miércoles, 25 de febrero de 2015

FANTASMAS EN EL CONGRESO

 
          Hablaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre el estado de la nación, de lo logrado y del mucho esfuerzo que nos ha costado, y apelaba a mantener la misma trayectoria "con perseverancia. De lo contrario, todo lo que hemos ganado en tres años, se puede perder". Había expuesto el presidente la situación de partida, el rumbo que se marcare el 20-12-2011, en su discurso de investidura -detener el paro, estimular el crecimiento, acelerar el regreso de la creación de empleo-- y de una fase expansiva de la economía "llena de oportunidades para consolidar la recuperación del crecimiento y del empleo, pero todavía frágil, expuesta a cambios en la situación, dificultades coyunturales, y también a ventoleras ideológicas--o simplemente ventoleras-- de las que hemos conocido algunos ejemplos".
        Apareció el "convidado ausente", pero presente a partir de diciembre, aun sin decir su nombre... Una ventolera, un golpe de viento recio y poco durable, o el pensamiento o determinación inesperada y extravagante, según dos de las acepciones de la Academia.
          No tenía por qué el presidente mencionar a los ausentes ni dirigirse a ellos porque no están. Quizá le ha podido el clima que siente, las políticas que marcan las diferencias, "negarse a reconocer los méritos del gobierno o negárselos a los españoles". O, lo que es lo mismo. que los esfuerzos de los ciudadanos no han merecido la pena, "que se podía haber evitado porque, además de ser falso, es la mejor manera de preparar la tierra para que la siembren con éxito los demagogos", los estrategas que pretenden el poder político.
          Todo el mundo era consciente de lo que decía el presidente y a quiénes se refería; pero ni ellos, ausentes hasta ahora, ni a muchos ciudadanos, perdidos en su esperanza, les basta la batería de medidas anunciadas hasta el fin de legislatura, porque ni están ni se les espera... "Hablar es gratis" y pone como ejemplo algo que a todos gustaría oír: doblar el salario mínimo, aumento de las pensiones un 5 por ciento, viviendas subvencionadas, recién nacidos con 1.000 euros bajo el brazo... "pero tardaríamos seis meses en regresar a la ruina más descarnada", un gesto que él mismo califica de "inconsciencia temeraria". Quien avisa, no es traidor, porque si lo dijeren los otros, ¿qué es", se preguntaba. No hay remedios mágicos, aunque nos los quieran vender como tales. Y pone ejemplos que lo ratifican: si los intereses de la deuda no se hubieren reducido a la mitad, habría que haber reducido otro tanto las prestaciones por desempleo... Y avisa: "Cuando está en juego el bienestar de todos, conviene ser prudentes con lo que se dice... Quien no crea empleo, no garantiza el Estado del bienestar..."
          Cuando tantos miles de españoles siguen viviendo de la pensión del abuelo; cuando tantos jóvenes se marchan de su país, que no tiene una respuesta para ellos; cuando tantos  españoles quedan excluidos de las ayudas sociales..., podrá usted afirmar que España ha recuperado su derecho a tener un futuro que había perdido y poner el dedo en la llaga al sostener que arrastramos una deuda millonaria y una tasa de paro inaceptable, además de que a una buena parte de la población no le alcanza el beneficio de la recuperación económica; pero hace usted mal al hablar del "riesgo cierto", bien por la coyuntura internacional, "bien porque los españoles lo consintamos, de que se produzca un retroceso que nos haga perder todo lo conseguido y vuelva a situarnos en el punto en que nos encontrábamos al comienzo de la legislatura o peor".
          No había convidados de piedra en el Congreso, aunque los fantasmas que prevén sobrevolaran el hemiciclo; ni hacía falta aludirles; porque en ustedes, y en el principal partido de la oposición, al que le faltó al respeto en su réplica, está la última palabra; pero mire usted por dónde, en Extremadura, su partido y el de la oposición se han propuesto hablar con los ausentes para formar gobierno, llegado el caso. No son fantasmas, señor Rajoy, sino molinos de viento... que parecen gigantes al mover sus aspas.
 

domingo, 15 de febrero de 2015

LA CASTA Y LOS CASTOS

 
           "Yo soy casto. La casta es una oligarquía que se protege de forma cuasimafiosa, como los Pujol", proclama un político emergente de España, no solo catalán, hijo de padres comerciantes, catalán y andaluza, Albert Rivera, en un periódico nacional de hoy.
            La casta y los castos han surgido como voces también emergentes en el vocabulario político actual; pero, quiénes son la casta y los castos. Los políticos del bipartidismo y adláteres llaman a sus adversarios neonatos "casta"; y otros, instalados en el poder, se autodenominan a sí mismos como "castos", en un intento de excluirse del rebaño de la casta.
            Dícese que la casta es un grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado de los demás, por su raza, religión... Eso era en origen, por ascendencia o linaje; pero cuando todos somos iguales ante la ley, la acepción es inaplicable a esa definición. La casta es eso y mucho más. No estamos en la India, país donde las castas son grupos que pertenecen a una unidad étnica mayor, aunque los políticos de aquí asuman parte de esa filosofía, de mundo y aparte; de ahí, el concepto de casta política. El Diccionario de la RAE define casta, término popularizado por el partido emergente, como "grupo que forma una clase especial y tiende a permanecer separado por su raza, religión, etcétera." Volvemos, con ello, a los orígenes del vocablo. El sustantivo devino por la religión y se asocia hoy a la política. Las castas nacieron en la India en el 1.500 a. d. C.; continuaron con el Imperio español (de casta le viene al galgo, como el perro de casta). Así, un ejemplo de casta de origen: español-indígena da lugar a la casta resultante, mestizo. Hay, empero,  otra acepción que se acerca más a una definición genérica de la casta: parte de los habitantes de una sociedad que forma clase especial (la casta), sin mezclarse con los demás. Confieso que lo he vivido. La casta solo se mezcla con el común de los mortales en las elecciones; cuando ya hubiere el escaño, te saluda y te da la espalda, porque tú no eres de los suyos, no formas parte de su casta. Ellos son la casta, los que ni siquiera te responden cuando les escribes; los que no dan la cara porque se sienten cómodos en su casta y les da vergüenza mirarte a la cara. Y se llaman compañeros o camaradas, a la antigua usanza, aunque de eso no tuvieren nada, más que los intereses que les unen, que no fueren los del común. La casta no desea cambiar para seguir siendo casta, aunque algunos se llamen castos, los que se abstienen de todo goce sexual, o se atienen a lo que se considera como lícito. Estos son los castos de verdad, como Albert Rivera o Núñez Feijóo: "Yo no pertenezco a ninguna casta." Otros, que niegan pertenecer a la casta, no podrán negar tampoco que son castos. Ni lo uno ni lo otro. Ser de la casta es hoy, como ayer, una distinción; ser casto, una virtud, en una segunda acepción: honesto, puro, que no tiene picardía ni sensualidad. El PP se podemiza para salir al paso de quienes dicen que personifican la casta y declaran en sus asambleas: soy de la casta de... "A lo mejor resulta que la verdadera casta son ellos", añadía un miembro de la dirección nacional. A lo mejor, la casta son todos y los castos, los menos. "Y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra" (Jn: 8: 1-7), de la casta y de los falsos castos.
 

sábado, 14 de febrero de 2015

LOS AMORES PERDIDOS

 
           El amor se halla, no se busca; el amor se encuentra, no lo buscamos; el amor es un deseo, un anhelo, una esperanza, una ilusión, la luz encendida que no apaga la vida. Hay amores que engarzan esta como eslabones para no morir; otros hubiere perdidos en el espacio sideral de la voluntad: amores platónicos no correspondidos o imposibles; amores idos porque no hallaren el nexo común que les uniere. El banquete del amor de Platón está, empero, abierto a todos: el amor nos impulsa a conocer la belleza encontrada, física generalmente en los inicios; se compenetra en la belleza espiritual del alma, la que no se ve, pero intuimos; prosigue en las vivencias que nos unen (intelectuales, de costumbres, sociales...); culmina en la pasión pura, desinteresada, de la belleza por la belleza misma, incorruptible, aun tras la muerte. No muere el ideal del amor platónico, el inalcanzable amor finito en la temporalidad mundana, sino aquel que busca eternamente la trascedente esencia de la belleza espiritual de la alianza perfecta. La belleza no reside tanto en el cuerpo como en el alma. La física puede unir, pero no religa el amor de los amantes para siempre. La belleza del cuerpo es insignificante ante la belleza del alma.
          En su primera encíclica "Deus caritas est" (Dios es amor), el papa emérito Benedicto XVI habla del amor de Dios y de sus derivaciones: Jesús une el amor a Dios con el amor al prójimo y "puesto que fue Dios quien nos ha amado primero, ahora el amor no es ya un solo mandamiento, sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro." Hay muchos amores (a la patria, al trabajo, el amor entre amigos, entre padres e hijos...), recuerda Benedicto XVI; pero "el arquetipo por excelencia es el amor entre el hombre y la mujer, en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma, en el que se le abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible", ante la cual palidecen todos los demás tipos de amor...
          Frisamos el amor de Dios como origen de todos los amores (¡por el amor de Dios...!), pero olvidamos la respuesta a su amor (¡Dios mío...!). Sobreviene, entonces, el desamparo del amor, los amores perdidos, separados, aun unidos por el vínculo del amor. Un padre separado no olvidará nunca a su hija, ni la hija a su padre, aunque los amores perdidos unan sus fuerzas para arrebatarles su amor. Los hijos necesitan el amor de sus padres, como ellos lo hubieren para tenerlos. No solo eso: la manifestación del amor principia en la convivencia del respeto y la entrega y sigue por esta otra necesidad de complacencia. "No me besas, papá: siempre tengo que ser yo...", los besos y caricias como expresión del amor en la vía eterna sin estación final... ("¡No me abandones, por Dios..."), como en los versos de Jaime Sabines:
          "Cabellera del aire desvelado,
          río de noche, platanar oscuro,
          colmena ciega, amor desenterrado,
 
          voy a seguir tus pasos hacia arriba,
          de tus pies a tu muslo y tu costado."
 
 

jueves, 12 de febrero de 2015

EL EJEMPLO DEL REY

 
 
           La bajada de sueldo que se ha impuesto el Rey Felipe VI  --un veinte por ciento inferior al que tenía su padre-- o, lo que es lo mismo, 58.000 euros, constituye un paso decisivo más en la transparencia de la Casa Real, que entronca con la situación de la economía española y los sacrificios ciudadanos derivados de la crisis. El Rey se asigna para este año, de acuerdo con los Presupuestos del Estado para su Casa, que él distribuye libremente, 234.204 euros brutos, en los que se incluyen la dotación personal y los gastos de representación y, además, sujeta a tributación, una cantidad muy superior a la que ganan en la pobre Extremadura algunos altos funcionarios, ejecutivos bancarios (como los de las antiguas cajas extremeñas) y de algunas pocas empresas privadas, según informaciones publicadas ayer por los diarios El Mundo y El País.
            El rey emérito Juan Carlos pasará a cobrar este año 187.356 euros frente a los 292.752. La Reina Letizia percibirá una asignación de 128.808 euros; y la reina Sofía, 105.396. El presupuesto de la Casa y de la Familia Real no llega a los 8 millones de euros, exactamente 7.775.040 euros, muy inferior al de otras casas reales europeas y jefaturas de Estado. No perciben cantidad alguna la princesa de Asturias, por ser menor de edad, y la infanta Elena, que ya no forma parte de la Familia Real, deja de percibir los 25.000 euros del año anterior como gastos de representación.
            Resulta significativo y oportuno realizar una comparativa con lo que perciben otras casas reales y jefes de Estado. El rey de Tailandia es el monarca más rico de la Tierra, con una fortuna de 22.586 millones de euros, según la revista Forbes. Al sultán de Brunei se le calcula una fortuna de 17.240 millones. Le siguen los soberanos de Dubai, Abu Dhabi y Arabia Saudí. En Europa, al príncipe de Liechtenstein se le estima una fortuna de 3.300 millones de euros. El ex emir de Catar, que abdicó el pasado año, tiene 2.000 millones de euros. Al rey de Marruecos se le calcula una fortuna de 1.500 millones; al príncipe Alberto de Mónaco, 1.000 millones, y al sultán de Omán, 1.000 millones.
            La Casa Real británica tiene un presupuesto de 38,78 millones de euros. Holanda, 38 millones, y el rey percibe 825.000 euros. En Bélgica, el rey Felipe percibe 11,5 millones. En Dinamarca, el presupuesto es de 13,2 millones. En Noruega, los reyes reciben 24 millones de euros al año y los herederos, más de un millón. El presidente de EE UU, Barak Obama, gana 321.322 euros anuales. El presidente francés, François Hollande, percibe 178.000 euros brutos al año. El jefe del Estado alemán, Joachim Gauck, gana 244.000 euros más 78.000 en gastos de representación. El presidente italiano, Sergio Mattarella, 239.000 euros brutos anuales.
            La Casa Real española resulta ser la más barata de Europa y los jefes de estado, incluso los republicanos, ganan más que los monarcas españoles. En todo caso, hay banqueros, empresarios y ejecutivos en todos los países que perciben salarios superiores a los de los jefes de Estado y monarcas. En España, son varios cientos los que ganan más que el Rey y el presidente del Gobierno, teóricamente los que asumen la responsabilidad de llevar sobre sus hombros el peso del Estado.
            Tras la abdicación del rey Juan Carlos fueron muchos los que alzaron sus voces para hacer un referéndum que decidiera la forma de Estado, establecida en la Constitución, como si en España no hubiere mil problemas más importantes que resolver que este, u otra forma de Estado distinta de la actual los resolviere todos de un golpe. En una Monarquía Parlamentaria, en la que el rey reina, pero no gobierna, no tiene ahora mismo sentido plantearse tal cuestión, anidada en aquellos que hacen realidad las dos Españas de Machado y que, al tomar posesión de sus cargos, eluden, al jurar o prometer la Constitución, que la refrenda, "la lealtad al Rey", en clara alusión de que no reconocen la propia Carta Magna que prometen, al considerarse "republicanos", y diciendo cosas que no vienen al caso, y el presidente de la mesa les da la carta de naturaleza de su condición de diputados, y tan frescos...
            El Rey nos está dando el ejemplo que los políticos se niegan a dar, incluyendo el de sus salarios, a los que no renuncian. Por algo, en el barómetro de enero de 2015 del CIS, la Monarquía apenas cuenta como problema para los españoles, mientras que la imagen del nuevo monarca se ha disparado en índices de aceptación, tras los nuevos aires traídos por Felipe VI, en los que "la independencia de la Corona, su neutralidad política y su vocación integradora ante las diferentes opciones ideológicas, le permiten contribuir a la estabilidad de nuestro sistema político", como dijere el Rey en su discurso de proclamación el 19-06-2014. En una encuesta publicada por eldiario.es tras la abdicación del rey Juan Carlos, el 51.55 de los españoles se declaraban a favor de la Monarquía Parlamentaria y a favor de la República, el 36,36 por ciento.
 

miércoles, 11 de febrero de 2015

HOMONIMIA EN EL DISCURSO POLÍTICO

 
           Entendemos por homonimia aquellas palabras de igual pronunciación, pero que tienen distinto significado (votar y botar), la igualdad de nombres entre dos personas o cosas, y por homofonía, palabras de diferente significado que coinciden en su escritura (vaca y baca); la paronimia, en cambio, alude a palabras semejantes en el sonido, pero que se escriben de forma distinta (callado y cayado).
            El discurso político reciente ha añadido la lengua de signos, tanto en público como en televisión, en un intento de superar las barreras de la comunicación de las personas sordas, aunque en ocasiones sus intérpretes no estén a la altura de la formación que se les supone. Ocurrió durante el funeral por Mandela, en que el intérprete fue acusado de no seguir las normas gramaticales ni la estructura del lenguaje: "Soy sordo y no comprendo lo que dice", manifestó el presidente de la Federación Sudafricana.
            No parece que esta irrupción del lenguaje para todos, excepción hecha del último, haya desatado sus fuerzas con el énfasis que le es propio en el habla para acercarse al elector con la homonimia, la homofonía y la paronimia, en un intento que, más que aclarar programas y promesas, intenta confundirle para apropiarse de otros mensajes cuando no del nombre que los personifica. El discurso político de campañas electorales se ha transmutado del clásico mitin que encendía el ánimo de los propios de un partido, con voto ya decidido, a otras formas de comunicación que, transmitidas por las redes sociales, se acercan a un mayor abanico de electores o indecisos, que son quienes pueden dar el vuelco a un resultado electoral, y no los asistentes, por periclitados, a un mitin electoral, al que acuden los fijos, sin contar con las variantes de intención, estimación de voto, más cocina.
            Ya en las últimas campañas, la homonimia se utilizaba como un eslogan electoral para apartar del mapa electoral al adversario político, apelando al voto para "botar" al contrincante. Hoy se diría: "Vota a Vara para botar a Monago", como ayer el inadvertido portavoz popular Miguel Cantero apelaba en Plasencia al voto "para que no te la den en blanco", jugando, en primer término,  con la acción verbal que significa lo contrario de lo que se apela, o con el apellido de la adversaria más temida.
            La clase política --que sabe de esto tanto como el intérprete de signos del funeral de Mandela-- deja en manos de sus agentes de márketing, o mercadotecnia, lo que han de hacer, o no, en sus campañas, para cifrar en un video los logros conseguidos y, de paso, echar fuera al adversario. Del "ahila palanti" como lema de un Día de Extremadura, Monago se pasa ahora al running (correr de forma efectiva y sin lesiones), abandona la mercadotecnia,  y presenta su video promocional de cara a la campaña electoral próxima, en el que nos relata los logros conseguidos, bajo el título  "Hacemos Extremadura", y afirma que "no solo demostramos que podemos, sino que además lo hacemos". Ratifican sus corifeos que el actual presidente y su partido son los primeros de España en dejar la mercadotecnia en favor del mensaje; pero no olvida, como otros colegas, al partido emergente, al que ya le echó un tiento por un "si acaso" electoral en su discurso de fin de año. El presidente Rajoy atacaba recientemente a "quienes quieren cambiar el sistema", mientras el gallego, Núñez Feijóo, no le fue a la zaga al afirmar:  "Soy más de Podemos que los de Podemos". Nada digamos de Esteban González Pons que, como prestidigitador de la homonimia, se quedaba solo en el mapa electoral al jugar con las palabras. Otros, en fin, se atreven a hacer juegos de palabras con la que está más en boca de sus adversarios, como si de una devolución de pelota a su terreno se tratare, como el líder del PSOE, Pedro Sánchez: "Ni los de Podemos son tan castos ni yo tan casta."
            Poder es tener expedita la facultad o potencia de hacer algo; tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a cuerpo; hacer es ejecutar, poner por obra una acción o trabajo; producir algo, darle el primer ser... No hay correlación entre poder y hacer. Se puede prometer algo, pero no hacerlo, como se ha demostrado fehacientemente en esta legislatura que finaliza. No siempre poder es hacer (se puede fumar, pero no se debe...) Quienes juegan con la homonimia entre poder y hacer, pueden estar jugando con fuego, o poniendo la mano sobre él, ignorantes quizá de la célebre frase de Rafael Gómez Ortega, El Gallo (1882-1960), el torero hermano de Joselito, que inmortalizó la frase: "Lo que no puede ser, no puede ser. Y, además, es imposible." O desconocen también aquella del clérigo, matemático y literato inglés, Levis Carroll (1832-1898): "Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Es cuestión de lógica." Ni siquiera la frase de Unamuno en la Universidad de Salamanca, el 12-12-1936, con ocasión de la apertura de curso, en una inesperada intervención: "Vencer no es convencer, porque para convencer hay que persuadir... Me parece inútil pediros que penséis en España. He dicho."
            El video promocional de Monago nos recuerda, por su idealización, sátira o caricatura, el epíteto de Garcilaso:
            "Cerca del Tajo en soledad amena
            de verdes sauces hay una espesura
            toda de hiedra revestida y llena,
            que por el tronco va hasta el altura
            y así la teje arriba y encadena
            que el sol no halla paso a la verdura;
            el agua baña el prado con sonido,
            alegrando la vista y el oído."
 

sábado, 7 de febrero de 2015

EL PROFESOR SENABRE Y EXTREMADURA

 
           Hacía tiempo que no había vuelto a saber de él, ni a leer sus artículos en periódicos nacionales que, como los de su maestro Lázaro Carreter, tanto nos enseñaban sobre nuestra lengua. Le conocí en Salamanca, a las puertas de la Facultad de Letras, mientras hablaba con una profesora. Ya entonces --principios de los 70-- era reconocido y conocido por su primer apellido que, con el nombre de doctor por delante, cuando llegó a Cáceres a dirigir el Colegio Universitario, --inaugurado el 16 de octubre de 1971--, le confundían con un médico por aquello de la sinonimia con facultativo, aunque muchos de estos no hubieren el doctorado universitario.
            Ricardo Senabre (Alcoy, 1937-Alicante, 2015), primer director del Colegio Universitario de Cáceres durante los cursos de Comunes de Letras (1971-1973), primer decano-comisario de la Facultad de Letras de Cáceres y decano de la misma en dos periodos consecutivos, hasta 1986, en que regresó a la Universidad salmantina, falleció en Alicante el pasado miércoles a los 78 años de edad, tras una vida fecunda dedicada a la enseñanza, la crítica literaria y la dirección de centros durante cuarenta y ocho años de su vida, quince de ellos pasados en Cáceres (1971-1986), ciudad en la que dejó una estela imborrable en todos los campos que abarcó su actividad.
            Licenciado en  Filología Románica en la Universidad de Salamanca en 1960 con premio extraordinario, obtuvo el doctorado con una tesis titulada "Lengua y estilo de Ortega y Gasset" (Acta salmaticensis, Filosofía y Letras, tomo XVIII, número 3, Salamanca, 296 págs., 1964), que obtuvo también el premio extraordinario. Desde 1967 enseñó Historia de la Lengua Española en la Universidad de Salamanca y en 1971 obtuvo la cátedra de Gramática Histórica de la Lengua Española de la Universidad de Granada por concurso, a la que renunció para venirse a Cáceres a poner en marcha y dirigir el recién creado Colegio Universitario de Letras, que impartiría los dos cursos de Comunes. (Vid. "Conversaciones en Extremadura", de Marciano Rivero Breña (Universitas Editorial, 1981, págs. 55-56). Al crearse la Universidad de Extremadura en 1973, el Colegio Universitario se prolongó en la Facultad de Filología  y posteriormente en la Facultad de Filosofía y Letras, con las especialidades de Filología Hispánica e Historia, en la que Senabre fue catedrático de Gramática General y Crítica Literaria. Tras su regreso a Salamanca, ejerció la cátedra de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada hasta su jubilación, y posteriormente sería nombrado profesor emérito.
            En la citada entrevista con el periodista Rivero Breña, realizada en junio de 1980, cuenta el profesor Senabre los avatares de la puesta en marcha del Colegio Universitario y la Universidad de Extremadura. Recordaba que "el Colegio procuró no solo cumplir su papel dentro de las aulas, sino que buscó al mismo tiempo una proyección hacia el exterior", manifestada en una actividad cultural de la que Cáceres había carecido hasta aquel momento: un ciclo de conferencias sobre la cultura española en la última década, conferencias-coloquios de escritores como Miguel Delibes o Luis Berenguer; el premio "Cáceres" de novela corta, exposiciones de prensa salmantina y cacereña, el recordado recital del cantautor José Antonio Labordeta en el conventual de san Benito de Alcántara, a quien Senabre conociere tras prologar las "Obras completas" de su hermano Miguel (Ediciones Javalambre, Zaragoza, 1972), que firmare como catedrático de Granada. Resulta imprescindible la obra de Rivero Breña para conocer la personalidad del profesor Senabre y su vinculación con Extremadura: su admiración por Eugenio Frutos, cuya hija María Luisa estuvo en la Facultad como profesora de Geografía, y por Rodríguez Moñino; la creación de la Universidad de Extremadura, cuyo emplazamiento casi llegó a "jugarse a los chinos", a propuesta del catedrático de Historia y director general de Universidades, Luis Suárez Fernández, durante una reunión celebrada en Mérida, y que derivó en el primer decreto que llegó a la mesa del Consejo de Ministros, que preveía la creación de la Universidad de Extremadura radicada en Badajoz, y que en una posterior reunión fijó en la capital pacense las facultades científicas y técnicas y las humanísticas y jurídicas en Cáceres. En aquel Consejo de Ministros se sentaba a la mesa el que fuere ministro de Justicia del 7 de julio de 1965 al 11 de junio de 1973, Antonio María de Oriol y Urquijo (Guecho, 1913; Madrid, 1986), cuñado del alcalde de Cáceres, Alfonso Díaz de Bustamante y Quijano (Corrales de Buelna, 1911; Santander, 1994) y alcalde de Cáceres entre 1963 y 1976, quien le transmitiere a este lo que pasó en aquel Consejo y que don Alfonso se lo hizo saber a su archivero municipal, Antonio Rubio Rojas (Cáceres, 1938-2011), y que él, a su vez, me transmitiere a mí con la observación que le diere el alcalde Díaz de Bustamante: "No lo cuente usted hasta que haya muerto", y que revelé así titulado en Digital Extremadura el 6 de febrero del mismo año, una vez fallecido Rubio Rojas.
            Al cumplirse el "XXV aniversario de la creación del Colegio Universitario de Filosofía y Letras (1971-1996)", el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura editó en 1997 un libro con este título, que recoge todas las vicisitudes de la creación del Colegio, documentos de prensa y apéndices documentales, junto a los artículos de personajes vinculadas al centro y que tanto tuvieron que ver con su creación; el propio Senabre, Daniel Serrano, Felipe Camisón, Marcelino Cardalliaguet, primer secretario del centro; José Manuel González Calvo, profesor desde sus comienzos y hoy catedrático en la Facultad de Letras, y Jesús Terrón, alumno y hoy catedrático de la Facultad de Educación en Cáceres. Senabre me lo dedicó generosamente: "Para Félix, que tanto vivió y tanto nos ayudó, con el afecto de..." Recoge ese libro muchas notas informativas, reseñas de prensa y entrevistas realizadas tanto en su despacho como en las aulas y centros en los que tuvieren lugar, que también publicara en otros periódicos, como "El Adelanto de Salamanca", ya desaparecido, al depender el Colegio desde su  creación de aquella Universidad regida por el rector Lucena Conde.
            Su vinculación y dedicación a Extremadura le hicieron merecedor de la Medalla de la Comunidad en 1986; del título de hijo adoptivo de Cáceres en 1997; y la Medalla de Oro de la Universidad de Extremadura en 1996, al inaugurarse los actos conmemorativos del XXV aniversario del Colegio Universitario. Como profesor, estudió el origen de la imprenta en Extremadura, ponencia que presentó a un congreso de escritores extremeños, y que recibió la felicitación de su presidente, Pedro de Lorenzo; y publicó, entre otras obras, "Introducción a la poesía de Eugenio Frutos" (1982), "Escritores de Extremadura" (1988), "Cuplés y tonadillas de principios de siglo", transcripción de la charla con la que inauguró el Aula de la Tercera Edad en Cáceres el 20 de noviembre de 1978.
            Las Universidades de Salamanca, Granada, Extremadura y Las Palmas, que le nombrare doctor honoris causa en 2009, están de luto por el fallecimiento de un profesor que elevó la enseñanza de la lengua, la literatura y la crítica literaria al podio de los vencedores, y que dejó aquí la estela del gran profesor que fuere. Descanse en paz.
 
 

martes, 3 de febrero de 2015

LEYES "MAGNIS ITINERIBUS" EN LA ASAMBLEA

 
           El sindicato UGT criticaba hace unos días la "vorágine normativa" del gobierno regional a falta de dos meses para el cierre del último periodo de sesiones, cuyo objetivo no parece ser otro que "hurtar el necesario debate social". Para el PSOE, "es una chapuza"; y para IU y los regionalistas constituye una "diarrea legislativa", aunque la Junta mantenga que hasta el último día, hay tiempo para legislar.
          En dos meses, el gobierno regional se propone sacar adelante tantas leyes como en los tres últimos años: tres proyectos de ley: Ley Agraria, Ley de Medidas Tributarias y Ley de Transición de Gobiernos; pero, junto a estos proyectos, ha registrado otras catorce proposiciones de ley, como el que afecta a las mujeres embarazadas, que la portavoz de IU, Encarna Muñoz, rechazaba ayer y anunciaba una enmienda a la totalidad en el debate del próximo jueves, por "innecesaria, inaceptable y simplista". También ayer, el portavoz socialista, Jorge Amado, anunciaba que la oposición en bloque había echado para atrás la pretendida reforma fiscal, porque suponía "un decretazo que no va a bajar los impuestos". Y, en fin, la Ley de Transición de Gobiernos, anunciada en el debate sobre el Estado de la Región del pasado año, no pretende otra cosa, según el propio gobierno regional, que "garantizar la continuidad en la acción del gobierno"; es decir, regular el traspaso de poderes, puesto en su web el pasado 14 de junio de 2014.
          Otros proyectos legislativos se refieren al Estatuto de la Capitalidad de Mérida, hecho público en una reciente comparecencia del presidente; la autoridad que tendrán los profesionales del Servicio Extremeño de Salud, la ordenación del territorio, la mediación familiar, la nueva ley de la radio y televisión públicas, y, cómo no, la modificación de la ley electoral, reclamada por IU como uno de los doce mandamientos para votar su investidura: rebajar la barrera electoral de 5 al 3 por ciento para entrar en la Asamblea, "una ley para garantizar la pluralidad", según afirmó Monago en su discurso en respuesta al citado mandamiento.
          No parece sino que, viendo el fin de la legislatura, la Junta presidida por Monago se proponga hacer en los meses que restan de actividad parlamentaria lo que no se ha hecho en tres años: 21 leyes y, ahora, otras tres y catorce proposiciones de ley. Es decir, magnis itineribus (a marchas forzadas), como las legiones romanas, no en vano nos encontramos en Augusta Emerita, la ciudad de Augusto para los eméritos, para el asentamiento de los soldados licenciados de las legiones X y V. Catilina per montes asperos magnis itineribus in agrum Pistoriensem suas copias adduxit (Catilina, a través de duros montes y en grandes jornadas, guió sus tropas al campo de Pistoya...). "Chapuza" "diarrea legislativa", "vorágine normativa", sin tiempo para dialogar, trabajar y consensuar... normas que, aunque no llegan al pueblo, tampoco le sacan de su modorra, a pesar del final de la legislatura y de los mandamientos de IU, cuyo primero también está condenado a dormir el sueño de los justos, al menos por lo manifestado por los portavoces políticos en la Cámara hasta el momento...