| El presidente Trump muestra la tabla de aranceles |
La Fundación para el Español Urgente (Fundéu-RAE), promovida por la Real Academia Española (RAE) y la Agencia Efe, ha dado a conocer esta mañana la palabra del año elegida por los filólogos y periodistas que la conforman: arancel.
La revelación de la palabra del año se ha hecho coincidir con el vigesimotercero aniversario de la Fundéu, institución dedicada desde sus inicios a resolver las dudas sobre el uso correcto del español, en colaboración con la RAE y la Agencia Efe, y que responde a las preguntas de los periodistas y de cualesquiera escritores. El acto se ha celebrado en la sede de la RAE bajo la presidencia de Su Majestad la reina Letizia, presidenta de honor de la Fundación, y con asistencia de la ministra de Igualdad, Ana Redondo; el director de la RAE, Santiago Machado; el patrono de la Fundéu, Álex Grijelmo; y la directora de la Fundación, Olivia Piquero.
Según ha informado la Fundéu-RAE, las negociaciones y las imposiciones comerciales, promovidas durante el año que finaliza por el presidente de los Estados Unidos, especialmente las relacionadas con las exportaciones y las importaciones entre países, han sido las protagonistas de la información internacional durante meses, y lo continúan siendo. En el centro de muchas conversaciones durante el año se ha situado el sustantivo arancel, que ha pasado de estar reservado a los especialistas y al ámbito técnico a estar en boca de todos y convertirse en una palabra presente en el día a día de cualquier hablante. Fundéu-RAE recuerda que se trata de un término ya recogido en el Diccionario de autoridades de 1726, y habitual en los ámbitos de la economía y el derecho, especialmente. No obstante, la actualidad informativa ha hecho que su uso se dispare y llegue desde las áreas especializadas y técnicas, al diálogo social.
Desde el punto de vista lingüístico, Fundéu-RAE elaboró una recomendación en la que se indicaba que arancel es el término que se utiliza para referirse, en el ámbito de la política comercial, a la cuantía que se exige por la importación de ciertos productos. Por otro lado, el Diccionario de la lengua española define arancel como `tarifa determinante de los derechos que se han de pagar en varios servicios, como el de costas judiciales, aduanas, etc., o establecido para remunerar a ciertos profesionales´. Se usa habitualmente para designar el tributo que un Estado impone sobre bienes que cruzan su frontera, normalmente sobre importaciones.
Por último, Fundéu-RAE recuerda que los nombres de los tipos de aranceles se escriben con minúsculas iniciales, ya que son denominaciones comunes y meramente descriptivas. Lo indicado es escribir, por ejemplo arancel cero o, en el caso de la construcción, “arancel antidumping”, que puede sustituirse por la grafía adaptada antidumpin (en redonda), propuesta en el Diccionario panhispánico de dudas y documentada en el uso.
Como es habitual, la palabra ganadora del año se ha impuesto a otras once candidatas relacionadas con la energía, el medioambiente y, en general, las catástrofes naturales. Así, figuraban: apagón, palabra preferible para referirse en español a un corte de luz, definido en el Diccionario de la lengua española como “la interrupción pasajera del suministro de energía eléctrica”, como el que se produjo en la Península Ibérica el lunes 28 de abril a la 12:33 de la mañana en la España peninsular, Portugal continental y Andorra, y que afectó a más de 50 millones de personas. Macroincendio era otra palabra seleccionada, escrita en una sola palabra, sin espacio ni guion entre el elemento compositivo macro- y el sustantivo incendio. Preparacionista (en redonda y sin comillas) era otro de los vocablos elegidos, referido `a la persona que se prepara para una hipotética catástrofe´ y, por extensión, a quienes se preparan por miedo a un desabastecimiento.
Los conflictos internacionales y las manifestaciones sociales en diversos países provocaron, asimismo, otras palabras finalistas, como boicot (mejor que boycott o boicó) y su sinónimo boicoteo son las fórmulas adecuadas en español para referirse a la “acción que intenta obstaculizar el desarrollo de una determinada actividad”. El vocablo dron (drones en plural) está registrada en la vigesimotercera edición del Diccionario académico como adaptación al español del sustantivo inglés drone (literalmente, zángano), referido a una `aeronave no tripulada´, que no es preciso destacar con cursivas ni comillas.
Generación Z, o Centenials, se refiere a las personas nacidas entre mediados/finales de los 90 y principios de la década de 2010 (generalmente 1997-2012), siendo la primera generación totalmente nativa digital, inmersa en internet y redes sociales desde su infancia, caracterizada por su pragmatismo, preocupación por la salud mental y el medio ambiente y búsqueda de propósito y flexibilidad laboral. Los nombres de las distintas generaciones, independientemente de su naturaleza, se escriben con el sustantivo generación en minúscula: generación del 98, generación Z.
Macrorredada. A partir de redada (definida en el Diccionario de la lengua española como `operación policial consistente en apresar de una vez a un conjunto de personas´ y el elemento macro- (`grande´), la palabra macrorredada (no macroredada), sin espacio ni guion intermedio, se utiliza en las grandes operaciones de este tipo.
Rearme era otro de los vocablos finalistas. De acuerdo con el Diccionario académico, rearmar (verbo del que se deriva el sustantivo rearme) es `equipar nuevamente con armamento militar o reforzar el que ya existía; es decir, que se aplica a algo o alguien que ya tuvo armas o las tiene actualmente.
Finalmente, el listado de candidatas lo completaron las palabras: papa (se escribe con minúscula por tratarse de un nombre común: la histórica visita del papa Francisco a Cuba…; tierras raras designa una serie de elementos químicos concretos, se escribe con minúsculas y sin necesidad de cursiva ni comillas. (`El plan de Trump con las tierras raras de Ucrania, un tesoro escondido bajo el frente de batalla´´…). Cierra la lista el vocablo trumpismo (sin tilde, en minúscula y sin comillas) para referirse al estilo y las ideas de Donald Trump, derivado de su apellido y el sufijo –ismo.
Esta es la decimotercera palabra del año que escoge la Fundéu-RAE. Las anteriores ganadoras fueron: escrache (2013); selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021), inteligencia artificial (2022), polarización (2023) y dana (2024).
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