sábado, 20 de septiembre de 2025

LA MARQUESA DE PINARES Y MÉRIDA


    Hay una calle en Mérida, Marquesa de Pinares, que enlaza las del Ferrocarril y la Avenida de Extremadura. Todos los emeritenses la conocen y saben dónde está situada, al ser una de las principales arterias de la ciudad; pero quizá no conocieren su historia, aunque se han cumplido más de dos siglos y medio desde el fallecimiento de la benefactora que le dio nombre. Ya en 1994, el hijo adoptivo de Mérida, arqueólogo e historiador, Sáez de Buruaga, advertía su nombre y obra en las actas municipales de 1784. [1]

    Antonia de la Rocha y Molina (Mérida, 1724; Madrid, 18/09/1775), pertenecía a la casa de los marqueses de Ureña. Era nieta del primer marqués y sobrina nieta del cardenal fray Gaspar de Molina y Oviedo. Sus padres fueron Fernando Antonio de la Rocha y María Antonia de Molina, naturales de Mérida. Fue bautizada en la iglesia de santa María el 19 de febrero del año de su nacimiento, recibiendo los nombres de Antonia Manuela Isabel, según la cronología que señala Navarro del Castillo en su obra.

    Pasó su infancia en la ciudad hasta que su padre fue nombrado corregidor en Écija y Jerez de la Frontera y pasó a vivir en las citadas ciudades. Al fallecer su padre, se trasladó a vivir a Madrid con su tío el cardenal Molina, presidente del Consejo. En la capital contrajo nupcias con Bernardo de Riquelme y Salafranca, regidor perpetuo de Murcia y I Marqués de Pinares, gracias a la influencia del mismo cardenal Molina. Al morir su esposo y no tener descendencia, el título nobiliario pasó a su hermano, Pedro Riquelme Salafranca, capitán de Marina, casado con una hermana de la marquesa viuda, doña Teresa, natural de Mérida, y bautizada como ella en la iglesia de santa María, que sería la II marquesa consorte de Pinares.

    Antonia de la Rocha y Molina falleció en su casa de la calle del Álamo, en Madrid el 18 de septiembre de 1775, dejando en su testamento el encargo de que se fundase con parte de sus bienes una obra pía en su patria chica. El encargo de la fundación legal de esta obra pía fue dado a su albacea testamentario, el licenciado Antonio Alarcón Lozano.

    El citado albacea, por escritura firmada ante el escribano de la Corte Francisco de Villa el 1 de marzo de 1776 fundaba la obra pía Patronato Real de Legos, cuyo capital lo constituían 12.000 ducados, valor de su casa de la calle del Álamo. Estos ducados estaban dispuestos a censo consignativo al 3 por ciento anual en cabeza de su hermana y heredera doña Teresa, ya citada. Los ducados daban un importe de 3,960 reales anuales, pagaderos en dos plazos, el 30 de junio y el 31 de diciembre de cada año. Para cumplir con referida obra se nombraba un patronato, constituido por cuatro personas. A saber: el gobernador del partido de Mérida, el regidor decano de su ayuntamiento, el párroco más antiguo de santa María y don Vicente Elías de la Rocha y Molina, caballero de la Orden de Santiago, hermano de la fundadora. A su muerte, el que heredase su mayorazgo. El primer heredero fue su hermana doña Teresa.

    Para la administración de los referidos intereses se nombraba un seglar con el sueldo de 25 ducados anuales, que cobraría y pagaría las mandas, que eran las siguientes: cada año y los días 18 de septiembre y 31 de diciembre se dirían en el convento de santa Clara cien misas por las almas de la fundadora y de su esposo. Se elegía esta iglesia porque en ella residía como monja su hermana María Teresa y también por la extremada pobreza de este convento. En los días citados se entregaban a las monjas cien reales.

    En el aniversario del fallecimiento de los marqueses se repartirían 400 reales de vellón entre viudas y pobres vergonzantes, señalados por el párroco de santa María, como mejor conocedor de las necesidades de sus feligreses. Cada cuatro años y con el numerario acumulado y no repartido en las mandas anteriormente señaladas, se entregarían a doncellas casaderas y pobres, principalmente hijas de labradores y artesanos, una dote de cien ducados para poder atender a su casamiento. El número de dotes sería el que diera lugar el capital acumulado de los réditos. Las solicitudes de las doncellas serían aprobadas por los cuatro patronos señalados; y si alguna doncella no se casaba en los tres años siguientes al que se le otorgó la dote, quedaría sin efecto la entrega de esta.

    Finalmente, si su hermana Teresa De la Rocha y Molina, sobre la que quedaba impuesto el censo, o sus sucesores, querían redimirlo mediante la entrega del capital de 12.000 ducados, estos se emplearían en fincas en el término de Mérida o pueblos de sus alrededores, con cuyas rentas se seguirían cumpliendo todas las referidas mandas.

    Esta obra pía siguió cumpliendo sus fines hasta el año 1875, en el que la Delegación de Hacienda de la provincia de Madrid acordó inscribir el capital de la misma a favor del Estado, mediante la entrega de 15.230,76 pesetas. [2]

    Pedro María Plano y García (Mérida, 1851-1900), alcalde, industrial y erudito emeritense, consagra en su obra “Ampliaciones a la historia de Mérida….” un capítulo a la señora marquesa viuda de Pinares, como emeritense agradecido a la memoria de la fundadora de su obra pía, y transcribe las nueve cláusulas de la escritura de constitución de la misma. Y finalizaba diciendo: “Cuando como presidente del Patronato pude averiguar tamaño atropello, elevé, con mis compañeros de Junta, un recurso al excelentísimo señor ministro de Hacienda, que lleva fecha de 23 de febrero de 1888, acompañándole testimonio de la escritura de fundación con todos los justificantes precisos para probar la improcedencia de los que se había hecho, y reclamando la devolución de ese capital con sus réditos, a fin de poder seguir cumpliendo la voluntad  sagrada y respetable de la señora marquesa de Pinares. El recurso fue entregado personalmente en el Ministerio de Hacienda por el entonces diputado a Cortes por este distrito, el general don José de Castro y López, sin que se haya resuelto en ningún sentido. Antes por el contrario, al tratar de removerlo recientemente, contestan en el ministerio que allí no existe tal asunto.” [3]

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[1] Vid.: Sáenz de Buruaga, José: Materiales para la historia de Mérida (de 1637 a 1936), Diputación Provincial de Badajoz y Ayuntamiento de Mérida, pág. 187: “El regidor don Manuel Leal de Cáceres hace presente a la ciudad que no se cumplen en todas sus partes las disposiciones testamentarias de la Marquesa Viuda de Pinares, doña Antonia de la Rocha y Molina, que fundó la obra pía de su nombre. Había que dar dote a casadas y hacer también sufragios por el alma de la señora, lo cual no se realizaba desde hacía tres o cuatro años. Acuerdo de hacer llamamiento y tratar de ello. (1784, f 554).

 [2] Vid.: Navarro del Castillo, Vicente: Historia de Mérida y pueblos de su comarca, T. III. Familias e hijos ilustres de Mérida, siglos XV al XX, capítulo XXXI: doña Antonia de la Rocha y Molina, Marquesa de Pinares y su obra pía a favor de los menesterosos emeritenses, Artes Gráficas Boysu, S. L., Mérida, 1992, págs. 285-287.

 [3] Vid.: Pedro María Plano y García: Ampliaciones a la historia de Mérida de Moreno de Vargas, Forner y Fernández, Imprenta y Encuadernación de Plano y Corchero, Travesía de Santa Eulalia, 1894, págs.. 99-103.


miércoles, 17 de septiembre de 2025

JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ DE LA CALLE, PROFESOR E HISTORIADOR PLACENTINO


    Alternó la enseñanza con la investigación: ha publicado once libros y unos sesenta artículos sobre demografía, historia, arte, biografía, economía y pedagogía. En los últimos treinta años se ha ocupado en la realización de una Enciclopedia Bibliográfica sobre Plasencia y su entorno, centrada en ejemplares escritos por placentinos que giren en torno a la ciudad, aunque los escritores no hubieran nacido en ella pero llevaran un tiempo considerable asentados en la misma, y que hubieran publicado en la ciudad del Jerte.

    José Antonio Sánchez de la Calle (Plasencia, 1956) realizó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal. Cursó el Bachillerato en el Instituto “Gabriel y Galán”, donde años después profesaría cátedra. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Extremadura, se doctoró en la misma con la tesis La población de Plasencia en la época contemporánea (1870-1970).

    Profesor agregado de Enseñanzas Medias por oposición, ejerció la docencia en Cáceres, Santander, Madrid, Montijo, Getafe, Plasencia y Avilés. Durante dos años desempeñó el cargo de asesor de Nuevas Tecnologías en el Centro de Profesores de Plasencia (1998-2000) y durante otros cinco en el Centro de Profesores de Coria (2007-2012). En 2021 se jubiló en el IES “Mariano José de Larra” de Madrid.

    Ha recibido varios premios por su labor investigadora, como el primero de los Coloquios Históricos-Culturales del Campo Arañuelo (1997) y el tercer galardón de los mismos; otros dos en los concursos literarios “Avenida de la Vera” y otros dos premios de investigación histórica “Pedro de Trejo”, que llevaron aparejados la publicación de los mismos.

    Sus once libros publicados son los siguientes:

    Aproximación a la demografía de Plasencia (1871-1900) según el Registro Civil. Plasencia, 1985, Ayuntamiento de Plasencia, Diputación Provincial de Cáceres y Caja de Ahorros de Plasencia, Sanguino-Offset, 184 págs.

    La población de Plasencia en la época contemporánea 1800-1970). Resumen de la tesis doctoral leída en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres en diciembre de 1991. Universidad de Extremadura, Badajoz, 1993, 42 págs.

    Plasencia, la perla del Valle del Jerte. Editora Regional de Extremadura, Badajoz, 1994, 36 págs.

    Plasencia. Historia y población en la época contemporánea (1800-1900), Asamblea de Extremadura, Badajoz, 1994, 683 págs.

    La mortalidad infantil en Plasencia durante los siglos XIX y XX. Hacia una historia de la Casa Cuna y el Hospicio, Plasencia Diseño Gráfico, S. L., Ayuntamiento de Plasencia, 1998, 198 págs.

    Una bibliografía de Plasencia. Fichas, resúmenes y catalogación de obras relacionadas con Plasencia. Tomo I. Libros. Institución Cultural El Brocense de la Diputación Provincial de Cáceres y Ayuntamiento de Plasencia, Salamanca, 2006, 885 págs.

    Una bibliografía de Plasencia. Fichas, resúmenes y catalogación de obras relacionadas con Plasencia. Tomo II. Artículos. Institución Cultural El Brocense de la Diputación Provincial de Cáceres y Ayuntamiento de Plasencia, Jaraíz de la Vera, 2008, 847 págs.

    Plasencia. El placer del recuerdo. Editorial Amberley, Londres, 2010, 128 págs.

    Plasencia. Tradiciones y lugares. Editorial Amberley, Londres, 2011, 128 págs.

    Las revistas de Plasencia (siglos XIX y XX). Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo” y Círculo Empresarial Placentino, Plasencia, 2019, 340 págs.

    Una bibliografía placentina. Adenda, Libros (2006-2024). Asociación Cultural Placentina “Pedro de Trejo”, Gráficas Pedro Arroyo, 390 págs.

    Es autor de más de sesenta artículos, la mayoría sobre temas placentinos, publicados en revistas de la ciudad y de la región, sobre asuntos muy diversos y con raíces en la historia: la organización parroquial placentina en los siglos XIX y XX, el cólera de 1834 en Plasencia, la mujer placentina en la época contemporánea, la población placentina en el siglo XIX, apogeo y decadencia del comercio en Plasencia, causas de la mortalidad en Plasencia durante los siglos XIX y XX, los efectos del vino en Plasencia durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, la Guerra Civil y la posguerra en Plasencia (1936-1944), historia de la emigración en Extremadura y su situación actual (1995), la estacionalidad de la natalidad en Plasencia en los siglos XIX y XX, el vino en el Fuero de Plasencia (siglo XIII), las comarcas del Campo Arañuelo, La Jara y Los Ibores a mediados del siglo XIX, contribución al estudio de los salarios, precios, crisis y relaciones laborales en el Norte de Extremadura durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

    Sánchez de la Calle aborda también el callejero placentino (1998), la mortalidad infantil en los ámbitos urbanos y rurales del norte de Extremadura (1800-1970), “La Voz de Mayorga”, tres lustros en la ciudad del Jerte (2002); patrimonio bibliográfico de Plasencia: las revistas del siglo XX; dinámica y estructura social de la población extremeña, metodología y didáctica; historia de la imprenta en Plasencia (finales del XVIII a principios del XXI), el obispo Casas y Souto y su labor epistolar; semblanza del sacerdote liberal José García Mora, ensayo sobre las revista taurinas en Plasencia en el siglo XX, cincuenta años de revista en el IES “Gabriel y Galán” de Plasencia, economía y población en Plasencia durante la Guerra Civil y la posguerra (1936-1944), la Guerra Civil en Plasencia: represión, economía y población, historia de la prensa placentina, revistas de Semana Santa, historia de la Asociación Cultural “Pedro de Trejo” y la historia de la educación en Plasencia, entre otros. 


lunes, 15 de septiembre de 2025

SALVAR A LOS NIÑOS


    A mediados de agosto, el número de niños muertos por desnutrición y hambre en Gaza sobrepasaba el centenar, según datos de la oenegé Save the Children International (Salvar a los niños), que tiene como finalidad trabajar por los derechos de la infancia. Se suman a los más de 40.000 registrados como muertos o heridos debido a los bombardeos y ataques aéreos de los enemigos de sus padres, según datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF). A esa fecha, había al menos 17.000 niños no acompañados o separados de sus familias y un millón de niños “profundamente traumatizados y sin acceso a la educación”.

    Las muertes por inanición se han convertido en cotidianas. La crisis humanitaria se agudiza y la asistencia sostenida se debilita cada día más. Los hospitales y las escuelas que sirven de refugio caen bajo las bombas. La desnutrición aumenta; las muertes se incrementan. Muchos viven en refugios hacinados, inseguros, carecen de espacio y privacidad, especialmente ellos y sus madres. Hasta los suministros para los espacios mínimamente habitables se agotan; no hay suministros para ellos, ni los vitales de saneamiento, agua y comida.

    Los niños son niños. ¿Qué culpa tienen ellos de las guerras, de quienes dicen defender a unos y atacan a los otros? Los vemos cada día con la mirada perdida, con sus cuerpecitos famélicos, tanto como sus madres, que tampoco hubieren nada que comer, ni que darles a ellos. Tienen muy poca vida en vida. En su inocencia, los niños dicen que desean ir al cielo, porque allí hay comida, agua, dulces y chocolate.... Allí no hay guerras ni bombardeos que les quiten lo poco que tienen y la ayuda que no les llega, porque otros necesitados se la roban. Los niños son quienes más pagan el precio del conflicto. La hambruna es un hecho. La desnutrición amenaza la vida de más de cien mil niños.

    Qué sentir y qué hacer ante la mirada perdida de esos niños solo huesos, cuando en Occidente vemos crecer a nuestros niños sanos y robustos, con la sonrisa que ofrecen a sus madres cuando, ya saciados y limpios, sólo buscan el sueño reparador que les hace crecer, entre los besos y caricias de sus progenitores…

    Casi dos años ya de guerra y van 60.000 muertos. Envueltos en las pocas sábanas que quedan, reciben sepultura entre las lágrimas de un pueblo, ya con sus sistemas de atención a la salud, agua, saneamiento e higiene, casi destruidos. Les lanzamos alimentos que solo algunos se llevan y a otros matan.

     Ya no hay lugar para ellos, ni descampados para jugar con pelotas o juguetes de trapo. Juegan con botellas y latas vacías, hasta con los restos de los misiles. Juegan en las calles abiertas entre los escombros para el paso de los carros huyendo con sus enseres hacia ninguna parte, porque no hay salida. Las fronteras permanecen cerradas. No hay tregua para la paz.

    Gaza no puede dormir por las explosiones. La vida de los niños pende de un hilo. Las madres no tienen lágrimas para llorar a sus difuntos. Los niños ya no tienen padres ni quien les acoja. Son niños huérfanos, hambrientos, moribundos, sin voz ya para pedir agua ni llanto para solicitar alimento. Sus sueños ya están rotos, su infancia perdida…


viernes, 12 de septiembre de 2025

LA SOCIEDAD NUCLEAR ESPAÑOLA REÚNE EN CÁCERES A 700 PERSONAS PARA EVALUAR EL ROL DE LA ENERGÍA NUCLEAR


La Sociedad Nuclear Española (SNE) celebrará su LI Reunión Anual en la ciudad de Cáceres del 22 al 26 de septiembre. El encuentro, considerado el principal foro profesional del sector nuclear en España, reunirá a más de 700 asistentes en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la ciudad, según informa Foro Nuclear.


Durante cinco jornadas, especialistas, investigadores y representantes institucionales analizarán el presente y el futuro de la energía nuclear en un contexto marcado por la descarbonización, la presión sobre la seguridad de suministro y el incremento de la demanda energética, especialmente en sectores como los centros de datos.


El programa incluirá más de 300 ponencias, sesiones plenarias y talleres sobre operación a largo plazo de las centrales, innovación tecnológica y aspectos socioeconómicos de esta industria. Además, se habilitará una zona expositiva con presencia de empresas del ámbito nuclear y se ofrecerán actividades culturales para los asistentes.


Con el objetivo de fortalecer los vínculos entre el ámbito técnico y el entorno local, la SNE organizará actividades divulgativas en distintos puntos y espacios. Habrá talleres STEM (enfoque educativo destinado a mejorar el aprendizaje  para estudiantes de secundaria), sesiones de mentoring (aprendizaje mutuo y transmisión de conocimientos) para alumnas de 3º y 4º de la ESO a cargo de profesionales de Women in Nuclear (WiN), y charlas informales bajo el formato «La ciencia es la caña», impulsadas por Jóvenes Nucleares. Además, se impartirá un curso básico de introducción a la energía nuclear dirigido a universitarios.


La elección de Cáceres como sede, provincia donde se sitúa la central nuclear de Almaraz, coincide con un momento clave para el futuro del parque nuclear español, en un contexto en el que los profesionales nucleares consideran imprescindible revisar el calendario de cierre nuclear previsto a partir de 2027. En este escenario, el encuentro se convierte en un espacio de reflexión técnica y social sobre el esencial papel de la energía nuclear en el modelo energético actual.


La Reunión Anual de la SNE, en la que Foro Nuclear participa anualmente de forma activa con la presentación de ponencias, organización de charlas y presidencia y coordinación de sesiones técnicas, se ha consolidado como un espacio de referencia para la comunidad científica, las empresas del sector, las administraciones y la ciudadanía interesada en el debate energético. En su LI edición, se propone una vez más según sus organizadores, “como lugar de encuentro para repensar el futuro de la energía desde el conocimiento técnico, el análisis riguroso y el diálogo social”.


 

lunes, 8 de septiembre de 2025

EL DR. SÁNCHEZ DE LA CALLE CALIFICA COMO “ÉPICA” LA NOVELA DE SU DISCÍPULO ÁLVARO RUBIO SOBRE PLASENCIA


El autor y su maestro de Historia en Plasencia.


    El doctor en Historia y profesor jubilado de Enseñanzas Medias, José Antonio Sánchez de la Calle, ha calificado como “épica” la segunda novela de su discípulo en el Instituto “Gabriel y Galán” de Plasencia, Álvaro Rubio”, “Regis legatum” (El legado del rey), presentada en el Parador de Turismo de Plasencia en la mañana de ayer.

    Sánchez de la Calle se refirió al marco histórico de la novela, a los valores inherentes a la nobleza y al periplo geográfico por el que discurre la misma, que calificó de “épica”, frente a la primera, “Mi vida sin ti” (Editorial Vive Libro, Madrid, 2017), “más lírica”.

    En sus palabras de presentación, el doctor Álvaro Rubio, que ejerce la Medicina en Alemania, en las especialidades de cirugía cardíaca, vascular e intensiva, se refirió en sus palabras de presentación a “su amor por la literatura y la historia” y, aunque hace veintisiete años que dejó su tierra, “he encontrado tiempo para indagar y escribir un fragmento de una memoria que merece ser contada”. Seguidamente hizo una presentación de su segunda novela a través de los cuatro personajes principales; los protagonistas, Sancha de Zúñiga y Alonso de Herrera, y el obispo, Gutierre Álvarez de Toledo, y fray Tomás de Torquemada, y prefirió dejar al dictamen del lector su parecer sobre la obra, una vez leída.

    Al acto asistieron, además de familiares y amigos, profesores de su Instituto en Plasencia, su ciudad de nacimiento a la que le dedica la obra, y antiguos compañeros que llenaron por completo la sala capitular.


domingo, 7 de septiembre de 2025

BEATA ANA DE JESÚS, DE PLASENCIA A SER HIJA PREDILECTA DE SANTA TERESA EN ÁVILA


    Ana Lobera Torres
Beata Ana de Jesús
, conocida en su vida religiosa como Ana de Jesús (Medina del Campo, Valladolid, 25/11/1545; Bruselas, Bélgica, 04/03/1621) fue una religiosa española, discípula de santa Teresa de Jesús, que continuó su obra tras su muerte, fundando conventos de descalzas en Granada y Madrid y después en Francia y Bruselas. Fue beatificada por el papa Francisco el 29 de septiembre de 2024 en Bruselas.

Pertenecía a una familia conocida entre la nobleza española, hija de Diego de Lobera y de Francisca de Torres, y fue bautizada el mismo día que vino al mundo, ya que nació sorda y muda, y así estuvo hasta los siete años, hasta que rompió a hablar. A los pocos meses de nacer murió su padre y a los nueve años, su madre, quedando junto a su hermano Cristóbal, que sería jesuita, bajo la tutela de la abuela materna. Desde muy joven manifestó una clara tendencia a la espiritualidad, que chocaba con las aspiraciones matrimoniales de su abuela. Según sus biógrafas, en 1560, a los 15 años, intentando evitar la corte de pretendientes, se marchó con su hermano a Plasencia para vivir con abuela paterna, pero esta, como la otra, no entendía sus deseos de ser monja. Compartía su vida de familia con jóvenes de su misma inclinación espiritual, ya que su hermano fue jesuita; su prima María Lobera ingresó como carmelita descalza y otra prima, María Cabrera, fue clarisa en Plasencia.

En 1563, recién instaurado el Colegio de la Compañía de Jesús en Plasencia, a los 18 años, se puso bajo la dirección espiritual de su fundador, el P. Pedro Rodríguez y, bajo su dirección, comenzó a vislumbrar su clara vocación religiosa, aun sin saber en qué Orden debía profesar. En 1569, el P. Rodríguez fue destinado a Toledo, donde conoció la obra reformadora que llevaba a cabo la madre Teresa, donde se encontraba realizando su quinta fundación. Ese año, Ana enfermó de fiebre cuartana o malaria. En 1570, su confesor le escribió a Plasencia informándole que Teresa de Ahumada fundaba conventos a la medida de su ideal y ella contestó que le expusiera su vocación a la madre Teresa y le dijera el convento donde tenía que profesar. Esta le responde que se cure de su enfermedad y le recomienda Ávila, por ser ella la priora. Mientras esperaba su respuesta, falleció su abuela materna en Medina del Campo y, un mes después de recibirla, murió su abuela paterna en Plasencia, con lo que allanó el camino de su vocación.

En la homilía de su beatificación en Bruselas, el papa Francisco subrayó, refiriéndose a Plasencia, que “en esta próspera tierra pudo florecer también el testimonio de la monja carmelita Ana de Jesús. Esta mujer estuvo entre las protagonistas, en la Iglesia de su tiempo, de un gran movimiento de reforma, tras las huellas de una gigante del espíritu, Teresa de Jesús, del que difundió los ideales en España, en Francia y también aquí, en Bruselas, que en aquellos tiempos se llamaban los Países Bajos Españoles”.

El 31 de julio de 1570 se traslada a Ávila, donde toma el hábito de novicia el 1 de agosto, a los 24 años.  Teresa de Jesús había avisado desde Toledo que le impusieran el nombre de Ana de Jesús. A mediados de agosto, la madre Teresa regresa a Ávila y conoce a quien sería una de sus más ilustres hijas y defensora acérrima de su carisma. El 1 de noviembre, Teresa de Jesús la envía a la nueva fundación de Salamanca. De camino, en el convento de Mancera, conoce a otra persona que sería clave en su vida: san Juan de la Cruz. El 22 de octubre de 1571 toma el hábito y profesa. Al año siguiente, la fundadora la nombra sacristana y enfermera. En Salamanca permanece hasta 1575 y convive estrechamente con Teresa de Jesús, con la que establece un fuerte vínculo que duró hasta el fin de sus días.

En febrero de 1575, la santa se la lleva a la fundación del Carmelo de Beas de Segura (Jaén), de la que Ana es nombrada priora. El 21 de enero de 1582 funda el Carmelo de Granada, donde san Juan de la Cruz fue elegido prior de los frailes de Granada. En julio de 1586 abandona Granada en compañía del místico para fundar en Madrid, donde inaugura el Carmelo de santa Ana el 17 de septiembre de 1586.

En 1604 fue elegida para encabezar la expedición de carmelitas descalzas que fundarían en Francia, El 18 de octubre inauguran el Carmelo de París; el 15 de septiembre de 1605, el de Dijon y el 14 de mayo de 1606, el Carmelo de Amiens.

En agosto recibe la petición de la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, para fundar en Bruselas, que acepta con la firme condición de llevar también a los frailes carmelitas, El 22 de enero de 1607 inaugura el primer Carmelo belga, del que fue priora hasta su muerte. El 4 de noviembre funda el Carmelo de Lovaina y el 7 de febrero de 1608, el Carmelo de Mons.    

Las monjas de Beas fueron las primeras en adaptar los poemas sanjuanistas a las melodías populares de su época para poderlas cantar. Una monja de esta comunidad fue la que le inspiró las cinco últimas estrofas de su famoso Cántico Espiritual. La madre Ana le animó a concluirlo, y a ella se lo dedicó. Sus superiores le encargaron recopilar los libros de santa Teresa, dispersos en la Inquisición y en manos particulares, para entregárselos a fray Luis de León, que se encargó de su publicación. El autor de La perfecta casada le dedicó a ella su Comentario al libro de Job.

Tras siete años de terrible enfermedad, en que se queda totalmente paralítica, fallece a los 75 años, el 4 de marzo de 1621, en su Carmelo de Bruselas. Cuando su cuerpo estaba expuesto en el coro, ocurrió su primer milagro: la curación de una carmelita, Juana del Espíritu Santo, que estaba tullida, y, al besarlo, comenzó a caminar.

El 14 de diciembre de 2023, el papa Francisco aprobó el milagro para la beatificación de Ana de Jesús, atribuido a su intercesión.

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Bibliografía consultada: Yuste, Belén y Rivas-Caballero, Sonnia Laura, en Historia Hispánica, de la Real Academia de la Historia (https://historia-hispanica.rah.es/biografias/26660-beata-ana-lobera-torres); portal web de la diócesis de Plasencia, de 1 de octubre de 2024; Ana de Jesús: la pupila de santa Teresa y san Juan de la Cruz ya tiene milagro para su beatificación, en Vida Nueva, de 14/12/2023



domingo, 31 de agosto de 2025

BERNABÉ MORENO DE VARGAS, REGIDOR PERPETUO DE MÉRIDA Y PRIMER HISTORIADOR DE LA CIUDAD


Retrato de Bernabé Moreno de Vargas

    Erudito local, primer historiador de Mérida, regidor perpetuo de la ciudad, Bernabé Moreno de Vargas (Mérida, c. 1576; 02/04/1648), era hijo de Alonso Moreno Dalba, regidor perpetuo de Mérida y familiar del Santo Oficio, casado con la cacereña María Pérez de Vargas y Osma, con quien tuvo cuatro varones y una mujer, que tomó hábitos. Su familia paterna era de origen santanderino. Su abuelo, Alonso Martínez Moreno de Almaraz, expedicionario en el Perú, descubrió una mina de oro, en la provincia de los Lipes; y su tío abuelo, Francisco Moreno de Almaraz, fue acompañante de Pizarro, y mandó fundar el convento de la Concepción, levantando también a sus expensas la portada sur con su capilla, de la iglesia de santa María.

    Bernabé fue el segundo de los cuatro varones. El mayor, Francisco, murió antes de 1616, por lo que Bernabé heredó el cargo de regidor perpetuo y el mayorazgo de su padre con las tierras en los alrededores del Teatro Romano. Su única hermana, María de Vargas, profesó en el convento de la Concepción de Mérida y falleció cinco días antes que su hermano Juan, el 6 de junio de 1619. Bernabé fue, por tanto, el más longevo de los hermanos.

    Fue bautizado en la iglesia de santa Eulalia y cursó sus primeros estudios con el presbítero Miguel Rodríguez. Posteriormente se trasladó a la Universidad de Salamanca, donde cursó Leyes y obtuvo el grado de licenciado en 1598. Fijó temporalmente su residencia en Montijo donde permaneció once años. Allí fue cuatro años alcalde ordinario, dos alcalde de la Hermandad y cinco diputado por los hijosdalgo, cuya ejecutoria de hidalguía había conseguido en 1600 con el correspondiente poder de su padre.

    Contrajo matrimonio con María Barrena y Grajera, natural de Montijo, hermana de Pedro Grajera Barrena, del hábito de Santiago y subprior del convento santiaguista de Sevilla. Tuvo nueve hijos, dos de ellos varones. Vivió la amarga experiencia de la muerte de cuatro de sus hijos y de su esposa el 16 de junio de 1631, según su biógrafo Manuel Mañas, aunque otros, como Sáenz de Buruaga afirma que tuvo siete hijos, dos de ellos varones: Alonso, capitán de milicia, y Francisco, fallecido prematuramente. Isabel, Olalla, Leonor y María fueron los nombres de sus hijas, las tres primeras monjas, al parecer en el convento de la Concepción.

    Alrededor de 1615-1616 había muerto su padre, que había sido muchas veces regidor de Mérida y en 1597 había comprado el cargo de regidor perpetuo de Mérida. Muerto el padre, Bernabé abandonó Montijo y retornó a Mérida para hacerse cargo de la herencia paterna. Ocupó la regencia del ayuntamiento por sucesión hereditaria y tomó posesión del mayorazgo que su padre tenía en tierras de labor. En 1638 fue gobernador de Hornachos, renunciando este año en su hijo Alonso el cargo de regidor perpetuo de la ciudad. Moreno de Vargas falleció el 2 de abril de 1648, enterrándose en la iglesia de santa Olalla. Su partida de defunción se conserva en la iglesia de santa María, donde fueron inhumados algunos de sus hijos,

    En 1622 vio la luz la primera de sus tres obras publicadas: Discursos de la nobleza de España, reeditada en 1636 en vida del autor, corregida y ampliada. Se trata de veinticuatro discursos en los que se explica el origen de la nobleza, las formas de conseguir la hidalguía, la distinción entre infanzones, hijosdalgos, gentilhombres y escuderos, entre hijosdalgos de sangre y de privilegio, con precisiones sobre el linaje, sus exenciones, el orden que deben guardar los nobles, las formas de los escudos de armas, la grabación de los blasones y sobre todo lo relativo a la heráldica. En la Biblioteca Municipal de Mérida se encuentra la edición de 1659, publicada “a costa de Antonio del Ribero, mercader de libros”, según Sáenz de Buruaga, quien añade que Moreno de Vargas anunció y quiso publicar otro libro sobre la Nobleza de Mérida, “que no creo que llegara a ver la luz”.

    En 1633 salen a la luz las otras dos obras que Moreno de Vargas publicó: La Historia de la Ciudad de Mérida, editada a costa del concejo emeritense en Madrid,y la edición anotada de las Vitas sanctorum Patrum Emeritensium. Esta obra fue enviada a Moreno de Vargas por el Duque de Alcalá, y se imprimió el mismo año en el establecimiento madrileño de la viuda de Alonso Martín. Moreno de Vargas la publicó añadiendo a cada capítulo unos epígrafes explicativos y unas notas aclaratorias en latín de escasa calidad. La importancia de la obra radica en haber sido la primera edición impresa de las Vitas, señala el profesor Mañas. La publicación originó una polémica entre el autor y el beneficiado de la catedral de Sevilla, Juan Gómez Bravo, quien le envió unas correcciones manuscritas, quien a su vez redactó un escrito contra ellas que circuló por Sevilla, con el consiguiente enfado de Bravo, que publicó sus Ad Paulum Diaconum Emeritensem enmendationes et notae, un folleto en 4º sin foliar, dos de las cuales contienen las correcciones al texto latino impreso por Moreno de Vargas y las otras dos,  una epístola en castellano dirigida a Guillermo Boisoto. El hecho determinó la total enemistad de ambos historiadores.

    En su tercera obra, La Historia de Mérida, el autor se muestra como un auténtico historiador instruido en los principios del Humanismo renacentista. Aparece como verdadero historiador cuando estudia la historia antigua de la ciudad, si bien cuando se ocupa de la reciente historia de la ciudad se muestra como un mero recopilador de material inconexo, según Mañas, y, para Sáenz de Buruaga, “ha sido el mejor historiador de la ciudad de todos los tiempos”, aunque “muestra una tendencia milagrera para explicar algunos hechos históricos”, pero considera su libro “fundamental para todo el que quiera conocer el pasado emeritense”. Mañas “le reconoce el mérito de haber sido el primer historiador de Mérida”.

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 Bibliografía consultada: Mañas Núñez, Manuel, en Real Academia de la Historia, Diccionario biográfico electrónico (https://historia-hispanica.rah.es/biografias/32449-bernabe-moreno-de-vargas) y Álvarez Sánez de Buruaga, José, en Vida y obras de Bernabé Moreno de Vargas, Historia de la ciudad de Mérida dedicada a la misma ciudad, sexta reedición, Grafisur, Los Santos de Maimona, 1981.


sábado, 30 de agosto de 2025

LAS TRES MEDALLAS DE ORO QUE PLASENCIA OTORGÓ A FRANCO, REVOCADAS POR EL PLENO


Franco a su salida del Palacio de los Marqueses de Mirabel
durante una de sus visitas a Plasencia

    El Pleno del Ayuntamiento de Plasencia celebrado el 5 de mayo de 2017, bajo la presidencia de su titular, Fernando Pizarro, acordó por unanimidad “retirar a D. Francisco Franco Bahamonde las medallas de oro de la ciudad de Plasencia, concedidas mediante los siguientes acuerdos: Acuerdo de la Comisión Gestora de fecha 19 de julio de 1945; acuerdo del Pleno de fecha 2 de abril de 1964; y acuerdos del Pleno del Ayuntamiento de Plasencia de fecha 8 de noviembre de 1971 y de 16 de diciembre de 1971, dejando sin efecto las distinciones”. [1]

    El acuerdo de retirada de las tres medallas de oro de la ciudad concedidas al anterior Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos vino precedido por la solicitud de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) de la retirada de la concesión de las medallas concedidas, admitida a trámite por unanimidad.

    La citada asociación efectuó la solicitud al amparo de lo establecido en el artículo 15, 1º de la Ley 52/2007 [2], citando los acuerdos de la Comisión Gestora de fecha 19 de junio de 1945, con ocasión del “noveno aniversario de nuestra cruzada” (sic), por el que se le otorgó al Generalísimo Franco la primera medalla de oro de la ciudad. Asimismo, el acuerdo plenario de fecha 2 de abril de 1964 a propuesta del “Consejo local del Movimiento de FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, único partido del régimen franquista) se concede al citado dictador otra vez la medalla de oro de la ciudad de Plasencia “…que nos ha traído 25 años de paz a la patria” (sic), “…a quien tanto y tanto ha hecho por el engrandecimiento de la patria, al salvador de España, Generalísimo Franco.” (sic). Finalmente, recuerda el acuerdo de Pleno de la Corporación de fecha 8 de noviembre de 1971, y con ocasión de la información sobre la creación de la Universidad Hispano Americana de Extremadura, “se procedió a la concesión de la medalla de oro de la ciudad al Caudillo Franco” (sic).

    El informe jurídico municipal especificaba que “si bien del último acuerdo pudieran surgir dudas si sería de aplicación el artículo 15 de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, estas se disipan en un análisis del expediente de la concesión de la citada medalla que culmina en el acuerdo plenario de fecha 16 de diciembre de 1971 (una vez que se constata la aceptación por el general Franco de la citada medalla, mediante escrito del Jefe de la Casa Civil del entonces Jefe del Estado de fecha 10 de diciembre de 1971) y es que en el citado acuerdo, además de motivar la concesión en la citada Universidad, la construcción del pantano de Gabriel y Galán, Valdecañas, Torrejón el Rubio y Alcántara, entre otras, se vierten expresiones como liberador de España del enemigo, la paz y prosperidad que todos los españoles venimos disfrutando desde hace más de treinta años, se proseguirá la redención en el orden espiritual, intelectual y material”.

    El informe señalaba que es evidente que las medallas de oro de la ciudad de Plasencia mencionadas tienen como objeto la exaltación personal de un dictador y la conmemoración de la Guerra Civil, por lo que entra de lleno en el mandato del artículo 15 de la Ley 52/2007, y consideraba, además, que Franco había fallecido hace más de cuarenta años, “lo que hace imposible la tramitación de cualquier expediente administrativo que lo tenga como sujeto del mismo” y “considerando que, por todo ello, bastaría para la retirada de las medallas de oro de la Ciudad de Plasencia un acuerdo del órgano competente (Pleno de la Corporación), en el que se manifieste en tal sentido”, se tomaron los acuerdos enunciados en el primer párrafo.

    En una moción de urgencia presentada, el grupo socialista retiró la moción presentada ante el Pleno, en la que solicitaba la retirada y revocación de los sucesivos acuerdos, al haberse incluido la misma como uno de los puntos del orden del día de la sesión, para ser debatida y votada en la misma.

    En su intervención ante el Pleno, el alcalde de la ciudad señaló que los veintiún concejales “son hijos de la democracia, que les legaron quienes nacieron antes de 1975 y que, en muchos casos, llegaron a dar su vida por conseguir que España fuese un país democrático y de libertades”, por lo que recordó que “la historia no debe olvidarse ni para lo bueno ni para lo malo, para aprender de los sucesos positivos del pasado, pero también para no volver a repetir lo negativo de nuestra historia más reciente”.

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[1] Vid.: Archivo Histórico Municipal de Plasencia (AHMP).

[2] La Ley 52/2007, de 26 de diciembre (BOE núm. 310, de 27 de diciembre de 2007), por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, establece en su artículo 15.1, lo siguiente: “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal, o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.”


jueves, 28 de agosto de 2025

ECOLOGISTAS SOLICITAN LA CREACIÓN DE COOPERATIVAS DE CABREROS EN LAS ZONAS CALCINADAS



    La asociación Ecologistas en Acción Granadilla ha solicitado al consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura que, tras el incendio de Jarilla (Cáceres), realice un estudio sobre la viabilidad de cooperativas de cabreros en las zonas quemadas y que las cabras sean autóctonas del Sistema Central cacereño, como la cabra verata, al tiempo que se considere factible una subvención económica para empezar su actividad a los cabreros, de forma que su proyecto sea posible, y la construcción de viviendas públicas en las zonas afectadas por el fuego.

    Tras el incendio de Jarilla, localizado en tres comarcas (Valle del Jerte, Valle del Ambroz y Trasierra-Tierras de Granadilla), en el que se han quemado 17.000 hectáreas de matorral y bosques de robles y castaños, principalmente, la asociación ecologista considera necesario realizar un estudio sobre el bosque quemado para realizar una repoblación con los árboles afectados, como el alcornoque, el roble y el castaño, y que se soliciten a los viveros de la Junta en Holguera, La Moheda de Gata y Cañamero los plantones precisos, según informa Carlos Pino, responsable de Campo de la misma.

    Finalmente, Ecologistas en Acción Granadilla solicita que los ayuntamientos afectados por el incendio de Jarilla elaboren un presupuesto de los frutales y plantas que hayan sido dañados por el fuego, haciéndose responsables del pago o sustitución de castaños, cerezos, higueras, ciruelos. olivos, manzanos, perales, almendros, nogales, fresas y frambuesas, y que la Consejería de Gestión Forestal se haga cargo del coste de los árboles y mano de obra para su plantación.


miércoles, 27 de agosto de 2025

EL DR. ÁLVARO RUBIO DEBUTA EN LA NOVELA HISTÓRICA CON UNA ODA LITERARIA A PLASENCIA


Doctor Álvaro Rubio

    El doctor Álvaro Rubio (Plasencia, 1978), que desarrolla su actividad profesional en Alemania como investigador y profesor en los campos de cirugía cardíaca de adultos, vascular, pediátrica y medicina intensiva, [1] debuta en la novela histórica con Regis Legatum. (El Legado del Rey), en la que la ciudad de Plasencia emerge como protagonista silenciosa de una lucha de linajes y lealtades y secretos olvidados.

    En las frías noches de Plasencia, según informa su editorial,[2] una sombra acecha los muros de la catedral. Un clérigo aparece asesinado con una inscripción grabada en su piel: Lux in tenebris. Nadie sabe qué significa, pero el obispo Gutierre Álvarez de Toledo comprende que no es un simple crimen: es un mensaje. Y este puede cambiar el destino de la ciudad y la política de los Reyes Católicos.

    Para evitar que el caso caiga en manos de la Inquisición, el obispo confía la investigación a Alonso de Herrera, un culto escribano venido a menos, con un pasado familiar marcado por la traición y la ruina. Alonso no tarda en descubrir que el asesinato está relacionado con un documento perdido: un tratado firmado siglos atrás entre la nobleza placentina y la Corona de Castilla, cuyo contenido podría reescribir el equilibrio de poder en todo el reino.

    Las sospechas recaen sobre Sancha de Zúñiga, la orgullosa y brillante hija del duque de Plasencia, que lucha por restaurar el honor de su linaje tras la derrota de su padre en la Guerra de Sucesión. Alonso comprende que el peligro viene de más arriba y que hay manos dispuestas a matar por ocultar la verdad.

    Mientras la sombra del temido fray Tomás de Torquemada se cierne sobre la ciudad, Alonso deberá moverse entre nobles, clérigos y espías, en un laberinto de traiciones donde la verdad es un arma mortal. Así, en un mundo donde el poder es ley, ¿qué premio está dispuesto a pagar por la justicia?

    La presentación de la novela tendrá lugar en el Parador de Plasencia el próximo día 7 de septiembre, a las 11:00 de la mañana.         

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[1] Vid.: Álvaro Rubio López, cirujano cardíaco, vascular, medicina intensiva y protección radiológica, biografía del autor en el blog de Félix Pinero, de 02/03/2020. (https://felixpineroradiointerior.blogspot.com/2020/03/alvaro-rubio-lopez-cirujano-cardiaco_2.html).

 [2] Vid.: Álvaro Rubio debuta en la novela histórica con Regis legatum, una oda literaria a Plasencia y su historia sepultada, Editorial Círculo Rojo, Almería, 2025.


martes, 26 de agosto de 2025

“EL ROSTRO DE LUZ. EL ICONO PERDIDO DE GUADALUPE”


Virgen de Guadalupe, imagen de Alfonso XI

    En su última novela, “El rostro de luz. El icono perdido de Guadalupe” [1] , el doctor en Historia del Arte, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, se adentra en la Historia para novelar el origen del culto a la Virgen de Guadalupe en Extremadura, junto al descubrimiento de las reliquias de san Fulgencio y santa Florentina y la imagen primigenia de la patrona de la región en un cuadro de origen bizantino, convertido en el primer símbolo del culto a la Virgen.

    En el año 711, las huestes del líder musulmán Tariq ibn Ziyad avanzaban con ímpetu imparable. Dentro de la catedral de Sevilla, un grupo de monjes temía no solo por sus vidas, sino por la pérdida de los tesoros más sagrados de la ciudad: el icono de la Virgen María, regalo del papa san Gregorio Magno a Isidoro, obispo de la sede, y el arca que contenía los restos de san Fulgencio, obispo de Écija, y santa Florentina, ambos mártires de la fe y hermanos del prelado y su predecesor Leandro. Sacaron del arca los restos de los hermanos santos, que envolvieron en mantos de lino, y el icono de la Virgen. Los monjes recogieron los objetos más sagrados de su orden y decidieron atravesar los territorios que pocos se atrevían: el crudo corazón de Extremadura. Llegaron a las Villuercas, el último vestigio de la España olvidada y a la pequeña población de Berzocana (Cáceres), una aldea que parecía postergada por el tiempo. Allí, los monjes enterraron las reliquias: el icono, los cálices y las reliquias de los santos hermanos.

    Pasaron los siglos… Un día, un labriego de la región, Gil Cordero, natural de Cáceres, labraba la tierra con su azada, cuando el metal golpeó una roca. No era una piedra, sino un cofre pequeño, casi olvidado por el paso del tiempo. Cuando lo abrió, halló una serie de objetos sagrados, bañados en polvo y, en el interior del arca, un escrito que decía: “Estos son los restos fúnebres de san Fulgencio y santa Florentina, así como objetos de valor procedentes de la catedral de Sevilla y el icono que el obispo Isidoro guardaba con recelo y veneraba cada día.” Sin comprender la magnitud de su hallazgo, decidió llevarlo a la pequeña iglesia de santa María, en Berzocana. Allí, el sacerdote que las recibió, estaba seguro de que aquellas reliquias pertenecían a los monjes que habían huido de Sevilla durante la invasión musulmana hace muchos años. Entonces, Gil se dio cuenta de que algo más valioso había quedado a su disposición: el icono sagrado, que no entregó en la iglesia.

    El ermitaño vivía con su mujer y sus hijos en una cabaña, situada en un paraje aislado y apartado cerca de Berzocana. En ese contexto comenzó a levantar una capilla para el icono sagrado. Comenzaron a acudir aldeanos atraídos por la fama del icono. Los visitantes oraban con fervor y muchos caían en éxtasis. Una noche, el icono comenzó a brillar. El invierno había llegado a las Villuercas con su manto de niebla y frío. Fernando IV, rey de Castilla, conocido por su pasión por la caza, se desvió del sendero conocido, atraído por los susurros de los cazadores locales sobre la capilla construida a orillas del río. Gil, cuando vio entrar al rey, le dijo: Majestad, bienvenido a la casa del sagrado icono. Es un legado antiguo. Lo encontré hace muchos años enterrado en la tierra. Yo solo soy un humilde guardián. Algunos dicen que puede conceder milagros; otros, que solo brinda la protección de los cielos. El rey, que había pasado antes por la iglesia de Berzocana, preguntó a Gil Cordero quiénes fueron los santos cuyos restos había encontrado.

    Este encuentro entre Fernando IV y Gil Cordero marcó un punto crucial en la historia. El 7 de septiembre de 1312 fallecía el rey. Su hijo, Alfonso XI, tenía 12 años, Su madre, María de Molina, tomaría las riendas del reino y desempeñaría el papel de regente durante sus primeros años de reinado. Su figura se mantuvo fuerte hasta su fallecimiento en Valladolid en 1321 y con ello abrió el camino a Alfonso XI. Conocido por su afición a la caza, encontró en las Villuercas un refugio en el que no solo se dedicaba a perseguir ciervos, jabalíes y osos, sino también a fortalecer su imagen como monarca protector de las tradiciones religiosas. El rey había oído hablar a su padre de la mucha devoción que las gentes tenían en este santo lugar e iglesia de Guadalupe, donde hay un icono de Nuestra Señora, y de los muchos y grandes milagros que tenía por bien de obrar. El ermitaño, al reconocer al monarca, lo recibió con humildad y respeto, invitándole a ingresar en la capilla. Aquel encuentro de 1327 con la capilla de Gil Cordero dejó una huella profunda en la vida de Alfonso XI, quien puso todo su empeño en construir una iglesia mayor, cuyas obras comenzaron en 1330 y terminaron antes de finalizar el año 1336.

    Uno de los momentos más decisivos de su reinado ocurrió en 1340, durante la histórica batalla del Salado, entre las fuerzas cristianas y el ejército musulmán. Su victoria no solo consolidó su poder, sino que también selló su relación con la Virgen de Guadalupe, que se convertiría en una figura central de su devoción y política religiosa. Alfonso XI mandó construir una nueva y más majestuosa iglesia, que se convertiría en uno de los grandes lugares de culto de la península.

    Gil Cordero no pudo ver cumplido el sueño de construir un gran santuario en honor a la Virgen de Guadalupe. Cuando ya había terminado la construcción del santuario, en 1338, fallece. El rey mandó que fuera enterrado en una hermosa sepultura en la capilla mayor del santuario. La placa dice: “Aquí yace D. Gil de Santa María de Guadalupe, a quien se apareció esta Sma. Ymagen. Fue natur. de la Villa de Cáceres.”

    En una de sus visitas para inspeccionar el avance de las obras del santuario, el monarca hizo traer consigo una imagen de Nuestra Señora, de clara filiación románica, procedente de los talleres escultóricos leoneses, una representación de la Virgen con el Niño, obra de finales del XII. La incorporación de la escultura románica leonesa al santuario no solo tuvo implicaciones simbólicas y teológicas, sino también prácticas y culturales. El icono sagrado que originalmente suscitó la devoción popular en el entorno del río Guadalupejo presentaba un notable deterioro material en el momento de consolidación del culto bajo el patrocinio regio. Sin embargo, no se conserva documentación oficial que aclare el destino final del icono primigenio. La sustitución del icono por una imagen románica marcó un cambio cualitativo en la estructura del culto a la Virgen de Guadalupe. Su culto se expandiría rápidamente a todo el ámbito ibérico e indiano.

    La devoción a san Fulgencio y santa Florentina no disminuía con los años. En Berzocana, las reliquias seguían siendo un faro de esperanza, iluminando a todos aquellos que buscaban consuelo en un mundo que a veces parecía olvidarse de las pequeñas comunidades aisladas en las montañas.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: El rostro de luz. El icono perdido de Guadalupe, TAU Editores, primera edición, Cáceres, 2025, 156 págs.


miércoles, 20 de agosto de 2025

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN GRANADILLA APUESTA POR EL RELEVO GENERACIONAL EN EL CAMPO


    Ecologistas en Acción Granadilla aboga en un comunicado por la necesidad del relevo generacional en los pueblos y en el campo y por la biodiversidad de los usos agrícola y ganadero con la flora y la fauna silvestre. “La montaña necesita un equilibrio entre la flora de los bosques y la fauna con la ganadería” y añade que el ganado y los ganaderos son necesarios en la montaña o bosques, controlando los árboles jóvenes, los pastos y la recuperación de los cultivos de montaña.

    En el comunicado emitido a raíz de los incendios que asolan el norte de la provincia de Cáceres, el responsable de Campo de la asociación ecologista, Carlos Pino, afirma que quizás habría que preguntarse si el origen de los incendios es la falta de población joven en los pueblos, cuya ausencia está dejando una población anciana que no puede gestionar el uso de la naturaleza, ya que actualmente los ciervos, corzos y jabalíes son los únicos que se alimentan del bosque.

    Por otro lado, recuerda que los primeros pobladores del Sistema Central fueron los cabreros, que durante siglos fueron sus habitantes; “pero ahora -señala- no se da el caso de la transmisión generacional y nos enfrentamos a una situación en la que los jóvenes desean volver a los pueblos desde el medio urbano, al considerar la naturaleza como el mejor despacho con un paisaje único en Cáceres”.

    A este respecto, Carlos Pino propone que los jóvenes deberían tener en el campo un trabajo digno, al contar con un ingreso por ganadería o la plantación de la diversidad de frutos desde marzo a diciembre, para dedicarse durante el último mes y el primero del año al cuidado del bosque, en lugar de perder su dinero en alquileres o hipotecas para la adquisición de viviendas.


martes, 19 de agosto de 2025

EL MUSEO HELGA DE ALVEAR ORGANIZA EL PRIMER HOMENAJE DEDICADO A SU IMPULSORA


Helga de Alvear en el Museo Helga de Alvear. Foto: Luis Asín / Museo Helga de Alvear

    El Museo Helga de Alvear rendirá tributo a Helga de Alvear, coleccionista, galerista, filántropa y principal impulsora del Museo, los próximos 20 y 21 de septiembre. Helga de Alvear, figura clave para el desarrollo del arte contemporáneo en España, falleció en Madrid el pasado 2 de febrero, dejando tras de sí un legado que permanecerá para la posteridad y que su Museo en Cáceres conserva.

    El programa organizado por el Museo constará de un acto privado durante la mañana del 20 de septiembre, en el que personas cercanas al círculo de la coleccionista compartirán palabras en su recuerdo. Por la tarde, a partir de las 18:00, el Museo Helga de Alvear celebrará la vida y legado de Helga de Alvear con una completa programación pública que se extenderá hasta la noche del domingo y que incluye la apertura de un nuevo capítulo en las salas de exposición, un concierto de piano con el estreno absoluto de una pieza musical compuesta por María de Alvear para su madre, un concierto de jazz y visitas especiales, entre otras actividades.

    Con motivo del homenaje el Museo inaugurará un nuevo capítulo de “¿Puede el archipiélago entrar en el museo?”, estrenando nuevas salas de exposición con una selección de piezas ejemplo de la pasión de Helga de Alvear por la abstracción y el color, incluyendo algunas de las últimas adquisiciones de la coleccionista y obras nunca expuestas con anterioridad. Este nuevo capítulo, titulado “Nuevas islas para Helga: El sentido de la abstracción” podrá visitarse desde la tarde del sábado 20 de septiembre de forma independiente o mediante alguna de las visitas comentadas que el Museo ofrecerá gratuitamente y de forma ininterrumpida el sábado y domingo por la tarde. Entre las piezas seleccionadas, destacan obras de artistas como Georg Baselitz, Ángela de la Cruz, Gerhard Richter, Agnes Martin o Ignasi Aballí, entre otros. “No existe mejor forma de honrar la memoria de Helga de Alvear que visitar el museo y descubrir su compromiso y pasión por el arte a través de las obras que ella misma coleccionó”, señala Sandra Guimarães, directora del Museo.

     Ese mismo sábado por la tarde, a las 18:30, los jardines del Museo serán el escenario del concierto de piano titulado “Hommage an Helga”, interpretado por Juan Carlos Garvayo. Entre la selección de obras musicales, los asistentes disfrutarán del estreno absoluto de ‘A otra cosa’ (2025), una pieza para piano solo compuesta por María de Alvear, hija de Helga de Alvear, para su madre: “Esta pieza fue escrita específicamente para este concierto y así honrar a mi madre. He tenido la suerte de tener una madre titánica”, indica María de Alvear.

     La velada musical continuará a las 20:30, con un concierto de jazz del grupo Anaut, también en los jardines del Museo. Y al día siguiente, desde las 12:00 y hasta las 14:00, bajo el título “Tributo chiquinino”, niños, niñas y jóvenes del Conservatorio Oficial de Música Hermanos Berzosa de Cáceres y FEMAE interpretarán piezas en diferentes lugares del Museo Helga de Alvear.

     En palabras de Sandra Guimarães, “todo lo que hacemos desde el Museo Helga de Alvear es un homenaje a su figura, pero queremos celebrar su vida y su legado con un primer gran tributo partiendo de la pasión a la que dedicó su vida: la Colección Helga de Alvear, con hogar en Cáceres. El legado de Helga nos inspira y nos invita a celebrar muchos futuros posibles. La pasión por el arte de Helga de Alvear estaba incrustada en sus palabras, gestos, actos y presencia, y sigue viva en cada obra de su colección, en cada espacio de su museo. Seguiremos trabajando con fuerza, resiliencia, confianza y esperanza para cumplir su sueño: transformar la vida de las personas a través del arte”.

    Todas las actividades del programa público organizadas por el Museo en homenaje a Helga de Alvear serán de acceso gratuito hasta completar aforo, con reserva previa recomendada para las visitas guiadas.