domingo, 30 de marzo de 2025

AMADEO RODRÍGUEZ MAGRO, OBISPO EMÉRITO DE JAÉN, HIJO ADOPTIVO DE PLASENCIA



El Pleno del Ayuntamiento de Plasencia celebrado el 5 de septiembre de 2016 acordó nombrar hijo adoptivo de la ciudad a don Amadeo Rodríguez Magro, que fuera obispo de Plasencia desde el 31 de agosto de 2003 al 9 de abril de 2016 y obispo de Jaén desde esa fecha hasta el 21 de octubre de 2021, en la que el papa Francisco aceptó su renuncia al cumplir la edad reglamentaria, aunque ejerció como administrador apostólico en sede vacante hasta el 27 de noviembre.

    El único punto del día, la propuesta del alcalde, Fernando Pizarro, instructor del expediente, fue aprobado por la mayoría absoluta de la Corporación, con trece votos correspondientes al Grupo Popular (11), Ciudadanos (1) y Extremeños (1) y la abstención del Grupo Socialista (7).

    La Junta de Gobierno Local aprobó iniciar el expediente el 20 de mayo de 2016, a propuesta del alcalde, “por su contribución al desarrollo cultural, social y espiritual de Plasencia”, recordado al efecto su aportación al avance de los estudios universitarios de la ciudad; las mejoras del patrimonio eclesiástico de la diócesis, la rehabilitación del seminario menor como residencia sacerdotal y las continuas mejoras de la catedral, además de aplicar la doctrina social de la Iglesia, “que ha hecho posible que la institución esté junto al más necesitado, en un momento y en una diócesis especialmente castigada por la crisis”. El 29 de agosto del mismo año, la Comisión de Educación Cultura, Juventud, Deportes, Festejos y Turismo aprueba la propuesta de nombramiento para que pase al Pleno, que aparece publicado en el Boletín Oficial de la Provincia el día 13 de septiembre de 2016. El acto de entrega del título tuvo lugar en el Centro Cultural Las Claras el 22 de abril de 2017 y, tras el acto, se procedió a inaugurar oficialmente la plaza que lleva su nombre junto a la Puerta del Sol.

    Amadeo Rodríguez Magro (San Jorge del Alor, pedanía de Olivenza, Badajoz, 12/03/1946) es el tercero de tres hermanos (los otros son dos mujeres) y tiene dos sobrinos sacerdotes.

    A los 12 años ingresó en el Seminario de san Atón de Badajoz. Recibió la ordenación sacerdotal el 14 de junio de 1970 de manos del obispo José María Alcaraz y Alenda. Su primer cargo pastoral fue el de coadjutor de la parroquia de san Francisco de Sales de Mérida de 1970 hasta 1974. Después sería formador en el Seminario antes de volver a Mérida como párroco en la citada parroquia de 1977 a 1983. Impartió clases en el Colegio de las Madres Escolapias y en el Instituto Santa Eulalia de Mérida.

    Con 37 años, el obispo lo envió a Roma, a la Universidad Pontificia Salesiana, donde permaneció tres años y se licenció en Ciencias de la Educación (especialidad Catequética).

    A su regreso a la Archidiócesis de Mérida-Badajoz, fue nombrado vicario episcopal, con responsabilidad sobre los arciprestazgos de Mérida, Almendralejo, Montijo y Alburquerque. Fue director del Secretariado Diocesano de Catequesis (1986-1997), vicario episcopal de Evangelización y Territorial (1986-1997). Trabajó como secretario general del Sínodo Pacense de 1988 a 1992. Durante diez años fue profesor de en el Seminario y en el Centro de Estudios Teológicos desde 1986, en la Escuela Diocesana de Teología para Laicos desde 1986 y desde 1987, de Doctrina Católica y su Pedagogía en la Universidad de Extremadura. En 1996 fue nombrado vicario general de la diócesis y canónigo de la catedral de Badajoz, de la que fue deán desde 2002. El 26 de noviembre de 2003 fue nombrado hijo predilecto de Olivenza.

    Como catequista, es autor de un manual de catequesis para adultos en colaboración con Francisco Maya, “Venid y lo veréis” (Editorial PPC, 1998), “Semana Santa. Pregón de Badajoz 2006” y “Palabras que acompañaron”, en la que recoge las cartas pastorales, homilías y artículos que escribió durante el confinamiento. Fue colaborador durante años de un artículo semanal de “Iglesia en Camino”, reproducido en “El Observador” de Méjico. Asimismo, intervino en el programa de RNE “Buenos días nos dé Dios” y en la televisión local de Badajoz Telefrontera, de la que fue miembro de su consejo de administración.

    El 3 de julio de 2003 el papa Juan Pablo II le nombra obispo de Plasencia y fue consagrado en la catedral el 31 de agosto del mismo año, en la que ofició como consagrante el nuncio de Su Santidad, Manuel Monteiro de Castro. Adoptó como lema episcopal “Parare vías Domini” (Preparad los caminos del Señor), el mismo emblema que su arzobispo, Antonio Montero. El 9 de abril de 2016 se hizo público su nombramiento como obispo de Jaén, diócesis de la que tomó posesión el día 28 de mayo de 2016. Es obispo emérito de Jaén desde el 25 de octubre de 2021 cuando el papa Francisco aceptó su renuncia por motivos de salud, al cumplir los 75 años. Al día siguiente de su llegada a Jaén, el obispo ofició el funeral por los cuatro miembros de una misma familia fallecidos en el incendio ocurrido en una zona residencial a cuatro kilómetros de la capital.

    En la Conferencia Episcopal fue miembro de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado desde 2021. Fue presidente de la misma Comisión desde marzo de 2020 hasta noviembre de 2021 y vicepresidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis. También ha formado parte de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias (2005-2011).

    El 26 de enero de 2017 salió a la luz la noticia de que un transexual placentino, había sido recibido por el papa Francisco el 24 de enero de 2015. Lo recordaba el Pontífice en su regreso a Roma desde Bakú. “Recibí la carta de un español que me contaba su historia. Era una niña que había sufrido mucho. Se sentía chico, pero físicamente era una niña.” El Papa recalcó la importancia de no abandonar a quienes acuden a la Iglesia en busca de consuelo, tal y como hizo el obispo de Plasencia, y entonces de Jaén, quien acompañó a este hombre desde que acudió a él para expresarle el rechazo social que sufriere por su condición. El Papa le llamó y le dijo que deseaba conocerle. Su obispo Amadeo, de acuerdo con la Nunciatura, le pagó el viaje a Roma a él y a su esposa. “Ya no tengo miedo de Dios, gracias a la parte de la Iglesia que apoya a su gente”, decía Diego Neria.

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Plasencia (AHMP), Conferencia Episcopal Española, web de la Diócesis de Jaén, Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres (BOP), web del Ayuntamiento de Olivenza, ABC, diario Hoy, infovaticana.com, Alfa y Omega y Agencia Efe.


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