon, en eldiario.es, de 19 de diciembre de 2014. 


sábado, 23 de marzo de 2024

CRÓNICA DE TRUJILLO DEL SIGLO XX

   
Portada del libro

 Una nueva obra del cronista oficial de Trujillo [1] nos traslada a vivir su historia política, social y cultural de 120 años de la vida de la ciudad, los comprendidos entre el siglo XX más las dos primeras décadas del XXI. El retrato social y costumbrista de los cambios trascendentales de la reciente historia de la ciudad de Pizarro son recreados en este libro como si de un periódico de su vida se tratare.

    El autor subraya en su Introducción que la obra tiene como referencia las miles de páginas de los periódicos y revistas “Comarca de Trujillo”, “La Región” (1896-1900), el primer periódico que recogía noticias de la comarca; “El Binomio” (1899-1900), “La Voz de Trujillo” (1901-1902); “El Eco de Trujillo” (1902); “La Unión Republicana” (1903-1905); “El Campeón” (1905-1907), semanario liberal-conservador; “El Obrero” (1905); “La Opinión” (1908-1974); “El Adelanto” (1915), “Voz Regional” (1919), periódico regionalista y acción social; “Ensayos” (1922), revista quincenal ilustrada de Arte y Literatura; “La Muralla” (1932-1936), semanario, órgano de la Agrupación Ciudadana; “Campo” (1953), hoja informativa del Instituto Laboral de Trujillo; “Semilla” (1953), boletín informativo del Instituto Laboral; “Adelante” (1955), “Trigo” (1977), así como los diarios El Periódico Extremadura y Hoy.
    
    Con estos mimbres, el cronista quiere recordar a los lectores, con la ayuda de las páginas de los periódicos, los momentos culturales, político-sociales, deportivos, festivos o lúdicos por los que pasado la ciudad en algo más de un siglo, que el autor califica como “una auténtica crónica histórica de Memorias”, en la que la historia pasada se funde con el presente.

    Cronológicamente, a lo largo de más de doscientas páginas, a las que se añade un apéndice documental fotográfico muy interesante del pasado siglo y las primeras décadas del presente, el cronista va desgranando los sucesos de los que habla la ciudad, las tiendas en la que compran las mujeres, las fiestas en parajes o junto a los ríos Almonte y Magasca, el turismo cinegético, los colegios, el casino, las ferias, las corridas de toros, su ciudadano más longevo (Ismael, que vivió 120 años) y que asistía a todas las corridas que se celebraron en la ciudad; las celebraciones religiosas; el ferrocarril Cáceres-Trujillo-Logrosán, que no pudo concretarse  y que tanto hubiera dinamizada la vida de la ciudad; el primer automóvil, en 1905, número cuatro de los entonces existentes en la provincia…; la inauguración del monumento a Pizarro el 2 de junio de 1929, con asistencia del rey Alfonso XIII, el general Primo de Rivera y la viuda del autor de la obra, la señora Mary Harriman… La Historia, en fin, de un siglo interminable de sucesos con la que el cronista quiere dejar su estela en la memoria del lector desde la serenidad de una mirada que ya es historia.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: Crónica social, política y cultural de Trujillo en el siglo XX, TAU Editores, Cáceres, 2024, 319 págs.

 

lunes, 18 de marzo de 2024

EL PAPA FRANCISCO, EN MÉRIDA



Eva Fernández era la pregonera de la Semana Santa de Mérida. Está muy cerca del papa Francisco. Es la corresponsal de la COPE en el Vaticano e Italia. Trabaja todos los días junto a él. Más de una vez ha estado con el Papa en alguna audiencia particular o general; en viajes, en actos mil como los que protagoniza a lo largo del año. Quizá le contare que era la pregonera de la Semana Santa de Mérida, una ciudad romana que también tiene Vía Crucis en su anfiteatro, como el que él preside en el Coliseo todos los años. Y antes que hablare ella, le ha dado la palabra al Papa, como si allí, en la basílica de santa Eulalia, en su Año Jubilar, ella mandare por la autoridad que le hubiere conferido la junta de cofradías. Y no comienza su pregón. Antes le invita a unirse a él con Mérida.

    “Ciudadanos de Mérida: hay alguien en Roma que hoy quiere estar presente entre vosotros. Un auténtico honor, un privilegio para esta ciudad que siempre será recordado. Santo Padre, para usted la palabra en este pregón…” Calla Eva y el papa Francisco aparece en la pantalla. Los fieles enmudecen: “Es el Papa quien nos habla…; el papa Francisco está en Mérida, se dirige a nosotros…, nos recuerda, nos mira y parece recordarnos que Mérida también es suya, como nuestra Semana Santa en el legado romano…”

    Eva es embajadora de Mérida en la Ciudad Eterna, proclamada a sí misma. Como tal ha hablado con el Papa y le ha hecho esta petición. “Santidad, más que mi pregón, le agradecería unas palabras para los fieles de Mérida, reunidos en la basílica de Santa Eulalia en su Año Jubilar. Allí estarán, entre muchos, quienes vinieron a verle el pasado año a la plaza de San Pedro; los que le agradecieron el Año Jubilar y le dieron cuenta de sus proyectos; quienes le hablaron de una Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia con diecisiete siglos a sus espaldas (“antes de que nos descubrieran…”, como dijo). Como jefe del Estado vaticano había elegido Vuestra Santidad a dos emeritenses para que trabajaren en la Secretaría de Economía (uno ya no está por enfermedad). 

    Apenas, dos folios, leídos en cinco minutos, y Vuestra Santidad ha sido el pregonero. ¿Cuándo un papa estuviere en Mérida, le hablare a los emeritenses…? Nunca, ni por televisión, ni a través de un video grabado. Ha hecho historia Vuestra Santidad con Mérida. A muchas mujeres y hombres se les saltan las lágrimas de emoción. Más que del pregón de la “embajadora”, se habla de las palabras del Papa para Mérida.

    “Permitidme formar parte del pregón de vuestra Semana Santa, única en el mundo, porque muy pocas ciudades pueden revivir estos días que cambiaron la historia de la humanidad en escenarios de más de 2.000 años de antigüedad, contemporáneos a los que Cristo sufrió la pasión.” Mérida, Santidad, fue romana antes de Cristo, durante la vida de Cristo y después de Cristo, y así hasta hoy, desde el martirio de la Mártir.

    No se ha olvidado de nada, Santidad, y Mérida habrá de agradecérselo. Ha recordado a la patrona, el Año Jubilar que se dignó otorgarnos, el martirio de santa Eulalia, que convirtió la ciudad romana en cuna del cristianismo y en destino de peregrinaciones; por la visita que le rindieron a las puertas de san Pedro el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga; el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, y el presidente de la Asociación de la Virgen y Mártir santa Eulalia, Luis Miguel González, para explicarles los proyectos del Año Jubilar. Ha tenido un recuerdo para la juventud emeritense, presente y futuro de las cofradías de Mérida; para los enfermos y necesitados, por quienes se encuentran solos y por quienes pasan apuros económicos; y finalmente, ha transmitido a todos los fieles de Mérida que les recordará el Viernes Santo cuando presida en el Coliseo el Vía Crucis, que ellos también celebran en el anfiteatro, a la misma hora.

    No se ha hablado de otra cosa el fin de semana en Mérida: el Papa ha estado con nosotros, nos ha dirigido la palabra; ha participado en nuestra Semana Santa, en la iglesia de nuestra “santita”. Y Eva ha recordado que “matar por odio a la fe sigue tan vigente como en tiempos de Nerón, Domiciano, Trajano o Diocleciano”. Como si nada hubiere cambiado; como si el tiempo se hubiere detenido y el sacrificio de tantos mártires, como el de Cristo, que diere su vida por traer la paz al mundo, no fueren bastantes.

    El alcalde, emocionado como el que más, le ha dado las gracias a la pregonera porque “el Papa acaba de entrar, de tu mano, en la historia de la ciudad de Mérida, algo impagable, sabiendo que en la historia ningún Sumo Pontífice ha participado en ningún acto de la Semana Santa fuera de la ciudad de Roma”.

    Hasta Mérida vinieron cónsules de Roma, como Agripa; algún presidente italiano, como Francesco Cossiga; embajadores, ministros…, pero, hasta ahora, ningún papa. Ya sí: ha estado el papa Francisco en la basílica de santa Eulalia, en el pórtico de la Semana Santa, con quien quiso ser embajadora de Mérida en la Ciudad Eterna. 


viernes, 15 de marzo de 2024

LA ELA, EN EL CONGRESO


Unzúe, en el Congreso. Foto Congreso de los Diputados


El exfutbolista Juan Carlos Unzúe, enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) no se lo creía. La ELA es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal, que controlan el movimiento de los músculos voluntarios. Quienes la padecen, y sus familias, saben muy bien el destino que les espera a quienes la acogen. Cuando las neuronas se desgastan o mueren, ya no pueden enviar mensajes a los músculos. Con el tiempo, llega el debilitamiento muscular, la incapacidad para mover las extremidades superiores e inferiores, el cuerpo entero. Cuando los músculos de la zona torácica dejan de trabajar, la respiración se hace imposible. Afecta a cinco de cien mil personas en todo el mundo.

No hay cura para la ELA. Dos medicamentos ayudan a frenar el proceso y a vivir un poco más. Los enfermos pierden la capacidad de desenvolverse o cuidarse. La muerte llega a menudo al cabo de tres o cinco años tras el diagnóstico.

El 20 de febrero pasado, la Sala Constitucional del Congreso, una de las más grandes de la Cámara, acogió a centenar y medio de pacientes y familiares. Venían a pedir a los legisladores que se garantice la vida a las personas que la padecen. La asociación que los reúne venía a pedir la puesta en marcha de la ley prometida desde 2022. Desde que se discutió el último texto de la ley, 1.200 personas han perdido la vida.

Unzúe, su portavoz, no se vino abajo a pesar de que solo estaban presentes cinco diputados en la comisión. “Antes de morir, queremos vivir dignamente.” La ley, y las ayudas que conllevaría, ayudarían a vivir mejor. La pasada legislatura se inició su tramitación, pero el pasado año quedó aparcada en un cajón ante el parón electoral; pero la vida sigue y la enfermedad golpea sin piedad a enfermos y familiares. Las familias de los enfermos necesitan ayudas específicas, cuidadores especializados para ayudar en la atención que se presta en los domicilios. La asociación presentó el 30 de octubre un texto para elaborar una nueva ley.

No hay plazas residenciales para estos enfermos, expulsados del sistema sanitario. Los familiares son los cuidadores eternos durante todas las horas del día. En las fases finales de la enfermedad, los cuidados pueden suponer 60.000 euros anuales. Es el peor calvario para los enfermos y la familia. Vivir muriéndose en vida, sin poder hacer nada para hallar la salida al sinvivir de la ELA.

Hace dos años, el Congreso había aprobado una Ley ELA por unanimidad. Fue bloqueada cincuenta veces y permanece en un cajón olvidada. Ahora, todos están de acuerdo en tramitarla, en pedir perdón a los pacientes y a seguir desplegando medidas y políticas públicas que atenúen el dolor de los pacientes y la paciencia de las familias, pacientes por igual. “Antes que morir, queremos vivir dignamente”, solicitaba el portavoz Unzúe, aún con fuerzas bastantes, para gritar ante todos los que deseen escucharle. Les costó mucho llegar hasta allí, pero lo lograron. Ojalá que sus palabras no caigan en saco roto y tengamos que seguir oyendo lo que nadie desearía para sí o sus familiares: “Tenía ELA…, ha muerto de ELA…”


sábado, 9 de marzo de 2024

EL ACADÉMICO FELICIANO CORREA RESCATA 40 NÚMEROS DEL SEMANARIO REPUBLICANO “EL CLAMOR JEREZANO”



El académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y cronista oficial de Jerez de los Caballeros, Feliciano Correa Gamero, ha rescatado en la última publicación que hace el número 16 de sus “Libretillas jerezanas” cuarenta números de “El clamor jerezano”, semanario republicano, antimonárquico, revolucionario, anticlerical, autonomista y jerezano, como reza en su número 1 en la sección “Lo que somos”. [1]

    Los cuarenta números rescatados, incluidos en la obra, van desde el 28 de marzo de 1914 al 28 de diciembre de diciembre del mismo año. Aunque todas las consultas efectuadas para conocer si el semanario continuó publicándose durante los años 1915, 1916 y 1917, han resultado infructuosas, al final los conocidos y existentes son los que aborda en esta obra, todos de 1914, que guardaba en sus archivos.

    En su Introducción, el autor reconoce la “casi osadía o temeridad de fletar un medio de comunicación dirigido a una posible clientela que era, en ese pueblo y en su comarca, mayoritariamente analfabeta”; pero incide que el esfuerzo editorial debía ilustrar a las minorías sociales más inquietas y otros ciudadanos con cierta cultura, al objeto de hacerles ver las afrentas, tanto políticas como económicas, que padecían la ciudad y otros pueblos cercanos.

    El cronista de hoy narra el ayer de su pueblo a través de la lectura de esos periódicos testimonios de un pasado que reflejan el entorno de una sociedad y sus problemas, no ajenos a los nacionales de su tiempo, como el caciquismo, el terrorismo, la tensión regionalista catalana; pero se centra, sobre todo, en el caciquismo agrario.

    El académico analiza en ocho capítulos el mundo obrero jerezano que, en el siglo XIX tuvo sobre su marginación sobrevenida, todo el ambiente de los problemas nacionales que agravaron el estado social del mundo agrario.

    En un segundo capítulo se refiere a los personajes destacados en la ciudad que en esos años representan “un pellizco para despertar al pueblo”, como Manuel Barbosa García, alcalde y presidente de la Diputación de Badajoz, uno de los jerezanos más influyentes de aquellos años, presidente del Partido Republicano Radical; Antonio Bruguera, autor del libro “Contribución a nuestra verdadera historia”; José Méndez Caballo, director del semanario; y Baldomero Pérez Tanco, presidente de la Agrupación Socialista, vinculado a la industria corcho-taponera.

    En un tercer capítulo aborda la figura del poeta José Ramírez López Uría, “un ser con el corazón dividido”, con un padre lector de El Heraldo de Aragón y de periódicos republicanos, y su madre, conservadora de mente y devota religiosa, asidua de ABC, que publica trabajos en cada ejemplar.

    El capítulo cuarto alude a la cuestión social y política que vivía Jerez en la época: de los pobres, la falta de empleo; la urgencia de emplearse prestando o vendiendo el propio cuerpo; el poder que el hombre ejercía sobre la mujer; la falta de alimentos…

    La hambruna jerezana centra el quinto capítulo, la necesidad de comer y no tener qué comer, algo endémico agravado por la guerra europea.

    Analiza en el siguiente capítulo los anuncios publicitarios, que da conocer los establecimientos abiertos al público a comienzos del siglo XX: fábrica de calzados, almacén de maderas, cervecerías, bodegas, zapaterías, fábrica de curtidos…

    Finalmente, el cronista aborda en el octavo y último capítulo la vida de un periódico de pueblo en medio de una sociedad asolada por las necesidades y la desigualdad en todos los órdenes.

    El doctor Correa Gamero apunta, por último, unas anotaciones finales a modo de conclusiones sobre el semanario estudiado: una publicación semanal y de confesionalidad republicana; de carácter antimonárquico, con una clara preocupación por los más desfavorecidos en la económico, en lo sanitario y en el trabajo; partidario de la paz, muy crítico con el gasto que se dedicaba a la Guerra de África y contrario a la Guerra del 14; preocupado por la cultura, que estimula con artículos cultos; clamor en su nombre más que justificado, porque el panorama en cuanto a recursos para vivir era tan escaso como insostenible; libertad para criticar y denunciar; crítico con la jerarquía eclesiástica y solidario con los parroquianos maltratados.

    En resumen, el periodo estudiado por el académico extremeño compendia una época de la vida jerezana de las primeras décadas del siglo XX que, con sus ilustraciones, dibujos y apéndices a la propia historia de la localidad, más la ilustración de la época estudiada a través de la reproducción facsimilar de los cuarenta ejemplares, constituye una importante aportación del historiador y cronista local sobre el pasado de su pueblo.

    El índice onomástico y toponímico acumulado de las páginas escritas bajo el epígrafe de Anotaciones y la solapa de la obra escrita por el también académico extremeño José Miguel Lodo de Mayoralgo y Lodo, conde de los Acevedos, cierran estas páginas memoria viva de Jerez de los Caballeros.

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[1] Vid.: Correa Gamero, Feliciano: El clamor jerezano. Semanario Republicano. Rescate del periódico, estudios, comentarios y edición. Edita: Tecnigraf, Badajoz, 2023, 223 págs.

lunes, 4 de marzo de 2024

VIUDAS CAMARASA GLOSA LA OBRA Y VIDA DE ÁLVAREZ LENCERO EN SU CENTENARIO



Portada del libro sobre la obra de Lencero
    Bajo el título “A los 14 años, en una herrería”, el académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y premio “Luis Chamizo” 2022 de la Asociación Cultural que lleva su nombre, en Guareña (Badajoz), acaba de publicar un estudio sobre la obra y vida del poeta y escultor Luis Álvarez Lencero, titulado “A los 14 años, en una herrería”. [1]

    El título nace de las respuestas que el poeta y escultor concedió al diario madrileño “Pueblo” el 23 de febrero de 1971, con las que el autor prefacia su obra:

Pregunta:--“Luis, ¿cuándo a empezaste a trabajar el hierro?”
Respuesta: “A los 14 años, en una herrería.”
P.: --“¿Cuándo fuiste poeta?”
R.: --“A los 14 años, en una herrería.”
P.:--“¿Cuándo pintor?”
R.:--A los 14 años, en una herrería.”

    De este modo tan personal, señala Viudas en su primer capítulo (“1937. Lencero. 14 años. Badajoz. Aprendiz de forja, poeta y escultor”) contestó a la citada entrevista que, con motivo de su éxito como escultor en la galería Círculo 2, donde expuso entre enero y febrero de 1971 una muestra de 32 esculturas, le realizara Martín Prieto.

    En su segundo capítulo –“1971. Lencero. 47 años y 6 meses. Madrid. Escultor del hierro”--, el autor señala la respuesta que dio a la entrevista citada sobre cuándo se hizo escultor del hierro: “Aquí, en Madrid, a los cuarenta y tantos años. A punto de doblar el terrible cabo del medio siglo. Aquí con esta exposición mía, con el ánimo y aliento de cuantos vienen a visitarla, con diez obras vendidas, siento la necesidad de volver, muy de prisa, a mi tierra y continuar trabajando.” En efecto, señala el autor, tras publicar su libro Hombre (1961) y del éxito de El surco de la sangre (1953) y Sobre la piel de una lágrima (1963), muy conocedor de la pintura y la escultura abstracta en un Badajoz culto de la República, guerra civil y primera posguerra, instala en los bajos de su recién estrenado chalé (Virgen del Perpetuo Socorro, 14) de Badajoz, donde reside, un improvisado taller de forja.

    “1953. Lencero. Dibujo. Dedicatoria a Rafael Jaume”, es el tercer capítulo de la obra, en la que el académico se refiere al dibujo de la dedicatoria manuscrita En la tierra del cáncer, que remiten Manuel Pacheco y Luis Álvarez Lencero a Rafael Jaume, director de la revista DABO, de Palma de Mallorca (Biblioteca Archivo de la Diputación de Cáceres). Los dos poetas amigos se lo envían a Jaume que intercambia su revista de Mallorca con la pacense Gévora.

    En el capítulo cuarto –“1954. Lencero ilustra Embriaguez de mi pulso de Jean Aristeguieta”— alude a la ilustración de la citada obra, número 6, de la colección de Doña Endrina, dirigida por el poeta y pintor surrealista Antonio Fernández Molina, creador de la revista del mismo nombre, y reproduce la portada del libro y varios dibujos del autor.

    “1971. Lencero. Monumento a la amistad” es el título del capítulo quinto que el académico Viudas dedica al poeta, del que dice que su vida está muy unida a la amistad en 1971. Cree y siente la necesidad de los amigos, aunque reconoce que no ha tenido una vida fácil. “He tenido mucha hambre en mi vida y no me avergüenzo, de pan y de hambre de la otra, la que hiere y te rebela”, confesaba en la citada entrevista de Martín Prieto. En la mencionada exposición estuvo arropado por excelentes amigos, como Hugo Emilio Pedemonte, que vino de Uruguay para conocer personalmente a los tertulianos que en 1952 guiaron la revista Gévora, y otros muchos. Por este calor humano que necesita, declara que lo que le gustaría hacer es un monumento a la amistad. Lencero se manifiesta autodidacto (sic), admira a muchos escritores y escultores sin imitar a nadie y se clasifica en una escultura expresionista y abstracta.

    Por último, el profesor Viudas aborda en su último capítulo, “2023. Lencero. La forja de la palabra”, la exposición así titulada, clausurada hace unos días, con selectas imágenes de la vida y obra del autor superrealista-existencial, del hombre pintor y escultor que, en plena guerra civil, se ganó el pan en el taller de forja de Badajoz.

    Finalmente, Viudas dialoga con el autor sobre sus nueve libros publicados en vida: El surco de la sangre, Sobre la piel de una lágrima (dos ediciones), Hombre, Tierra dormida, Juan Pueblo (dos ediciones), Canciones en carne viva, la carpeta Homenaje a Extremadura, Poemas para hablar con Dios y Humano. Y deja para otra ocasión su Antología poética (1980) por él seleccionada, los poemas dispersos y el inventario de su obra inédita dispersa.

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 [1] Vid.: Viudas Camarasa, Antonio: A los 14 años, en una herrería, separata incluida en la revista cultural El Carro, número 8, de febrero de 2024, Industria Gráfica Igraex, 34 págs.