lunes, 28 de junio de 2010

VÍCTIMAS


Las víctimas no buscan la compasión de los demás. Pedían tan solo justicia y reparación, reconocimiento moral de la sociedad de la que fueron víctimas por causa ajena o accidente fortuito. De nada fueron culpables, sino víctimas. Ni el tiempo ni la palabra bastan para apagar el olvido y la memoria. Han pasado cincuenta años. Censa el colectivo 1.382 víctimas desde que muriere la niña Begoña Arroz Ibarrola, de veintidós meses, un 27 de junio. Tras ella, hay un reguero de dolor, orfandad, vidas truncadas por la ausencia irreparable.

El Congreso ha reparado la memoria, ha enaltecido a las víctimas. Nuestra prioridad es acabar con el terrorismo, ha dicho el Rey, para quien el acto es un “referente cívico”, un “símbolo de firmeza”. Frente al terrorismo, “ambigüedad cero”, ha sentenciado el presidente del Congreso.

El 11-M de 2004 despertó las conciencias frente al terrorismo. Ya no son ellos solos; las víctimas somos todos, quienes lo fueron, las colaterales y quienes asistimos impávidos al ataque a la vida y al sistema. Ni el Estado ni la sociedad pueden permitirse un ataque frontal contra sí mismos como el terrorismo, ni olvidarse de las víctimas, sino ampararlas y protegerlas: ni, mucho menos, bajar la guardia en una lucha que tan solo persigue la muerte de inocentes y del Estado. Contra el terrorismo no cabe bajar la guardia como, a pesar del tiempo transcurrido, tampoco la memoria, porque dejaríamos flancos al olvido, tributario de la desesperanza, frente a la firmeza del Estado, que no debe permitir ni lo uno ni lo otro.

sábado, 26 de junio de 2010

NI SOLOS NI EN EL CAMINO…

La serie de reuniones que la dirección provincial del PSOE de Cáceres ha promovido con los secretarios de las agrupaciones locales la pasada semana, y que concluirán a comienzos de la segunda de julio, se insertan en el marco dinamizador propio del partido que desea compartir con los suyos unas directrices políticas de futuro, a la vez que explicarles que las medidas tomadas por las distintas administraciones contra el déficit son “más necesarias que nunca” para “proteger a las víctimas de una crisis que han generado otros”, en palabras de su secretario general, Juan Ramón Ferreira.

Las víctimas de la crisis son de izquierdas, no de derechas; son pobres, no ricos. Por ello, necesitan la política y el amparo de un partido que garantice sus conquistas sociales, que no es otro que aquel que más integra a todas las clases sociales, no como el PP, que solicita más medidas contra el déficit que no aplica en las administraciones en que gobierna y que, cuando se toman, rechaza. Bien claro lo dejó Ferreira en su primera reunión ante los secretarios locales de las agrupaciones del PSOE en la provincia de Cáceres.

El partido de la mayoría no puede dejar “ni solos ni en el camino” a quienes solo puede proteger una política que mira por los intereses generales por encima de los particulares. De ahí la necesidad de ganar los próximos comicios no tanto para mantener el poder por el poder mismo, sino para garantizar las políticas sociales logradas, que a la derecha no les interesa para nada, y preservar la política del interés público frente al interés privado.

A los “lobos con piel de cordero”, a los que se refería Ferreira, les interesa el poder, no España ni los españoles; miran por el interés particular antes que por el general; por lo privado antes que por lo público; por los privilegios, no por la igualdad. Prefieren el “no” sistemático a todo al “sí” por España. Ellos sí dejarían solos y en el camino a la mayoría que siempre paga con el silencio la desmemoria que quisieren imponer.