sábado, 28 de enero de 2017

PROCRASTINAR LAS CRISIS

 
           Siempre que se aventuran cambios políticos o sociales de cualquier índole, tendemos a procrastinar (diferir, aplazar...) los asuntos que nos competen. Ha sido noticia del fin de semana las consultas en línea más frecuentes que se producen en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), entre las que figuran procrastinar,  resiliencia o bizarro. La ampliación de las posibilidades de búsqueda y la navegación desde dispositivos móviles nos lleva a consultar, con mayor facilidad que ayer, las dudas de significado, ortográficas o morfológicas, de aquellos vocablos que generan más titubeos.
            La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes. Pareciere, pues, un estado de ansiedad generado por una tarea pendiente, que se percibe como abrumadora, estresante, lo que nos lleva a justificar su posposición sine die, justificado por la urgencia. Ese "dejar para mañana lo que podemos hacer hoy", nos conduce a la dilación que tiene como meta la pereza.
            Lo fuere en Extremadura la Ley de Presupuestos, ya aprobada definitivamente, a pesar de la procrastinación de los novísimos de Podemos que, al ver rechazada su enmienda a la totalidad de la más importante ley del año, se niegan a presentar enmiendas parciales, al calificarlos de "continuistas" y de "no dar respuesta a las necesidades de la región" (véase extremadura.podemos.info/noticia, de 29/11/2016). La actitud podemista subsume los tres tipos de procrastinación: la evasión, cuando se evita el comienzo de una tarea por miedo al fracaso; por activación, cuando se posterga una tarea hasta que no hay más remedio que realizarla; y por indecisión, cuando se pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin tomar una decisión, o el complejo de Penélope, el tejer y destejer de una tela esperando al amado Ulises. El PP traducía esta postergación como "denuncia a los que critican y luego no enmiendan, en alusión a Podemos, que presentó una a la totalidad de las cuentas, pero que ahora no ha registrado parciales" (véase hoy.es/extremadura, de 03/01/2017).
            A una crisis postergada por unos, se suma otra presunta y barruntada "crisis de gobierno", que no fuere tal, sino un cambio de personas al frente de unos órganos de gobierno de la institución que, en ocasiones, se realizan para evitar ese aplazamiento sine die de la resolución de los problemas que nos agobian; para no caer, en definitiva, en la procrastinación. Y he aquí que, en este caso, solo está en manos de quien hubiere el poder de decidir de seguir como estamos o dar carpetazo a la posposición, que puede llevarnos a la indolencia.
            Bastó que el presidente dijere un día "ya hablaremos cuando finalice el proceso de aprobación de los presupuestos", preguntado sobre una posible remodelación de su gobierno, para provocar una cadena de reacciones sobre el sentido y alcance de la reforma. Los presupuestos se aprobaron el pasado martes 24 con los votos a favor del PSOE (30), las 29 abstenciones del PP y Ciudadanos y los 6 de Podemos en contra. El PP la reclama; los consejeros afirman que el asunto solo compete al presidente y justifican su labor; otros, en fin, consideran que son pocos para tanta tarea. Los más asisten al espectáculo desde la grada, sin mojarse como los podemistas, dilatando el estado de ansiedad de algunos, que ven cómo el paro sigue subiendo, y Extremadura encabezó la citada tasa en España en 2016; los jóvenes huyen; los pueblos retornan a un pasado de despoblamiento; "los desahucios sufren en Extremadura el mayor crecimiento anual del país" (véase expansion.com, de 12/12/2016), pese a los múltiples convenios y remedios que tratan de frenar, y no procrastinar, esta labor de la Extremadura inacabada...
            Y por si fuera poco, al día siguiente de su "no" a los presupuestos, la Comisión de Administración Pública, aprueba, con los votos a favor de Podemos, su proponente, y PSOE,    dispuesto siempre a hacer de telonero en estas cuestiones, "una propuesta de impulso que busca una representación equilibrada entre mujeres y hombres en el número de Medallas de Extremadura que se concedan a título individual en cada anualidad" (véase eldiario.es, de 25/01/2017); es decir, lo que ya dijimos: la paridad es, para algunos, la suprema concreción de la igualdad, y "el PP --no sin razón-- replica que "se le hace un flaco favor a las mujeres si se las premia por el simple hecho de serlo". Dénselas a quienes deseen; pero este no un asunto de interés y prioritario como para ser tributario de la procrastinación.
             Mañana domingo ingresa en la RAE la lexicógrafa Paz Battaner (Salamanca, 1938), la undécima mujer en la institución, quien hoy afirma en una entrevista: "Creo que se debe utilizar el masculino incluyente en la mayoría de los casos porque lo demás lleva a inconsistencias muy grandes y a discursos reiterativos que no ayudan a mejorar la presencia de las mujeres en la sociedad" (véase culturaelpais.com, de 27/01/2017). Y los socialistas seguirán con su cantinela de siempre: Buenas tardes, compañeros y compañeras, amigos y amigas, todos y todas..., como si la feminización del plural masculino que a todos acoge les convirtiera en adalides de la igualdad. Para esto no se necesita un cambio de gobierno. Basta con procrastinar la crisis...
 

martes, 17 de enero de 2017

DESPEDIDA EXTREMEÑA DE LARRA

 
           Escribimos un día, hace más de un año (véase Mérida en 1835 vista por Mariano José de Larra, en meridaycomarca.com, de 06/11/2015), que el escritor, periodista y político Mariano José de Larra (1809-1837) visitó Mérida en 1835 y escribió sobre la ciudad dos artículos titulados "La antigüedades de Mérida".  Antes, había estado siguiendo a su padre, médico, en sus diversos destinos, entre ellos Cáceres, en el curso 1823-1824. En "Impresiones de un viaje. Última ojeada sobre Extremadura"[1], Larra se despide de Mérida saliendo por Alange, "pueblecito situado a la falda de una colina, y en una posición sumamente pintoresca". Lo pintoresco es para Fígaro un baño romano de forma circular y enteramente subterráneo, cuya agua nace allí mismo, y que se mantiene en el propio estado en que debía de estar en tiempos de los procónsules. Lo describe así el escritor: "Recibe su luz de arriba, y los habitantes, no menos instruidos en arqueología que los meridenses (sic), le llaman también el baño de los moros."  Para el viajero español, "la colocación de este baño hace presumir que los romanos debieron de conocer las aguas termales de Alange" que "en el día de hoy son todavía muy recomendadas, y hace pocos años se ha convertido en el centro de un vergel espesísimo de naranjos  a la entrada de la población una casa de baños,  donde los enfermos, o las personas que se bañan por gusto, pueden permanecer alojados y asistidos  decentemente durante la temporada".  Añade El pobrecito hablador que el agua de los baños de Alange sale caliente, "pero no se nota ni en su sabor, ni en su olor, ninguna diferencia esencial del agua común". Menciona el escritor que el pueblo, de fundación árabe, posee en lo alto de un cerro eminente los restos de un castillo moro, al pie del cual corre el río Matachel, riachuelo o torrente notable  por la abundancia de adelfas que coronan sus márgenes.
 
            El Duende afirma que, "considerada Extremadura históricamente",  ofrece al viajero "multitud de recuerdos importantes y patrióticos". Evoca su papel, "muy principal" en las conquistas del Nuevo Mundo; su héroes conquistadores, Hernán Cortés (Medellín)  y Pizarro (Trujillo). Dice de esta última ciudad que  "conserva un carácter severo de antigüedad que llama la atención del viajero: los restos de su muralla, y multitud de edificios particulares repartidos por toda la población, que "tienen un sello venerable de vejez para el artista que sabe leer la historia de los pueblos y descifrar en sus monumentos el carácter de cada época".
 
            Sin embargo, "considerada Extremadura como país moderno en sus adelantos y en sus costumbres", el autor de "Vuelva usted mañana" la define como la provincia más atrasada de España, "y de las que más interés ofrecen al pasajero". "Si se exceptúa la Vera de Plasencia y algún otro punto, como Villafranca, en que se cultiva bastante la viña y el olivo, la agricultura es casi nula en Extremadura".
 
            Considera que, antes de la Guerra de la Independencia y del decaimiento de la cabaña española, las dehesas eran un manantial de riqueza para el país "y sobre esa base se han acumulado fortunas colosales". Señala que, produciendo más las tierras de dehesa que la puesta a labor, se concibe que la provincia esté sumamente despoblada; y, reasumida la riqueza en manos de unos cuantos señores o capitalistas, resulta una desigualdad inmensa. Critica que el sistema de las dehesas sea favorable a la caza, de suerte que el pobre no halla más recurso que ser guarda de una posesión; y así --señala-- hay pueblos enteros que se mantienen como las sociedades primitivas.
 
            Fígaro define al extremeño como "indolente, perezoso, hijo de su clima y en extremo sobrio; pero franco y veraz, a la par que obsequioso y desinteresado". Advierte que la industria no existe "más adelantada que la agricultura: alguna fábrica de cordelería, de cinta, de paño burdo, de bayeta, de sombreros y de curtidos (sobre todo en Zafra) para el consumo del país"... El agudo observador indica que "la vivienda de un extremeño es una verdadera posada, donde el cristiano no puede menos de tener presente que hace en esta vida una simple peregrinación y no una estancia".
 
            Una vez conocido el estado de la agricultura y de la industria, Larra deduce la escasa importancia del comercio: alguna lana; aceite que envía al Alentejo, cáñamo, miel, cera, piaras de cerdo y embutidos. "El comercio de importación es casi nulo y la exportación se podría reducir a la que se hace de ganados a la famosa feria de Trujillo.
 
            Finalmente, describe el autor de Macías que la carretera de Madrid a Badajoz, principal camino de Extremadura, "es una de las más descuidadas e inseguras de España"; las posadas, "fieles a nuestras antiguas tradiciones", son por el estilo de las que nos apunta Moratín en una de sus comedias. No olvida, empero, los dos amenos sitios que se descubren antes de llegar a Mérida: los confesonarios, el grande y el chico, "dado por un pueblo religioso a un asilo de bandidos".
 
            Por último, se despide de Badajoz, "antigua capital de Extremadura y residencia de sus reyezuelos moros", que "no ofrece nada de curioso". Subraya, sin embargo, "la amabilidad y el trato fino de las familias y personas principales", que compensan con usura las desventajas del pueblo, por lo que le resulta difícil separarse de ellas sin un profundo sentimiento de gratitud por pocas personas que haya conocido.
 
              Concluye Larra: "Era el 27 de mayo, el sol comenzaba a dorar las campiñas y las altas fortificaciones de Badajoz: al salir saludé el pabellón español, que en celebridad del día ondeaba en la torre de Palmas... El Caya, arroyo que divide la España del Portugal, corría mansamente a mis pies; tendí por última vez la vista sobre la Extremadura española; mil recuerdos personales me asaltaron; pero sentí oprimirse mi corazón y una lágrima se asomó a mis ojos... Entonces, el escritor de costumbres no observaba; el hombre era solo el que sentía..."
      


[1] Vid.: José de Larra, Mariano: Artículos de costumbres, Espasa Calpe, S. A., Madrid, 2003., págs. 105-110.
 

lunes, 16 de enero de 2017

ILUSIONES DE AÑO NUEVO

 
           La ilusión que principia en Navidad es, a veces, la viva complacencia del recuerdo de la persona, ausente o presente; la ilusión de la lotería es una esperanza cuyo final se desea atractivo. La ilusión de los Reyes Magos es una imagen de la representación causada por el engaño paterno o de la tradición que, aun descubierta, persiste en aquella como la complacencia que todos deseamos. No hay ilusión única en el inicio del Año Nuevo que anide en todo ser humano. Más que ilusión óptica, la ilusión es también la luz que ansiamos. La ilusión es el deseo reiterado de la luz ambicionada: la salud, el amor, el bienestar... Pudiere haber ilusión; pero sin la luz, como la fe sin la resurrección, sería una fe vana.
            Hay ilusiones ópticas que aumentan aquellas; hay otras, empero, que, como las luces de la Navidad, son efímeras, tanto como el tiempo que abarcan el nacimiento y los regalos compartidos. La ilusión es subjetiva, pero trasciende en su agregación a otros: No hay ilusión sin compartir, como los alimentos sobre la mesa. Por ello se bendicen y se dan gracias; pero la ilusión hay que trabajarla y sembrarla para recoger sus frutos. No se vive de ilusiones; sí podemos mantenerlas vivas.
            Cada Navidad, cada nuevo año, la ilusión se nos representa como una esperanza, con o sin fundamento real, de lograr aquello que anhelamos o perseguimos; pero la realidad es terca: pocas veces se ven cumplidas nuestras ilusiones. Ansiamos atractivos que se ven cercanos y que se antojan en el horizonte, ya fueren humanos, de salud o trabajo y bienestar. Como una ilusión óptica que, satisfecha en quien la acuna, ofrece  una alegría tal que es preciso compartir.
            El ser humano se ha vuelto esquivo a compartir la ilusión; en muchas ocasiones, la ilusión se torna en la reconciliación. Damos a los demás parte de lo que nos sobra (la caridad); otros, quizá, no dan nada de lo mucho que poseen (el avaro). Animamos la ternura y la ilusión de los inocentes; accedemos a menudo a adquirir boletos que nos alimenten la ilusión. No hay vida sin ilusión, aunque haya muchos en nuestro derredor, que, en lugar de alimentarla, la cercenen. La ilusión nace, se desarrolla y fenece, como todo ser vivo... La ilusión distorsiona, en ocasiones, la realidad: tenemos ilusiones ópticas, como espejismos en el desierto, que transmutan la superficie lisa en otra líquida, inexistente. Albergamos ilusiones imposibles, no tanto porque dependan de nosotros mismos, sino por quienes las mutilan. Nuestra ilusión deviene en el ilusionismo, como el arte de crear algo imposible desde la humana lógica; pero, sin ilusión no se vive...
 

domingo, 15 de enero de 2017

LA AGENDA DE ESPAÑA EN LA AGENDA SOCIALISTA

 
           La paz parece haber llegado al PSOE. El Comité Federal de ayer sábado propuso las fechas del próximo congreso federal (17 y 18 de junio) y las primarias, en fecha por determinar, en otro comité que tendrá lugar en marzo, tan solo con cinco votos en contra. No hay, pues, en el máximo órgano de gobierno del partido entre congresos ni tantos críticos como quieren hacerse notar, ni la intransigencia ni las prisas de otros voceadas desde el 1 de octubre. Si aquellas son siempre malas consejeras, las tensiones y divisiones internas que, de la noche a la mañana, parecían surgir reclamando lo que se solicitaba desde aquella fatídica fecha, no fueren lo más oportuno para coser las heridas abiertas y cerrarlas cuando hubieren supurado.
            A la Gestora socialista le ha tocado jugar el papel de mala en el ínterin, que ha hecho bueno al final. Su presidente, Javier Fernández, pronunció ayer un discurso de moderación muy alejado de las trompetas apocalípticas de la pretendida revolución de octubre que propugnare el exsecretario general, Pedro Sánchez. Nada más y nada menos que "la agenda del partido vuelva a caminar de la mano de la agenda de España", que "es tanto como decirle a la gente que somos mucho más que una maquinaria dedicada en exclusiva a arrojar a cualquier precio a la derecha del poder". En una España, cuyo 40% por ciento de la población se declara socialdemócrata, como recordó el presidente, esa gente espera de un partido de gobierno y constitucionalista que "le proporcione identidad, y sepa quiénes somos, de dónde venimos y, con nosotros, a dónde van", sin renunciar a reconocerse en lo que fue, a los que hicieron posible la idea ilustrada de la España moderna, porque "si se les proscribe, nos quedamos sin referentes".
            Fernández ha solicitado lealtad "a uno mismo, a tu partido, a tus votantes y a tu país" y ha recordado que, cuando esas lealtades entran en conflicto, "siempre tienes que poner a tu país por encima de todo lo demás". Y ha subrayado qué significa estar en la oposición, por si alguien lo había olvidado: "no hay victorias que celebrar, ni cargos que repartir, ni éxitos diplomáticos que contar; lo único que hay es trabajo, esfuerzo y tesón, que si la hacemos unidos, mañana gobernaremos unidos". Al final, se ha hecho realidad el anuncio del exsecretario de Organización federal, César Luena, quien propuso a finales de enero del pasado año, las fechas del congreso para mediados de junio con las primarias previas. Ahí las tiene ya quien, con su conducta, también propició la confusión más que la concordia necesaria para afrontar un proceso electoral de un "partido  --como ha enfatizado el presidente de la Gestora-- que "es el más viejo y el más nuevo de todos los partidos, el único que hoy tiene un planteamiento alternativo a la derecha liberal, al nacionalismo identitario y al populismo radical".
            No se ha callado nada de lo que hubiere de decir en esta hora de España el presidente de la Comisión Gestora, y ha recordado, cómo no, la abstención para la gobernabilidad del país como "la menos mala de las soluciones". "Al día siguiente de las elecciones de junio, la inmensa mayoría de los dirigentes de este partido sabíamos lo que había que hacer, lo que no sabíamos era cómo ganar el congreso después de hacerlo. Y eso quiero decirlo porque callar sería insultar a la verdad." Un partido que ha gobernado el país más de veinte años en democracia, no debe anteponer el poder por el poder mismo, olvidándose de los problemas de los españoles porque, de lo contrario, estos le darían la espalda.
            El camino está ya abierto. El expresidente del Gobierno vasco y del Congreso, Patxi López, anunciará hoy su candidatura, que desveló ayer a los notables del partido; la presidenta andaluza, Susana Díaz, iniciará la semana entrante su gira por España, aunque hasta el momento no haya revelado sus cartas, que podría anunciar hoy tras el anuncio de López. No hay por qué fracturar el partido, porque las puertas están abiertas para todos. Ahora, no se trata de predicar, sino de saber qué quieren los españoles del PSOE, y está muy claro lo que desean: estabilidad política e institucional, empleo, reforzar el Estado social, la calidad del espacio público, la autonomía política, la planta política del país, la construcción europea... Javier Fernández ha dado el pistoletazo de salida con el mejor discurso que pudiere esperar "la gente que quiere cambiar, pero que no quiere romper los equilibrios básicos de la sociedad". El futuro de España no está para las veleidades que otros predican.

martes, 10 de enero de 2017

EL AÑO DE LOS CENTENARIOS

 
            Por encima de los centenarios de nacimientos y fallecimientos de escritores y otras figuras históricas singulares que conmemoramos en 2017, hay dos que sobresalen sobre cualquier otra consideración religiosa o política: el centenario de la primera aparición de la Virgen de Fátima en Portugal (13 de mayo) y el Centenario de la Revolución Rusa, o Revolución de Octubre (6-8 de noviembre).
            "Las apariciones de Fátima de 1917 en un contexto como el nuestro de dificultades, nos recuerda que su secreto no es más que todos los males, las vicisitudes y los grandes problemas hunden sus raíces en el pecado, en el egoísmo y en el corazón humano ávido de poder, de estar por encima de todo y sobre todo de cerrarse a compartir con los más pobres y necesitados", afirma el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chaves, en su obra sobre el significado de Fátima [1], en una segunda edición actualizada sobre la primera publicada en 2008.
            La Revolución de Octubre, también conocida como Revolución bolchevique y como Gran Revolución Socialista de Octubre, fue la segunda fase de la Revolución rusa de 1917, tras la revolución de febrero, que tuvo como consecuencia la victoria bolchevique, la caída del gobierno provisional, la creación de la Rusia soviética y el inicio de la Guerra Civil Rusa.
            Hay un paralelismo que une estos dos centenarios entre Fátima y Rusia: en la tercera aparición, del viernes 13 de julio, la Virgen les confirma a los pastorcitos los tres secretos en formas de profecías. El primero fue la visión del infierno; en el segundo ofrece instrucciones para salvar las almas del infierno y reconvertir el mundo a la cristiandad. "Para salvarlas --les dice--, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra terminará, pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI (1922-1939), comenzará otra peor. Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la conversión de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atendieran mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia." [2]
            Cuando la Virgen revelaba esto, hacía cuatro meses que el zar había abdicado, pero Rusia no era todavía un régimen comunista ni ateo. Gobernaba Kerénsky al frente de un gobierno provisional y las tropas rusas perdían terreno en la I Guerra Mundial contra alemanes y austriacos. Un  par de meses después de la aparición, el 26 de septiembre, se produjo el triunfo de la Revolución bolchevique. La URSS esparció sus errores por el mundo: un tercio de la superficie terrestre asumiría un régimen comunista, el aborto fue legalizado en la Unión Soviética. Durante setenta años en Rusia y cuarenta en Europa del Este, la Iglesia Católica y otras iglesias cristianas, fueron perseguidas, acosadas y martirizadas, con cientos de miles de personas asesinadas por el Estado debido a su fe... El 25 de marzo de 1984, en la plaza de San Pedro de Roma, ante una imagen de la Virgen de Fátima, Juan Pablo II consagró el mundo y a Rusia al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los obispos del mundo. Cinco meses después, el bloque del Este se hundía; pero, ¿se convirtió Rusia?, porque un 30 por ciento de los que dicen ser ortodoxos, no cree en Dios." [3]
            En el prólogo al libro de monseñor Cerro Chaves, el entonces nuncio en España, el portugués monseñor Manuel Monteiro de Castro (2000-2009), afirmaba que "Fátima es una llamada a vivir por la luz" e invitaba a la penitencia y la conversión del corazón.[4] En el 50 aniversario de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en Cáceres, su actual párroco, Juan José Rivero Puerto, sostiene en una entrada de la citada obra que "Fátima constituye un acontecimiento relevante en la Historia de la Salvación, una página sugerente en la historia de la Iglesia, un hito gozoso y salvador para el hombre incapaz y agobiado por su pecado y su miedo" [5], mientras que su secretario personal, Faustino Muñoz García, considera que "en Fátima late el alma de Portugal" [6]
            El 13 de mayo próximo, el papa Francisco presidirá en Fátima los actos del centenario, en el que se verá acompañado por una peregrinación diocesana de Coria-Cáceres. Evoca el obispo Cerro Chaves en su libro la relación de los papas y Fátima: Benedicto XV, durante cuyo pontificado (1914-1922) tuvieron lugar las apariciones; Pío XI (1922-1939), quien demuestra creer en las apariciones;  Pío XII, consagrado obispo el 13 de mayo de 1917, fecha de la primera aparición,  en cuyo veinticinco aniversario, hizo la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María; Juan XXIII, quien siendo patriarca de Venecia, peregrinó a Fátima y recibió el tercer secreto el 17 de agosto de 1959; Pablo VI, primer papa en visitar Fátima el 13 de mayo de 1967, que renovó la consagración del mundo al Corazón de María, Madre de la Iglesia, en la sesión de clausura del Vaticano II, el 21 de noviembre de 1965; Juan Pablo I, quien, siendo patriarca de Venecia, visitó Fátima y se reunió con sor Lucía; Juan Pablo II, quien sufrió el atentado el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, y al año siguiente visitó Fátima para dar gracias a la Virgen por salvarle la vida. En 1982, la imagen peregrina llega a San Pedro, a quien el papa le ofrece una de las balas del atentado. En 1991 viajó de nuevo a Fátima para agradecer a la Virgen la solución de los problemas de la Europa del Este, y beatificó a  Jacinta y a Francisco. Benedicto XVI fue a Fátima, visitó a la hermana Lucía y dijo que "las profecías de Fátima, de ninguna manera han terminado". Finalmente, el papa Francisco estará en Fátima el 12 y 13 de mayo, tras dedicar su pontificado a Nuestra Señora.[7]


[1]  Cerro Chaves, Francisco: Fátima, ternura y misericordia,  EDIBESA, segunda edición, 2016,  194 págs.
 
[2] Ob. cit., pág. 182.
 
[3] Vid.: religionenlibertad.com, de 15/05/2015.
 
[4] Ob. cit., pág. 13.
 
[5] Ob. cit., pág. 16.
 
[6] Ob. cit., pág. 25.
 
[7]  Ob. cit., págs. 95-99.