En mis viajes a la cuna episcopal de Coria siempre echaba de menos algo. Tras llegar al Alto de los Cuestos, en la bajada hasta la cuenca del río Alagón, podíamos ver la antigua Cauria. Durante casi todo el año, excepto en primavera avanzada y en verano, apenas oteábamos unas luces en el centro que no alumbraren más que las navideñas ni dejaren ver sus principales monumentos: la catedral y el castillo. No se ven las murallas, escondidas tras las nuevas construcciones. Despuntaba el alba y solo veíamos a la derecha el silo más que la catedral.
Apenaba esa soledad del principal monumento de la capital episcopal que no resaltaba sobre el conjunto urbano. Ni las luminarias laterales que nos indicaban su localización fueren suficientes para verla en su esplendor. Tampoco se ve el palacio ducal, escondido tras ella, pero recuperado al fin para su uso hostelero, como el antiguo palacio episcopal.
La catedral y el seminario conciliar, antes blanco y ahora oscurecido por su abandono, formaban un conjunto que nos ofrecía una vista del pasado esplendoroso de un casco histórico con monumentos vivos de esa historia; pero la catedral no se ve hasta el amanecer ni en los días de niebla hasta que la mañana no se abre con el sol.
Me preguntaba si el ayuntamiento y el obispado, junto a otras instituciones públicas, no hicieren nada para darle la luz debida a la catedral, su monumento más simbólico, a oscuras casi todo el año, antes de la amanecida. Desde el Alto de la Cuestos, en el cruce de la carretera hacia Portaje y Pescueza, por la EX-109, dejando a la izquierda el cruce de la carretera CC-148, a Portaje y Ceclavín, vemos la catedral en los días claros, diáfanos, de primavera o verano; pero no de noche, ni antes del amanecer cuando bajamos hacia la cuenca del Alagón, cubierta casi siempre en invierno por una extensa capa blanca sobre el río.
Ahora, por fin, podremos ver la catedral al bajar desde el Alto de los Cuestos. La alcaldesa de Coria, Almudena Domingo, ha anunciado que “las obras de iluminación eficiente-artística de la catedral de Santa María de la Asunción de Coria, el edificio más emblemático de la ciudad”, han comenzado. Este proyecto llevaba fraguándose desde la pasada legislatura desde el Ayuntamiento, conjuntamente con la Diputación y el Obispado, gracias al Plan de Sostenibilidad Turística en Destino Valle del Alagón, un instrumento de la Administración Turística Española para impulsar la transformación de los destinos turísticos españoles hacia la sostenibilidad.
Antes de marcharse a Toledo como arzobispo, el anterior titular de la cátedra, monseñor Francisco Cerro, se empeñó en arreglarla y marcar espacios abiertos junto a ella. Dos grandes luminarias a ambos lados de la seo nos dicen que está allí, entre las nieblas de otoño e invierno; pero nada más veíamos hasta la salida del sol.
Ahora, el proyecto de mejora de la iluminación ornamental de la catedral modernizará la iluminación eléctrica existente mediante el uso de la tecnología LED de alta eficiencia energética, contribuyendo a la conservación del entorno, el ahorro energético y la puesta en valor del patrimonio histórico. Con esta intervención se busca realzar la belleza arquitectónica de la catedral durante el horario nocturno, favoreciendo además la dinamización turística y cultural del centro histórico.
La catedral no será ya un punto oscuro en el mapa antes del amanecer. Enhorabuena a las instituciones (Ayuntamiento, Diputación y Obispado) por acogerse al Plan de Sostenibilidad Turística que hará más atractivo el monumento más simbólico de Coria.
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