viernes, 31 de enero de 2025

JOAQUÍN SÁNCHEZ VALVERDE, PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA DE BADAJOZ, HIJO ILUSTRE DE MÉRIDA


    Joaquín Sánchez Valverde (Mérida, 24/12/1911; Badajoz, 29/03/1980), presidente de la Audiencia Provincial de Badajoz y ciudadano ilustre de Mérida, fue hijo de Joaquín Sánchez Pérez-Pabón y de Antonia Valverde Grimaldi, ambos emeritenses.


  Tras estudiar el Bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de Badajoz, donde su padre ejercía de catedrático, cursó la licenciatura en Derecho por libre en Sevilla y se examinaba en la de Madrid e ingresó en la carrera judicial por Orden de 28 de abril de 1942. Durante la Guerra Civil, actuó en la Auditoría de Guerra y, finalizada esta, hizo las primeras oposiciones para juez.


    En el año 1942 se casa con Ángela Ugena Martínez, fallecida el 22 de diciembre de 2006. Del matrimonio nacieron seis hijos (Julia (+ ), Ángela, Joaquín (fallecido, fue presidente de la Audiencia de Huelva y presidente de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla), Antonio (jubilado, fue juez decano, con categoría de magistrado, en el Juzgado de lo Social número 1 de Badajoz), Isidoro (jubilado, tuvo como último destino la presidencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Badajoz) y Félix (médico forense, jefe del Servicio de Patología del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Badajoz). En 1961 es nombrado presidente de la Audiencia Provincial de Badajoz, donde ejerce como tal hasta su fallecimiento en acto de servicio, a los 69 años, el 29 de marzo de 1980.


    La Comisión Permanente Municipal, celebrada el 15 de abril de 1980, bajo la presidencia de su titular, Martín López Heras, acordó dar cuenta del fallecimiento “del ilustre emeritense, don Joaquín Sánchez Valverde, presidente de la Audiencia Provincial de Badajoz” y “por unanimidad se acuerda expresar a su ilustre esposa y familiares el más profundo pesar corporativo por tan sensible pérdida”.


    Por Orden de 11 de febrero de 1944 fue nombrado juez de Ayamonte (Huelva), procedente de Hinojosa del Duque (Córdoba). Por Orden de 29 de septiembre de 1945 es designado juez del número 3 de Sevilla. Por Orden de 27 de agosto de 1948 fue nombrado por concurso juez de Primera Instancia e Instrucción de Montánchez (Cáceres). Por Orden de 21 de marzo de 1951 fue elegido juez de Logrosán (Cáceres). Por Decreto de 14 de diciembre de 1951 fue promovido a la plaza de magistrado de entrada, destinándole al Jugado número 2 de Almería. Por Decreto de 22 de febrero de 1952 fue elegido juez de Primera Instancia e Instrucción de Huelva. Por Decreto de 27 de abril de 1956 se promueve a la plaza de magistrado de ascenso a don Joaquín Sánchez Valverde, magistrado de entrada. Por Decreto de 12 de abril de 1957 es elegido magistrado de la Audiencia Provincial de Huelva, que entonces servía el cargo de magistrado de la Audiencia Provincial de Badajoz. Por Decreto 664/1961, de 13 de abril, fue nombrado presidente de la Audiencia Provincial de Badajoz, vacante por jubilación de don Francisco Herrera de Llera, de cuya Presidencia tomó posesión el 21 de mayo. Es decir, estando en Huelva ascendió a magistrado; pero, al no haber vacante allí, se vino a Badajoz, donde permaneció unos meses. Regresó a Huelva cuando hubo una vacante y volvió de nuevo, ya en calidad de magistrado, dado que la familia se había quedado allí. Regresó a Badajoz al ser nombrado presidente de la Audiencia.


    Durante su presidencia fue inaugurada la nueva sede de la Audiencia Provincial de Badajoz, el 14 de diciembre de 1969, a cuyo acto asistieron los ministros de Justicia de España y Portugal, Antonio María de Oriol y Urquijo y Mario Julio de Almeida Costa. En primer lugar, tomó la palabra el presidente de la Audiencia y después, el ministro de Justicia de España, quien anunció que el Jefe del Estado se había dignado conceder la Cruz de honor de San Raimundo de Peñafort al alcalde de la ciudad, Emilio García Martín; al presidente de la Audiencia, Joaquín Sánchez Valverde; y al fiscal-jefe de la misma, Federico García de Pruneda, tras lo cual declaró inaugurado el edificio.


    Joaquín Sánchez Valverde estuvo muy vinculado a Mérida, su ciudad natal, desde siempre, donde tiene calle a su nombre, teniendo una gran devoción por su patrona Santa Eulalia, sobre la que escribió diversos artículos. A este respecto, tuvo el empeño de que el Puente-Sifón del Odiel en la ría de Huelva (ciudad donde ejerció como juez y magistrado antes de su traslado a Badajoz), se denominara oficialmente Puente-Sifón Santa Eulalia, que supuso la traída de aguas a la ciudad desde el embalse del río Pedras, y que suministra agua a una población de 170.000 habitantes: Huelva capital, Palos de la Frontera, Moguer y San Juan del Puerto, así como las agrupaciones de regantes de Palos y las comunidades de regantes de Valdemaría y del Fresno. 


    Un cronista de un periódico onubense recogía así el hecho:"El 7 de marzo de 1971, Joaquín Sánchez Valverde, presidente de la Audiencia de Badajoz, hombre muy vinculado a nuestra ciudad, solicitó que se le diese al puente el nombre de Santa Eulalia, como un detalle más de la Unión entre Huelva (al ser la santa de Mérida copatrona de Almonaster la Real) y Extremadura. A mediados de octubre de ese mismo año, el presidente de la Diputación, cuyo solar nativo no estaba muy lejano al santuario serrano y el alcalde de la capital era un buen "santolayero", acogieron la solicitud. En adelante se llamaría `Puente-Sifón de Santa Eulalia´. Ni que decir tiene que la noticia causó un júbilo indescriptible en la bella Almonaster".  

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Bibliografía consultada: Archivo Histórico Municipal de Mérida (AHMM), ABC; Boletín Oficial del Estado (BOE), Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, El Periódico Extremadura, Diario Hoy; Martínez Navarro, A. J.: Historia del puente-Sifón `Santa Eulalia´, en Diario de Huelva de 14 de abril de 2008; Delgado, Fernando: Raíces de La familia Valverde en Mérida (III), en El Periódico Extremadura del 05/06/05.

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jueves, 30 de enero de 2025

MÉRIDA TUVO DOS ANFITEATROS EN EL MISMO ESPACIO, SEGÚN LA DIRECTORA DEL MNAR, TRINIDAD NOGALES



Augusta Emérita tuvo dos anfiteatros en el mismo espacio: el primero, del año 8/7 a. C, construido por los colonos (militares retirados), del que han quedado las inscripciones en granito que permiten fechar esta primera fase, un edificio en granito en los cimientos y zonas de acceso y madera para el graderío y de menor dimensión y construido siguiendo la tradición castrense en los edificios de madera.

Esta tesis ha sostenido hoy la doctora Trinidad Nogales Basarrate, directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida (MNAR), durante su conferencia titulada “El descubrimiento de los anfiteatros de Augusta Emérita”, pronunciada en el Centro Cultural Santo Domingo, de la Fundación CB, dentro del ciclo “Grandes Descubrimientos. Arqueología-IV”, organizado por el MNAR y la citada Fundación.

La académica numeraria de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes ha subrayado en su intervención que, cuando el anfiteatro en Roma, tras la inauguración del Coliseo en el año 80 d. C, se convierte en el edificio público más importante social y políticamente, por todas las provincias se empiezan a renovar y construir grandes anfiteatros. “Y en Augusta Emerita, el primer anfiteatro de piedra y madera, que estaría ya muy deteriorado y no tenía capacidad ni era adecuado para la demanda de una capital de provincia a finales del siglo I a. C., se decide construir un nuevo anfiteatro, aprovechando los elementos en piedra del anterior.”

Recreación 3D del primer anfiteatro emeritense del año 8/7 a. C,
cortesía del Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares. J. R. Casals,
según la doctora Nogales Basarrate

La doctora Nogales añadió que se hizo una gran obra, decorada con ricos materiales, mármoles y llamativas pinturas, conservadas en el MNAR y ejemplo único de decoración de anfiteatro en el mundo romano y, como lo sitúan en el mismo espacio del anterior, el nuevo anfiteatro choca literalmente con la muralla que bordeaba el recinto.

Las imágenes de recreación 3D “nos ayudan a comprender visualmente este proceso de transformación de los sucesivos anfiteatros, para que el público se haga una idea de cómo eran estos importantes monumentos”.

Recreación 3D del anfiteatro emeritense del último tercio del siglo I d. C.,
cortesía del Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares, J. R. Casals,
según Nogales Basarrate

Finalmente, la directora del MNAR ha anunciado la inauguración en marzo próximo, en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, de una gran exposición, de la que es comisaria con A. Castellano, sobre los Gladiadores en el Imperio Romano. ¡Hispano!” (de marzo a septiembre), que recogerá piezas de Roma, Pompeya y de toda Hispania.


CÁNDIDO CABRERA, EL ALCALDE MÁS AMADO DE PLASENCIA, HIJO ADOPTIVO DE LA CIUDAD


Cándido Cabrera González (Talaván, Cáceres, 15/02/1933; Plasencia, 21/01/2015) fue el primer alcalde socialista de Plasencia en la democracia, ciudad que le declaró hijo adoptivo el 25 de noviembre de 2010, bajo el mandato de la primera alcaldesa de la ciudad, Elia María Blanco Barbero.

    Desde que tuvo 6 años de edad pasaba largas temporadas en Plasencia en casa de sus abuelos paternos, Fulgencio Cabrera y Ricarda Pizarro, en el antiguo conventual de san Francisco, junto a otras muchas familias sin techo fijo, hasta el traslado definitivo de la familia a la ciudad en 1947.  Entró en política en 1983 de la mano del entonces alcalde José Luis Mariño Roco, como concejal de la Unión de Placentinos Independientes, y en 1987 por el Centro Democrático y Social (CDS). En 1989 se hizo cargo de la Alcaldía al dimitir su mentor y en 1991 ganó las elecciones como cabeza de lista por el PSOE. En 1999, el PSOE volvió a confiar en Cabrera como candidato, pero perdió las elecciones y se mantuvo los cuatro años siguientes como líder de la oposición.

    Durante su juventud trabajó en distintos empleos antes de fundar la Compañía Extremeña de Aceites y Cereales (CEXAC), que dirigió hasta su jubilación como gerente durante cuarenta años. En la vida social, fue presidente de la Unión de Pescadores de Plasencia durante veinte años, pasando de 250 socios a 2.500; de Placeat, a la que se entregó en cuerpo y alma; de Cáritas y presidente de la Cofradía de la Virgen del Puerto, patrona de la ciudad, durante siete años. En julio de 1978 entró a formar parte de la Comisión Eclesial Extremeña. Fue premio “San Fulgencio 2016” a título póstumo.

    El 25 de noviembre de 2010, el Pleno del Ayuntamiento celebró sesión extraordinaria en el Teatro Alkázar de la ciudad para nombrar hijos adoptivos a Cándido Cabrera y a la directora de la UNED, Consuelo Boticario, previo dictamen de la Comisión de Turismo, Igualdad, Sanidad y Mayores, de 19 de noviembre, de la proposición de la Alcaldía y el acuerdo de la Junta de Gobierno de 17 de mayo. Tras ser aprobado por asentimiento, la alcaldesa leyó unas notas en las que trazó el perfil político y social del nuevo hijo adoptivo de la ciudad.

    Recordaba la alcaldesa que llegó a la política como edil con Mariño Roco en 1983 “desde un planteamiento personal y social, como católico activo y comprometido en la transformación de una sociedad mejor, más fraternal, justa y humanizada”. Subrayó que en 1991 gana la Alcaldía por mayoría absoluta, y abrió uno de los periodos de gestión política más fructíferos de Plasencia en obras y acciones que van a perdurar durante generaciones. Entre otras, señaló la construcción de dos nuevos puentes sobre el río Jerte, cuatrocientos años después de que construyera el último; la erradicación del chabolismo con la construcción de viviendas sociales. Gracias a su gestión, Caja Extremadura adquiere el antiguo cuartel, que se convierte en campus de la Universidad de Extremadura; y el antiguo convento de san Francisco y el Teatro Sequeira pasan a manos municipales para que la Junta los transforme en residencias municipales.

    Durante su mandato, el ayuntamiento asume el viejo psiquiátrico, que se rehabilita para centro de la UNED; Caja Plasencia se fusiona con Caja Cáceres, surgiendo Caja Extremadura, y dio un impulso definitivo para que el antiguo convento de santo Domingo Vicente Ferrer se convirtiera en parador de turismo. Asimismo, se construye la variante sur, nace el proyecto de integración del río y parque de los Cachones, se recupera La Isla como pulmón de la ciudad y zona de baños. Levanta una nueva depuradora y la dota de un nuevo PGOU. Además, se construyen nuevas guarderías, centros de mayores, de atención a los desfavorecidos, mejora de la educación, solicita los nuevos juzgados y adquiere la fábrica de harinas para la exitosa universidad popular.

    En su libro sobre su figura como político y alcalde, el periodista  Juan Manuel Cañamero le dedicó un capítulo titulado “Pregón de Ferias”, que sirvió a la vez como despedida de la Alcaldía e inauguración de la estatua ecuestre del rey fundador de la ciudad, Alfonso VIII, en la Puerta del Sol, acto al que acudieron unas veinte mil personas.

    En sus palabras de agradecimiento a la alcaldesa y a la ciudad que le honraban con el título de hijo adoptivo, el alcalde Cabrera calificó el acto como “uno de los momentos más importantes de su vida”. Evocó sus primeros años en la ciudad; a su mujer, con la que llevaba casado en aquel día 51 años; su compromiso con la sociedad placentina; con la Iglesia y con las sociedades en las que trabajó. Recordó cómo entró en política por la llamada del primer alcalde democrático, Mariño Roco; su primer problema con las 300 viviendas entregadas en La Data, sin luz; la celebración del octavo centenario de la ciudad; cómo tuvo que asumir la Alcaldía tras la dimisión de Mariño y, con sorpresa para él, en el pleno para la elección del nuevo alcalde, fue elegido con 17 votos a favor y cuatro abstenciones, el 4 de febrero de 1989, y en las nuevas elecciones del 91, en las que se presenta como independiente, aunque un año después se da de alta en el PSOE.

    Reveló en su intervención que el Ministerio de Defensa “quería vendernos el cuartel por 725 millones” que, tras arduas negociaciones, quedaron en 325 millones. “El problema era encontrar el dinero…, hasta que recordé que de los beneficios netos de Caja Extremadura, el 50 por ciento iba a la Junta de Extremadura. A solas con el presidente en su despacho, me dijo: Eres un cabrón, pero tienes toda la razón: que se compre.”

    Tras su fallecimiento, a los 81 años, sus restos mortales fueron velados en el salón de plenos, cubierto por la bandera de la ciudad, escoltado por policías locales en traje de gala, al ser el primer alcalde de la democracia en fallecer. El salón estaba presidido por un cuadro de la Virgen del Puerto, de cuya cofradía fue presidente. Al funeral, oficiado por el obispo Amadeo Rodríguez en la catedral, asistieron los tres alcaldes que le sucedieron: José Luis Díaz, Elia María Blanco y Fernando Pizarro.

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Bibliografía consultada: Vid.: Cañamero, Juan Manuel: Cándido: perfil humano y político de un alcalde de Plasencia, Arcadia Printer, Plasencia, 1996, 209 págs.; Pregón de ferias, págs..154-163; Archivo Histórico Municipal de Plasencia (AHMP), Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres (BOP) y diario HOY.


lunes, 27 de enero de 2025

SÁNCHEZ BUENADICHA, EL PRIMER GRAN CATOVI QUE SE VA


Portada del libro de Sánchez Buenadicha

    Se nos ha ido el primer gran catovi, un cacereño de toda la vida, alguien que siente a Cáceres en lo más profundo del alma: Julio Antonio Sánchez Buenadicha (Tornavacas, Cáceres, 1938; Cáceres, 26/01/2025).

    Creo que fue él el que inventó el neologismo para expresar ese espíritu que “enchiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gozado”, como dijera el licenciado Vidriera, de Cervantes, sobre Salamanca. O de permanecer para siempre en ella, hasta la muerte, para volver a su pueblo solo en vacaciones o a descansar para siempre.

    Él fue catovi por propia voluntad y por su destino. Aquí nos encontramos, crecimos y nos hicimos catovis por completo, aunque también fuere placentino de adopción y emeritensísimo de vocación, como me enseñare Chema, académico de Extremadura y cronista de Mérida.

    Nadie en la ciudad de los catovis supiere que nos conocimos siendo estudiantes de Filosofía, que nunca abandonamos, para reencontrarnos en otros caminos de confluencia: él en Filosofía pura; yo, en Filosofía y Letras. Tiempo después fuiste a mi casa para que mi hermano Ángel te mecanografiara tu tesina de licenciatura en Filosofía por Salamanca, nuestro primer reencuentro. Años después, ya en los albores democráticos, coincidimos en el ayuntamiento, cuando fuiste concejal y yo redactor, y nos esperabas en el antedespacho de la Alcaldía para ser portavoz de quienes no lo fueren. Tiempo después te invité a colaborar en el periódico. Un día fuiste y no me hallaste y le dijiste al de al lado: “Si han despedido a Félix, yo me voy, porque entré con él.” Sucumbiste a los cantos de sirena de quienes nunca fueren catovis, aunque sí de nacimiento (y otros que nunca lo fueren, aunque se apuntaren el tanto), porque tu catovismo estaba por encima de los demás, que jamás lo fueren, aunque lo proclamaren. Y así seguiste hasta el final. Nada que reprocharte, amigo, porque fuiste fiel hasta el final a la ciudad de los catovis de toda la vida, como tú.

    Solo don Leopoldo Marcos Calleja, fundador del Paideuterion junto a don Tomás Martín Gil, creó para su colegio un neologismo propio de su formación grecolatina. Un día hube de explicárselo a una redactora que ignorase cómo se escribía y de dónde viniere la palabra: del griego pais-paidós, que significa niño…

    Tu vida fue la filosofía y, en parte, la política como concejal y diputado en la Asamblea por el partido regionalista Extremadura Unida. Y tu compañera y tus hijos. Y tu pueblo, Tornavacas, en agosto.

    Ya ves: te recuerdan quienes ignoran a sus propios compañeros fallecidos por envidia, por celos o por miedo a otros. Ignoran al primer alcalde democrático de Coria que fallece un fin de semana, que guardan como festivo como buenos católicos; pero no a otro de Badajoz, Movilla, a cuyo hijo entrevistaron y luego censuraron cuando el caudillo, “por la gracia de Dios” del periódico, lo supo… y fuere compañero nuestro; censuran o vetan nombres propios de catovis de primera fila, pero no una intrahistoria de la ciudad catovi que ya se pierde para siempre: los bares, las tiendas de barrio. ¡Qué ética periodística asumen quienes predican, pero no entienden, la filosofía que tú pregonaste, el neologismo catovi que extendiste… por doquier y del que algunos quieren apropiarse!

    ¿Quién, ido tú, será ahora el más catovi de los cacereños: acaso Saponi (catovi de toda la vida), con cuyo neologismo de tu invención ganó cinco elecciones aunque solo gobernare tres con mayoría absoluta…? ¿Quizá Franquete, el hijo predilecto de la ciudad catovi? Nadie, nadie más que tú, catovi reconocido, desde que nos conocimos en Filosofía y nos reencontramos con las letras? en el periódico de la ciudad de nuestra alma, abierto a la tuya, ahíta de filosofía para superar la pobreza de la política y de algunos catovis, incapaces de reconocer la historia y la vida que nosotros recorrimos antes de que ellos nacieren…

    Descansa en paz, gran catovi de Cáceres, profesor, político, columnista de la amada ciudad que nos acogió.


viernes, 24 de enero de 2025

ÁLVAREZ MARTÍNEZ DESTACA EL CARÁCTER ADMINISTRATIVO DE LA CIUDAD ROMANA DE REGINA


José María Álvarez Martínez

El académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, arqueólogo y miembro de la Fundación de Estudios Romanos, José María Álvarez Martínez, ha subrayado el carácter administrativo de la ciudad romana de Regina, situada en Casas de Reina, al sur de Badajoz, “lo que explica la proliferación de sus edificios públicos”.

Álvarez Martínez ha realizado esta manifestación durante su conferencia sobre “La ciudad romana de Regina Turdulorum”, pronunciada ayer tarde en el Centro Cultural “Santo Domingo” de Mérida, de la Fundación CB, dentro del ciclo “Grandes descubrimientos en Arqueología-IV”, patrocinado por el Museo Nacional de Arte Romano y la citada fundación.

El conferenciante señaló que las noticias sobre el yacimiento arqueológico de Regina tras su abandono, producido paulatinamente desde mediados del siglo IV al VII, se deben a los visitadores de la Orden de Santiago que inspeccionaban los edificios religiosos afectos a la Orden, en este caso la ermita de san Pedro de Villacorza, edificada en el espacio de la escena. En el siglo XVI varios eruditos se dieron cuenta de los hallazgos esporádicos que allí se producían, entre ellos Ambrosio de Morales y, a mediados del XIX, se realizaron excavaciones en el lugar por parte del erudito Barrientos.

En el siglo XX, el arqueólogo José Ramón Mélida describió lo que se podía apreciar del yacimiento y facilitó una planta aproximada de su más importante edificio: el teatro.

Tras la adquisición de una buena parte del yacimiento comenzaron unas excavaciones en 1978 con dos objetivos fundamentales; el teatro y el área forense.

Teatro romano de Regina

El teatro, en excelente estado de conservación, fue descubierto casi en su totalidad (quedan algunos puntos por aclarar), en tanto que el foro reginense ofreció los suficientes datos para valorar la importancia del antiguo municipio romano, que formaba parte de la extensa región de la Baeturia turdulorum y, por ende, adscrito al conventus Cordubensis, según el conferenciante.

Según Álvarez Martínez, la riqueza de minerales de la zona explica el carácter de Regina como centro de explotación de esos recursos a los que estuvo atenta la Casa Imperial, puesto que tanto en los programas iconográficos como en los epígrafes conocidos es donde se aprecia la presencia de Trajano y su casa.

El académico extremeño dijo también que la decadencia de Regina vino precisamente por el cierre de las minas y su urbanismo es conocido por el buen estado que presenta su red de cloacas situadas bajo las calles del municipio.

El conferenciante añadió que un templo dedicado a la Pietas Augusta del tiempo de Domiciano y otros tres, probablemente dedicados a la divinidad tutelar de la población (Genius Municipii), a la familia de Trajano y a la señora del lugar, Iuno Regina, completan su panorama religioso.

Finalmente, el doctor Álvarez Martínez indicó que, al mismo tiempo que se emprendían las excavaciones, dos miembros cualificados del equipo (el profesor Dr. Jean-Gerard Gorges, de la Universidad de Burdeos, y el Dr. Rodríguez Martín, que codirigió varias campañas de excavaciones), llevaron a cabo durante muchos años labores de prospección en su amplio hinterland (tierra posterior a una ciudad). Fruto de ellos es la monografía que acaba de salir y que será presentada en breve.


jueves, 23 de enero de 2025

SANTIBÁÑEZ EL ALTO, LA MAYOR FORTIFICACIÓN DE LA SIERRA DE GATA


Castillo de Santibáñez el Alto

    Santibáñez el Alto es un municipio de la provincia de Cáceres que conserva la mayor fortificación de toda la Sierra de Gata, existente desde el siglo XII, una de las plazas que conquistó el rey Fernando II a los árabes, definitivamente reconquistada en 1213 y entregada a la Orden del Pereyro, luego de Alcántara, siendo cabeza de la Encomienda.

    En su nueva obra sobre “El patrimonio arqueológico y cultural de Santibáñez el Alto y su territorio. El alma de San Juan de Mascoras [1], el doctor en Historia del Arte, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y cronista oficial de Trujillo, José Antonio Ramos, bucea por su pasado histórico, visible desde su castillo medieval; por sus rincones llenos de encanto, por sus fiestas populares y por su gastronomía.

    Las recientes excavaciones realizadas en el castillo de san Juan de Mascoras, “nuestra joya de la corona, nos hacen revivir tiempos de leyendas y aventuras, a la vez que nos dan valiosa información para entender todo el recorrido que tenemos a nuestras espaldas”, afirma en el prólogo el alcalde de la localidad, Rubén Francisco González.

    El castillo fue una de las joyas de la Orden de Alcántara, en el que durante años se derramaron ríos de sangre, cristiana e islámica, con el fin de asegurar su control, pues era una de las puertas de entrada de la transierra extremeña. Coria estaba conectada con el reino de León a través de un estrecho corredor rodeado de fortificaciones musulmanas (Trevejo, Santibáñez y Milana). Su papel era, pues, el de cabeza de puente desde donde organizar las razias que asolarían las riberas del Tajo, Portezuelo, Alcántara y Alconétar.

    Los primeros pobladores de Santibáñez el Alto de los que se tienen noticias son los vettones, de quienes se han encontrado ollas funerarias que podrían pertenecer a una necrópolis próxima a la localidad. La dominación romana en la Sierra de Gata, dejó una huella significativa en la historia y en el paisaje que, por su posición estratégica y sus recursos naturales, los romanos la ocuparon y explotaron durante varios siglos, desde el 197 a. C. La presencia romana en el territorio del Valle del Alagón es indiscutible. En un paraje de la cercana población de Moraleja, conocido como El Ladrillar, se han hallado los restos de una villa que delata los vestigios romanos.  En tiempos de Augusto, con la división administrativa de la España Ulterior, la comarca de Moraleja se incluye en la provincia de Lusitania, más concretamente en el Conventus Emeritensis, destacando en el área de la Sierra de Gata las ciudades de Mirobriga (Ciudad Rodrigo), Caurium (Coria) y Capera (Cáparra). Precisamente Coria, vecina de Moraleja, ofrece monumentos tan singulares como su magnífica muralla romana.

    En la época romana la zona de Moraleja experimentó un progresivo poblamiento, con asientos estables, al menos en el ámbito rural, determinado posiblemente por la explotación agrícola de su tierra. Además, por las inmediaciones del asentamiento actual de Moraleja transcurriría la calzada romana que iba desde Alconétar hasta Caurium y desde allí, atravesando la sierra, hasta Mirobriga, identificándose con el nombre de vía Dalmacia.

    Con la llegada de los musulmanes, la Lusitania visigótica pasa a ser Cora (división territorial), siendo Mérida su capital hasta la caída del Califato de Córdoba donde se constituye el Reino Taifa de Badajoz. Entre los siglos VIII y XIII, este territorio situado entre Coria, Sierra de Gata y Plasencia era fronterizo y, como tal, muy inestable: la zona sufrirá avances y retrocesos tanto por parte musulmana como cristiana. El territorio en el que se encuentra Santibáñez el Alto formó parte de la Transierra Leonesa.

    Durante la reconquista cristiana, la Vía de la Plata jugó un papel esencial en los ataques cristianos. El asentamiento cristiano en Extremadura se produce tras la reconquista de Coria en el año 1142 por el rey Alfonso VII de Castilla y León, restaurándose la sede episcopal con el obispo Íñigo Navarrón. El control cristiano de Coria permitía establecer en el río Tajo la frontera entre la Extremadura cristiana y la musulmana. El rey leonés Fernando II logró conquistar el castillo de Santibáñez en el año 1166, entregándoselo después a la Orden del Temple. En 1213, el rey Alfonso IX de León afianzó definitivamente toda la Transierra, cayendo en su poder el castillo de Santibáñez el Alto y Alcántara. A pesar de las protestas de los templarios, antiguos propietarios del baluarte de Santibáñez el Alto, el monarca lo entregó a la orden de Alcántara, en 1227, siendo sus dueños hasta la extinción de las órdenes militares a mediados del siglo XIX. En 1227 se realiza el deslinde del castillo de Santibáñez el Alto siete años después de la donación efectuada a la Orden de Alcántara, que decide que el castillo sea la sede de una Encomienda. Santibáñez fue primero abulense, después bejarana, formando parte del reino de Castilla para pasar a depender del reino de León desde inicios del siglo XV, tras la pérdida del voto en Cortes de Béjar y su paso a depender de Salamanca a partir de 1425.

    Tras la Guerra de la Independencia española, el conjunto defensivo de Santibáñez el Alto se convirtió en el refugio de los afamados bandoleros extremeños conocidos por el nombre de los Muchachos de Santibáñez, que extendieron el terror por estas tierras.

    La principal actividad económica de Santibáñez el Alto a principios del siglo XX giraba en torno a la agricultura y la ganadería, especialmente el cultivo de cereales, olivos y la cría de ganado. En la actualidad ha experimentado un notable auge en el turismo rural y cultural. Su patrimonio histórico, riqueza natural y tradiciones lo convierten en un destino atractivo para quienes buscan experiencias en entonos rurales.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: El patrimonio arqueológico y cultural de Santibáñez el Alto y su territorio. El alma de San Juan de Mascoras, TAU Editores, Cáceres, 2025, 193 págs.


sábado, 18 de enero de 2025

SIXTO MURIEL REGODÓN, PRIMER ALCALDE DEMOCRÁTICO DE CORIA


Sixto Muriel Regodón (Radio Interior)

Coria ha despedido esta mañana a su primer alcalde democrático Sixto Muriel Regodón (Casar de Palomero, Cáceres, 1937; Cáceres, 17/01/2025), fallecido ayer noche en la capital de la provincia a los 87 años de edad. El finado, que ha sido incinerado en el crematorio Nuestra Señora de Fátima de Plasencia, deja cuatro hijos y catorce nietos. Su esposa, con la que compartió su vida, María Ascensión de la Riva, falleció el 2 de abril de 2023. El Ayuntamiento de la ciudad ha decretado tres días de luto oficial, según ha comunicado la alcaldesa, Almudena Domingo.

    Maestro nacional, ejerció su profesión en Acebo y Coria donde, desde su inauguración, en 1977, fue director del Colegio “Maestro Camilo Hernández” hasta su jubilación, en 1988. En 1984, el centro, cuyo nombre lleva el de un maestro cauriense que ejerció su profesión durante cuarenta años en la ciudad, fue visitado el 1 de octubre de 1984 por el presidente del Gobierno, Felipe González, acompañado de su entonces ministro de Educación, José María Maravall, para la apertura del curso académico.

    Elegido alcalde durante las primeras elecciones democráticas por UCD, gobernó la localidad con mayoría absoluta durante la primera legislatura (1979-1983), tras obtener nueve concejales por seis del PSOE y dos del PCE.

    Durante su mandato, el vicepresidente del Gobierno, Rodolfo Martín Villa, inauguró el nuevo ayuntamiento de la ciudad el 10 de junio de 1982. En junio de 2012, durante la celebración del XXV aniversario de la construcción del edificio, que costó 34 millones de pesetas, el Ayuntamiento homenajeó a sus alcaldes durante la democracia y a los concejales de la primera corporación, encabezada por Sixto Muriel Regodón, en un acto presidido por el presidente de la Asamblea, Fernando Manzano. Siendo alcalde, el ministro Juan Rovira Tarazona puso la primera piedra del hospital de la Seguridad Social y de la comarca, inaugurado el 27 de enero de 1987, por su sucesor, el socialista Eugenio Simón Alonso (1983-1987), fallecido en 2010, a los 85 años. Asimismo, el anterior alcalde y diputado del PP en la Asamblea, José Manuel Ballesteros (alcalde durante tres legislaturas, 2011-2023) ha expresado sus condolencias a la familia.

    Sixto Muriel fue un hombre comprometido con la ciudad. Tras su pasó por la política, presidió la Junta Local de UNICEF y perteneció a las directivas de Nuestra Señora de Argeme, patrona de la ciudad, y del Club Deportivo Coria, del que también fue socio, cuyos presidentes han expresado su pesar a la familia.

    En su oración fúnebre, el párroco de San Ignacio de Loyola de Coria, Julián Carlos Pérez Domínguez, subrayó que, durante el Jubileo de la Esperanza, Sixto Muriel, “nos deja su relevo” en una vida que carece de ellos, y expresó su deseo de que la patrona de la ciudad sea un consuelo para la familia tras su larga vida.

    Descanse en paz el primer alcalde democrático de la ciudad, que entregó a ella gran parte de su vida, así como a la docencia, siguiendo la tradición de la saga familiar de sus padres.


viernes, 17 de enero de 2025

ALMARAZ, CRISOL DE CULTURAS ENTRE EL PUENTE, EL TABACO Y LA NUCLEAR


Puente de Almaraz

    El municipio de Almaraz, situado en el noroeste de la provincia de Cáceres en la Alta Extremadura, es un crisol de culturas en el que se fusionan las influencias árabes, judías y cristianas, que han dejado un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días. Decir su nombre es invocar su industria paleolítica, su pasado romano, el Camino Real de Extremadura, el puente de su nombre como paso obligado en la historia, la economía del tabaco como motor del comercio¸ el embalse de Valdecañas, primer aprovechamiento integral del río Tajo; los cambios en la agricultura, la urbanización y, sobre todo, la planta de energía nuclear, que tanto ha influido en su demografía.

    El cronista oficial de Trujillo y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, José Antonio Ramos Rubio, ofrece en su nueva obra –“Almaraz. Patrimonio histórico-artístico y arqueológico. Su territorio” [1]--  un paseo por su fascinante historia, tejida con los hilos del tiempo y las huellas de civilizaciones pasadas, que dejaron un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días, “un homenaje a la identidad única del pueblo y a las personas que la han moldeado a lo largo de los siglos”, según señala su alcalde, Juan Antonio Díaz Agraz, en el prólogo.

    Aunque el territorio de Almaraz no es muy conocido por sus yacimientos arqueológicos, tiene algunos lugares de interés en comparación con otras regiones de España, estudiados por los profesores Cerrillo Cuenca, Quijada González y González Cordero. El Museo Arqueológico de Navalmoral, en la Fundación Concha, alberga numerosas piezas líticas correspondientes al Paleolítico y Neolítico, en su mayoría pertenecientes a los yacimientos del Campo Arañuelo: El Torreón y el Castillejo (Almaraz), Los Cerros (Navalmoral), Riberos (Belvís), cueva Cerro Jabalí (Valdecañas) o los asentamientos de la Edad del Cobre de Fuente del Agua (Almaraz), Milanillo (Valdecañas) y Borbollón y Los Cerros del Berrocal. A 9 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los yacimientos más importantes de la provincia: Canaleja, en Romangordo. Uno de los hallazgos más importantes ha sido La Cueva del Mingo, el Moro y la necrópolis que abarca desde el Torreón hasta la vía principal de Almaraz.

    En el año 218 a. C. los romanos entran en Hispania. A medida que Roma consolidaba su domino sobre Hispania, comenzó un proceso de romanización, mediante el cual se introdujeron instituciones, leyes y costumbres romanas en la región. El territorio en el que enclava Almaraz sufrió un importante proceso de romanización. Los romanos trazaron la calzada que unía Mérida con Zaragoza, construyendo numerosas villas. A escasos 30 kilómetros de Almaraz se encuentra uno de los asentamientos más importantes de la Península: Talavera la Vieja (Augustóbriga), centro administrativo del territorio.

    En la Alta Edad Media, cuando aún no estaban delimitadas las demarcaciones territoriales entre Romangordo y Almaraz, surgió un importante enclave musulmán: Medina Al-Balat o Al.Belat, citado en fuentes árabes. Esta población fortificada fue capital de una “cora” o provincia musulmana entre los siglos X y XI. Los geógrafos árabes mencionan Albalat como cabecera de comarca o de provincia, que subsistió hasta el siglo XII, siendo arrasada. Sophie Gilotte, doctora en Historia del Arte Islámico y académica correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, ha liderado todas las excavaciones realizadas en la Medina de Albalat.

    En la Edad Media surgirán otros núcleos defensivos, o de incursiones militares hacia tierras cristianas cercanos a Almaraz. La primera carta de repoblación de Almaraz fue concedida por el rey Fernando III en 1220, primer documento que hace referencia al lugar. En 1180, sus tierras fueron ocupadas por el rey Alfonso VIII tras la fundación de Plasencia. El Campo Arañuelo aparece reconocido como tal a mediados del siglo XIII. La creación del Honrado Concejo de la Mesta de pastores por Alfonso X en 1273 impulsa la creación de las cañadas reales. Por Almaraz pasaba la Cañada Real Leonesa Occidental. El origen de la villa de Almaraz se encuentra en la repoblación, en el siglo XIV, por Blasco Gómez de Almaraz.

    En el siglo XVII, Almaraz se convirtió en zona de paso de las tropas españolas en su guerra con Portugal, así como en la Guerra de la Independencia. Junto a Almaraz pasaba el Camino Real de Extremadura, un camino largo, serpentino y difícil, muy proclive para las emboscadas de los bandoleros, según los viajeros extranjeros. El Camino Real fue muy frecuentado por los viajeros, tropas militares y por la realeza.

    Puentes como el de Almaraz fue paso obligado a lo largo de la Historia, como apuntan los viajeros españoles, franceses e ingleses, que pasaron por estas tierras. Incluso algunos se lamentan en sus escritos de la destrucción del arco del puente de Almaraz, en 1812, y la necesidad de cruzar el río en barca. En 1809, los franceses observaron la enorme importancia estratégica que tenía el puente, pero, sobre todo, el castillo de Miravete, que rehabilitaron, guareciéndole con 200 hombres para mantener las comunicaciones. En 1812 fue tomado por los ingleses, que le demolieron. 

    Durante las primeras décadas del siglo XX, Almaraz experimentó un crecimiento lento y gradual. Su producción de tabaco de alta calidad ha contribuido al desarrollo local, generando empleo en la agricultura, la manufacturación y la distribución. La industria del tabaco ha dado lugar a la creación de empresas dedicadas al procesamiento, secado y embalaje del producto e impulsar sectores como el transporte y la logística.

    La central nuclear de Almaraz ha sido objeto de debate y controversia, como otras de todo el mundo. En 2019 se anunció un acuerdo para cerrar la central en 2027, tras casi cincuenta años de operación, aunque la fecha se ha modificado posteriormente.

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[1] Vid.: Ramos Rubio, José Antonio: Almaraz, Patrimonio histórico-artístico y arqueológico. Su territorio, Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, 2024, 223 págs.



jueves, 16 de enero de 2025

POBREZA INFANTIL EN EXTREMADURA




    La pobreza infantil sigue estando por encima de la media de pobreza. Ser niño o adolescente en nuestro país es factor de riesgo de pobreza. Uno de cada tres menores de 18 años es pobre; en concreto, el 33,9 por ciento. Más de siete puntos por encima de la pobreza media, el 26,5 por ciento.
    
    Los peor parados son los adolescentes. Los niños con una menor tasa de pobreza son los que tienen entre 0 y 3 años, con el 31,8 por ciento. Después, entre los 4 y 12 años, el porcentaje sube ligeramente hasta el 32,6 por ciento; pero son los chavales, entre 13 y 17 años, los que mayor índice de pobreza presentan: el 37,1 por ciento. [1]

    Según el citado estudio, son los hogares con presencia de menores de 18 años los que muestran una mayor tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social. Sin menores en casa, hay un 22 por ciento de hogares en riesgo; pero esta pobreza aumenta con presencia infantil hasta el 31 por ciento.

    El estudio constata que la carencia material severa supone no poder afrontar al menos cuatro de los nueve supuestos que recoge el INE en esa encuesta de condiciones de vida. Supuestos básicos para un hogar, como mantener la vivienda a una temperatura adecuada, comer carne o pescado al menos cada dos días, contar con lavadora o teléfono, según afirma la secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación del sindicato, Lourdes Pedrazuela.

    Ya en 2019, el Comité de Extremadura de UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) presentaba su primer Informe [2] sobre la situación de la infancia  y la adolescencia, en el que se afirmaba que el 48,2 de los niños y niñas que viven en Extremadura se hallaban en riesgo de pobreza y exclusión social.

    Según la tasa AROPE (grupo de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, por sus siglas en inglés, AROPE) de 2018, de acuerdo con el citado Informe, Extremadura es la Comunidad con más pobreza infantil de España, duplicando la tasa europea (24 por ciento). Por ello, UNICEF considera imprescindible que se proteja, priorice y visibilice la inversión en la infancia, de cara a garantizar el bienestar de los niños y niñas, especialmente en los ámbitos con mayores desafíos: lucha contra la pobreza, salud, educación y protección, situándolos en el centro de las políticas.

    Los derechos de la infancia y la pobreza en Extremadura. Agenda 2030 refleja que la comunidad autónoma es una región eminentemente rural, lo que dificulta la gestión de los recursos destinados a la infancia y la adolescencia, especialmente en la provincia de Cáceres, donde el 58 por ciento de la población reside en municipios de menos de 10.000 habitantes. Esta situación obliga, según el citado Informe, a la optimización de recursos disponibles e implica un esfuerzo en el alcance de las instituciones y del propio sistema de bienestar social.

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[1] Vid.: Análisis de la encuesta de condiciones de vida de la infancia 2024, Unión Sindical Obrera (USO), de 17 de junio de 2024.

[2] Vid.: Los derechos de la infancia y la adolescencia en Extremadura. Agenda 2030, UNICEF Comité de Extremadura, Cáceres, 2019.


viernes, 3 de enero de 2025

EL HERMANO DEL ALCALDE DE PLASENCIA


Antonio María Serrano Pino (Radio Plasencia Centro)

    No hay día sin sobresalto ni una fecha para el recuerdo. Todo pasa y pasará: el año viejo que se nos fue; el año nuevo que se nos regala. La vida toda es un regalo de Dios, pero solo Él dispone de ella. Cada día, la muerte nos recuerda que estamos de paso. No hay año ni días para ella, porque cualquiera fuere bueno.

    El pasado año, en octubre, fallecía en Plasencia, a los 83 años, el escritor Gonzalo Sánchez-Rodrigo Martín. Nacido en Serradilla en 1941, a los 4 años se trasladó con su familia a la ciudad, donde desarrolló toda su trayectoria familiar y profesional hasta su deceso. Hijo y nieto de editores, siempre tuvo como referente la figura de su abuelo, Agustín Sánchez Rodrigo, editor del método Rayas, el sistema de aprendizaje de la lectura y escritura, en el que tantos niños aprendieron a leer y escribir. Escritor, columnista, colaborador en prensa y radio, autor de “La sillería del coro de la catedral de Plasencia”, candidato al Senado en 1977 por la Federación Democracia Cristiana, trabajó en sus inicios en la editorial e imprenta familiar hasta que recaló en Caja Plasencia y posteriormente en Caja Extremadura. Se vino a vivir a Cáceres por deseo de su presidente hasta su jubilación. La Caja fue su casa; el periodismo, su pasión. Este nexo y su paso por Cáceres nos unió hasta el final, junto a un amigo común, Víctor Chamorro, fallecido en 2022, también en Plasencia, a quien acompañare hasta Cáceres para presentarnos su “Historia de Extremadura”. Conocimos su muerte cuando ya no estaba en este mundo. No le pudimos despedir.

    Tampoco despedimos al hermano del alcalde de Plasencia, como le conocíamos: Antonio María Serrano Pino, fallecido a los 79 años, ayer, segundo día del año. Desde que le conociere en su ciudad y la mía adoptiva, nos tratamos como compañeros y amigos. Conocí a su hermano, el alcalde Juan Francisco Serrano Pino, que dirigió el gobierno municipal desde 1968 hasta 1979, antes que a él, a principios de los 70, cuando una noche de niebla densa nos ofreció quedarnos en el “Alfonso” antes que volver a Cáceres, a otro Antonio, compañero de Radio Popular, y a mí, que íbamos cada sábado a Plasencia para pasar la tarde y primeras horas de la madrugada cuando mi amada ciudad tenía más vida que Cáceres.

    Cada vez que iba a Plasencia y me lo encontraba, hablábamos de nuestras cosas. Fui a la cena-homenaje que le dieron sus últimos compañeros de corporación a su hermano, el último alcalde franquista, sí, pero que puso muchos pilares de la Plasencia moderna. En aquella cena de despedida se hizo repaso de su obra toda por Plasencia. Le preguntaba por él, le conté las conversaciones con sus concejales y él me contaba los problemas que tuvo con sus sucesores y su emisora, Radio Plasencia Centro, que dirigió y de la que fue alma hasta su muerte. En septiembre de 2005, cuando a los desterrados hijos de Granadilla nos recibió Plasencia como hijos adoptivos, a la entrada en el Teatro Alkázar, allí me esperaba para darme el disco en el que reprodujo el artículo que le envié como documentación previa al acto. Aquí sigue junto a mí. Lo escuché: tenía Antonio voz de locutor de radio, además de caché de empresario… En otra ocasión, fui a Plasencia a un acto (la inauguración del enlosado de la catedral) y estuvimos juntos compartiendo unos momentos con las concejalas y concejales que asistieron al acto. Otro día me lo encontré en un bar con un concejal popular, al que me presentó, y me dijo que su partido había apoyado la propuesta de Raquel de la adopción porque “le pareció una cosa muy bonita”… Ni la ponente ni la alcaldesa supieren que yo, residente en Cáceres, pero voluntario de Plasencia desde pequeño, fuere natural de la villa perdida, ni mi primo Enrique Jiménez, el pintor, que ha expuesto en todos los lugares de la ciudad; ni la paisana Paquita, la hija del juez de Paz, con un bar que regentó en calle paralela a la plaza y que ofrecía comidas riquísimas… Fuéremos placentinos cuando ellos eran bebés.

    Antonio, el hermano del alcalde, al que tampoco he podido despedir, sabía escuchar más que hablar. Para hablar ya tenía la radio, su emisora, desde la que comunicaba a la ciudad y comarca lo que sus vecinos ignoraren. Desde su atalaya asistirá ahora, mudo para siempre, al devenir de nuestra ciudad; pero su voz permanecerá siempre conmigo en su disco y en la de los placentinos que le escucharen.

    Como la del compañero, discípulo y amigo Juan Manuel Cañamero (Mérida, 22/09/1968; Badajoz, 25/08/2024), fundador de Diario de Mérida y Diario de Plasencia, quien nos dejó en la madurez espléndida del periodista de raza que fuere y que tanto defendiere a la ciudad capital de las comarcas del norte de Cáceres.

    Antonio, Juan Manuel, Gonzalo, unidos junto a mí por Plasencia, Mérida y Cáceres, que la tierra os sea leve.