El catedrático emérito vitalicio de la Universidad de Valladolid y académico que ostenta la medalla número 1 de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (RAEX), Salvador Andrés Ordax (Burgos, 09/11/1941) acaba de publicar una monografía sobre su profesor José María de Azcárate Ristori (1919-2001) en la Colección Figuras Historias del Arte, del Comité Español de Historia del Arte (CEHA). [1]
José María de Azcárate Ristori (Vigo, 18/04/1919; Madrid, 18/07/2001) fue el segundo hijo del militar marino Tomás Azcárate y de María Josefa Ristori. Nació en la ciudad gallega al hallarse allí destinado su padre al mando de un submarino. Su formación inicial se desarrolló en el Liceo Sagrado Corazón (Carmelitas Descalzos) en San Fernando y en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Cádiz. Trabajó como contable en una industria naval y siderúrgica, a la vez que estudiaba para ingresar por libre en la Universidad de Sevilla. En 1941 se trasladó a Madrid donde, con una beca de Auxilio Social, pudo estudiar el curso nocturno de la Universidad Central.
De 1943 a 1949, compatibilizando el trabajo con los estudios, ingresó como becario en el Instituto Diego Velázquez del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Su vocación hacia la Historia del Arte se manifestó en varias ocasiones. Según manifestó, en su formación hacia las artes contribuyeron Enrique Lafuente Ferrari, el magisterio de Diego Angulo, que le enseñó a trabajar y le orientó, y el apoyo del granadino Manuel Gómez Moreno.
Su tesis doctoral, dirigida por Diego Angulo, versó sobre el tema Arquitectura gótica del siglo XV y principios del XVI en Toledo y su comarca (Madrid, 1947), que fue Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Central de Madrid.
Después fue ayudante de clases prácticas de Geografía e Historia en el Instituto Cardenal Cisneros entre 1943-1949 y publicó su primer libro, La Historia del Arte en cuadros esquemáticos. En 1949 logra la cátedra de Historia del Arte de la Universidad de Santiago de Compostela, siendo el primero de la especialidad en la institución. En 1956 se incorporó a la Universidad de Valladolid y en 1963 volvió a Madrid, a la Universidad Complutense.
El profesor Azcárate tuvo mucha relación con Extremadura, desde cursos universitarios y otros actos académicos. En noviembre de 1986 pronunció una conferencia en Fuente de Cantos (Badajoz) a propósito de la inauguración de la Casa de Zurbarán, restaurada con fondos europeos y de la Junta de Extremadura, en la que expuso cuestiones relacionadas con las alegoría y símbolos de la pintura de Zurbarán. (Revista de Estudios Extremeños, vol, 43, núm. 1). El 25 de abril de 1982 asistió en Cáceres al acto de toma de posesión de su discípulo Andrés Ordax como miembro de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes. Asimismo, estuvo presente en el acto de posesión de Juan de Ávalos en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Fue presidente de tribunales de tesis doctorales de profesores de la Universidad de Extremadura. Con su apoyo se convocaron los premios “Cáceres” de Pintura y Escultura a principios de los 80.
Al margen de su reconocimiento como académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue miembro de la Academia de San Dámaso de la Archidiócesis de Madrid, del Instituto de Estudios Madrileños, de la Sociedad Hispánica de América, miembro de los patronatos del Museo del Prado, Arqueológico Nacional, Arte Contemporáneo, Reproducciones Artísticas, de la Alhambra, del Museo Naval y del Nacional de Escultura de Valladolid.
Tras su fallecimiento, el catedrático y académico Pedro Navascués Palacio le definió como “referente de la Historia del Arte en España, un historiador del arte en el pleno sentido del término”. El 15 de octubre de 2001, la Real Academia de Bellas Artes le dedicó una sesión necrológica, en la que intervinieron tres académicos que tuvieron relación con él: José Manuel Pita Andrade, Antonio Bonet Correa y el correspondiente Salvador Andrés Ordax, quien dijo de él que “Azcárate profesor se convertía en maestro, amigo y compañero de a quien a él se acercara sencillamente. Dotado de una notable inteligencia, asociaba la profundidad analítica con la agudeza sintética”.
La obra se cierra con la relación de publicaciones y cuarenta y dos tesis dirigidas por Azcárate.
[1] Vid.: Andrés
Ordax, Salvador: De Azcárate Ristori,
José María /1919-2001), Colección Figuras Historia del Arte del Comité
Español Historia del ARTE (CEHA), Granada, 2025, 111 págs.
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