domingo, 22 de septiembre de 2013

LO QUE EL PP PROMETIÓ, LO SEPARA EL GOBIERNO



              Tras algo más de un año de espera --y once meses y medio de copago sanitario, sin devolución alguna hasta la fecha del exceso pagado--  recibo la tarjeta sanitaria del Servicio Extremeño de Salud (SES). No tendré que ir al Centro de Salud a por más recetas, ni pedir citas, ni esperar, ni volver cada tres meses a por el papel que sustituye a la tarjeta, ni llevar los tickets de compra sellados por las farmacias y los resguardos de las recetas a la Gerencia de mi Área de Salud. Voy, por última vez, a la Gerencia, entrego los papeles de septiembre, y pregunto: ya presenté en marzo pasado --cuando lo supimos por denuncia del PSOE y no por información del SES-- la fotocopia del DNI y la carta de pago a terceros; luego, ya no habré de ir más, sino solo a la farmacia a que me dispensen lo necesario. Confirmado. ¡Qué bien: cuánto tiempo ganará mi médico y yo mismo sin estas encomiendas de oficio, obligadas desde que las autonomías recibieran las transferencias sanitarias, y el PP impusiere el copago a los pensionistas el 1 de julio de 2012! Un paso atrás innecesario, costoso y circunscrito, a partir de entonces, a nivel territorial.
              En el anverso, la tarjeta lleva el logotipo del SES, su número de Seguridad Social, nombre y apellidos, NIF, fecha de nacimiento, el número del Código Identificador del número de tarjeta (CITE) y el Código de Identificación Personal (CIP); pero, arriba dice, además, que la tarjeta ha sido expedida por la Consejería de Salud y Política Social del mal llamado "Gobierno de Extremadura", en lugar de la Junta de Extremadura.  Más aún me sorprende la leyenda final del reverso: "Esta Tarjeta le permite el acceso a los servicios de todo el Sistema Nacional de Salud." Pregunto y me responden: con esta tarjeta solo podrá obtener recetas en su Comunidad. ¿Y fuera? Nadie lo sabe. A lo mejor tiene que pagar y, después, el SAS (Servicio Andaluz de Salud), por ejemplo, le pasa la receta al SES..., o vaya usted a saber.
               España dejó de ser una en tantas cosas que, ahora, hasta Monago presume de que Extremadura será la primera Comunidad en homologar el examen a cazadores de dieciocho países europeos, si acreditan los conocimientos que aquí se requieren. ¿Y el resto de España? Nada se dice en la noticia. Es decir, primero, los de fuera, que traen negocio, y los de aquí, que se vayan fuera y pidan licencia. Nada nuevo bajo el Sol. Ya hace años que Fernández Vara viene defendiendo la necesidad de unificar para todo el territorio nacional las licencias de caza y pesca, al igual que la tarjeta sanitaria única. No puede haber diecisiete Españas para un mismo servicio. ¡Esto es una ruina!
              En su programa electoral para las elecciones legislativas del 20 de noviembre de 2011, titulado "Lo que España necesita", el PP prometía en su capítulo "Comprometidos con el bienestar", punto 04  (pág. 113), que "impulsaremos la tarjeta sanitaria, la historia clínica electrónica única, compartida e interoperable para que toda la información disponible del paciente pueda estar accesible en cualquier centro sanitario de España." Sin embargo, hay que remontarse doce años atrás para saber que fue la ministra de Sanidad de Aznar, Celia Villalobos, la primera que habló de la tarjeta sanitaria única, tras observar el dispendio que las transferencias habían supuesto y la circunscripción de la atención a una sola comunidad autónoma. En 2004, la ministra Ana Pastor sacó un Decreto en el que hablaba de la tarjeta única, con un código de identificación único que posibilitara su atención en todo el país. Todo se aplazó. Veremos  ahora si a la tercera va la vencida: el Consejo de Ministros del pasado viernes aprobó el formato del documento, los requisitos mínimos de imagen y técnicos para que la tarjeta se lea sin problemas en cualquier sistema informático; pero tardará en llegar al menos otros cinco años. Y para eso, el gerente del SES anunció en enero la emisión de 70.000 tarjetas, para Extremadura, claro. Y ahora, ¿qué?: nuevas todas antes de cinco años..., a cargo de cada Comunidad, aunque pondrá "Sistema Nacional de Salud de España". ¡Con lo fácil que era en el antiguo régimen! Te marchabas fuera, ibas al INP con la tarjeta y te la validaban para toda España; ibas a tu caja y te ponías un tope máximo para sacar dinero en cualquier otra caja, sin comisiones... Así vienen los problemas, agravados en diferentes puntos de Cataluña, que no la desea, apelando a las competencias y al DNI que nos identifica como españoles... Mato asegura que los pacientes no entienden estas trabas a la asistencia sanitaria que financia con sus impuestos. También decía (2 de febrero de 2012) que no iba a haber copago para financiar la sanidad y llevamos más de un año... Asimismo, decía el PP en su programa electoral que "estaba comprometido con el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones" (objetivo 3 de las medidas del capítulo "Comprometidos con el bienestar", pág. 116) y ya vemos, ya, lo que hará para un futuro próximo: devaluarlas, hacer tabla rasa del IPC, y aumentarlas, dice, un 0,25 por ciento cada año... ¿Dónde están los estafadores, los corruptos que roban al Estado, la economía sumergida, el IVA que no se paga, el dinero que vuela a paraísos fiscales...? El Estado ataca a los débiles, pero no se atreve con los poderosos. Así es España, señora: distinta, distante... y diferente, que empieza a despiojar los caudales ciudadanos por los pies y no por la cabeza de quienes los hubieren.         

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