domingo, 2 de abril de 2023

PEDROSO DE ACIM Y EL CONVENTO DE “EL PALANCAR”

    

Peña sacra y vista del convento al fondo

    Pedroso de Acim es un municipio de la provincia de Cáceres, situado en la falda de la Sierra del Pedroso, en un terreno accidentado y un clima del tipo mediterráneo subtropical.  Está situado en la zona conocida como “Canchos del Ramiro”, en el oeste de la provincia de Cáceres, sobre las comarcas de Coria, Brozas y Cáceres. Pertenece a la Mancomunidad Integral de Municipios Riberos del Tajo, y su hábitat se encuentra representado por dehesas de encinas y alcornorques. Entre el pueblo y Portezuelo, a cinco kilómetros se han localizado dólmenes y útiles que abarcan una periodización de las Edades del Cobre al Hierro.

Sobre la localidad, San Pedro de Alcántara, los orígenes de la reforma franciscana en España y el convento de la Purísima Concepción de “El Palancar”, versa el último libro de José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y de la Historia, prologado por el alcalde, Santos Harinero, que lo considera como “referencia ineludible” para los interesados en estos temas. [1]

Piso superior del claustro del convento del Palancar

El convento de la Purísima Concepción del Palancar es el convento cristiano más pequeño del mundo. En 1557, Pedro de Alcántara se retira a este aislado lugar y decide construir un convento que sería el eje de la reforma de los franciscanos descalzos. El pequeño habitáculo lo convierte fray Pedro en casa de retiro. La inauguración del convento tuvo lugar en 1561. Desde 1771 funcionó como casa de retiro de la Provincia Bética hasta que los frailes fueron expulsados por el proceso desamortizador decimonónico. La vuelta oficial a El Palancar de la Orden Franciscana se hizo efectiva el día 5 de mayo de 1895.

Los descalzos franciscanos nacieron en el momento en que los Reyes Católicos y Cisneros aspiraban a conseguir una única reforma en las órdenes mendicantes: la Regular Observancia. La presencia franciscana en Extremadura ya existía desde 1380, que se consolidaría entre 1514 y 1519 con su fundación canónica. La descalcez franciscana surge en Extremadura alrededor de 1500. Pretendía el retorno al espíritu de la regla de la Orden tal y como escribió San Francisco y mandó observarla en su testamento. La presencia de la Orden de San Francisco en Extremadura comenzó en el siglo XIV, pero será en 1517 cuando coincidan las dos formas de vida dentro de la Orden de los Frailes Menores: Conventualidad y Observancia. León X confirmó la elección de la Custodia de Extremadura de los Descalzos y quedarían definitivamente admitidas dos órdenes distintas: los frailes menores conventuales y la Orden de los Frailes Menores de la Observancia de San Francisco.

    San Pedro de Alcántara es una figura importante de la espiritualidad española del siglo XVI. Nacido en la villa de Alcántara en 1499, entre los años 1511-1515 estudia en la Universidad de Salamanca. En 1515 ingresa en la Orden franciscana, con 16 años. Tomó el hábito y profesó la regla de San Francisco en el convento de los Majarretes, próximo a Valencia de Alcántara. En 1528 fue guardián de San Miguel de Plasencia. En 1532 fue elegido guardián de San Onofre de la Lapa (Badajoz), donde escribe la guía de santidad Tratado de Oración y de la Meditación. En octubre del mismo año es elegido definidor de la provincia en el capítulo de San Gabriel en Badajoz. En octubre de 1538 es elegido ministro principal de San Gabriel en el capítulo provincial celebrado en el convento de Madre de Dios de Albuquerque. A partir de entonces llevó a cabo varias fundaciones en Extremadura. En marzo de 1541, camino de Mantua, para asistir como provincial al Capítulo General, concluía su provincialato. De regreso, enfermó en Barcelona. En 1557, inmerso en una vida eremítica, se marchó a Pedroso de Acim y allí contactó con Rodrigo Chaves, que le donó una huerta y una pequeña casa de campo junto, a la fuente de “El Palancar”, en la dehesa de El Berrocal. Consiguió el permiso pontificio y el beneplácito de su provincial y allí, retirado en la oración y en la penitencia, construyó su pequeño convento. A finales de agosto de 1560, Pedro de Alcántara reside en Ávila. Durante su estancia conoció a doña Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada (santa Teresa de Jesús), comenzando una gran amistad con la reformadora del Carmelo. En el mes de agosto se encontraba ya indispuesto en Ávila y se dirige al convento La Viciosa, en Deleitosa, en septiembre de 1562, para celebrar el Capítulo de la Provincia de San José. Allí se agravó su enfermedad y el conde de Oropesa se lo llevó a su palacio para que fuera atendido por su médico personal. A primeros de octubre fue trasladado por los frailes al convento de Arenas, donde falleció en casa de su amigo, el médico doctor Vázquez, a la edad de 63 años. La urna con sus reliquias se encuentra en el presbiterio de la capilla del lugar de Arenas, construida en 1715 por el arquitecto Ventura Rodríguez. Pedro de Alcántara fue el defensor del franciscanismo y uno de los principales oradores del Siglo de Oro en España. Fue beatificado en 1622 y canonizado el 28 de abril de 1669 por el papa Clemente IX. Fue nombrado patrono de la diócesis de Coria-Cáceres el 22 de octubre de 1674. En 1826, León XII, a instancias del emperador Pedro I, le nombró patrono de Brasil. En 1962, Juan XXIII le proclamó patrono de Extremadura.

    El convento de la Purísima Concepción de El Palancar es el convento cristiano más pequeño del mundo. En 1557 Pedro de Alcántara se retira a este aislado lugar y decide construir un convento que sería el eje de la reforma de los franciscanos descalzos. Un edificio de apenas 72 metros cuadrados. Un breve del papa Pablo III concedía a Pedro de Alcántara facultad para retirarse a la vida eremítica. A mediados del año 1557 se construyó el diminuto convento. En ese retiro vivía en la pobreza y en la oración junto a otros frailes que le acompañaban y vivieron con él en el cenobio.  El pequeño habitáculo lo convierte fray Pedro en casa de retiro. Para ello hace una capilla y dos habitaciones. La inauguración del convento tuvo lugar en 1561, siendo fray Pedro comisario general de los Conventuales Reformados. Ese año se celebró en El Palancar el Capítulo de la Custodia, en la que ésta fue elevada al rango de Provincia de San José. Desde 1771 funcionó como casa de retiro de la Provincia Bética hasta que los frailes fueron expulsados por el proceso desamortizador decimonónico. La vuelta oficial a El Palancar de la Orden Franciscana se hizo efectiva el día 5 de mayo de 1895. En julio de 1986, el Definitorio Provincial designó el convento de la Purísima Concepción de El Palancar, obteniendo la erección canónica por decreto del ministro general de la Orden el 28 de agosto. El convento había recibido ampliaciones en el siglo XVIII, de proporciones mayores al pequeño conventito de San Pedro de Alcántara. El único espacio del convento primitivo que tiene dimensiones algo mayores es la capilla. El 2 de enero de 1895, el obispo de Coria, Ramón Peris Mencheta, envió una carta a sus diocesanos comunicándoles el deseo de poder contar con una comunidad franciscana en el convento. El provincial de la Bética acude a su llamada y envía a los frailes procedentes del convento suprimido de la provincia descalza de san Gabriel.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: Pedroso de Acim y el convento de la Purísima Concepción de “El Palancar”, Los orígenes de la reforma franciscana descalza en España, Diputación Provincial de Cáceres, marzo de2023, 183 págs.

 

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