jueves, 26 de marzo de 2020

LOS GRANDES CONFINADOS SIN DECRETO


             Estamos confinados por decreto; pero hubiere otros muchos españoles en época reciente confinados sin necesidad de decreto alguno. Fueren secuestrados para extorsionar al Estado, a sus familias, y para hacer caja, bajo amenaza de muerte, a sus rehenes. Fueron los grandes confinados, ya casi olvidados, excepto para su familia, y algunos más. Nadie quiere hablar de ello, pero muchos todavía les recuerdan porque viven para contarlo. No esperaban el levantamiento de un estado de alarma que les devolviera la libertad. Soñaban con los suyos, con la libertad arrebatada.. Y en medio de sus sueños, hacían ejercicio físico en su espacio mínimo para que la sangre fluyera libremente, a la espera de ver algún día el sol y el aire perdidos. Se mantenían con lo que les daban ... y pararon el virus ellos solos, con una ayuda exterior que nunca les olvidó: la Guardia Civil de ayer, de hoy y de siempre, que se mantenía en alerta sin que nadie la hubiere declarado.
 
            Perdida su libertad, inhumaron en el zulo todos sus derechos. Hoy, muchos mayores pierden la vida sin que nadie pueda impedirlo ni despedirlos. Los niños, enclaustrados en sus casas, se enrabietan por su libertad perdida. Sociólogos, psicólogos y pedagogos claman contra los políticos: "No saben lo que es ser niños y estar encerrados..." A las mascotas se les permite el paseo, pero no a los niños, que también necesitan moverse, correr y jugar..., como en Francia y Bélgica.[1]
            Son muchos los que llevan el confinamiento sin más sufrimiento añadido de que acabe cuanto antes; otros que se valen de mil y una argucias para intentar saltarse a la torera unas normas para todos y por el bien de todos. Para los grandes confinados sin decreto no hubo piedad alguna: sus raptores tan solo perseguían sus viles objetivos de chantajear al Estado, a la familia y a la sociedad entera.
José Antonio Ortega Lara (Montuenga, pedanía de Madrigalejo del Monte, Burgos, 1958), funcionario de prisiones en el Centro Penitenciario de Logroño, hoy retirado, permaneció secuestrado por la organización terrorista ETA durante 532 días, el secuestro más largo.  El objetivo de los secuestradores era pedir el traslado de los presos de la organización terrorista a cárceles vascas. Secuestrado el 19 de enero de 1996, la Guardia Civil le localizó en un zulo de Mondragón el 1 de julio de 1997, operación en la que fueron detenidos sus cuatro secuestradores. Durante su secuestro perdió veintitrés kilos, masa muscular y densidad ósea; sufría estrés postraumático, ansiedad y depresión. A la luz del sol, en la plaza de Burgos, sus ojos no se hacían a ella y permanecían perdidos ante la luz... Una semana después, la banda terrorista respondía el 10 de julio con el secuestro y posterior asesinato (en cuarenta y ocho horas) del concejal popular de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco (Ermua, 1968; Lasarte-Oria,13/07/1997).  Toda España se movilizó por su vida: hubo grandes manifestaciones, cinco minutos de silencio ante los ayuntamientos la misma mañana de su fallecimiento. De nada sirvieron para los asesinos, que persistían en el acercamiento de los presos, petición desoída por el Gobierno. Tras su muerte se acuñó el término espíritu de Ermua y se creó una Fundación con su nombre, que su hermana, Marimar Blanco, mantiene viva. El pasado 12 de marzo volvió a ser noticia por el fallecimiento en Vitoria de su padre, Miguel Blanco, a quien le dieron la noticia del secuestro de su hijo cuando regresaba a casa de su trabajo.[2]
María Ángels Feliú Basols (Olot, Gerona, 1958), más conocida como la farmacéutica de Olot, sufrió 492 días de secuestro, que resistió entre el 20 de noviembre de 1992 y el 27 de marzo de 1994, el más largo confinamiento sufrido en España por una persona sin móvil terrorista, con un fin exclusivamente económico. Permaneció encerrada en un agujero, sin luz, con ratas y bichos, donde no podía estirar las piernas, acostarse o ponerse en pie. El lugar en el que permaneció era la pequeña localidad barcelonesa de San Vicente de Torelló, desde el que solamente podía oír a los niños durante el recreo y las campanadas del reloj de la iglesia, datos que sirvieron a la Guardia Civil para la localización del zulo, una vez puesta en libertad. Uno de los secuestradores era el jefe de la policía local de su pueblo. Fue liberada por la persona encargada de su custodia en las proximidades de una gasolinera cerca de la localidad de Parets del Vallès. Los secuestradores fueron condenados a penas de entre 5 y 17 años de prisión.[3]
           
Emiliano Revilla Sanz (Ólvega, Segovia, 1928), empresario, fue secuestrado en Madrid el 24/02/1988 por la organización terrorista ETA. Su secuestro duró 249 días y fue liberado por sus captores en las proximidades de su casa madrileña el 30 de octubre del mismo año. [4] La familia, según se publicó entonces, pagó 1.000 millones de pesetas por su liberación. [5]  Hoy, el señor Revilla es teniente de alcalde de su pueblo natal. Ha impulsado obras como los centros de Salud y Social, la variante o el asentamiento de empresas en la localidad mediante la creación de una gran polígono industrial que lleva su nombre. [6]
 
            Además de estos tres grandes confinados, no podemos olvidar a otros secuestrados que pasaron a la historia, además de por su vida política, empresarial o social:  Javier Rupérez (Madrid, 1941), político y diplomático español, miembro del PP desde 1989, fue secuestrado por ETA político-militar el 11/11/1979, quien lo mantuvo cautivo durante 31 días. Fue liberado junto a una gasolinera cercana a Burgos.[7] José María Ryan (Bilbao, 1943; Zarátamo, Vizcaya, 1981) fue un ingeniero industrial español asesinado por la organización terrorista ETA militar cuando trabajaba para la empresa Iberduero como ingeniero-jefe en la construcción de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya). Fue secuestrado el 29/01/1981 cuando salía de la central y trasladado a una lonja de Basauri, donde le retuvieron en un zulo. Los secuestradores le pidieron al Gobierno que la central fuese demolida en una semana, exigencia que no fue cumplida. Su cadáver apareció el 6 de febrero en un camino forestal entre Zarátamo y Arcocha con un disparo en la cabeza. Las obras de la central nuclear fueron paralizadas definitivamente en 1988. Julio Iglesias Puga (Orense, 1915; Madrid, 2005), ginecólogo, padre del cantante Julio Iglesias, conocido como Papuchi, fue secuestrado por ETA el 30/12/1981, que le mantuvo retenido en Trasmoz (Zaragoza), por motivos económicos durante 19 días. Fue liberado el 19 de enero de 1982 por un grupo formado por la Policía y la Guardia Civil.[8] Roberto Lertxundi (Bilbao, 1948), médico ginecólogo y político, quien en un momento de espiral terrorista de ETA, mostró su condena a la organización, lo que provocó su secuestro durante unas horas en abril de 1981.[9] Luis Suñer Sanchís (Alcira, Valencia, 1910-1990), industrial. Secuestrado por ETA el 13 de enero de 1981 tras hacerse pública una lista de Hacienda de contribuyentes al fisco, en la que destacaba, y puesto en libertad el 13 de abril, noventa días después. [10] Diego Prado y Colón de Carvajal (Quito, Ecuador, 1930; Madrid, 1995), empresario español, descendiente directo de Cristóbal Colón. El 25/03/1983 fue secuestrado por la banda terrorista ETA, cautiverio en el que permaneció 73 días, hasta el 6 de junio. El secuestro fue motivado por ser una persona integrada en la oligarquía española y por sus relaciones con la Casa Real. [11] Publio Cordón (Villar de Maya, Soria, 1935; asesinado a mediados de julio de 1995). Capturado el 27/06/1995, tras pagar en París el rescate de 400 millones de pesetas solicitado, el GRAPO informó a la familia que sería liberado ese día, pero no sucedió. Tras diversos anuncios y contactos fracasados, en 2000 fue detenido Francisco Silva, que declaró que Cordón fue asesinado antes del  pago del rescate al intentar fugarse. Entre 2008 y 2009, la Guardia Civil buscó el cadáver sin resultados. En enero de 2005, el Tribunal Supremo concedió la pensión de viudedad a la mujer de Cordón. En 2012, el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Zaragoza emitió una orden por la que se le declaraba oficialmente fallecido. Su cadáver no ha sido todavía hallado.[12]
            Los grandes confinados vivieron para contarlo; otros perecieron durante el secuestro. No hubo para ellos decreto de confinamiento. Su libertad  y los derechos humanos les fueron arrebatados. Y nosotros nos quejamos ahora de hallarnos en estado de alarma por un virus mortal. Empezamos a valorar la vida, que no hay más que una, y la perdemos en el camino.
----------------------------------------------------------------------------
[1] Vid.: Lucas, Beatriz: Los políticos están locos, no saben lo que es ser niño y estar encerrado, en El País, de 24/03/2020.
 
[2] Vid.: L. Caro, Laura: Fallece en Vitoria el padre de Miguel Ángel Blanco, símbolo de la lucha contra ETA, en ABC de 14/03/2020.
 
[3] Vid.:. C. M. y P. M.: Secuestro de la farmacéutica de Olot: Sabemos que estás implicado, en ABC de 25/11/2022.
 
[4] Vid.: García, Javier y Ruiz de Azua, Victorino:  ETA MiIitar secuestró a Emiliano Revilla para presionar al Gobierno ante la falta de acuerdo, en El País, de 27/02/1998.
 
[5] Vid.: El secuestro de Revilla, la baza de ETA para mostrar  que su lucha era permanente, en Efe, de 23/02/2018.
 
[6] Vid.: Ayuntamiento de Ólvega.es/pleno-ayuntamiento.
 
[7]  Vid.: Pérez Barredo, Rodrigo: ETA libera en Burgos a Javier Rupérez, en diariodeburgos.es, de 08/12/2008.
 
[8] Vid.: López-Varela, Ana: El dramático secuestro que mantuvo en vilo a Julio Iglesias (y a toda España), en revistavanityfair.es/celebrities/articulos/secuestro-doctor-iglesias-puga-julio-iglesias-eta, de 29/12/2019.
 
[9] Vid.: Unzueta, Patxo: Roberto Lertxundi, secuestrado durante dos horas por luchar contra ETA, en El País, de 04/04/1981.
 
[10]: Vid.: Alós Alzira, Carlos Treinta años del secuestro de Luis Suñer, en Levante, de 30/01/2011.
 
[11] Vid.: Cronología del secuestro de Diego Prado y Colón de Carvajal, en El País, de 06/0671982.
 
[12] Vid.: Cordón Munilla, Publio, en Gran Enciclopedia Aragonesa (GEA), de 27/06/2011.

No hay comentarios: