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Publio Carisio. Busto de cronología augustea hallado en el peristilo del teatro. MNAR |
Escribió Sáenz de Buruaga en 1961 que, en la fundación de Mérida, hay tres figuras: el emperador Octavio Augusto, que ordenó su creación; Publio Carisio, encargado de realizarla; y Agripa, protector de la misma, costeando grandes edificios como el teatro. [1]
Legado en Lusitania del primer emperador romano, Cayo Julio César Octavio Augusto (63 a. C.; 14 d. C), Carisio intervino en las guerras cántabras durante los años 26 al 22 a. C. de manera decisiva para la derrota de cántabros y astures, merced a la táctica y decisiva intervención de Marco Vipsanio Agripa, yerno del emperador.
Concluidas las guerras cántabras, funda en el año 25 a. C. [2] la ciudad de Emerita Augusta con soldados licenciados de las legiones X Gemina y V Alaudae y, probablemente también, la legión XX Victoria Victrix.
Publio Carisio (Roma, siglo I a. C.) fue militar de la antigua Roma y legado del emperador César Augusto en Lusitania. Hijo de Tito Carisio, se ganó la confianza del emperador en las guerras civiles.
Su intervención en las guerras cántabras fue decisiva para la derrota de los astures en Lancia y para la posterior conquista de la Asturias tramontana. Al mando de un ejército formado por tres legiones –la Legio V Alaudae, la Legio VI Victrix y la Legio X Gemina—y un número indeterminado de unidades auxiliares, gracias a la traición de los brigaecinos, pudo repeler el ataque por sorpresa que los astures planeaban contra las legiones acampadas junto al Esla y después lazar un contraataque contra la ciudad astur de Lancia (Villasabariego, León).
En la conquista de la Asturias trasmontana (actual Asturias), sus legiones abrieron una vía de entrada a través de las montañas de la cordillera Cantábrica: la vía de la Carisa, junto a la cual se han hallado los restos del campamento romano en el monte Curriechos, que albergó a sus tropas.
En el 27 a. C. se convierte en el primer gobernador imperial de la Hispania Ulterior hasta el año 22. A las órdenes de Augusto, administró un gran territorio que aún incluía la Hispania meridional, que a partir del año 13 a. C. sería una provincia independiente con el nombre de Baetica.
En el 25 a. C, Augusto ordena licenciar a los soldados más veteranos de las legiones V y X que habían combatido en las guerras cántabras y con ellos funda la colonia Augusta Emerita, proceso dirigido por su legado Publio Carisio.
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Monedas de Publio Carisio |
Durante su mandato acuñó denarios de plata con la efigie de Augusto en el anverso y su nombre y cargo –P. CARISIUS LEG AUGUSTI-- en el reverso. Asimismo, acuñó dos series de ases de bronce en un taller itinerante y en Lucus Augusti (Lugo) con el busto de Augusto en el anverso y la caetra o escudo redondo indígena en el reverso.
En el año 22 a. C., Publio Carisio y Cayo Furnio, legado de la Tarraconense, dirigen nuevas acciones militares contra cántabros y astures. El fundador de Augusta Emerita abandona Hispania y es apartado de la vida pública. [3]
Dión Casio atribuye este levantamiento a un comportamiento severo y cruel por parte de Carisio con los astures. No obstante, Carisio supo ganarse las simpatías de los pueblos indígenas en su gestión, como lo prueba la confianza mostrada por los brigaecinos y el hecho de que algunos de ellos tomaran su nombre.
El historiador Enrique Antón Gil apunta en su trabajo sobre Carisio [4] que nació en el seno de una gens (raza, clan) influyente, que algunos sitúan en Italia y otros en la Galia Transalpina en una fecha próxima al 57 a. C. No fue el primogénito de Tito, que tuvo al mayor, de su mismo nombre, como praetor de los Volques Arerocómicos en Nimes. Es posible que falleciera en el 22 a. C. tras finalizar sus labores como gobernador de la Ulterior, lo que indicaría una muerte prematura en la cuarta década de su vida, dato que se argumenta al no haber conseguido el consulado tras unas campañas victoriosas ni tener constancia de que fuera elegido patrono por ninguna comunidad de la provincia de la que era gobernador ni por la propia Augusta Emerita de la que fue deductor (magistrado que se encarga de llevar a cabo la fundación de una colonia).
En su papel de deductor de la colonia Augusta Emerita, Carisio jugó un papel muy destacado por ser el gobernador de la provincia en la que se estableció la colonia. Fue uno de los artífices de la localización en una zona tan al sur del escenario bélico porque ya conocía la misma, porque era una zona de fácil acceso a las corrientes de agua y al agua subterránea y donde además se facilitaba el paso del río gracias al vado existente que ayudó a construir el puente; por la escasez de indígenas y por la existencia de canteras cercanas. Y porque desde Emerita se controlaba una zona minera fundamental en el territorio oeste de la Península y servía como intermediario de las minas de Riotinto y los legionarios que estaban luchando en el norte.
Antón Gil cita a la profesora Nogales Bassarate que plantea que, como mínimo, existieron en Augusta Emerita dos estatuas de Publio Carisio, una de ellas en el Foro Colonial, donde se representaban una serie de esculturas que mostrarían la historia de la colonia, en la que Carisio jugó un papel determinante. Así, en el Foro Colonial se representó los Summa Viri de Roma y también a los de Emerita, entre los que se encontraba Carisio. La segunda estatua la localiza en el frente escénico del teatro, junto a Augusto y Agripa, cerrando así el trío de personajes fundamentales en la fundación de la Colonia.
[1] Vid.: Álvarez y Sáenz de Buruaga, José: Publio Carisio, delegado fundador de Mérida, en Mérida, Revista Oficial de Ferias, año IV, septiembre de 1961.
[2] Sobre la fecha de la fundación de Mérida, siempre se ha sostenido que fue en el 25 a. C. Así lo afirma Dión Casio en su Historia de Roma (53, 25, 2), como puede verse en la lápida situada en la fachada del ayuntamiento en 1975, año del bimilenario; el Archivo Histórico, en “Mérida: Aspectos históricos y administrativos”; el historiador Juan Manuel Abascal en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia; los arqueólogos e historiadores locales Trinidad Nogales y José María Álvarez Martínez en su obra Colonia Augusta Emérita: creación de una ciudad en tiempos de Augusto (2014), siguiendo la tesis de Dión Casio, aunque señalan que algunos autores han planteado una fundación precedente en época cesariana; o Alicia M. Canto, que apunta a una creación anterior a César, en su trabajo Colonia Iulia Augusta Emerita: Consideraciones en torno a su fundación y territorio (UCM, 1989). El catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, Ángel Ventura Villanueva, expuso en el Liceo de Mérida, el 8 de mayo de 2024, su tesis según la cual fue fundada el 21 de abril del 24 a. C., el mismo día que Roma (753 a. C.), conclusión a la que llegó tras estudiar la epigrafía del Foro y del Teatro, en la que sostuvo que Mérida no se fundó en el 25 a. C., sino que dicho año se tomó la decisión de fundarla y la fundación efectiva fue en el 24. (Véase diario Hoy del 08/05/2004: Mérida sí tiene fecha de fundación: 21 de abril del 24 a. C., de A. Gilgado).
[3] Vid.: Historia Hispánica, de la Real Academia de la Historia: hechos.
[4] Vid.: Antón
Gil, Enrique: Publio Carisio, deductor de la Colonia Augusta Emerita, en Revista de Estudios Extremeños. 2019,
Tomo LXXXV, número II, págs. 39-75.
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