He memorado de nuevo Plasencia tras hablar con un amigo que
allí hubiere, entre muchos familiares y paisanos adoptivos. No olvidaría
fácilmente la ciudad que conociere de niño por vez primera; mi primera ciudad,
tras el pueblo. Los mozos no salían antes del pueblo, sino a la ciudad para
hacer la mili. Allí, en el Regimiento Órdenes Militares número 37, conocido
también como Cuartel La Constancia, la hizo un amigo que me contare sus
andanzas. Ya no existe como tal cuartel. No se perdió el noble edificio, que
hoy es un campus más de la Universidad de Extremadura. Acoge ese viejo cuartel
cuatro titulaciones de grado: Enfermería, Administración y Dirección de
Empresas, Ingeniería Forestal y del Medio Natural y Podología. ¿Pensaría su
obispo, el cardenal Juan de Carvajal, en 1446, al establecer los primeros
estudios universitarios de Extremadura que, cinco siglos después, la perla del
Jerte tendría campus? Aún le debe Plasencia al Presidente Ibarra aquel anuncio que
hiciera en el salón de plenos del Ayuntamiento, llegado de Madrid con la buena
nueva, como a aquel presidente de la Diputación, Manuel Veiga (Alba de Tormes,
1935; Cáceres, 2010), que nunca se olvidare de ella cuando todos le dieron de lado...
Pareciere
que Plasencia se hallare dormida tras sus viejas glorias del pasado. En los
años noventa del pasado siglo, se levantó en armas e hizo una huelga general
que paralizó la ciudad durante un día: había perdido el Regimiento, pero ganó
un campus universitario; perdió su caja de ahorros, fundada en 1911 por el
Centro Social Católico, fusionada con Caja Cáceres en 1990: Caja Extremadura;
ganó una caja mayor y perdió el horrible "esquinazo" --que tanto
afeaba la entrada por la N-630 desde Cáceres--, donde hoy se levanta la sede
informática que comparte con Cáceres los servicios de la Caja. El próximo año,
Cáceres también perderá su caja; pero
aquí nadie se lamenta y se levanta en armas contra las injusticias. Como si
aquí también existiere el "derecho a decidir" de los catalanes:
quítate tú para ponerme yo..., según sus últimos presidentes y consejeros
auxiliares.
Alfonso
VIII funda la ciudad en 1186; el papa Clemente III la erige en sede episcopal
en 1189; en 1442, el rey Juan II de Castilla entrega la ciudad a la familia de
los Estúñigas, o Zúñiga, y otorga a Pedro de Zúñiga y Leiva el título de conde
de Plasencia. Al pasar de realengo a
señorío (1442-1448), pierde su voto en Cortes. En la segunda mitad del siglo XV
participa en los conflictos bélicos relacionados con el trono. Plasencia y
Madrid fueron las únicas villas que se declararon contrarios a Isabel. El 27 de
abril de 1465, Enrique IV es depuesto en la ciudad como soberano de Castilla.
La reina de Castilla, Juana la Beltraneja, y su tío, Alfonso V de Portugal,
contraen matrimonio allí, y son
proclamados reyes de Castilla y Portugal el 30 de mayo de 1475 en la plaza
mayor. En 1448 fallece el duque D. Álvaro de Zúñiga y le sucede su nieto,
Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán. La nobleza placentina se levanta contra los
Zúñiga para recuperar el poder que detentaban sobre la ciudad. Los Reyes
Católicos les apoyan y revocan la donación hecha por Juan II. Triunfa la
revuelta y se repone el estatuto de realengo, que el rey Fernando jura defender
ante las puertas de la catedral, el 20 de octubre de 1488. El rey Don Fernando le otorga el título de
Muy Leal, que se añade al de Muy Noble, que ostenta desde su fundación.
En la
puerta de Trujillo, por la que entraron los libertadores, --al grito de "¡Plasencia...,
Plasencia por los reyes D. Fernando y Doña Isabel!"-- se esculpe el laude,
que transcribe José Sendín en su obra "Plasencia. Historia. Guía.
Leyenda" (pág. 262):
"Libertas
vitae, geminis, auroque praeferertur" /La libertad de la vida es
preferible al oro y los diamantes./Libertas nobilem reddit Placentiae urbem/ La
libertad ha devuelto su nobleza a Plasencia./Quam fortuna sprevit, regiam quae
in lucvuem redemit/ Que estaba menospreciada de la fortuna, la libertad la ha
redimido para el rey..." En el coro
de la catedral, las figuras de los Reyes Católicos están representados encima
de dos sitiales.
La nobleza
recomienda al rey vivir en Plasencia, ciudad a la que se traslada en 1515 y, al
final, muere en Madrigalejo, el 23 de enero de 1516, cuando se dirigía hasta
Guadalupe para presidir el capítulo de las Ordenes Militares de Calatrava y
Alcántara.
El rey Fernando en Plasencia.-¿Pero estuvo en Plasencia la reina
Isabel? No. Sí el rey Fernando, quien ratificó con su presencia la vuelta al
realengo. ¿Por qué, entonces, Plasencia, acoge como plató a la reina? Desde que
se conoció la negativa del Museo de Historia de Barcelona para rodar en su
exterior secuencias de la tercera temporada, la productora de la serie recibió
ofertas de Madrid, Salamanca y Cáceres (Plasencia, Trujillo o Alcántara),
decidiéndose al final por Plasencia, que se convertirá en la Plaza del Rey de
Barcelona, donde 115 figurantes representarán, en la primera quincena de
octubre, en los alrededores de la catedral placentina, la escena del atentado sufrido por el rey Fernando, según
unos cronistas (http://www.canalextremadura.es/alacarta/tv/videos/la-serie-isabel-llega-plasencia-principios-de-octubre-para-rodar-varias-secuencias), (http://ocio.elnortedecastilla.es/television/las-escenas-de-isabel-prohibidas-en-barcelona-se-rodaran-en-plasencia-27092013.html) y, según otros, el recibimiento de
los Reyes Católicos a Colón a su regreso de América.
Sea como
fuere, los Reyes Católicos cruzaron sin cesar las tierras extremeñas entre 1477
y 1479, según un documentado estudio del cronista oficial de Trujillo, José
Antonio Ramos Rubio.
Los Reyes en Cáceres.- La ciudad antigua sirvió como plató
para el bautismo y coronación de la reina Isabel (aunque los hechos ocurrieron
en su pueblo natal, Madrigal de las Altas Torres (iglesia de San Nicolás de
Bari, Ávila) e iglesia de San Miguel en Segovia.
Isabel visita
la villa por primera vez el 30 de junio de 1477 para poner paz a los
enfrentamientos entre los bandos leonés y castellano. La villa pasa a ser de
realengo; la reina jura sus fueros, otorgados por Alfonso IX, ante la Puerta
Nueva (hoy, Arco de la Estrella). El 9 de julio recibe a las autoridades y le
son leídos los capítulos de las ordenanzas que su alteza les daba para un buen
gobierno. Fija el escudo de la villa, se aloja en el Palacio de los Golfines de
Abajo; ordena desmochar las torres de
los nobles opuestos a su causa, excepto la de su fiel capitán Diego Cáceres de
Ovando, que construyó la Torre de las Cigüeñas, y que matrimonió con Isabel
Flores, camarera mayor de la reina y primer
gobernador de La Española (hoy República Dominicana y Haití). La segunda visita
se produce en 1479, acompañada por su esposo, el rey Fernando, que jura los
fueros el mismo año.
El rey
visita la villa varias veces más: en 1484 de paso para Andalucía; en 1488 con
motivo de la rendición de Plasencia; en diciembre de 1508 y hasta el 2 de enero
de 1509 (tras el fallecimiento de la reina en 1504), y, finalmente, en 1515, en
que salió de Madrid el 12 de noviembre; el 28 del mismo mes o a primeros de
diciembre se encuentra en Plasencia; el 6 en Abadía, el 17 en Galisteo, y el 14
regresa a Plasencia, donde tiene lugar la boda de su nieta, Ana de Aragón, con
Álvaro Pérez de Guzmán, duque de Medina Sidonia. Sale el 22 para Trujillo,
donde se detiene hasta después de Reyes del año siguiente; emprende viaje a
Abertura y de allí a Madrigalejo, donde fallece el 23 de enero de 1516.
Trujillo une los reinos de España.- Fernando sucede a su padre como rey
de Aragón y Sicilia y, comoquiera que Isabel era reina de Castilla, León, Toledo,
Valencia, Mallorca, Sevilla, Cerdeña, Córcega, Córdoba, Murcia, Jaén, Los Algarbes,
Algeciras y Gibraltar, acuerdan unir todos los territorios bajo el cetro de
Isabel y Fernando, bajo la leyenda "Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando", apunta Ramos
Rubio. En Trujillo aparecen unidos por primera vez Castilla y Aragón y sus
respectivos monarcas figuran ya como reyes de España el 29 de diciembre de
1479. La reina Isabel visitó por primera vez la ciudad en mayo de 1477,
procedente de Guadalupe, donde imploró el auxilio de la patrona de Extremadura
en su lucha contra los portugueses que apoyaban a su sobrina y dominaban la
región. El 24 de febrero de 1479, Isabel logró la victoria en la batalla de La
Albuera, donde los portugueses sufrieron una derrota definitiva.
Guadalupe, rumbo a América.-En
Guadalupe están enterrados el rey Enrique IV de Castilla (1425-1474), hermano por
parte de padre de la reina Isabel, además de su madre, María de Aragón
(1403-1455); Dionisio de Portugal (1354-1397), hijo de Pedro I de Portugal y de
Inés de Castro; y Juana Enríquez de Castilla, hija natural de Enrique II de
Castilla y Juana de Cifuentes, esposa del anterior. Isabel acude a Guadalupe
por primera vez en 1464 en un intento de acordar su boda con Alfonso V de
Portugal, que finalmente fue el esposo de la Beltraneja. En el monasterio se
custodia el testamento de la reina hasta que fue trasladado al Archivo General
de Simancas (Valladolid) en 1575. En 1477, la reina acude al monasterio para
dar las gracias a la Virgen tras vencer en la batalla de Toro. El 29 de junio
de 1492, los Reyes Católicos firman allí las cartas a los alcaldes de Palos y
Moguer para solicitarle que ayuden a Colón en el aprovisionamiento y
preparación de las carabelas para la travesía oceánica en busca de las Indias.
Colón trae allí, tras su primer viaje, a los dos primeros indios que son bautizados
en la pila que se halla en la plaza.
Valencia de Alcántara, la boda de la
primogénita de Isabel.-El 30 de septiembre de 1497, los Reyes Católicos
asisten en Valencia de Alcántara a la boda de su primogénita, Isabel de Aragón
y Castilla, con el rey de Portugal, Manuel I el Afortunado, en el templo de
Rocamador, recreada anualmente en agosto en la llamada "boda regia".
Isabel y
Fernando, y abre España.