domingo, 29 de octubre de 2023

NI HASTA LOS CEMENTERIOS SON DE GRANADILLA


Nichos construídos en el nuevo cementerio de Granadilla

Granadilla, el antiguo señorío de Granada, fundada por los árabes en el siglo IX como baluarte estratégico de la zona, situado en una colina de pizarra que domina un extenso terreno, paso obligado por la Vía de la Plata hacia la antigua ciudad romana de Cáparra, fue capital del señorío conocido como Comunidad de Villa y Tierras de Granadilla, además de cabeza de partido judicial y eclesiástico.

Por Decreto 1347/1965, de 3 de mayo, del Ministerio de la Gobernación (BOE de 29 de mayo de 1965), firmado por Franco y el ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, se acuerda la disolución del municipio e incorporación de su término municipal a los limítrofes, “debido a haber quedado el término municipal de Granadilla (Cáceres) sin población y riqueza imponible suficientes con motivo de la construcción de la presa “Gabriel y Galán”. A esta propuesta prestó su conformidad la Corporación municipal de Granadilla, y con respecto a asignar el territorio de su término, los informes de las Autoridades provinciales emitidos en el expediente han considerado que la solución más oportuna es incorporar dicho término al Municipio de Zarza de Granadilla, excepto los terrenos de la margen derecha del río Alagón, que pasarán a formar parte del Municipio de Mohedas de Granadilla.

Desalojada la población desde años anteriores a la disolución del municipio y con los últimos habitantes que se marcharon tras aquella, la villa queda en un estado de abandono hasta 1980, en que es declarada conjunto histórico-artístico y en 1984 es elegida para su inclusión en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, junto a Umbralejo (Ciudad Real) y Búbal (Huesca). A partir de ahí comienza la reconstrucción: el castillo, la muralla y la iglesia (único inmueble no expropiado por petición de la Iglesia), que puso en valor la Diputación Provincial.

Cada año, los naturales de Granadilla vuelven a la villa perdida para rezar por sus difuntos el día 1 de noviembre, Día de Todos los Santos y víspera del Día, y el 15 de agosto por la festividad de su patrona, Nuestra Señora de la Asunción.

De cuando en cuando, periodistas y escritores se afanan en escribir sobre la belleza de este pueblo perdido y descubierto por excursionistas de fin de semana y de vacaciones.

Granadilla fue la España vaciada a la fuerza, desterrada a su pesar.  En la última década poblada (1955-1965), sus habitantes se esparcieron por ciudades y pueblos de España en busca de su otra vida. El Instituto Nacional de Colonización Agraria ofreció a los agricultores el nuevo poblado surgido por el regadío: Alagón del Caudillo (hoy, Alagón del Río), entonces en casas prefabricadas y sin urbanización. Muchos emprenderían después una segunda emigración al País Vasco, Cataluña y Pamplona.

El pueblo quedó en península: la carretera Hervás-Valverde del Fresno, cortada por las aguas del embalse y hacia Zarza de Granadilla por la hondonada del arroyo Aldobara, sin el puente que nunca se construyere. La Confederación hubo de construir una carretera por la península de entrada a la localidad. Gracias al Plan E del presidente Zapatero, fue arreglada y los primeros cuatro kilómetros, a la salida de Zarza hacia la villa, tuvo que arreglarlos la Diputación cuando supo que eran suyos, tras una visita de la anterior presidenta, Rosario Cordero (q. e. p. d.).

Recientemente, en un artículo publicado en la revista National Geographic [1] se dice textualmente, por boca del presidente de la Asociación Hijos de Granadilla, que “lo único que han conseguido durante estos veinte años desde su fundación es que se construyan unos nichos en el nuevo cementerio que la Confederación hizo a las afueras del pueblo, destinado a aquellos hijos de Granadilla que quieran volver”, donde él quisiere descansar. No es la primera vez que se apropia de esta mentira, que ya dijere hace algunos años su esposa en Canal Extremadura TV: que su asociación había logrado, por fin, uno de sus sueños: construir nichos en el nuevo cementerio para quienes deseen descansar en él hasta el Día del Juicio Final. Ni el antiguo, que pereció bajo las aguas, con el afloramiento de restos anatómicos, ni el nuevo, construido por la Confederación en 1961, cedido por Hacienda al Ayuntamiento de Zarza de Granadilla. Nada es nuestro ya, salvo la iglesia, donde él daba sus mítines antes o después de las misas.

Mentira: el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas acordó por Orden de 1 de abril de 2014 la cesión gratuita del citado inmueble al Ayuntamiento de Zarza de Granadilla con destino a cementerio municipal. La firma del documento administrativo de cesión gratuita se formalizó el 25 de abril de 2014 por parte de la delegada de Economía y Hacienda de la provincia, María Luisa Martínez, en representación de la Administración general del Estado, y por Germán García Benito, alcalde-presidente del Ayuntamiento de Zarza de Granadilla, natural de Granadilla, que promovió la desafectación y construcción de los nichos. El documento fue inscrito en el Registro de la Propiedad de Hervás el 14 de julio de 2014. El Ayuntamiento de Zarza de Granadilla, una vez en propiedad de la finca, procedió a sacar a licitación, por el sistema de contratación, la construcción de 27 nichos en el nuevo cementerio, los primeros construidos en el recinto, de los cuales se ocuparon tres en agosto de 2014, de vecinos fallecidos oriundos de la antigua villa. [2]

El presidente de la Asociación pretendió hacer socio de la misma a aquel alcalde de Zarza nacido en la villa: le pidió las mil pesetas de cuota anual y luego, 25.000 pesetas con carácter retroactivo desde que se fundó la asociación, algo inconstitucional que el malogrado alcalde fallecido tiempo después, rechazó de plano.

El presidente de la Asociación miente más que predica: ha intentado engañar al pueblo (que se lo iban a devolver…, cómo y para qué si fue expropiado y pagado tarde y mal); engaña a los obispos de Coria-Cáceres, a las autoridades (“porque soy un referente de Granadilla”), a los medios informativos, especialmente de TV, que acuden a la villa todos los 1 de noviembre y 15 de agosto, porque no se informan. Lo que él diga. ¿Y quién es él, qué ha conseguido; por qué no da cuenta de los socios que tiene y qué hace con sus dineros?: solo los nichos, y es mentira, propalada por Canal Extremadura TV hace unos años.

Y, por último, la mentira más extendida de todas: “Su nombre original fue Granada, aunque, tras la conquista de Granada en 1492 por parte de los Reyes Católicos, pasó a denominarse Granadilla para evitar confusiones.” Otra mentira mayor que escriben muchos copiando de otros. “En 1833, Javier de Burgos [3] procedió a materializar la División del Territorio Español, estructurando el país en provincias y municipios. En 1834 creó las Diputaciones Provinciales y los Partidos Judiciales, definiendo sus cabeceras. Fue entonces, y no antes, cuando al convertirse la villa en cabecera del Partido Judicial, la Granada histórica pasó a denominarse Granadilla” [4], denominación que convivió en los libros de actas municipales hasta mediados del XIX: “en la villa de Granada”, “en la villa de Granadilla…”

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[1] Vid.: Debat, Laureano: De pueblo fantasma a imprescindible de Cáceres, en Viajes, de National Geographic, de 28/10/2023.

[2] Vid.: Documentos Administrativos de cesión de la propiedad y de inscripción en el Registro de la Propiedad de Hervás en el Archivo Municipal de Zarza de Granadilla (AMZG), así como la Ordenanza que rige el Cementerio de esta población, aplicable al de Granadilla, según información del alcalde, Germán García Benito. Véase también el programa de Canal Extremadura TV "52 minutos", dirigido por Isidoro Campos y coordinado por Mónica Pascual, y emitido el 31 de octubre de 2014, en el que se informa del traslado de los restos del antiguo cementerio al nuevo, la construcción de los 27 nichos y el proyecto del nuevo cementerio redactado por la Confederación Hidrográfica del Tajo en 1961.

 [3] Vid.: Javier de Burgos, ministro de Fomento desde octubre de 1833, puso en marcha las reformas administrativas aprobadas por la reina María Cristina el 30 de noviembre del mismo año.

 

viernes, 27 de octubre de 2023

JOSÉ MARÍA ALCARAZ Y ALENDA, OBISPO DE BADAJOZ E HIJO ADOPTIVO DE MÉRIDA

 
José María Alcaraz y Alenda (Aspe, Alicante, 23/04/1877; Badajoz, 22/07/1971) fue nombrado obispo de Badajoz el 13 de marzo de 1930 cuando era canónigo penitenciario de la catedral de Orihuela. Su predecesor, Ramón Pérez Rodríguez, obispo de Badajoz entre 1920 y 1929, fue promovido al Vicariato General Castrense. Alcaraz y Alenda fue nombrado hijo adoptivo de Mérida el 12 de noviembre de 1951, hijo predilecto de su pueblo natal en 1959 y recibió la medalla de oro de Badajoz el 29 de diciembre de 1960.

  Estudió la carrera eclesiástica en el Seminario Diocesano de Orihuela y Teología en el Colegio Español de Roma. En la Ciudad Eterna permaneció hasta 1904 y allí obtuvo el doctorado en Filosofía y Teología y recibió el presbiterado el 20 de julio de 1901.

    Al reintegrarse a la diócesis, fue nombrado profesor del Seminario, en el que explicó Teología General, Dogmática y Moral, Historia Eclesiástica e Instituciones Canónicas. Fue prefecto de teólogos y vicerrector. En 1917 obtuvo por oposición la canonjía Penitenciaria de Orihuela. En 1923 fue designado secretario de cámara del Obispado y vocal del patronato de la Caja de Ahorros de Orihuela, examinador sinodal y consiliario de la junta diocesana de Acción Católica de Mujeres.

   Preconizado obispo de Badajoz el 13 de marzo de 1930, fue consagrado en la iglesia de san Agustín de Orihuela por el nuncio monseñor Tedeschini, asistido por los obispos de Orihuela, monseñor Irastorza, y de Madrid-Alcalá, monseñor Eijo Garay. Tomó posesión de la diócesis el 24 de septiembre.

  El doctor Alcaraz y Alenda fue un enamorado y celoso propulsor de la Acción Católica, que vitalizó durante su pontificado. La toma de Badajoz le sorprendió en la ciudad y su vida fue respetada durante los primeros días y, a pesar de la violencia desatada, pudo continuar con el normal gobierno de la diócesis tras ser liberada la ciudad.

    La prolongada estancia del doctor Alcaraz al frente de una diócesis tan extensa como la de Badajoz y su avanzada edad motivaron que en 1955 fuese nombrado para ayudarle como obispo coadjutor Eugenio Beitia Aldazábal, quien permaneció a su lado hasta 1962, en que fue nombrado obispo de Santander. Le sucedió como obispo coadjutor Doroteo Fernández, anteriormente obispo auxiliar de Santander, quien desde su llegada a la diócesis residió en el Seminario, ya que el doctor Alcaraz continuaba ocupando el palacio episcopal por ser el obispo titular de la diócesis.

    El doctor Alcaraz y Alenda falleció en Badajoz el 22 de julio de 1971, recibiendo sepultura en la catedral. Fue el septuagésimo séptimo obispo de Badajoz, al que siguió Doroteo Fernández (1971-1979) y Antonio Montero (1994-2004), quien continuó ya como arzobispo de Mérida-Badajoz (1994-2004), al que siguieron Santiago García Aracil (2004-2015) y Celso Morga (2015-2023). El 14 de septiembre pasado, la Santa Sede hizo público el nombramiento del arzobispo coadjutor de la archidiócesis a favor de José Rodríguez Carballo, para cuando esta quede vacante.

    En el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Mérida, en sesión ordinaria del 12 de noviembre de 1951, “se dio lectura de atento saluda que dirige al señor alcalde-presidente el presidente de la Junta Parroquial de Santa María la Mayor, por el que comunica haber sido nombrado el Sr. Alcalde vicepresidente de la comisión organizadora de honor de los actos que han de celebrarse en nuestra ciudad en homenaje a nuestro amado prelado y solicita de la Corporación el nombramiento de Hijo Adoptivo de Mérida para Su Excelencia Reverendísima. El Sr. Alcalde da a conocer su gustosa aceptación del nombramiento que se le ha hecho. Propone que, en atención a los grandes méritos de nuestro obispo hechos patentes a través de una larga y piadosa vida, sea nombrado Hijo Adoptivo de esta ciudad.

    Luego de conocidos los antecedentes de la propuesta que se formula y por aclamación se acuerda: declarar Hijo Adoptivo de Mérida al Ilmo. y Rvdmo. Sr. Prelado de la Diócesis de Badajoz, D. José María Alcaraz y Alenda, por obstentar (sic), entre otros muchos, los siguientes méritos: su larga vida de virtudes, dedicada al sacerdocio; su actividad y celo desplegados durante su actuación rigiendo la misma; su acendrado cariño y apoyo a toda actividad piadosa demostrada en todo momento y en muchas ocasiones especialmente con Mérida; facultar ampliamente al Sr. Alcalde para que colabore representando a esta ciudad en los actos organizados con motivo del jubileo sacerdotal de nuestro Rvdmo. Prelado; trasladar estos acuerdos al Excmo. Sr. Gobernador Civil para su aprobación, así como al Ilmo. y Rvdmo. Sr. Obispo para su conocimiento”.

    En la sesión ordinaria de pleno de 29 de enero de 1952, se dio lectura del oficio del Gobierno Civil de Badajoz, de 7 de enero de 1952, “en el que se traslada el escrito del director general de Política Interior por el que se accede a lo solicitado por la autoridad municipal en solicitud de autorización para nombrar hijo adoptivo al Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis”.

    El Dr. Alcaraz y Alenda fue nombrado hijo predilecto de su pueblo natal, Aspe (Alicante) en 1959 y recibió la medalla de oro de Badajoz el 29 de diciembre de 1960 de manos del alcalde, Ricardo Carapeto Burgos.

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 Bibliografía consultada: Cárcel Ramos, Adelaido: Obispos valencianos en Extremadura, Coloquios Históricos de Trujillo, 1977; Anuario religioso español de 1947, Madrid, págs. 344-345; Arzobispado de Mérida-Badajoz: Obispos y arzobispos de Badajoz y Mérida-Badajoz (https://www.meridabadajoz.net/archidiocesis/episcopologio/); Infovaticana, de 14/09/2023 (https://infovaticana.com/2023/09/14/el-papa-nombra-a-jose-rodriguez-carballo-como-arzobispo-coadjutor-de-merida/); Archivo Histórico Municipal de Mérida; Valledelasuvas.es, todas las noticias de Aspe y comarca; y archivo histórico del diario Hoy del 04/06/2022.


martes, 24 de octubre de 2023

HIJOS ILUSTRES DE FREGENAL DE LA SIERRA


Vista de Fregenal de la Sierra

    Ya en el pasado mes de julio tuvimos ocasión de escribir sobre Luis Bravo Díaz (Fregenal de la Sierra,  1938), catedrático jubilado de Farmacognosia, que ejerció su profesión en las Universidades de Granada, Salamanca, la Laguna y Sevilla, y de cómo a los 80 años (en diciembre de 2018) realizó su segunda tesis doctoral sobre su paisano Bravo Murillo, presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Isabel II, personaje que siempre le había apasionado, sobre el tema  “Bravo Murillo y el hospital de la Princesa”. (Véase Mérida y Comarca, de 27/07/2023).

    Ahora, el doble doctor en Farmacia e Historia, para seguir con la tradición, nos regala, a sus 85 años, un nuevo libro sobre su pueblo: Apuntes sobre los hijos ilustres de Fregenal de la Sierra. Contexto histórico y geográfico, con prólogo de Francisco González Merino, quien afirma que “el autor ha escogido y descrito con el mayor rigor a veintiséis personas, cuyos apellidos siguen arraigados en la localidad” y que el libro supone un homenaje a Fregenal “hecho con mucho cariño por uno de sus hijos”.

    Luis Bravo afirma en su capítulo de agradecimientos que su trabajo profesional no le ha permitido residir en Fregenal (veintitrés años en Granada, tres en Salamanca, diez en Canarias y treinta y uno en Sevilla). Aun así, le halaga que “muchas personas con las que hablo reconocen mis antecedentes extremeños por mi forma de hablar”. Le desasosiega, en cambio, verlo cada vez más vacío: su pueblo ha pasado de 13.371 habitantes en 1955 a los 4.473 en 2022.

    Antes de adentrarse en los hijos ilustres de su pueblo, el doctor Bravo Díaz describe la fundación de Fregenal (escudo bandera, ubicación, límites del término) y su situación en la Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporánea y cómo es ahora, en el siglo XXI; el patrimonio, su castillo templario, iglesias parroquiales, el santuario de santa María de los Remedios y el yacimiento arqueológico de Nertóbriga). Destaca que a las Indias se desplazaron más de cien frexnenses, aunque no ha hallado reseñas dignas de mención para construir una biografía. El criterio elegido ha sido el cronológico, comenzando con san Teopompo, que vivió en el siglo III y finalizando con Eugenio Hermoso, quien vivió entre los dos últimos siglos.

  Además del citado san Teopompo (Nertóbriga Concordia Iulia, siglo III y fallecido en el 306 por la persecución contra los cristianos) fue uno de los primeros obispos que ocuparon la sede episcopal de Nertóbriga hasta su supresión en el reinado de Wamba. Le siguen san Eutropio, también obispo de la antigua ciudad (vivió en el siglo IV y murió en el 420). San Exuperancio (monje benedictino en el siglo VI, fallecido en el 478). San Honorio Abad, abad en el siglo VI.

    En los siglos XV y XVI destacan Juan Serrano, navegante español del siglo XVI al servicio de Carlos I de España, primo de Magallanes, fallecido en 1521 en Filipinas. Francisco de Arceo (1493-1560), que jugó un papel destacado en la obstetricia. Vasco Díaz Tanco (1500-1570), soldado, sacerdote, poeta, teólogo, dramaturgo, impresor y actor. Alonso de Paz Rodríguez (1520-1597), mercader y rico hombre, que perteneció a la primera nobleza de España. Francisco Gómez Cid (1524-1576), uno de los hombres de san Juan de Ávila que se convirtió en jesuita. Benito Arias Montano (1527-1598), humanista y teólogo, conocido como el Jerónimo español por su dominio de las lenguas hebrea, caldea y siríaca; capellán de Felipe II, bibliotecario de El Escorial, diplomático, embajador volante y otros cargos de confianza del monarca. Cipriano de Valera (1531-1606), el hereje español por excelencia, fue monje jerónimo, bachiller en Teología, magister en Artes, profesor en Cambridge y Oxford, pasó a la posteridad por ser el autor de la Biblia más difundida en los últimos cuatrocientos años, conocida como la Biblia del Oso de 1559. Cipriano de Mesa (1556-1633), poeta español del Siglo de Oro. Alonso Rodríguez Santos (1560-1624) llegó a ser alcalde de la localidad y fue uno de los personajes más significativos de Caracas.

    Alonso Tinoco de Castilla (1597-1660), magistrado en Sevilla y Canarias. Benito Arias Montano (1588-1641), militar y marino español que desempeñó varios cargos coloniales, entre ellos gobernador de Nueva Andalucía y Paria.

    Entre los siglos XVI y XVII, el autor destaca a fray Juan Franco, obispo de Manila en el XVI. García Bazán vivió en el siglo XVII, oidor de Valladolid, juez y fiscal. Benito Hermoso (siglo XVII-1632), obispo de la India en el siglo XVII. Fray Pablo de Fregenal Casquete de Prado (1632-1674), monje y misionero capuchino que desarrolló su labor en Guinea y Sierra Leona. Manuel Ramírez de Solórzano y Escobar (1649-1684), misionero y jesuita que desarrolló su labor evangelizadora en las Islas Marianas.

    Joaquín Cid Carrascal (1700), teólogo, erudito y predicador. Rodrigo Sánchez-Arjona y Vargas-Zúñiga (1788-1865), militar. Antonio María Sánchez-Cid Carrascal (1799-1858), maestro de Bravo Murillo, que lo presentó para el obispado de Coria en 1852, donde fundó el Boletín Oficial del Obispado.


Juan Bravo Murillo (1803-1873), licenciado en Filosofía y Derecho por Sevilla, Teología e Instituciones Canónicas en Salamanca, abandona la carrera eclesiástica y estudia Derecho en Sevilla; profesor de Filosofía en Sevilla, fiscal de la Audiencia de Cáceres. Destinado a Oviedo, renuncia y se instala en Madrid, en la que instala bufete. Ministro de Gracia y Justicia. Diputado por Badajoz y Fregenal. Por segunda vez, ministro de Gracia y Justicia en 1847; ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas (1847), ministro de Marina (1849), ministro de Hacienda (1849) y Presidente del Consejo de Ministros (1851). Su labor legislativa tuvo como hechos fundamentales la ley de funcionarios, el plan nacional de construcción de línea férreas, el arreglo de la deuda pública, el Concordato con la Santa Sede, el abastecimiento de agua a Madrid, el fomento del tráfico marítimo; ferrocarriles y carreteras… En 1858 fue presidente del Congreso y senador vitalicio en 1863.

    Ventura Camacho y Carbajo (1819-1882), catedrático en la Universidad de Sevilla y primer bibliotecario de la misma. Rodrigo Sánchez-Arjona y Sánchez-Arjona (1841-1915), doctor en Derecho, empresario, maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla; tendió una línea telefónica de 8 kilómetros entre su domicilio particular en Fregenal y la finca de su propiedad “Las Mimbres”, fenómeno que pasó a ser la primera comunicación telefónica en un entorno rural de España, que amplió a Sevilla y Cádiz.

    Eugenio Hermoso Martínez (1883-1963), pintor y académico de Bellas Artes de San Fernando.

domingo, 15 de octubre de 2023

LA EXCLUSIÓN INVISIBLE


Foto Unsplash. Eric Ward

    
La exclusión es múltiple y la invisibilidad, su consecuencia. El físico es una discriminación invisible, más en las mujeres que en los hombres. No vale tanto el talento como la belleza en la mujer; ni en el hombre su saber ser y estar en el desempeño de su trabajo como la exclusión de que fuere objeto por no casarse con nadie más que con la honradez y la verdad. Polos opuestos, pero confluyentes en la exclusión. Piden “buena presencia” quienes no la hubieren; solicitan una lealtad que nada tiene que ver con darles la razón si no la tienen. Unas y otros son echados a los buitres si no comulgan con el credo de la visibilidad. Todos, entonces, somos excluidos invisibles.

    El canon estético, el peso, la figura, son los sesgos de ciertos empleadores para con la mujer: las rubias cobran más que las morenas. Se requiere la visibilidad de la mujer joven, discretamente maquillada, subida a un tacón que no sobrepase el de sus clientas. La visibilidad, o la exclusión.

    La exclusión niega a la persona el derecho a serlo. Los excluidos son aquellos a quienes la sociedad les da la espalda. Los excluidos carecen de derechos básicos. Sus derechos, que los hubieren por ley, no pueden reclamarlos porque la sociedad no se los reconoce, aun visibles, pero invisibles para los poderes públicos.

    Hay excluidos muchos hombres que viven y mueren en la calle; otros muchos que habitan en viviendas de exclusión por su estado. Los migrantes son excluidos; los habitantes de barrios marginales; los drogadictos sin tratamiento; los enfermos sin medicinas; los ancianos que viven solos… Todo es exclusión que hacemos invisible.

    Ha cambiado la exclusión en la historia: antes fueren los judíos, los enfermos mentales, los actores o los enfermos de sida, los homosexuales o los drogadictos. Ahora, la principal vía de exclusión es la pobreza. Cada vez hay más ricos y cada día, más pobres. Ahora hay más excluidos invisibles que nunca. Los desempleados, sin esperanzas; las maltratadas; las prostitutas a la fuerza; los abuelos en soledad a quienes engañan en el banco o en su residencia, si la hubieren; los homosexuales que aún hoy no se atreven a confesar su condición por temor a ser apedreados; las personas discapacitadas, frente a las barreras físicas que les impiden llegar a la meta.

    No eligieron serlo; pero lo son: los excluidos invisibles, sin oportunidades en la tierra de todos. Hay, empero, una exclusión aún mayor para mujeres y hombres: la comunión con los que os excluyen por decir lo que pensáis. La exclusión es invisible por molesta. La verdad duele a los excluyentes que nos hacen invisibles. Son apartados como apestados: las gordas, por serlo; los honrados, por leales. Pareciere que se cierran todos los caminos que nos condujeren al paraíso soñado por todos, en el que solo reinare la paz, la justicia y la libertad. Nada es posible sin ello. La exclusión es visible, pero la hacemos invisible tapándoles los ojos y la boca. Nadie podrá decir que es excluido, porque quizá los excluyentes constituyeren un ejército más poderoso que los excluidos visibles.